ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Cuento de el deporte. Mi mundo sobre dos ruedas


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2017  •  Ensayos  •  1.032 Palabras (5 Páginas)  •  115 Visitas

Página 1 de 5

Mi mundo sobre dos ruedas

Como de costumbre, yo todos los días a medio días regresaba a mi casa del colegio,  sin no antes hacer una breve parada por la pistas de ciclismo imaginando que algún día yo estaría allí,  emocionado ya en mi casa y con una gran exclamación en mi voz le contaba a mi mamá los trucos geniales que hacían los deportistas en aquella pista que sobre dos ruedas parecían que tocaban el cielo e inocentemente dije mami cuando yo se grande ¡quiero ser así!,  con ojos amorosos ella me miro al rostro y con una voz de sarcasmo dijo que bonito hijo, pero eso muy peligroso y no te conviene recuerda que las cosas que yo te digo lo hago porque te quiero y no deseo que nada de malo te pase pero soñar no cuesta.

Al cabo de un mes grata mi sorpresa al encontrar que la otra parte de mi vida nos visitaba por motivo de mi cumpleaños  mi querido y viejo abuelo, que al verme llegar se dirigió hacia a mi diciéndome con un vocablo áspero y  ronco ya desgastado por la edad, en la cocina ay un regalo para ti, de inmediato fui hacia la cocina y hay con lágrimas en mi ojos por la emoción vi como mi sueño mi pación se hacía realidad  pues dicho  regalo no se trataba más que un objeto con dos grandes ruedas pues si era una bicicleta de mi niñez el anhelo de mi corazón, esa emoción duro poco al ver la expresión de mis padres de poco afán y entusiasmo  se notaba su sonrisa fingida, no tardo mi papá en expresarse y decirme Marco pues yo también te tengo algo mucho mejor y de  seguro te fascinara pues era un balón de futbol que para mí no tenía gracia alguna mientras él me daba su obsequio me contaba que tan bueno él era con el balón que de sus tiempos era el mejor jugador de la capital que de entre sus amigos él jugaba como un profesional e incentivándome a mí, me  hiso que entrara a entrenar futbol  donde conocí a un gran jugador Oswaldo  y su gran amigo al que le decían “ Chino”  no tarde en convertirme en uno de sus amigos también a pesar de que yo no amaba el futbol como ellos, yo  hacía mi esfuerzo por destacar y ser como ellos o mejor dicho como mi papá quería que sea, en un partido local fue mi papá a ver como su hijo marcaba un gol, decepción que se llevó al ver que yo solo era un suplente.  Y ay estaban mis dos amigos dando lo mejor de ellos y diciéndose el uno al otro ¡excelente jugada!, mientras que yo solo en la baca esperando que mi entrenador sacara alguien del partido para poder jugar yo en ese momento veía la cara de vergüenza de mi padre que al regresar juntos a casa en el camino solo dijo que momento tan bochornoso me has hecho pasar y con tristeza le mire y dije  “Las cosa se hacen por amor y no por obligación”, ese fue el momento en que mi papá y mi mamá comprendieron que el ciclismo corría por mi venas.

Al fin hacia lo que realmente amaba con lo más profundo de mi ser  ya tenía 17 años y recordaba cuando niño imaginaba  verme como todo un profesional en la bicicleta desafiando la gravedad al volar sobre dos ruedas podría decir que me sueño al fin se hacía realidad y lo mejor lo hacía con la primera bicicleta  con la alguna vez sin pensarlo me la obsequio mi más querido abuelo mientras recordaba todo eso torpeza la mía  que contra un auto choque, sin memoria desperté en una habitación blanca y triste, estaba en un hospital y solo veía rostros de dolor y lastima pues había perdido uno de mis pies, que tan fuerte me puede golpear la vida me decía, que hice yo para merecer esto, era evidente mi depresión  no comprendía porque el destino o la vida era tan injusta mil cosa pasaban por mi mente no sabía que hacer  ya han pasado 6 años desde aquel incidente cuando de repente entrando a mi cuarto vi un hombre con su cabeza blanca mejillas arrugadas y una espalda casi encorvada era mi papá me miro y al igual que yo se nos fueron las lágrimas tan solo se expresó ¡Mira! Como ha pasado el tiempo tú ya eres todo un hombre y simplemente un viejo inservible, solo respondí de que me sirve ser un hombre incompleto que solo causa cargas a los demás y riéndose me dijo sabes alguna vez un sabio me dijo “Las cosa se hacen por amor y no por obligación” al inicio no le entendía  a que venía su frase y  paso entre mis recuerdos  la imagen mía cuando niño y con ojos de tristeza le decía a mi padre que no destaca en lo que él quería porque no me gustaba y no era lo que anhelaba ser agradecí a mi padre por haberme ayudado a supérame en tan difícil situación que atravesaba.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (5.3 Kb)   pdf (56.6 Kb)   docx (11.8 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com