Cuento inventado: La noche inesperada

                                      La noche inesperada

Íbamos caminando por las calles de Madrid saliendo de un bar, era una noche muy oscura, caminando, hablamos, ya que no nos veíamos hace meses.

- ¡Chicos! Me gustan los momentos con ustedes- dijo Hanna.

- ¡Es muy agradable!- Exclamó Jazmín con lágrimas en los ojos.

- Chicas son muy tiernas- Dijo Mila sonriendo.

- Estar con ustedes y mi novia es lo mejor- dijo Marcos mientras abrazaba a Hanna.

- Para mí es un placer estar con ustedes, ojalá pudiera hacerlo todos los días- Dije alegremente.

- Alex, eres demasiado cariñoso con nosotros- Dijo Rael, entusiasmado.

- Yo igual creo que Alex es muy cariñoso con nosotros- Respondió Sergio, alegre.

- En eso tienen razón, es muy…- Interrumpió Luna a John.

- ¿No oyeron eso?- Dijo Luna, pálida.

- Yo no he escuchado nada- Respondió Alicia.

- Chicos siento que alguien nos observa- Dijo Rael.

- Yo siento lo mismo- Respondí, asustado.

Todos nos quedamos callados y en ese momento se escuchó una risa maliciosa.

• Chicos- Dijo Hanna más asustada.

• Sí- Respondimos.
• ¡Corran!- Gritó Hanna.

Nosotros estábamos corriendo hasta que…                                                                        

  Hace algunas horas estaba yo en la casa de Mila, estaba todo muy oscuro, habíamos planeado salir solo los dos, pero luego comenzaron a llegar nuestros amigos, nos arruinaron el plan así que tuvimos que cambiarlo, primero llegó Rael, a los minutos Hanna y Marcos, estuvimos conversando por un extenso momento, hasta que llegaron Luna, John, Sergio y Jazmín, estábamos cambiando los planes y se nos ocurrió que podríamos ir a un Bar. Íbamos camino al Bar todos alegremente conversando, al llegar al bar vimos que estaba repleto de gente y a fuera estaba nuestra amiga Alicia, todos estábamos muy contentos de verla en especial las chicas, luego íbamos de vuelta a la casa de Mila, ya que no pudimos entrar al bar, y en una calle oscura, sin luz, conversábamos de las cosas que nos pasaban al estar todos separados, hasta que Luna dijo que escuchaba a alguien, luego miramos a nuestro rededor y solo vimos una gran silueta con una brillante sonrisa, nosotros salimos corriendo, pero nos dimos cuenta que eran más de uno, nos tenían rodeados, nos tomamos de las manos y preguntamos quienes eran, ellos solo se rieron, no dijeron nada, las chicas gritaron de susto, pero nosotros las defendimos, pues todos teníamos valor, los malvados hombres nos miraban con frialdad,

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