Cuento Inventado

Talvez no estaría muerto

Pedro era un joven como cualquier otro, tenía 18 años y comenzaba a estudiar la universidad, su familia y él se acaban de mudar al vecindario por una oferta de trabajo de su padre. Un día cuando Pedro iba rumbo a la universidad tuvo la mala fortuna de toparse con Javier, que era muy conocido por su mala fama, él se acercó a Pedro y le ofreció probar unas pastillas muy extrañas, trataba de convencerlo de que se tomara esas pastillas hablándole maravillas de ellas, Pedro sin saber lo que eran y desconociendo las intenciones de Javier, acepto y desde ese momento su vida no volvió a ser igual.

Al día siguiente, encantado por las pastillas y con la necesidad de ellas, Pedro fue a buscar a Javier y cuando lo encontró Javier le dijo que se las seguiría regalando, siempre y cuando le ayudara a venderlas en otros lugares, Pedro lo dudo un poco pero al final le dijo que sí.

No pasaron ni dos meses de que Pedro estaba vendiendo y consumiendo las pastillas, cuando Javier le vuelve a ofrecer algo más, pero esta vez no eran pastillas si no una rara sustancia en una jeringa, Pedro la tomo y al poco tiempo ya le estaba rogando a Javier que le diera más, pero Javier le dijo que ya nada sería gratis y que le costaría dinero. Pedro fue rápidamente a su casa en busca de sus ahorros para poder comprar la droga, pero desafortunadamente sus ahorros solo le duraron unos cuantos meses y entonces dejo de estudiar para tomar el dinero que le daban sus padres para pagar la universidad, para gastarlo en más droga.

Paso un tiempo para que sus padres se dieran cuenta de lo que él hacía, entonces por tratar de ayudarlo lo internaron en una clínica en donde lo tenían completamente encerrado y aislado de todo, Pedro se volvía loco en ese lugar, no aguantaba estar así y sentía una enorme necesidad de consumir la droga, agredía a las enfermeras que lo atendían y trataba con mucha frecuencia escapar de ahí.

Una noche cuando finalmente logró escapar por un descuido de la enfermera que le llevaba su comida, Pedro huyo muy lejos donde no lo pudieran encontrar para internarlo de nuevo , entonces se quedó a dormir en una plaza pública, al amanecer el no recordaba porque estaba ahí, pero aún seguía desesperado por conseguir la droga, se encontraba solo, sin dinero y sin ninguna pertenencia , así que comenzó a robar, entraba a cualquier casa de noche cuando todos estaban dormidos y tomaba las cosas de mayor valor que encontraba, y las vendía, de esta forma tuvo para comprar la droga durante un año, hasta que lo atraparon tratando de robar una televisión, el juez le dio 10 años de prisión por todos los robos y daños que había hecho.

Pedro, el chico nuevo en la prisión era como un “cordero para los lobos”, fue golpeado brutalmente y violado en muchas ocasiones por los mismos internos de ahí, al poco tiempo comenzó a sentir molestias y un

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