DRAMA: CAÍN Y ABEL PROBADOS

DRAMA: CAÍN Y ABEL PROBADOS

Narrador: Caín y Abel, los hijos de Adan, eran muy distintos en carácter. Abel poseía un espíritu de lealtad a Dios (hacer ademanes), veía justicia y misericordia en el trato del Creador hacia la raza caída y aceptaba lleno de agradecimiento la esperanza de la redención.

Abel: (gritando) justo y verdaderos son tus caminos, rey de mi vida, rey de gloria, que es el hombre para que te acuerdes de él, hemos pecado, nos hemos descarriados, señor, señor, ten misericordia de mi que soy un pecador.

Narrador: caín abrigaba sentimientos de rebelión y murmuraba contra Dios, a causa de la maldición sobre la tierra por el pecado de Adan.

Caín: porque, por que señor, somos la corona de la creación, solo por comer de una fruta nos expulsastes?, solo por eso? Que tenía de malo comer? Si eres amor porque sufrimos, nos has abandonado, seguramente te olvidastes

Narrador: Cada día Adan llamaba a sus hijos para repasar las obras de Dios, ambos hermanos sabían que el medio para salvar al hombre era tener fe en un Salvador. Mediante un sacrificio.

Adán: cain, Abel mis hijos venid, es tiempo del culto…. Mi hijo Abel, siempre vienes rápido cuando te llamo (abrazo)… cain, cain, chavalo hace caso, ven vamos a adorar a Dios (mano en el hombro). Bien hijos míos, Dios es amor, nosotros le fallamos, por eso nos expulso, moriremos es verdad, pero el Señor ha prometido un Salvador, algún día nacerá en este mundo y tendremos vida eterna, por ahora, debemos aceptar esa esperanza con un sacrificio… porque sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados.

Narrador: Ambos hermanos construyeron altares semejantes, y cada uno trajo su ofrenda.

Abel: (postrado en tierra) señor, señor, en pecado me concibió mi madre, no soy digno de ser llamado tu hijo, no hay en mi nada bueno, sálvame, sálvame, renueva un espíritu recto dentro de mi, dame el gozo de tu salvación

Narrador: Y miro Jehová con agrado a Abel y su ofrenda. Descendió fuego del cielo y consumió la víctima. Ahora fue el turno de Caín

Caín: señor, te traigo mi trabajo mis mejores frutos, te doy gracias porque soy bueno, porque no soy como mi padre que te desobedecio, no soy ladron, soy bueno, le regalo frutos a mi madre, dame tu bendición

Narrador: cain desobedeciendo la orden del señor, presento solamente una ofrenda de frutos. No hubo señal del cielo. Abel rogo a su hermano que se acercara a Dios como lo hizo el.

Abel: cain, cain hermano mío, no es así, recuerda lo que dijo nuestro padre, sin derramamiento no hay perdón.

Narrador: pero como cain era el mayor, no le parecio propio que lo amonestara su hermano y lo desprecio

Cain: cállate tonto, yo soy el mayor, como te atreves a decirme lo que tengo que hacer, (se retira violentamente)

Narrador: “por la fe Abel ofrecio a Dios mas excelnte sacrificio que cain”

Narrador: Caín y Abel representan dos clases de personas que existirán en el mundo hasta el tiempo del fin. Una clase cree que puede adorar y obedecer a Dios como quiere y la otra clase humildemente adora y obedece a Dios como él ha mandado en su palabra.

Narrador: (se acerca a su altar) Cuando cain vio que su ofrenda había sido desechada, se enfurecio contra el señor y contra abel

Cain: ya no aguanto mas, el favorito de mi padre es Abel, y ahora el favorito de Dios es también Abel, porque en todo tiene que ser él el ejemplo, se pierde algo en la casa, fue cain, ah ah, Abel de haragan acostado todo el día cuidando esas ovejas y yo…. Yo trabajo duro, eso no lo nota Dios, es injunsto es injusto

Dios: cain, cain, ¿Por qué te has enojado y tu rostro refleja amargura?

Cain: como es que no haces acepción de personas? abel es tu preferido

Dios: si hicieras lo bueno, ¿no serías enaltecido?, pero si no lo haces, el pecado te dominará.

Narrador: le tocaba a cain escoger

Cain: Abel, Abel, tu hermano mayor te llama, ven para acá, Abel, te fijastes que Dios no me bendijo, es porque él no es amor, como puedes servirlo, si fuese amor, porque saco a nuestros padres del eden para que estuvieran aquí sufriendo buscando que comer, ah ah, Abel no vale la pena servir a un Dios así, porque le sirves, él solo quiere tu ganado, te estas empobreciendo, vamos no le sirvas

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