EL GENERO EN LA LENGUA

 EL GENERO EN LA LENGUA

«En español no existe tradición de uso de la palabra género como sinónimo de sexo», dice información publicada recientemente en la página de información de la Real Academia TaEspañola (RAE).

A lo largo de los años la mujer siempre fue discriminada, dando relieve al hombre, a pesar de esto siempre hubo una “lucha” para que las mujeres fueran más consideradas por la sociedad. Aún así sigue habiendo rastros de exclusión hacia ellas, un ejemplo claro que podemos ver es el género en la lengua.

A través de periódicos, revistas y cualquier artículo escrito podemos notar que en la generalización de ambos sexos el que predomina es el masculino, para indicar, por ejemplo, habrá niños y niñas en la presentación de esta tarde se dice, habrá niños en la presentación de esta tarde. Como pudimos ver en el ejemplo anterior para decir que habrá personas de sexo femenino y masculino se generaliza a la palabra niño (masculino).
Es cierto que nos diferenciamos por el sexo, pero de ahí, por la vida sexual, todavía mucho más. Por ende, género aterriza en la situación de los unos y los otros y engloba, cual el mundo redondo es, los dos hemisferios en que se divide la raza humana. En estos últimos años se ha tomado conciencia de este hecho y se ha iniciado a englobar los dos géneros.

Se ha empezado a englobar tanto mujeres como hombres en el lenguaje, en lugar de decir “señores” presentes, por ejemplo, ahora se dice “señores y señoras”.
La traslación de lo simple a lo complejo ha pasado desapercibida para el sector educativo.
Desde que comenzó a emplearse el género para diferenciar a los dos, hombres y mujeres, se ha visto su paso en todas las expresiones de carácter político, público, social e informativo.
En la información se comenzó a hablar de mujeres y tener incluso una fuente informativa para conocer los problemas propios de las mujeres que no son los de los hombres.

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