ENSAYO CRÍTICO DE MACARIO
ZuemycruzEnsayo10 de Marzo de 2014
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ENSAYO CRÍTICO DE MACARIO
Esta lectura habla acerca de Macario, él es un joven huérfano, ya que sus padres murieron, por lo tanto vive con su madrina y Felipa, ella es la sirvienta de la casa, la encargada de preparar la comida.
Macario le tiene mucho afecto a Felipa ya que ella lo cuidaba, lo alimentaba y en la lectura dice que tomaba de la leche de ella, podría ser que acababa de dar a luz y por eso tenía leche en sus pechos, y ese hijo era de Macario, porque a veces ella se metía a su cuarto en las noches y se acostaba encima de él, y se las arreglaba para que el pudiese tomar de su leche, tal vez perdió a su hijo y por eso ella algunas ocasiones se ponía triste y no quería comer de la comida que ella preparaba pero que la madrina repartía.
La madrina de Macario lo mandó a que se sentara junto a la alcantarilla para que aplastara a las ranas que salían de ahí, ya que eso no la dejaba dormir.
Ella no dejaba que Macario saliera sólo y si salía era para ir a la iglesia con ella a oír la misa. Ahí lo acomodaba a su lado, amarrándole las manos con su rebozo porque podía hacer locuras, como ahorcar a las personas.
Macario le temía al infierno y a veces le gustaba asustarse a él mismo con que se iba a ir ahí por darse cabezazos contra lo primero que encontrara, pero Felipa lo calmaba, a él le gustaba que se quedara dormida junto a él hasta la madrugada, eso tranquilizaba su miedo de morirse y a veces hasta se le olvidaba.
Macario creía estar lleno de demonios y Felipa le decía que ella siempre orará por él, todas las tardes de todos los días, también le comenta que muy pronto se irá al cielo y podrá platicar con Dios, pidiéndole que perdone todos los pecados de Macario.
Macario al ir a la iglesia le prestaba más atención al sonido del tambor, su madrina le decía que si en su cuarto hay chinches, cucarachas y alacranes es porque se va a ir al infierno si sigue aporreándose la cabeza contra el suelo, pero lo único que a él le importaba era el sonido del tambor.
Cuando estaba en la iglesia Macario escuchó que el señor cura dijo: “El camino de las cosas buenas está llenos de luz. El camino de las cosas malas es oscuro”.
A él le llamó la atención, porque siempre le gustaba salir de su cuarto cuando era de noche, barría la calle y se metía otra vez a su cuarto, antes que saliera la luz del día.
Pensaba que en la calle sucedían muchas cosas, como que podrían lastimarlo a pedradas, decía que llovían piedras grandes y filosas por todas partes, y se tenía que costurar la camisa y las heridas debían ser curadas, igual mencionaba que si lo lastimaban debían amarrarle las manos, para que no se arrancara las costras y así no saliera sangre, pensaba que la sangre tenía buen sabor pero nada se comparaba con la leche de Felipa.
Tal vez la situación económica no era buena, eran pobres o su madrina no lo quería, porque Macario dormía sobre unos costales y su cuarto era sucio, decía que él mataba a las cucarachas que le andaban por el cuello, primero con un manotazo y luego las aplastaba, a los grillos no los mataba, porque Felipa le decía que los grillos hacen ruido sin parar para que no se oigan los gritos de las ánimas que están penando en el purgatorio.
De todo lo que Felipa le dijo, él pensó que el día en que se acaben los grillos el mundo se llenará de gritos de las ánimas santas y todos correrían espantados del susto. Además, a él le gustaba escuchar ese ruido que hacen los grillos.
Macario siempre andaba hambriento, su madrina sabía que no se le acababa el hambre, que ninguna comida era suficiente para hacerlo sentir satisfecho, sabía que se comía el garbanzo remojado que le daba a los puercos gordos, y el maíz seco que le daba a los puercos flacos, así que ella sabía cuanta hambre tenía, desde el día hasta la noche, y mientras él encuentre algo de comer
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