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El CATIRE Y EL MORENO


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2021  •  Ensayos  •  1.624 Palabras (7 Páginas)  •  99 Visitas

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El Catire y El Moreno

No es pobre quien tiene poco, sino quien codicia mucho.”

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        Este último año ha sido inusual para todos, y esta pequeña historia comienza así…

        A principios del 2021 Ruperto y Roberto, dos fieles amigos de muchísimos años de amistad, al verse golpeados por la situación pandemia, deciden dejar la ciudad he irse al llano, dejando todas sus comodidades, para invertir en una finca del padre ya fallecido de Ruperto (El Catire). Reuniendo lo que tenían entre los dos agarraron sus maletas y salieron, en el camino ambos tenían miles de cosas en la cabeza para hacer, pensaban en sembrar o en tener animales. Roberto (El Moreno) estaba ansioso y aunque la finca no era de él, sabia muchísimas cosas de agronomía y solo quería poner en práctica sus conocimientos y hacérselo saber a su amigo Catire para así tener éxito en lo propuesto. Luego de 10 horas de camino, muchas alcabalas, policías, militares, por fin llegaron a la finca llamada “La Caracarita”.

        Al llegar a ella, y ver el tamaño del terreno, era una inmensidad, la vista se perdía en el horizonte, – Moreno al fin llegamos – dijo El Catire muy emocionado. Una finca con miles de hectáreas de terreno, una casa hermosa y cómoda, establos, caballeriza, maquinarias, sistema de riego, piscina, área de esparcimiento, tenían todo, estaba únicamente de poner todo en marcha. Esa noche se instalaron, celebraron y hasta planificaron que hacer.

        A la mañana siguiente contactaron a los antiguos peones que allí trabajaron, planificaron sembrar maíz, – Bueno muchachos estamos de nuevo aquí para activarnos a trabajar todos, vamos con todo, él es mi hermano y socio Roberto, trabajaremos de la mano con ustedes para hacer crecer de nuevo esta finca –, hablando duro el Catire para hacerse sentir y que vieran que ya no era el niño que iba en vacaciones a solo jugar. Roberto era algo tímido, pero poco a poco iba agarrando confianza con todos.

Roberto a los días le dice a Ruperto – Catire vamos activarnos con las vacas, dan leche, podemos hacer queso y hasta también sacar carne, yo sé de eso y me gusta – El Catire no estaba muy convencido, pero como su amigo también estaba invirtiendo pues deciden tener algunas vacas.

Se consiguieron las vacas, las instalaron en sus establos, El Moreno estaba muy contento de poder tener sus animales. Cada mañana antes de las 6:00 a.m, Roberto se encargaba de ordeñar a las vacas, junto a otro peón – La vaca mariposa tubo un terne, un becerrito lindo como un bebé, dámelo papaíto… – Roberto con aquel gañote le cantaba felizmente cualquier canción del Tío Simón, al cantarle estas daban más leche y el ambiente se tornaba más agradable, los animales son muy inteligente ya lo reconocían, y todas se emocionaban al saber que El Moreno llegaba al establo.

Sacaban muchos cantaros de leche, luego de esos hacían queso y quajadas, y hasta vendían litros de leche, del comercio se encargaba El Catire Ruperto, él era como la mente maestra para los negocios, sabia a donde llevar y a quien venderle, no se la pasaba mucho en la finca, tampoco se metía con los animales y mucho menos se ensuciaba, el típico niño de la ciudad, al comienzo sí, pero cuando fueron  avanzando, fue colgando las botas,  el solo vendía lo que se producía. Gracia a Dios les estaba yendo muy bien y en tan pocos meses.

Ruperto tenía varios fines de semana saliendo, llegaba de madrugada, borracho, Roberto estaba preocupado, El Moreno se caracterizaba por no salir mucho, y hasta lo criticaban porque su hora de dormir era a las 9:00 p.m., ve con preocupación lo que estaba haciendo Ruperto, derrochando lo que con esfuerzo se ha hecho en la finca, y decide enfrentar esto que estaba pasando, ya lo había dejado pasar unos cuantos fines de semana atrás, además de que también se había retrasado con el pago de los muchachos que trabajaban en la finca, pues habían ya varias quejas.

En la hora del almuerzo del domingo decide hablarle al Catire – Hermano mío que te está pasando, veo con preocupación esta aptitud que estas tomando, ese derroche, esa prepotencia, Catire tú no eres así, te estas dejando llevar por el dinero, ¿cuál es la razón de esto? – El moreno muy serio y con un tono bastante regaño, El Catire solo agacho su cabeza, y le respondió – Mira Moreno te digo algo esta es mi finca, hago lo que quiero con lo que está aquí y si quiero rumbearme el dinero todos los fines de semana lo hare, en esto mando soy yo, y si no te gusta puedes irte de aquí a pasar roncha de nuevo en la ciudad – Roberto sorprendido de esta respuesta le dijo con un tono muy maduro y sabio -  Sabes algo Ruperto, aquí también hay dinero que es mío, hay horas de trabajo y esfuerzo de mi parte, yo no voy a irme por un capricho de un niño con recién dinero propio, aquí está mi sudor y mis ganas de trabajar y seguir para sacar adelante a mi familia y a mí – Hasta ahí quedo esa conversación ese medio día, no se hablaron por unos cuantos días, si se cruzaban era como si ni se conocieran, El moreno siguió trabajando y El Catire derrochándolo todo.

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