El Gaucho: Martín Fierro

El gaucho es sujeto de un género específico, el gauchesco. Tiene una región propia, el Río de la Plata hasta sur de Brasil, lo que lo convierte en literatura regional, no nacional. Original y propio de América Latina. El género está transformado en signo de identidad rioplatense.

Los gauchos estaban en las estancias, zona de producción específica, de producción de riqueza de la zona. Considerados “otros” o “subalternos”: personajes o clase social sin acceso a la palabra. No hablan ellos, no pueden, tienen que hablar a través de otros: los letrados, escritores que les dan la voz, y que a su vez la usan. No se sabe si la voz del gaucho del Martín Fierro es correspondiente al gaucho o es construcción de un escritor que dice que así habla el gaucho. Dar y usar la voz, ficción y punto de partida.

Es un género cerrado históricamente, surgió en un momento y se cerró, no continúa. Culmina a fines del s XIX, pero la literatura produce literatura (como Borges, que escribe a partir de la literatura gauchesca y no del gaucho en sí mismo). Sin embargo, nunca se escribió la voz directa del gaucho. ¿Cómo hacer que quien es pura oralidad y puro canto, hable? Haciendo la ficción de que se escribe el canto. No es entonces la voz directa, sino más bien el folklore.

El género aparece cuando se requiere al gaucho como soldado, fines del s XVIII. Irrupción en las guerras de independencia.

Existen condiciones para escribir la voz del otro. Se necesita su cuerpo, como soldado o como peón. Cada vez que se ha necesitado usar el cuerpo del gaucho se ha registrado su voz. Hay un paralelo entre el uso del cuerpo y el uso de la voz; si no fuera por el uso de sus cuerpos no existiría una notación. Los letrados usan esa voz y por tanto construyen el género a partir de dos culturas: la del letrado que la escribe y del gaucho, de donde se sacan los elementos culturales, para hacer una especie de alianza de culturas.

Hidalgo, uruguayo, es el fundador del género: canta un gaucho para celebrar la acción de Maipú. La voz del gaucho se usa para atacar a los enemigos, y se pone en la voz del gaucho los valores de los letrados, iluministas, a la vez que su cuerpo también se usa para atacar, como soldado.

Las alianzas pueden ser militares o económicas. En el Fausto, la alianza es cultural.

Martín Fierro es la culminación de la tradición del uso de la voz del gaucho, sobre todo en forma de canto. Tiene tonos específicos, muy marcados en el preludio de la Ida: tono de desafío, agresivo “vengan a ver quien canta mejor”, provocador. El otro es un tono de lamento, por desigualdad ante la ley, porque lo abandonaron, el desamparo. Tonos del folklore.

El uso de los cuerpos de los gauchos surge de una necesidad. Martín Fierro surge de la opción “soldado-peón”, estancieros sin mano de obra. Suele haber una ley específica también. El gauchesco tiene mucho de periodístico, arranca como panfleto, y por tanto es coyuntural, responde al momento. La ley en disputa tiene que ver con el uso de los cuerpos: Ley de vagos y malentretenidos. Aquel que encuentran por el campo sin papeles que prueben su trabajo, va al ejército.

Los gauchos son nómadas que andan por el campo con su caballo y una tropilla, recorriendo la pampa, y no trabajan. No necesitan trabajar. Con la evolución del capitalismo en el campo, el alambre de púa (1870) evita el vagabundeo y la libre circulación. Esa es otra de las causas del Martín Fierro: cuando no puede vagabundear, lo cazan para que trabaje o sea soldado, porque no hay mano de obra. Afirmación de libertad, no le gusta servir (trabajar). Ante la escasez de mano de obra se ponen estas leyes, una coacción extraeconómica al trabajo, porque no necesitaba del trabajo para comer.

Voces, cuerpos y leyes forman un complejo que rige el género. Hay un proceso de expropiación de los cuerpos. Géneros que le dan la voz a los oprimidos a través de escritores progresistas.

Los gauchos vienen del nomadismo y tratan de pasarlos a la civilización. Tenían leyes propias, de tipo oral. No era delito matar si se era ofendido (ataque al honor, clave); no había propiedad privada: encontrar una vaca y matarla no era delito. ¿Cómo integrarlos a la civilización, transformarlos en ciudadanos, construir una nación? La gauchesca trata el pasaje de esa cultura a la moderna, inculcándole las leyes de la nación. Hidalgo: un gaucho se queja de la desigualdad ante la ley, y el otro le dice que el robo y matar son delitos; tienen que aprender e integrarse a la nación si quieren ser respetados y si quieren ser trabajadores. El género gauchesco trabaja ese pase de una cultura a otra, de la oral a la letrada.

Otra cosa que debe ocurrir para darle la voz es que el Otro debe ser dividido, en bueno y en malo. Hay gaucho bueno, que no mata y está integrado a la civilización, y el gaucho malo, que no acepta y que no quiere trabajar. Esto ocurre todo a lo largo del género. Modulación del Martín Fierro: La Ida: a un gaucho libre que anda por ahí lo llevan a la frontera con los indios, él se va por la disciplina y los ultrajes, deserta y se vuelve un gaucho malo. No había cuerpos para ser soldados, coacción, peleaban

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