El Maltrato A La Mujer

EL MALTRATO A LA MUJER

No es de ahora que tenemos este problema, desde muchos años atras a diferencia que en aquellos tiempos maltratar a una mujer era un acto muy normal y aceptado en la sociedad, sin embargo esto sigue ocurriendo y tal vez no es aceptado por todos porque ahora cometer este acto es castigado por la ley.

A través de los siglos, la mujer ha estado sometida a discriminación, violencia física, psicológica y sexual, ha visto como se quebrantan sus derechos económicos y políticos, ha sido víctima de sanguinarias persecuciones en tiempos de paz, agudizándose en tiempos de guerra, lo mismo quemada en una plaza pública acusada de “bruja” que golpeada en la cocina de su domicilio acusada de ser “pésima ama de casa”.

Una de las principales, cotidianas y más antiguas violaciones a los derechos humanos son cometidas en contra de las mujeres, por el sólo hecho de serlo.

En Colombia hemos podido ver la cantidad de casos que atentan contra la vida de la mujer en muchos de estos han llegado hasta el punto de acabar con sus vidas de una forma macabra que ni por el pensamiento se le pasa a uno que alguien puede llegar hacerle esto a su esposa, y después buscan justificarsen dándoselas ellos de victimas, y lo mas triste de todo es que después de que han acabado con la vida de una persona, han dejado a sus hijos sin madre, la justicia en muchas ocasiones los dejan libres, y siguen como si nada hubieran hecho.

El maltrato es uno de los peores abusos contra nuestros derechos y más aun no castigar a quienes lo hacen. Pues sin importar el estracto social, el color de piel, o creencias religiosas todos merecen respeto en nuestra sociedad, pero atentar contra una mujer es una total bajeza.

La violencia es la presión síquica o abuso de la fuerza ejercida contra una persona con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima.

Yo, como mujer pienso que la clave para acabar con el maltrato en contra de las mujeres es: la educación. Educar por igual a ambos sexos es dar a la mujer las herramientas necesarias para exigir respeto cuando sea necesario y asi hacer valer todos sus derechos, pues la educación es el derecho que da esa posibilidad. Educar a los hombres y desde muy pequeños infundirles el respeto a la vida, a los demás, y muy primordialmente el respeto a las mujeres y a medida que pasa el tiempo irles inculcando mas esto y con el tiempo obtendremos como resultado hombres de bien; que valoran y saben respetar sus mujeres. Y a las mujeres criarlas en igualdad de circunstancias, esto significa ir construyendo un escenario muy diferente al que hemos constituido como “normal” por siglos: que la mujer sirva al varón hasta el envilecimiento de su feminidad.

Goethe solía decir que “el genio femenino” llevará al mundo hacia las alturas; Juan Pablo II advirtió, en esa misma descripción

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