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El Reloj De Pío Baroja


Enviado por   •  21 de Marzo de 2015  •  1.758 Palabras (8 Páginas)  •  603 Visitas

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“¡Ah! Soy feliz –me repetía a mí mismo-. Ya no oigo la odiosa voz humana, nunca, nunca.”

¿Pesimista? No sé. ¿Nihilista? Tampoco lo sé. Quizá las dos. Para ser franca no sé como definir a Pío Baroja. Por ahora me preocuparé por hacer el intento de analizar uno de sus cuentos: El reloj.

Este cuento me gustó particularmente por el manejo del tiempo y por el inesperado final. (No creí que Baroja hubiera escrito cuentos, siempre pensé que sólo tenía novelas).

“Hay en los dominios de la fantasía bellas comarcas en donde los árboles suspiran y los arroyos cristalinos se deslizan cantando por entre orillas esmaltadas de flores a perderse en el azul mar. Lejos de estas comarcas, muy lejos de ellas, hay una región terrible y misteriosa en donde los árboles elevan al cielo sus descarnados brazos de espectro y en donde el silencio y la oscuridad proyectan sobre el alma rayos intensos de sombría desolación y de muerte.”

De este párrafo inicial podría pensar primero, en la percepción, que según dicen algunos escritores, tenía él de la vida, Baroja pensaba que los seres humanos fantaseaban mucho, que la vida se les iba en creer lo que imaginaban. Pero que la vida no era así. Para muchos él fue demasiado pesimista; y segundo, en la visión que él posiblemente tuviera de la realidad.

Baroja escribió el cuento en primera persona y durante todo el desarrollo del cuento sólo aparece el mismo personaje. Esta persona es un hombre, y por lo que se puede entender, es adulto, aunque no pude determinar si era joven o anciano. El héroe de este cuento, es una persona, desde mi punto de vista, pesimista, egoísta, pero que tiene una lucha contra él mismo, porque a la vez no quisiera estar solo.

“La vida estaba dominada; había encontrado el reposo. Mi espíritu gozaba con el horror de la noche, mejor que con las claridades blancas de la aurora.

¡Oh! Me encontraba tranquilo, nada turbaba mi calma; allí podía pasar mi vida solo, siempre solo, rumiando en silencio el amargo pasto de mis ideas, sin locas esperanzas, sin necias ilusiones, con el espíritu lleno de serenidades grises, como un paisaje de otoño.”

Después de leer esto también pensé, que Baroja tenía muy claro que él sólo iba a encontrar esa paz interior o esa forma de vivir que buscaba con la muerte. Ortega y Gasset escribió algo sobre la sensación que le dejaba el leer las obras de Pío Baroja, “En cada instante se empieza y a la vez se concluye, reflejo del alma de Baroja, que nace y muere en cada instante, pues buscar un acuerdo con lo que ayer pensó y sintió le parecía sobornarse a sí mismo”[1]

El cuento describe dos ambientes, el primero que es el de la fantasía lo describe como un paisaje hermoso, con árboles y con azul mar. Y el otro, es una colina muy retirada del primer lugar donde hay un castillo. Allí es de noche, es oscuro y sombrío. Un lugar donde no hay más que un sapo solo, como el protagonista de la obra.

En este último lugar hay un reloj. Elemento importante en la obra. El protagonista del cuento, a medida que nos cuenta la historia de cómo fue a parar al castillo y de lo feliz que llegó a sentirse allí, es insistente al decir “Y el reloj sombrío media indiferente las horas tristes con su tictac metálico”. Sólo cambia esta frase al final del cuento: “Y el reloj sombrío que mide indiferente las horas tristes se había parado para siempre.”

Este final, me hizo pensar en que el narrador o, en este caso, el protagonista, había muerto, pues nos venía contando que hubo un momento en que se llenó de terror de sentirse solo en ese castillo y pidió a los árboles, a la luna, al viento y hasta a los mismos hombres, que no se alejaran de él. Que lo acompañaran con su ruido. Pero todos ellos, como el mismo lo dice: permanecieron sordos. Y es en ese instante donde el reloj que mide indiferente las horas se había parado para siempre. Sin embargo, es imposible que el protagonista haya muerto, pues él empieza contándonos en presente, un suceso que le ocurrió a él en el pasado, él nos cuenta un recuerdo que tiene. A demás, él ya no dice que el reloj medía, sino que mide. Ese cambio del tiempo, da pie para que uno piense que el reloj sólo paró en ese momento, porque aún sigue midiendo las horas. Yo concluí que, en ese momento en que se sintió solo y el reloj paró, paró también su soledad. Que en ese momento él volvió a los dominios de la fantasía donde es de día y los árboles, las flores, los arroyos y el mar se sienten siempre. Por esta razón es que digo, que el personaje tiene un conflicto con él mismo, pues está en una constante pelea entre el estar solo y no fantasear y el estar con todos y vivir con sus esperanzas e ilusiones.

Aunque también podría concluir, que simplemente en el instante que se paró para él el reloj, él se había quedado dormido. Pues según él, cuando estuvo en el castillo estaba borracho por el alcohol y sus tristezas. Y ahora que menciono tristeza, esto también es algo bueno para analizar. ¿Por qué estaba triste? Para mí estaba triste, por ver como la gente vivía

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