El Resumen

JUEGOS OLÍMPICOS Y COPA DEL MUNDO

UN NEOLIBERALISMO DE CHOQUE

El Comité Olímpico Internacional (COI) y la FIFA, consideradas unas de las grandes contiendas deportivas del mundo, resultan cada vez más cotosas. Estas entidades financieras no son controladas por ninguna compañía, dando cabida a la corrupción, a la optimización fiscal, y al quebrantamiento del derecho laboral. Los “Juegos Olímpicos” y la “Copa del Mundo”, se han convertido en un derroche de dinero, de invasión del espacio público, de la contaminación visual por la publicidad a gran escala, del desplazamiento de los individuos más vulnerables para la construcción de estadios y zonas de confort; “Peor que el régimen de apartheid”, y por si fuera poco, de la bajeza en las condiciones de trabajo para estas obras públicas. La FIFA, tiene una nómina alrededor de 300 personas, en el año 2012 obtuvo ganancias de 89 millones, hoy en día ascienden esos beneficios a 1378 millones de dólares, gracias a su condición sin ánimo de lucro, donde no están obligados a declarar impuestos.

La metodología de la FIFA, en la organización de la copa del mundo, es un poco cruel con los países anfitriones para este evento, ya que realiza una serie de peticiones como son: exoneraciones fiscales para la entidad y sus socios comerciales, acuerdo en el diseño de infraestructuras, libre exportación y conversión de divisas, cancelación en el compromiso de las visas etc.

Por otra parte el incremento en el presupuesto ha sido arrollador, un claro ejemplo es la Copa del Mundo en Sudáfrica las cifras pasaron de 240 a 4100 millones de euros; el porcentaje de crecimiento fue de 1709%, para el mundial de Brasil 2014 la inversión se eleva a un 95%.

A pesar de estas cifras, los mandatarios políticos anhelan este suceso, debido a la atracción de grandes inversionistas, turistas, talento, que harían crecer la economía del país. En la actualidad las naciones prometen en crear un evento ecológico “verde”, donde prime la naturaleza, esto como consecuencia de la construcción de muchos proyectos inútiles, abandonados y subutilizados.

La construcción de estos estadios, vías de acceso, y demás equipamiento, ha traído consecuencias a las condiciones laborales de los obreros, a un punto de llamarlo “esclavitud moderna”, debido al grado de exigencia, por el corto plazo que impone la FIFA, en la construcción de estas infraestructuras. El diario británico The Guardián, así como las misiones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y la Confederación Sindical Internacional (CSI), han manifestado que si los accidentes laborales siguen presentándose en esa proporción, al final serán unos 4.000 obreros fallecidos, procedentes de India o Nepal.

Por el contario, para las grandes empresas patrocinadoras como McDonald’s. Coca Cola, y Visa, aprovechan la oportunidad para incrementar sus ganancias, y generar nuevos empleos; pero una vez terminado el festín engrosan la lista del desempleo. Esta idea comercial oculta la realidad de los hechos, mientras unos disfrutan del ambiente deportivo, otros protestan, los damnificados, no se dan por vencidos, no conciben que mientras se gastan miles de millones de dólares, ellos tengan que soportar el desplazamiento, y el empobrecimiento de sus familias.

Por consiguiente, surge la necesidad de establecer un estricto control en la seguridad del certamen, la policía es la encargada de expulsar a los vendedores ambulantes, dejando únicamente a las marcas patrocinadoras, su función es entonces cuidar y velar por la seguridad de la ciudadanía y de la gran afluencia de turistas, y así, evitar una amenaza terrorista.

Campañas como el Neoliberalismo de Choque han forzado a la FIFA, a respaldar a los sindicatos a favor de los derechos de los trabajadores, claro está son muy conscientes que no pueden entrometerse

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