El Vuelo De Juana

Analiza el cortometraje “El vuelo de Juana” a partir de los postulados del filósofo Zizek

El filósofo y psicoanalista esloveno Slavoj Zizek plantea una aproximación al cine influenciada por distintas figuras del ámbito intelectual, tales como, Marx, Hegel, Lacan, entre otros. De este último rescatará de la construcción del sujeto a través de la constitución de la psique con lo simbólico, lo real y lo imaginario. Explorando así distintas posibilidades que otorga el cine para pensar en términos visuales.

En el cortometraje “El vuelo de Juana” de la directora Verónica Quense vemos una niña soñadora. Cuando su madre le dice que vaya "volando" a comprar el pan, ella decide emprender un viaje que elevará su mente y abrirá sus brazos al viento. En su camino ignora al resto de los transeúntes, pues sólo está ella y su vuelo.

A partir del elemento audiovisual podemos afirmar lo que plantea Zizek con respecto al cine: es el arte de las apariencias y las fantasías, en primer lugar por la música y el sonido (a cargo de Pamina Robeson y Carlos Cabezas) que logran el equilibrio entre la melodía del piano y el sonido de un avión en movimiento cada vez que Juana corre, permitiendo así, que el espectador perciba y comprenda que la niña no sólo va corriendo con los brazos extendidos sino que cree y siente ser un avión.

Bajo los criterios de Zizek, entendemos que la verdad debe encontrarse en las apariencias, ésta afirmación revoluciona la teoría cinematográfica ya que libra al cine de los barrotes indestructibles, en alguna época, de la ciencia ficción y da paso a que se vea como una puerta a la realidad.

Por otra parte, el cortometraje muestra cómo se desenvuelven los principales registros en la constitución de la psique de Juana a partir de su deseo de volar. Comenzando con la primera escena de la niña mirando hacia cielo, allí interactúan los tres mundos, imaginario, real y simbólico, articuladamente puesto que, se presentarán cuando Juana al mirar al cielo verá identificada su propia imagen él (imaginario) sentirá deseos de volar (real, sus deseos y anhelos van más allá de lo imaginario y lo simbólico ya que está fuera del leguaje) y abrirá sus brazos para emprender el vuelo (simbólico, es el espacio donde se articula socialmente el sujeto) sin importar que opinen los demás.

Esto permite la identificación del sujeto como tal y despierta en el espectador la apariencia de estar frente a la realidad, haciéndolo creer que lo que ve en la pantalla común y corriente, enseñándole así a desear, pero al mismo tiempo manteniendo ese deseo al margen, sin dejar que el deseo domine al sujeto. Esto genera un juego de realidad y fantasía en el espectador por lo que, se puede apreciar cómo en el juego lo real rompe con las categorías del orden simbólico revelando así, la construcción social e ideológica de fondo. Esto trae consigo

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