El ahogado mas hermoso del mundo (en forma de entrevista)

Entrevista de los habitantes del pueblo:

Reportero: “¿Cómo consiguieron a este hombre? Pienso que es raro que de la nada apareció en sus costas, ¡descubierto por niños pa’ colmo!”

Mujer del pueblo #1: “Tu y todos los vecinos de los otros pueblos pueden dudarnos todo lo que quieran… Pero así mismo lo conseguimos, abandonado en el mar como basura. Los niños se atrevieron jugar con él en la playa hasta que mi esposo los vio. ”

Reportero: “Tú debes ser el esposo… Dijeron que ustedes fueron a los otros pueblos para verificar si el ahogado vivía por esas partes, ¿qué te dijeron cuando preguntaron?

Hombre del pueblo: “Los vecinos de los pueblos ajenos se miraron entre si sorprendidos. Negaron que había un hombre viviendo con las mismas características que habíamos mencionados y  procedieron a reírse de nosotros; que estábamos exagerando de su estatura y ser.”

Reportero: “Yo haría lo mismo si no lo hubiera visto. Veo también que este pueblo ha cambiado mucho en solo unos cuantos meses, ¿ha sido él la causa de todos estos cambios? ¿Se mantendría el pueblo como antes si nunca hubiera aparecido en tus costas?”

Mujer del Pueblo #2: “Si no llegaba en ese día, llegaría en otro. El buscaba este pueblo, lo sentía yo cuando lo vestíamos en la mesa. El buscaba este lugar porque él sabía que lo apreciábamos como persona. Él estaba destinado para venir aquí y cambiar todo para lo mejor.”

Mujer del Pueblo #1: “Como ves, sí, él fue la causa de todo esto. Él ha sido la apariencia divina que nos salvó de la amargad anterior que fue nuestro pueblo.”

El mártir del océano y sus seguidores costeros

Es algo de novelas lo que paso en este pueblo. Imagínate ahora mismo, tú te levantas un día para ver en las playas cerca de tu casa un hombre tan grande como una casa, sin ningún tipo de identificación. Ésta fue la realidad de los habitantes del pueblo que visite hace unos días. Las mujeres lo describían con una añoranza que haría cualquier hombre celoso, mientras que los hombres lo reverencian como un súper héroe. No tiene nombre, nadie sabe de dónde viene… Pero en este pequeño poblado, le bautizaron un nombre: Esteban.

“Fue durante una mañana soleada, mientras los niños jugaban,” narró una de las madres, yo miraba hacia mi derecha los dibujos que sus hijas crearon del misterioso ahogado, cubierto en flores y otras ofrendas. “Lo consiguieron enterrado en la arena por los niños, en la playa donde llegan los botes de mercancía, cubierto en lodo y alga.” Las más jóvenes no daban basto para respirar cuando querían hablar de él, lo describían como un héroe, como Perseo, hablaban de él con tanta alegría que me hacía creer que todavía estaba vivo.

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