El hombrecito vestido de gris

El hombrecito vestido de gris

Había una vez un hombre que se vestía de gris todo era gris su casa su oficina etc. Pero por dentro de él era un arcoíris de muchos colores y una persona que le encantaba cantar.

Hasta que un cierto día que un director de una orquesta lo escuchar cantar en su oficina, le pareció magnifico de una vez lo puso a cantar.

Todo mundo se quedo impresionado por que nadie lo había visto así vestido en un musical ni muchos menos cantando, a lo que termino de cantar todo mundo le encanto y lo aplaudieron mucho con esos aplausos él se dio de cuenta que la vida era de colores no solo por dentro sino también por fuera

No se volvió a vestir de gris y toda su vida cambio la ropa y pinto todo lo que no tenia color

El secreto bien guardado

Si buscas a alguien discreto para contarle un secreto alguien que nunca comente lo que le cuenta la gente no busques en otro lado estas ante el indicado yo soy lo que necesitas empieza a contar tus cuitas

Cualquier cosa que me cuentes se quedara entre mis dientes se lo diré a Rodrigo por ser mi mejor amigo, le contare a diana por ser como mi hermana y tal vez a Anacleto pues no tenemos secretos quizá lo diré a lucia, dora, rosa y maría a las hermanas de Vicente y alguna otra gente mas no tienes que temer por mí no se va a saber

Las monedas

En la placita había un quiosco donde todos los niños del pueblo iban a comprar sus caramelos, sus piruletas, y todas las cositas dulces que tanto les gustan. Como el verano había empezado, el quiosco estaba muy concurrido.

Al principio de una tarde tranquila, la señora del quiosco sentía unos pic-pic-pic piiic-piiic piqui-piqui-piqui-piqui muy rítmicos y rarillos, miró para todas partes, a ver si descubría que era aquello. No encontró nada por ningún lado, justo antes de desistir, se acercó a la caja y al abrirla buena sorpresa se encontró.

¡Resulta que las monedas estaban bailando! Cada monedita bailaba alguna música de su país, la francesa bailaba "Fría du Jacques", la inglesa bailaba "Ba... va... Black sheep", la holandesa "Ken je de mossel man?", la argentina "El valiente monoliso" y así, girando al son de las melodías, todas las moneditas de todos los países, hasta que en una de esas llegó una moneda gorda, la más gorda de todas, era la de quinientas pesetas, española. Todas las otras la miraron y empezaron a cuchichear, hasta que una le dijo:

¿indignada la moneda gorda. Muy redonda ella se puso a bailarla, pero claro, que no como las otras

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