En un intento desesperado por aparcar el auto choco contra un poste

En un intento desesperado por aparcar el auto choco contra un poste, pero no le pudo haber dado más igual. Tomo a su hija en brazos y fue corriendo hacia el interior del hospital, no podía ser, ella tenía que estar bien. Corrió a emergencias y intentando no entrar en pánico por el bien de su hija e incluso por su bien, pregunto en qué habitación estaba su esposa. Cuando llegaron a la habitación recibieron la trágica noticia, no sin antes ver los ojos desesperados y tristes de su madre dando un ultimo esfuerzo por no cerrarse. Una imagen que no se olvidaría. El padre noto que sangre recorría de su brazo y antes de que se pudiera dar cuenta, estaba en el suelo. Había sufrido una terrible lesión en la cabeza causada por el choque anterior que lo había matado en operación. ¿Aluna vez tu mundo se vino abajo? ¿Alguna vez sentiste esa presión en tu pecho incurable por medio de cualquier método? ¿Te imaginas cómo se sentiría tenerlo todo para pasar a nada? ¿Crees que empezar de nuevo es fácil? ¿Sabes lo que es la verdadera tristeza? Ella si. Me desperté para saltar en la cama de mi padres. Odiaban que haga eso, pero yo sé que lo amaban de cierta forma también. Como era tradicional los domingos, nadie quiso cocinar, pero mi papá jamás dejaría que nosotras pasemos hambre, o bueno, el jamás dejaría que el pase hambre. Comimos lo mismo, en el mismo lugar, en la misma calle. Todo debía ser igual y jamás entenderé por qué no lo fue. Mi papá y yo fuimos por helados, queríamos comerlos mientras veíamos una película juntos. Nos tardamos más de lo previsto, le queríamos hacer una sorpresa a mamá, queríamos que ella esté enojada en casa por tardarnos tanto, pero luego nos ame por el regalo que le habíamos preparado. Era el plan perfecto... el único problema es que cuando llegamos ella no estaba ahí, solo su sangre estaba presente. Fue como si todo pasara en cámara lenta, una serie de eventos pasaron mientras yo me quedaba inmóvil. Mi padre gritó, pero luego lloró. Comenzó a buscar por toda la casa mientras me ordenaba que lo ayudara pero, no podía, quería, quería encontrar a mi mamá, lo quería más que nada pero no podía moverme. Nuestro vecino entró corriendo y nos dijo que se la estaban llevando al hospital de la calle 4 porque la tenían que curar, la habían disparado. Pase en silencio desde ese momento. No me di cuenta de que lágrimas corrían por mi mejilla hasta que mi papá me las seco, o de que temblaba, bueno, temblábamos. Lo más desgarrador fue escuchar como mi papá me prometía que todo estaría bien, cuando al final no lo estuvo. Chocamos, pero pensamos que estábamos bien. Jamás imaginé ver a mis padre así. Jamás imaginé verlos en una caja. Jamás imaginé no verlos nunca más. Bueno, supongo que muchas cosas que no imagino van a pasar, solo tengo 11 años. Pues espero que el tiempo pase rápido, cómo pasó este último mes. Todo fue como si un segundo fuera más que suficiente. Pero me encantaría tenerlos solo un segundo más, abrazarlos, escucharlos reír, incluso me gustaría que me griten... debo estar loca. Las personas del servicio social, y un montón de gente que no tiene nada mejor que hacer, me preguntan cosas con respuestas obvias. "¿Como te sientes?" No sé que esperan, la respuesta es obvia, aunque para ser sincera, no podría poner en palabras como me siento. Lo único bueno es que se desesperan por mi falta de habla. No he dicho nada desde que estaba en el auto con mi papá. Los doctores dicen que es por el trauma, aunque tampoco es algo que me interese, solo no tengo nada que decir. Como lo diría mi papá "solo no le da la gana de hablar" Encontrarán una familia para mí pronto, no podría estar más segura. Me pregunto si me cambiaran mi nombre. Lo odiaría, es el recuerdo de mis padres, quiero conservarlos, conservar sus apellidos, lo que tengo de ellos. Aunque también tengo que preguntarme si tengo alguna otra opción. Aunque quisiera irme no tendría a donde ir, me han cambiado incluso de ciudad. Como siempre, los segundos se hacen minutos y los minutos horas, pasan días y de pronto estoy con una familia desconocida más rápido de lo pensé. La mamá me dice lo que esperaba "tienes todo mi apoyo y si necesitas algo lo haré" Me dan sus discursos de compasión de bienvenida, aunque me parece pésimo que lo hagan. No es la forma en la que yo empezaría presentándome con alguien pero que mas da. Comenzaría dándole un helado, o un perrito, quiero que me den un perrito. Mi habitación no está mal, me gustaba más la que tenía con las fotos de mis padres, pero supongo que esta puede llegar a ser buena para mí. Me siento en la cama, bueno, mi cama. Entran los padres de nuevo, creo que están preocupados por las miradas que me dan, me dicen tanto. El ceño fruncido de Pamela y Cristian me hacen dar cuenta de lo obvio: no soy lo que esperaban. Pero, ¿que pudieron haber esperado? Yo tampoco esperaba esto, no esperaba cambiar mi hogar y mi familia, no esperaba tener que hacer nuevos amigos y tener que estar cómoda con eso, lo siento, pero yo tampoco estaba esperando esto. Se quedan en silencio por un rato y luego me brindan la sonrisa más cálida que había visto en meses. Para su sorpresa, y para la mía también, les devuelvo la sonrisa. Igual, esto es mucho mejor que estar sola. He estado sola por mucho tiempo. Los niños de la casa comunitaria no hablaban conmigo, bueno, yo no hablaba con ellos. Y sentir que alguien se preocupa por mi... no está mal. Me hicieron preguntas que no conteste. Cristian a fue agitando su cabeza, algo frustrado, pero Pamela se quedo. Me ayudó a ordenar, hizo más preguntas. Solo la miraba. Me gusta el silencio. Me gusta por algún extraño motivo, pero me hace sentir como si pudiera escuchar lo que esa persona piensa, e incluso a veces puedo escuchar cómo se sienten. Ojalá interpretaran mi silencio así y no como un acto descortés y maleducado.

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