Ensayo Los Coristas

INTRODUCCION

En el proceso de Enseñanza – Aprendizaje, se encuentran inmersos diversos factores que inciden de una u otra manera, en el éxito o fracaso de los propósitos de la educación.

En la película “LOS CORISTAS”, nos muestra que, en función de sus objetivos planteados, que es la de una educación disciplinar, diseñan y llevan a cabo prácticas enfocadas precisamente, a la modificación de la conducta, por medio de métodos rigurosos de castigos, bajo el lema de “Acción – reacción”.

El Director del colegio, basado en el paradigma de que solamente con mano dura, los alumnos mejorarán su comportamiento, arraigado a las prácticas que el observó –y sufrió- durante su propia formación.

DESARROLLO

Los alumnos, antes de ser parte de una estadística escolar, de pertenecer a un grupo de estudiantes de determinado grado, de representar un número dentro de un listado de asistencia, debemos reconocer que son personas de carne y hueso, seres bio-psico-sociales, mismos que están conformados por la parte biológica de los genes de los padres (árbol genealógico), condicionados por el medio ambiente en el cuál se desenvuelven desde los primeros años de su vida (incluso gestación) y, por ende, desarrollan una estructura mental acorde a los medios, recursos, vivencias, aprendizajes, etcétera, que van experimentando a lo largo de su vida.

Los tres ámbitos mencionados, interrelacionados e interdependientes, conforman en conjunto, la personalidad de cada ser humano; dicha personalidad se identifica mediante el comportamiento, la seguridad, la autoestima, los valores, la ideología, que los alumnos reflejan.

En el caso particular de la película “Los coristas”, se trata de un colegio en el cuál, al frente de dicha institución, como Director observamos a una persona con ideas rígidas de autoritarismo, a quien no le interesa en lo mas mínimo el aprendizaje que puedan obtener los estudiantes, ni mucho menos los sentimientos, sus emociones, la situación familiar que cada niño-jóven padezca, solamente busca “educar” para convertirlos en personas que sepan obedecer y respetar, acatando órdenes y que hagan simplemente lo que les digan, sin cuestionar, sin analizar, sin razonar.

Es válido señalar que, en muchos de los casos, en cualquier ámbito en el que nos desempeñemos, al ser entes sociales, tendemos a dejarnos envolver por el ambiente, y caemos en una rutina, en la que ya no estamos en posibilidades de identificar los errores que estamos cometiendo; tal fue el caso de los demás profesores y colaboradores del colegio, que realizaban las prácticas de enseñanza, siguiendo los lineamientos de una didáctica tradicional, donde se establece un esquema, asignándole al profesor el papel de transmisor del conocimiento y como receptor del mismo, a los alumnos, sin la intención de propiciar en ellos el desarrollo de las habilidades superiores del pensamiento –análisis, síntesis, interpretación, características críticas y creativas- (Morán Oviedo, 1996).

De manera simultánea, podemos situar la labor desarrollada en el colegio (según la cinta fílmica, en mención)

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