Enseñanza Tacto Pedagogico

El tacto pedagógico:

¿Cómo se manifiesta el tacto pedagógico?

El tacto pedagógico se manifiesta principalmente como una orientación consciente en cuanto a la forma de ser y actuar con los niños, este incluye una sensibilidad de saber cuándo dejar pasar algo, cuando evitar hablar, cuando no intervenir o cuándo hacer como que no nos damos cuenta de algo, permite al educador integrar o el niño en el curso.

El tacto se manifiesta como receptividad a las experiencias del niño:

En primer lugar hay que preguntarse: ¿Cómo vive el niño esta experiencia?

Estar abierto a la experiencia del niño significa que hay que evitar tratar las situaciones de una manera estándar y convencional, significa que uno tiene que tratar de ver más allá de las perspectivas que tiene el adulto, padre o profesor respecto a estas experiencias del niño.

El tacto se manifiesta sensible a la subjetividad:

Intentar tratar al otro como a un sujeto en lugar de como a un objeto.

Para los profesores puede resultar muy frustrante oir: ¿Por qué tenemos que aprender esto?. Algunos de ellos contestaran: tenemos que saberlo porque forma parte del currículo y es obligatorio; estas respuestas son convencionales pero débiles. El tacto pedagógico trataría de ayudar a los estudiantes a desarrollar un interés intrínseco en las materias, y en caso de no tener una respuesta con tacto a la pregunta, al menos, ser receptivo a la experiencia subjetiva del propio aprendizaje del alumno.

El tacto se manifiesta como una influencia sutil:

Estamos siempre bajo influencia, algunas veces los profesores no nos damos cuenta de como influimos en nuestros alumnos, incluso en aquellos que menos no lo imaginamos.

Siempre hay formas de tocar a los alumnos que otros pueden haber dado por perdidos. La influencia es tan sutil que en la rutina de la vida diaria no llegamos a notarlo.

El tacto se manifiesta como seguridad de diferentes situaciones:

Existe un buen tono para cada situación.

No importa lo bien que los profesores se hayan preparado, siempre existe un elemento de incerteza en cualquier situación. Saber controlar con seguridad las situaciones impredecibles es todo un reto. El profesor tiene que ser capaz de demostrar seguridad y tacto.

El tacto se manifiesta como el don de saber improvisar.

Enseñar es improvisar. La enseñanza de niños y jóvenes es difícil, no simplemente por el hecho que los profesores están siempre ocupados y tienen que actuar, es difícil que los profesores que tienen que actuar constantemente

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