Estructura narrativa de “El eclipse” del autor Augusto Monterroso

Estructura narrativa de “El eclipse” del auto Augusto Monterroso,

José María Gutiérrez Rodríguez

Este es un cuento corto en el que autor, Augusto Monterroso describe los últimos momentos de vida de Fray Bartolomé Arrazola, quien al parecer fue un fraile español enviado por el Rey de España, Carlos V a evangelizar a los indígenas mayas de la selva de Guatemala. El fraile ha sido capturado por unos mayas que pretenden ofrecer su sacrificio a los dioses.

Sin hacer una explicación larga, detallada y explicita, en solo unos renglones, el autor trasmite la idea clara y precisa de que los últimos tres años de vida del fraile han estado plagados de desventuras, sufrimientos y tristezas, ya que se ha tenido que enfrentar a una civilización ajena a su entendimiento y comprensión, en una tierra inhóspita y lejana. Lo anterior se refleja cuando en sus últimos momentos de vida se llena de la nostalgia por la madre patria y su vida en el monasterio de Los Abrojos, por lo que implícitamente el autor describe las dificultades para adaptarse de una vida resuelta en un monasterio,  a la vida implacable de la selva guatemalteca, con medios de vida totalmente diferentes, incluyendo la religión, la comida, la cultura, el idioma, el clima, y la civilización.

Los mayas lo han atrapado y en sus últimos momentos, a sabiendas de su fatal destino y de que se aproxima un eclipse de sol, planea engañarlos atribuyéndose los majestuosos efectos del eclipse solar con tal de salvar la vida.

Su falta de comprensión de la civilización maya es tal, que se imagina -con un toque de esperanza y otro de la típica arrogancia del conquistador-, que podrá engañar a los indígenas mayas contándoles el cuento de que, si lo matan,  el será capaz de tapar el sol, siendo que el conocimiento astronómico de sus captores es igual o superior al que él tiene, y que obtuvo gracias a las enseñanzas de Aristóteles, filosofo representativo del pensamiento europeo occidental.

La acción se desarrolla en algún lugar desconocido y lejano de la selva de Guatemala y es narrada en tercera persona por el autor, sin que se haga referencia a la persona que fue testigo de estos hechos, por lo que no se sabe si el narrador fue parte de la historia, aunque es obvio que no, ya que la historia se escribe en el siglo XX y se refiere a hechos sucedidos en la conquista.

Por lo anterior, sabemos que no fue escrita por el protagonista de la historia, Bartolomé Arrazola, ya que además fue víctima mortal de sus captores, quienes, al ser conocedores precisos de los astros y sus fenómenos,  no creyeron el cuento suplicante del fraile, quien fue sacrificado poco después de contar la historia a sus captores,  a la manera mas representativa de esta civilización inhóspita y lejana para el fraile: el sacrificio humano a los dioses.

El narrador pareciera conocer al protagonista y su historia puesto que describe sus pensamientos más íntimos al acerarse la muerte, incluyendo la nostalgia y la remembranza a los conocimientos adquiridos en su pasado.

El hecho de que Bartolomé pretenda engañar a los indígenas que lo capturaron, demuestra su total ignorancia sobre la magnificencia de la cultura maya y un aire de superioridad frente a sus captores, ignorancia y arrogancia que conjuntadas acaban por terminar con su vida, una ironía del destino, el conquistador termina por convertirse en una víctima indefensa e ignorante de sus captores conquistados, quienes muestran un conocimiento superior y son implacables con sus creencias, incluyendo el sacrificio humanos a los dioses.  Bartolomé pretende engañar a sus captores, creyendo que su conocimiento, basado en la filosofía de Aristóteles derrotará la ignorancia y salvajismo de los indígenas, sin contar con el conocimiento, y superioridad de la cultura maya.  

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