Galileo Galilei

Durante miles de años los seres humanos pensaron que la Tierra era el centro del universo. Creían que nuestro planeta pertenecía inmóvil y que el sol, la luna y todos los demás astros giraban a su alrededor. Estaban tan seguros de ello que, cuando alguien se atrevía a decir lo contrario, podía costarle la vida, sin embargo, gracias a estudiosos como Galileo Galilei, desde hace ya siglos, sabemos que no es así.

Hoy sabemos que la tierra no es el centro del Universo, sino un pequeño planeta casi insignificante que forma parte de un pequeño sistema solar. Sin salir de este sistema encontramos planetas como Júpiter, once veces más grandes que la Tierra, o como Saturno, cuyo diámetro es nueve veces y media mayor que el de nuestro diminuto mundo. Sabemos muy bien que no permanece inmóvil, sino que realiza dos movimientos simultáneos, uno de rotación y otro de traslación.

Rotación

Nuestra Tierra es una pequeña esfera, algo achatada por los polos, que gira continuamente sobre sí mismo alrededor de una línea imaginaria que atraviesa de Norte a Sur. Aunque esa línea a la que llamamos “eje terráqueo”, no es vertical, sino que está algo inclinado.

Ese giro del planeta en torno a su propio eje es lo que se denomina movimiento de rotación y dura 24 horas, es decir, un día. De hecho, si el día dura 24 horas es porque llamamos día al tiempo que tarda la Tierra en completar un giro alrededor de su propio eje. Ese es el motivo de que los días en cada planeta del sistema solar no duren lo mismo, ya que cada uno tarda un tiempo diferente en completar su rotación. El día en Júpiter dura 10 horas, el de Marte casi 25 y el día Venusiano son 343 días de la Tierra.

El movimiento de rotación es el responsable de que haya días y noches, ya que al ir girando el planeta sobre su propio eje los rayos del sol van incidiendo de forma diferente sobre cada punto determinado de la superficie. Cuando los rayos inciden de forma directa, por ejemplo, sobre Londres y es mediodía en esta ciudad y en el lado opuesto de la esfera terrestre es medianoche, al este es por la tarde y al oeste por la mañana. Si la Tierra no rotase sobre su propio eje, en ciertas partes sería siempre de noche y en otras siempre de día.

En los polos, sin embargo, los días y las noches no suceden como en el resto del planeta, ya que por su posición en los extremos norte y sur de la tierra hay 6 meses seguidos al año en que es de día y otros 6 en que es de noche.

Traslación

Para entender este fenómeno, sin embargo hay que tener en cuenta que la Tierra no solo rota en torno a su eje, sino que también se desplaza alrededor del Sol en un movimiento de traslación, así como que su eje está inclinado.

El movimiento de traslación es un viaje que realiza la Tierra, describiendo una órbita de forma elíptica alrededor del sol, que dura

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