Históricamente a la mujer

Históricamente a la mujer se le ha relegado, ya que las sociedades que se fueron formando en lo general fueron patriarcales, donde el hombre se fue desenvolviendo en actividades públicas, mientras ellas fueron confinadas a lo privado del hogar, en el cual desempeñaron labores domésticas y la crianza de los hijos. A partir de esta situación se fueron definiendo los roles que tanto el hombre como la mujer deberían aceptar desde su nacimiento y para toda la vida. El hombre, por sus características físicas, sería el proveedor, el protector, el que toma las decisiones, el que desempeña los trabajos más pesados y de mayor importancia. En cambio a la mujer se le asigna las actividades que requieren menor esfuerzo y trabajo intelectual, tomar una actitud maternal, delicada, sumisa y con poca o nula iniciativa para determinar cualquier situación.

El sexismo está relacionado con esas limitaciones que se han implementado históricamente del dominio masculino sobre las mujeres. Es un conjunto de ideas, símbolos y hábitos arraigados en el intercambio social, que no permiten identificar y aceptar la diferencia y similitud que existe entre el hombre y la mujer, donde lo principal sería reconocer que la diferencia de sexo está en que una es biológica y otra es social.

Actualmente se han presentado cambios muy significativos en cuanto los roles que desempeña cada uno, ellas cada vez más, están incursionando en roles masculinos como en la política y cargos directivos y otros que requieren un gran trabajo intelectual; en cambio ellos, es más frecuente que realice actividades que siempre han sido exclusivas de la mujer como el cuidado de los niños y tareas domésticas. Lo esencial de este tema es que se logre un equilibrio en las responsabilidades que cada uno asuma.

De tal manera se puede afirmar que el sexismo “Es el poder que ejerce un colectivo humano sobre otro en razón de su sexo. Es un término paralelo a “racismo”.

Se puede afirmar que el sexismo se presenta de diferentes maneras en todos los ámbitos de la sociedad, y que puede ser hacia los hombres como hacia las mujeres, pero en mayor medida hacia estas últimas.

“Discriminación basada en el sexo de las personas. Ésta beneficia a un sexo sobre otro, basada únicamente en ese criterio. Muestra a la mujer como un ser inferior debido a sus diferencias biológicas con el hombre”.

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