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Importancia


Enviado por   •  3 de Octubre de 2013  •  684 Palabras (3 Páginas)  •  281 Visitas

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Importancia

Hablar de forma y arquitectura parece tan obvio que se hace difícil incluso justificarlo: todo en arquitectura es forma o acaba tomando una forma y los argumentos entorno a ella no parecen agotarse. La forma de las cosas corpóreas se define en las tres dimensiones. Sin embargo, la arquitectura ha fijado mayoritariamente su interés en el análisis de la planta de los edificios, aunque es esencialmente tridimensional. Es evidente que en los libros y en las escuelas se trabaja, se estudia y se habla mucho más de las plantas de los edificios que de su volumen, y este desequilibrio hace que a veces cueste entender problemas de forma que sólo se pueden comprender con una educación espacial correcta.

La forma de las plantas de los edificios es, para este trabajo, un aspecto parcial de la forma general. Un breve repaso histórico El uso de formas singulares en las obras de arquitectura ha ido siempre unido a los principios estructurales que la resolvían. Los avances en las técnicas y los conocimientos sobre estática o la introducción de nuevos materiales, han dado pie a construcciones novedosas en todas las épocas. Pero también se han sucedido tiempos en que la forma ha sido el objetivo. Cuando se ha convertido por ella misma en un valor, ha adquirido simbolismo por encima de las causas que la hicieran posible en origen. Parece oportuno, pues, un repaso muy sintético, aunque no sea exhaustivo, por la historia para destacar qué parámetros han incidido en la obtención de una forma u otra y cuándo la forma ha estado por delante de otras consideraciones. Especialmente interesa para concretar qué se entiende por forma.

En lugar de definiciones semánticas de la palabra forma (tan recurrentes en los estudios de carácter teórico) es preferible hablar de formas que ha tenido la arquitectura en diferentes lugares y tiempos. Esto pondrá al lector en la idea de forma de la que aquí se parte, puesto que éste es uno de esos conceptos que todo el mundo entiende hasta que se le pide una definición. La forma de las obras de la antigüedad era, mayoritariamente, la consecuencia de un propósito constructivo para hacer posible una actividad; y la apariencia exterior de los edificios dependía sobretodo del sistema estructural que soportaba su cubierta, ya fuera abovedado o arquitrabado, y de la forma de ésta. Las civilizaciones mesopotámicas construyeron las formas que serían arquetípicas de la arquitectura desde entonces hasta siglos después. Las formas circulares y abovedadas de las primeras casas (entre el 6000 y el 4000 a.c.) construidas como refugios con falsas cúpulas, dieron paso después a construcciones prismáticas de muros de ladrillos o adobe y vigas de madera. El uso de las formas rectangulares permitía subdividir el interior de los edificios y también ampliar las construcciones adosando nuevos cuerpos a un primer volumen. Los techos planos posibilitaban la utilización

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