Inocencia Perdida

Inocencia Perdida

En horario de clases y en los baños del Liceo, angustiada y con dolor abdominal está Clarita, alumna de primer año de enseñanza media. Clarita, tan buena niña, decían todos pero se comenzó a juntar con Rosa, tan conocida por sus locuras en el colegio. A través de ella, conoció a Fabián, alumno popular de cuarto medio. Se juntaban en los pasillos, paseaban en el patio, todo parecía tan lindo. Luego faltaban a clases y se iban a los baños, cuando solo la soledad los acompañaba. Las promesas de Fabián le parecían maravillosas a Clarita y cada vez sus ilusiones y sueños a su lado fueron mayores. Sus antiguas amigas le aconsejaban que no confiara en Fabián, pero a ella no le importaba, creía que la amaba. Ahora después de ocho meses, todo parecía una pesadilla, en el baño recordaba, como Fabián le dijo que no hacharía a perder su futuro y que era ella quien debió preocuparse. Desesperada esa mañana se tomó las pastillas que compro por internet y ahora con dolores insoportables vómitos y hemorragia se le va la vida y la de su hijo en el frio piso del baño del Liceo.

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