Ixca Cien Fuegos

Desde los vidrios azulados de la oficina.

PERSONAJES PRINCIPALES:

Ixca Cienfuegos

Federico Robles

Habla de un hombre llamado Ixca Cienfuegos, que trabajaba en una oficina, el miraba en la ventana de Federico Robles, su jefe, un hombre ya viejo y cansado. Desde esa ventana se podía ver la avenida Juárez, el miraba sobre todo a los hombres y a las mujeres, algunos elegantes, otros con chamarras, había personas de raza blanca, mestiza, entre otras más, todas ellas circulando por la avenida Juárez.

Cienfuegos recordaba lo que él había visto en aquella ventana; personas, objetos, acontecimientos entre otras cosas más.

Todo ese tiempo en el que Cienfuegos recordaba termino cuando Cienfuegos se alejo de aquella ventana para tomar el periódico y la voz de Federico Robles lo interrumpió.

L’ águila siendo animal

Ixca Cienfuegos

Federico Robles

Norma (esposa de Federico Robles).

Manuel Zamacona

Hortensia Chacón

L’ águila siendo animal, es una continuación de Desde los vidrios azulados de la oficina.

Después de que Federico Robles interrumpe la lectura de Cienfuegos, Federico Robles de dice que con que Cienfuegos le lea el periódico no hay problema alguno. Cienfuegos comienza a leerlo en voz alta y de repente Robles lo felicita, ya que gracias a su plan no se vendieron acciones, entonces robles lo invita a celebrar con su esposa Norma. Norma iba a cenar con su marido y con un intelectual llamado Manuel Zamacona.

Robles insistía en que Cienfuegos fuera a celebrar con él, pero Cienfuegos no quería, de repente de la plática, surgió la pregunta de parte de Cienfuegos; este pregunto que se sentía tener que acarrear con todos los pecados de nuestro país. Robles no contesto, dijo que se le hacía tarde para ir a comer con su esposa Norma.

En casa de Robles, Norma ya estaba con Zamacona. Llego el mayordomo a decir que los pobres ya estaban fuera de la casa esperando para que Norma les diera ropa periódico y cosas que ya no le servían. El mayordomo invito a Zamacona a que saliera al jardín, donde también se encontraba Robles.

Al encontrarse los dos hombres, se saludaron cordialmente, después Robles le pregunto qué de que trataba su profesión como intelectual, y ya Zamacona le explico, después Robles le dijo que los poetas ya eran del pasado, y Zamacona le contesto que primero había que definir lo que era el pasado. Robles le dijo que el paso era lo que ya no existía, de inmediato Zamacona le dijo que eso no era verdad, y así se la pasaron discutiendo.

Los

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