LA ATENCION COMO ELEMENTO IMPORTANTE EN LA LECTURA

LA ATENCION COMO ELEMENTO IMPORTANTE EN LA LECTURA

La atención es un fenómeno por el cual procesamos activamente una cantidad limitada de la gran cantidad de información que se encuentra disponible a través de nuestros sentidos, de nuestra memoria y de otros procesos cognitivos. Existen límites para nuestros recursos mentales y para la cantidad de información que pueden manejar. El fenómeno psicológico de la atención nos posibilita el uso criterioso de nuestros limitados recursos mentales.

Partiendo de lo anterior podemos decir, en pocas palabras que la atención tiene un carácter eminentemente selectivo, centrándose en unos aspectos que ocupan el primer plano, quedando el resto ignorado o como en penumbra. En realidad, la atención no es sino el aspecto selectivo de la percepción.

Las cuatro funciones principales de la atención son: 1) atención selectiva, en la que elegimos prestar atención a algunos estímulos e ignorar otros; 2) vigilancia, en la que esperamos atentamente detectar la aparición de un estímulo específico; 3) sondeo, en la que buscamos activamente estímulos particulares; y 4) atención dividida, en la que distribuimos nuestros recursos de atención para coordinar nuestro desempeño en más de una tarea al mismo tiempo.

Teniendo en cuenta la anterior información, y contextualizándola con uno de los actos cognitivos más importante de la comunicación humana como lo es la lectura, se puede expresar que es un hecho incuestionable que el aprendizaje de la lectura es una de las tareas del desarrollo más importante de la escuela, ya que nuestra cultura le asigna un gran valor a lo verbal. Es una herramienta fundamental para el progreso de la vida personal y cultural del individuo. La lectura es la base para la adquisición de conocimientos y, por lo tanto, de la adecuada o inadecuada atención dependerá en alguna medida el éxito o el fracaso de niños y adolescentes.

La lectura es un proceso altamente complejo, dinámico y progresivo en el que operan conductas psico-neurológicas, neuromotoras, cognitivas, preceptúales, psico-socio-afectivas ambientales y culturales. Es una habilidad lingüística, entre las cuales se encuentran el escuchar, hablar, leer y escribir.

Cuando un lector se enfrenta a un texto escrito, experimenta un proceso de comprensión producto de la atención. En primer lugar, el flujo de información del texto sólo es accesible cuando el lector hace uso de sus destrezas lectoras. Ello supone una considerable carga cognitiva para el sujeto, que debe ejecutar simultáneamente las operaciones de decodificación, atención y comprensión. En segundo lugar, las destrezas del lector tienen carácter de artefacto cultural y requieren un aprendizaje laborioso con la ayuda de algún agente educativo, lo que contrasta con el carácter natural de la comprensión oral que se desarrolla espontáneamente en la interacción social.

Los procesos de lectura la muestran como un proceso extraordinariamente dinámico, en que se ejecutan múltiples operaciones de atención funcionalmente relacionadas, bajo fuertes restricciones temporales. El modo interactivo de operar nuestro sistema cognitivo en la lectura probablemente es representativo del funcionamiento general de éste. El lector no es un procesador limpio que ejecuta una operación totalmente antes de pasar a la siguiente. En lugar de esto, utiliza una estrategia de apostar por la mejor hipótesis, basándose en evidencias incompletas y en sus propios conocimientos, todo esto a través del buen uso de la atención.

La información sintetizada por los distintos niveles de atención sirve de motivación a todos los demás; de modo que la atención es bidireccional. El lector no está totalmente guiado por procesos de arriba-abajo, pues en ese caso, la lectura se convertiría en una sarta de invenciones, donde las expectativas ortográficas, gramaticales y semánticas

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