LA RESIGNACION

LA RESIGNACION DE UN AMOR PERDIDO

Pedro y Yarelis se conocían desde su niñez y sus respectivos familiares tenían el mismo núcleo de amistades. Ellos crecieron y estudiaron juntos (Pedro y Yarelis) ambos jóvenes se sentía atraídos unos del otro. Todos en el vecindario decían que eran almas gemelas. También esperaban que en algunos años se casaran.

(Pedro) _ (Se dirigía hacia la residencia de Yarelis), mientras pensaba en voz alta como le diría a ella de su partida a New York. ¿Cómo lo tomará?, somos buenos amigos, pero nunca le propuesto ser mi novia formal y realmente no me siento preparado para casarme con ella. Aunque nuestras familias lo dan por hecho.

(Yarelis) (En su cuarto), bordaba un pañuelo. Se sentía intranquila como si algo malo fuera suceder. (Miraba constantemente hacia la ventana). Dejó de bordar y empezó a pasearse por todo el cuarto.

(María) (tocaron el timbre de la puerta) Buenos días, Pedro. Bienvenido, pasa hacia la sala.

(Pedro) Buenos días, Doña María. Perdone mi visita, pero me urge hablar con Yarelis. (Estaba muy nervioso).

(María) Te ves preocupado, muchacho. Que te agobia tanto, para que estés con un manojo de nervios.

(Pedro) No es nada, Doña María. Nada que preocuparse. ¿Puede usted llamar a Yarelis, por favor?

(Doña María) Claro. Toma asiento, voy a buscarla.

(Yarelis) (En su cuarto), realizaba sus asignaciones.

Doña María (Tocó la puerta). Yarelis, tienes visita. Te esperan en la sala.

Yarelis Entra Mamá. ¿Quién viene a visitarme tan temprano?

Doña María Es Pedro. Dice que tiene que hablar contigo. ¿Qué es lo que pasa con ustedes?

(Yarelis) Mamá, no te dijo lo que era?

(María) Anda, muchacha, no lo hagas esperar. A mí también me tiene intrigada.

(Yarelis) Entro a la sala. Pedro, buenos días ( le dio un beso en la mejilla). ¿Por qué me visitas tan temprano? ¿Qué te pasa?

(Ambos se sentaron en el sofá para dialogar)

(Pedro) No tengo nada. Solamente quería hablar contigo antes que te enteres por los demás.

(Yarelis) Me estás preocupando, deja la intriga. Dime, que quieres decirme.

(Pedro ) Me voy de viaje a Nueva York dentro de dos semanas. Quiero terminar mis estudios y abrirme paso. Sabes que el que no estudia no tendrá nada en el futuro.

(Yarelis) ¡Que buena noticia! Y por eso estabas tan preocupado. (Ella disimulo para que no se diera cuenta que le afectaba)

(Pedro) No estás molestas conmigo? No me vas a reprochar?

(Yarelis) Para nada. Tú sabes que eres importante para mí. Me alegra que tengas deseo de superación. Además, no te vas al otro lado del Mundo.

(Pedro) (Con un sonrisa tímida)…. Bueno, no es al otro lado del Mundo, pero dejaremos de vernos por un buen tiempo.

(Yarelis) Prométeme que me llamarás y escribirás. Si no tengo noticias tuyas, entonces si me molestaré contigo.

Al principio las llamadas y cartas de Pedro eran constantes. En cada conversación, le contaba a Yarelis de sus estudios, de los lugares que visitaba y en especial de sus nuevas amistades. Transcurrido un tiempo, las cartas y las llamadas ya no era tan seguidas….. y así pasaron los años.

(Yarelis) Se convirtió en una mujer muy bella, pero solitaria. (Pensando en voz alta) Hace tiempo que no sé de Pedro. Pronto volverá. Estoy loca por verlo y decirle que todos estos años me han servido para darme cuenta que estoy enamorada de él. Que lo extraño.

(Pedro) (Ya con su carrera terminada y trabajando en una empresa)

¿Qué será de Yarelis? Debe haberse convertido en todo una mujer y con

muchos pretendientes. Pronto volveré a ver mis familiares, amistades y a ella. Espero que mi familia tanto como los demás entiendan que el corazón no se manda y traten a mi futura esposa con amabilidad.

(Yarelis) Mamá, hoy es el gran día. Pedro regresa después de tantos años. Debe ser un hombre muy actrativo. Ya su familia me llamó porque le tienen una fiesta de bienvenida y desean que estén presentes todas sus amistades.

Doña María Yarelis, no te hagas ilusiones. Pedro tiene una vida diferente a la tuya y quién sabe, si todos estos años habrá conocido a alguien por allá.

Yarelis Ay….Mamá porque siempre me estas recalcando eso? Tú sabes que nos conocemos desde siempre.

Doña María Te lo digo, corazón para que no sufras. Bueno….termina de arreglarte. Tu padre y yo te esperamos en la sala.

Yarelis Está bien…. en unos minutos estoy con ustedes.

Don Ernesto Hija…..estas hermosa. Pareces a tu madre en su juventud.

Doña María Pareces una reina….. ( se emocionó la señora).

Yarelis Gracias y ustedes son unos padres maravillosos. Vámonos se nos hace tarde. Quiero ser la primera en ver a Pedro.

Llegaron a la residencia de los Padres de Pedro. Todo estaba bien organizado, había música y mesas para los invitados.

Ernesto y María Buenas tardes, Doña Elena. (Saludaron los padres de Yarelis)

Elena Buenas tardes, como están ustedes. Yarelis que hermosa te ves.

Yarelis Gracias, Doña Elena. Usted está muy elegante.

Elena Ay… mi amor, gracias. Por fin, mi hijo adorado, verlo después de todos estos años. Estoy muy contenta.

Elena Pasen ustedes ….. y seleccionen la mesa que gusten. En unos minutos estoy con ustedes.

Yarelis Adelántense

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