“LA VIDA TRAS UNA MASCARA CON LA ESPERANZA DE UN CORAZÓN”.

Porque no hablar sobre la vida cotidiana que permanece escondida tras la cenefa de una hermosa pero deteriorada cara que poco a poco se torna a la luz del sol. Somos víctimas de esto no del presente sino de algo que surge desde nuestro pasado;  se juzga una sociedad de la cual deberíamos estar orgullosos ya que tarde o temprano se extienden todas sus debilidades.

Hoy en día existen variados métodos de cuidado para el ser humano y muchos centros de auxilios, no todos con igual eficacia pero aun así  nos ayudan aunque no lo veamos;  a medida  que pasa el tiempo sabemos que se quieren legalizar las drogas, en mi opinión no estoy de acuerdo con esto me parece que es una inducción o incitación a los niños y jóvenes-adolecentes para que la tomen como un ejemplo de vida sin obtener algún beneficio de la misma es claro que cada quien decide en qué dirección mirar por decirlo así  vistiendo la máscara que quiere vestir  o simplemente ser quien  quiere que vean.

Los padres no duran toda la vida, son simplemente la guía que cada hijo quiere tomar y que en muchos de los casos no aprovechan, se nos hace difícil aceptar como adolecentes que nuestros padres son el regalo más maravilloso que nos brinda la vida y si nos prohíben tantas cosas no es por ser envidiosos si no por cuidarnos; a adolecentes hombres permiten vivir más experiencias a temprana edad pero, como mujeres somos las protegidas todo lo hacen para que no suframos un desilusión  por ello los llamados acompañantes sentimentales resultan no siendo tu peor enemigo pero si tu peor error no vale la pena arrepentirse de lo que se ha hecho  o vivido, nada tiene vuelta atrás pero, la historia que nos cuenta  JHON FABER LASTRA  no  esconde la realidad de lo que se vive  sino que nos hace tomar conciencia sobre qué tan malo es el no saber tener decisiones calaras,  que mejor que confiar en nosotros mismos y como segunda opción en otra persona una amiga, un pariente etc. Cada uno de nosotros somos más que valiosos para pocas personas que nos ayudan en las duras y las maduras lo que quiero hacerles entender es que en este libro encontraran como este escritor colombiano nos dice sin muchas agujetas,  que la vida es lo que es, en la cual cosechamos lo que queremos conservar  para toda la vida como una ayuda eterna una compañía incondicional. En pocas palabras leerlo sería más importante que estarme escuchando, se aprende más de un libro con un riguroso dialecto y una historia que desde que comienza hasta que termina es igual de interesante no soy alguien para pretender enseñarte un libro que enseña

“LA VIDA TRAS UNA MASCARA CON LA ESPERANZA DE UN CORAZÓN”.

Desapercibidas

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