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LAS UVAS DE LA IRA


Enviado por   •  11 de Marzo de 2014  •  452 Palabras (2 Páginas)  •  298 Visitas

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Las mujeres miraban desde las puertas abiertas y detrás de ellas los niños,

niños de cabeza de maíz, los ojos de par en par, un pie descalzo encima del otro

y los dedos de los pies en movimiento. Las mujeres y los niños miraban a los

hombres hablar con los propietarios y callaban.

Algunos portavoces eran amables porque detestaban lo que tenían que

hacer, otros estaban enfadados porque no querían ser crueles, y aun otros se

mostraban fríos, porque habían descubierto hacía ya mucho tiempo que no se

puede ser propietario si no se es frío. Y todos se sentían atrapados en algo que

les sobrepasaba. Unos despreciaban las matemáticas a las que debían obedecer,

otros tenían miedo, y aun otros adoraban las matemáticas porque podían refugiarse

en ellas de las ideas y los sentimientos. Si un banco o una compañía

financiera eran dueños de las tierras, el enviado decía: el Banco, o la Compañía,

necesita, quiere, insiste, debe recibir, como si el banco o la compañía fuera un

monstruo con capacidad para pensar y sentir, que les hubiera atrapado. Ellos no

asumían la responsabilidad por los bancos o las compañías porque eran hombres

y esclavos, mientras que los bancos eran máquinas y amos, todo al mismo

tiempo. Algunos de los enviados estaban algo orgullosos de ser los esclavos de

señores tan fríos y poderosos. Se quedaban sentados en los coches y daban

explicaciones. Sabes que la tierra es pobre. Ya has escarbado en ella lo suficiente,

Dios lo sabe.

Los arrendatarios, en cuclillas, asentían, pensaban y hacían dibujos en el

polvo y, sí, lo sabían, Dios lo sabe. Ojalá el polvo no volara. Si sólo la capa

superior no volara...

Los hombres de los propietarios tenían una idea fija: Sabes que la tierra se

está empobreciendo. Sabes lo que el algodón le hace a la tierra: la despoja de

todo, la desangra.

Los hombres en cuclillas asentían, lo sabían, Dios lo sabía. Si pudieran

alternar cosechas podrían bombear sangre nueva

...

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