La Mujer Según Sor Juana Y Altamirano

La mujer según Sor Juana y Altamirano

Este ensayo tiene como fin analizar las diferentes perspectivas que tienen dos diferentes autores, pero no de la vida en general, sino de la mujer. En las obras “Los empeños de una casa” y “El Zarco” sus autores nos han dejado apreciar diferentes puntos de vista acerca de las mujeres, Sor Juana Inés de la Cruz e Ignacio Manuel Altamirano, respectivamente dan su punto de vista de cómo ven a la mujer; considerando que Altamirano vivió dos siglos después de Sor Juana.

El escenario en el que se desarrolla esta obra se basa en Toledo, España; en una familia compuesta por dos hermanos y sus criados. Donde el primer objeto de análisis a la figura de la mujer se encuentra en el ama de la casa que espera a altas horas de la noche a su hermano, quien viene de camino, y ésta se siente con la responsabilidad de esperarlo. Aquí claramente podemos ver una cierta dependencia de la mujer por “el hombre de la casa”, aunque no sea ni su padre.

Por otro lado, Altamirano nos presenta una historia que se desarrolla en el México rural hundido en la poca estabilidad política del país y en su enorme inseguridad. En la que los bandidos andan por ahí a todas horas y la sociedad está atemorizada; el escenario se centra en una familia de tres mujeres, la señora de la casa, su hija y su hija adoptiva, que viven con constante miedo de que algún bandido se quiera robar a su bella hija. Lo cual ocurría con frecuencia en esa época. La señora de la casa quería, obviamente, lo mejor para su hija, e intenta hacer que se case con un buen hombre de trabajo que la quiere y la protegería de los bandidos, pero ella no quiere y en cambio decide huir con su amado que es, de hecho, un criminal importante. Aquí entra a la perfección una comparación en las historia, en la que Sor Juana plasma a una doncella que intenta huir con su amado pero fracasa y su padre la quiere casar con otro hombre al que ella no ama, y Altamirano plasma a una joven que escapa con su amado con éxito pero a diferencia, ella no estaba obligada a casarse.

Aquí vemos un cambio en las costumbres, que la decisión de la mujer tiene importancia en el matrimonio, y en el texto de Sor Juana no. Sin embargo, Sor Juana da la victoria a un amor puro y ella lucha por su amor y al final, Sor Juana reconoce esa lucha constante para alcanzar el amor. Algo similar ocurre con Altamirano, donde la doncella es castigada por sus actos en contra de lo establecido. Pero, premia también la constancia y el amor puro que la hija adoptiva siente por el buen caballero y sus esfuerzos son recompensados por los sentimientos puros y los valores éticos que ambos mantuvieron.

Ambas obras muestran la realidad de la sociedad en su tiempo pero con perspectivas un poco diferentes.

Para concluir, estas dos muy buenas obras, que en lo personal me gustaron mucho y disfruté de leer, nos permiten darnos un concepto nuevo al

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