La elegancia del erizo

ENSAYO: LA ELEGANCIA DEL ERIZO

Por: David Albíter Alpízar

Actuaría A1

La historia transcurre en un edificio de la calle Grennelle en París: Es ahí donde viven Reneé y Paloma; Las dos mujeres de diferentes edades y aparentemente “polos opuestos”, pues la primera es la portera de aquel edificio, descrita a sí misma como el estereotipo perfecto de las mujeres de su tipo; Gorda, desaliñada, vieja. Quiere mostrar al mundo que es aquella casi típica señora del Siglo XXI; Desinteresada, ignorante, sucia, amargada. Sin embargo, se describe a sí misma como una mujer amante de la lectura, la cultura y las corrientes filosóficas.

Paloma por su parte, es una niña de 12 años sumergida en un mar de depresión, fruto del posible rechazo afectivo de sus padres, quienes por cierto, son de clase burgués y consideran la inteligencia como un valor supremo; Ella ha decidido suicidarse el 16 de Junio, día de su cumpleaños número 13. Se muestra una niña decidida, audaz, inteligente y rechaza las conductas socialmente aceptadas; Es crítica y al parecer es la única persona que se ha dado cuenta de la falsa fachada de Reneé. Es ella quien atribuye a Reneé tener “la elegancia del erizo” (“por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes”).

Lo que ambas no saben es que tienen algo en común: Su capacidad intelectual superdotada y su afán por esconderlo ante el mundo que las rodea.

Al edificio llega por casualidad un nuevo inquilino que, a decir verdad, es descrito como un señor un tanto excéntrico, quizá por sus decoraciones, o por el simple hecho de ser Japonés: Kakuro Ozu.

Pronto, Kakuro intuye la verdadera capacidad de Reneé y la invita a cenar.

A partir de ahí, Kakuro, Reneé y Paloma se ven involucrados en una experiencia que jamás imaginaron tener, pues las protagonistas se vuelven reflexivas consigo mismas, confidentes, leales: Reneé y Kakuro comparten gustos artísticos y Paloma encuentra en ellos un hogar, un lugar dentro del mundo y dentro de su mismo edificio, un lugar en el que además de cómodo, encuentra las maravillas de la vida en las cosas que a menudo denominamos como “insignificantes”.

Reneé y Paloma son además de muy inteligentes, leales a sus principios y con una riqueza cultural impresionante; Comparten gustos y aficiones además de experiencias, confesiones y pasiones; Se vuelven cómplices y el amor de una hacia la otra rebasa fronteras espirituales, creando así una fraternidad única en su tipo, pues nunca se imaginaron lo que iban a encontrar dentro de sí mismas.

Es así como, gracias a la evolución de los personajes, se nos es mostrada una obra que va de (a consideración de este autor) floja, lenta a dramática, rápida, creciente.

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