La esfinge otra version.

LA ESFINGE

PRESENTADO POR:

KARINA DIAZ JOVEN

PRESENTADO A:

MARIA JOANNA RIOS

GRADO:

UNDECIMO

IINSTITUCION EDUCATIVA COLEGIO AGROPECUARIO TIERRA ADENTRO

01 – 04 – 2016 - CIMITARRA - SANTENDER

LA ESFINGE

Hace mucho tiempo en una lejanísima cabaña vivía una humilde familia, Ucalegonte era un leñador y Equidna su esposa, ella se encargaba de las labores de la casa. Ellos se amaban mucho y estaban a la espera de tener un bebe, no sabían que sería, estaban muy contentos y querían que en el momento que naciera su hijo Equidna no se encontrara sola.

Una tarde muy soleada Ucalegonte decidió volver temprano a casa y al momento de llegar vio que la puerta de la cabaña estaba abierta y salió corriendo pensado en que algo le había sucedido a su amada ya que esas tierras eran muy peligrosas pues habían muchos animales hambrientos (oso, leones, lobos, etc.) además Tebas era asechado por una extraña criatura, nunca la habían visto pero todo el mundo hablaba de ello. Cuando entró a la habitación vio que Equidna estaba en la cama con los dolores de parto, soltó su hacha, se arrodillo y tomo la mano de su ella diciendo –yo sé que tú puedes eres una mujer muy fuerte.

-lo sé pero no pensé que sería tan duro.

En un fuerte respiro Equidna pujo tan fuerte que él bebe asomo su cabecita a este mundo, su esposo, como el enamorado más afortunado del mundo –ya falta poco, estoy contigo yo sé que tú puedes.

Con dos pujidos más salió él bebe del vientre de su madre, el padre la tomo en sus brazos y con mucha alegría grito –es una niña-, con mucho cuidado corto el cordón umbilical, después de ese momento no volvió a trabajar por quince días para estar pendiente a los que necesitaran sus amadas.

La niña era muy hermosa, su piel, blanca como la nieve, tenía ojos azules como el mar y un cabello tan negro como la misma en noche en días de luna nueva; su padres decidieron ponerle por nombre Estefanía; este fue el regalo más hermoso que pudo haber recibido esa familia… La niña creció en hogar lleno de amor alejada de la maldad que había en el centro de Tebas, sus padres se preocupaban mucho por el bienestar de su hija y por miedo de que la extraña criatura le hiciera daño le decía que no se alejara demasiado de su casa. En el patio estaba todo lo que ella necesitaría, su padre con la leña que recogía le hizo un pequeño parque, su madre había sembrado un jardín muy hermoso en el que ella se podría distraer mucho tiempo en el día y su vida era perfecta.

La niña creció y poco a poco la rutina de estar únicamente en casa y en el patio la canso, pues ya tenía 16 años se sentía lo suficientemente grande como para salir a explorar un poco más lejos de la cabaña, ese un día su madre estaba muy ocupada con las labores del hogar y su padre trabajando en el bosque muy sigilosamente sin que lo notara se alejó de allí.

Al cabo de dos horas Equidna  necesitaba a Estefanía para que le ayudara a lavar una ropa así que la llamó –hija ¿dónde estás? No te escondas, ven a ayudarme… ¡Hija!

Al cabo de una hora de estar la madre llamando a Estefanía la angustia se apoderó de ella y el miedo no la dejó salir a buscar a su hija, y de repente soltó en llanto; solo hasta la tarde llegó Ucalegonte, en el instante en que entró por la puerta vio a su esposa llorando arrodillada en el bordo, entonces él le preguntó -¿Qué sucede cariño, explícame la razón por la que estas tan triste?

Ella no podía hablar muy bien solo gemía y de entre sus labios pudo decir -la niña-respondió ella con voz de preocupación, y en ese momento se desmayó, su esposo la recostó en la cama; aunque la preocupación de no saber nada de su hija lo estaba torturando en aquel instante, fue a prepárale una bebida a Equidna y que en el momento que se sintiera mejor ambos saldrían a buscarla.

En la mañana del día siguiente, Equidna no se había despertado pero no él no quería dejarla sola, pues ya se había perdido la hija y temía también perder a su esposa.

Equidna despertó al medio día y Ucalegonte le preguntó qué había sucedido y ella le dijo  que no sabía en qué momento había desaparecido pues estaba ocupada haciendo las labores de la casa. Decidieron salir a buscar s Estefanía, se metieron en lo más profundo del bosque, pero no encontraron ni un rastro, ya que no sabían ni siquiera en que dirección había ido Estefanía, se estaba anocheciendo así que regresaron a la cabaña.

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