Lazarrillo De Tormes

Narrador: Luego de escapar del ciego, el joven conoce a un sacerdote que le pide que lo ayude en la misa. Pensando que la vida con un sacerdote era buena para él decide tomarlo como su amo aunque el joven descubre que aquel hombre era un poco más tacaño y duro que el ciego que había abandonado.

Llegan a la casa, pero el joven se da cuenta que no hay formas de sacarle ventaja a su amo puesto que solo tenía un baúl donde guardaba los panes los cuales a nadie le compartía.

Sacerdote: Joven tráeme mi comida de inmediato

Joven: bueno.. Pero dame algo de comer no vez que mis tripas están que se retuercen del hambre que tengo

Sacerdote: Vetee no me molestes ahora

Narrador: Cuando el sacerdote termina su almuerzo

Sacerdote: Venga pues… Tenga coma

Narrador: El joven mira su plato y se da cuenta de las sobras que le ha dejado

Joven: Ni que fuera perro para que me este dando esto… Viejo tacaño todo lo que se gana en esas misas y ni comida decente me da

Narrador: El joven cada vez le rezaba a Dios para que hubiera un muerto o un enfermo para ir a sus casas y esperar una buena comida pero en todo el tiempo que paso no había ni uno. ¡Días después! El joven se encontraba solo y un vendedor el cual tenia de todo tipo de cosas toco a la puerta

Vendedor: Joven cómprame algo… ¿Qué necesitas?

Joven: No tengo…

Vendedor: Nonono no digas nada omee… necesitas un regalo barato y placentero a tu novia? Te lo tengo este peluchito lo más de barato omee

Joven: Aiii parce callaseee… Necesito una llave como para este baúl

Narrador: El joven le muestra el baúl en el cual tenía los panes el sacerdote

Vendedor: Te lo ayudo abrir pero dame algo… Que dijiste estoy aquí gratis noo parcero

Joven: Le doy 5.000, pero me lo abre ya pues

Narrador: El vendedor le ayuda abrir el baúl con una llave que tenia para todo lo que necesitara, luego de 3 días el sacerdote se estaba dando cuenta que cada vez habían menos panes entonces decide llevar la cuenta de cada dia.

Joven: Viejo desgraciado salió inteligente que tal eso

Narrador: El joven decide hacerle una trampa la cual era hacerle creer que eran ratones los que se estaban comiendo el pan, cada dia que el sacerdote revisaba los panes encontraba rasguños, dañando la cerradura del baúl y dejando migajas en todos lados

Sacerdote: joveeen ! veniii yaaa

Joven: diga viejo, perdón perdón señor que necesita

Sacerdote comete este pan dañado un ratón se nos está metiendo al baúl pero tranquilo que los ratones son muy limpios no te vas a enfermar por comer eso

Joven: Jaaa cuidado da algo bueno

Sacerdote: Cuando te lo termines de comer vas y me traes unas

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