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Lenguas Vivas De Mexico


Enviado por   •  5 de Junio de 2013  •  40.346 Palabras (162 Páginas)  •  1.237 Visitas

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Choles – Winik

Del nombre

Los choles son los Winik, del vocablo maya que significa "hombre, varón"; son "los milperos", los hombres creados del maíz que viven y explican su existencia en torno al maíz, alimento sagrado otorgado por los dioses, principio y fin de la vida, y eje central de su concepción del mundo.

Localización

La región chol se ubica en la parte noroeste del estado de Chiapas; colinda al norte y al noroeste con el estado de Tabasco y con el municipio de Catazajá, Chiapas; al sur con los municipios de Simojovel, Yajalón y Chilón; al este con el municipio de La Libertad; y al oeste con el municipio de Huitiupán.

Los choles habitan principalmente en los municipios de Tila, Tumbalá, Sabanilla, Catazajá, La Libertad, Salto de Agua, Palenque, Ocosingo, Yajalón, Huitiupán y Chilón.

Infraestructura

En la zona, los choles cuentan con servicio de correo, telégrafo, teléfono, señales de radio y televisión; escuelas primarias y albergues.

Las vías de comunicación son el principal problema de la región. Los caminos que unen las cabeceras municipales entre sí y con los poblados localizados en la selva son de terracería, lo que dificulta a los productores la comercialización del café y, por lo tanto, se ven obligados a vender a intermediarios a precios muy bajos.

En Tumbalá y Sabanilla hay primaria y secundaria. Los municipios cuentan con servicios de hospedaje, preparación de alimentos, asistencia profesional, etcétera. Turísticamente esta zona es importante, pues cuenta con bellos paisajes, varias zonas arqueológicas e iglesias coloniales.

Lengua

La lengua chol pertenece a la familia mayense; junto con el chontal de Tabasco y el chortí, forma el grupo cholano o chontalano. Las variantes más importantes son las de Tumbalá (ch'ol) y Tila; también varían las formas del chol hablado en Sabanilla y en Salto de Agua.

Salud

Los choles consideran que la enfermedad es la consecuencia de alguna transgresión del hombre, de la infracción de una regla impuesta por la sociedad y castigada por las divinidades; también puede ser provocada por un miembro de la comunidad que pide ayuda a los dioses.

Chichimecas Jonaz – Ézar

Del nombre

Los chichimecas jonaz utilizan la palabra úza, "indio", y su plural ézar "indios", para referirse a sí mismos y a cualquier persona indígena. Sólo al hablar español emplean, para autonombrarse, las palabras chichimeca, chimeco o meco; hasta ahora no se tiene la certeza sobre el significado del vocablo chichimeca.

Localización

Los chichimeca jonaz habitan en una comunidad del municipio de San Luis de la Paz, en el estado de Guanajuato. Ellos nombran a este lugar Rancho Úza (Rancho indígena) o Misión Chichimeca. El municipio es rural, y la población mestiza predomina en la región y en la cabecera municipal.

La congregación Rancho la Misión, reconocida por el Registro Civil de San Luis de la Paz, está dividida en dos partes por la carretera de libramiento a San Luis de la Paz: la Misión de Abajo, al poniente, y la Misión de Arriba, al oriente.

Infraestructura

En la región destaca la carretera que va de San Luis de la Paz a Pozos y a Victoria Xichú. Las dos misiones cuentan con servicio de agua potable con tomas intradomiciliarias, salvo el extremo oriente de la Misión de Arriba. Cerca de la Misión de Abajo hay dos manantiales y un pozo que alimentan el tanque elevado con el que se distribuye el agua a toda la comunidad. Hay pozos de agua para uso agrícola.

La energía eléctrica cubre a la Misión de Abajo. Las telecomunicaciones, teléfono, correo, telégrafo y radiodifusora se concentran en la cabecera municipal, al igual que los servicios de salud del Seguro Social y la Cruz Roja.

En la Misión existe jardín de niños, escuela primaria rural y telesecundaria.

La comunidad administra infraestructura de acopio y almacenamiento de granos y para explotación ganadera; además, hay una casa popular, puesto de servicio médico y canchas deportivas.

Lengua

Las lenguas más emparentadas con la de los ézar son el pame del norte y el pame del sur; les siguen el otomí, el mazahua, el matlatzinca y el ocuilteco. Estas siete lenguas conforman el grupo lingüístico llamado otopame, comprendido dentro de un conjunto mayor denominado otomangue.

Salud

Clasifican las enfermedades en frías y calientes. El curandero restituye la salud sanando los malestares más comunes por medios tradicionales. Para ellos, la principal causa de enfermedad es la introducción de espinas en el cuerpo, que se extraen mediante succión. Otros males atendidos son la pérdida del alma, el mal de ojo y la bilis. El adivino o brujo, que es generalmente un hombre otomí o mestizo, actúa en perjuicio de terceros, aunque ocasionalmente pueden hacer el bien. También son solicitadas en la comunidad las parteras y las nodrizas.

Chatinos - Kitse Cha'tnio Del nombre

Los chatinos se llaman a sí mismos Kitse cha’tnio. Los términos cha’tnio, cha’tña y tasa’jnya son variantesusadas en Nopala y Yaitepec, en Tataltepec y en Zezontepec, respectivamente, para designar la propialengua y significan “palabra trabajosa”, “palabra difícil”, o bien “trabajo de las palabras”.

Localización

El territorio chatino se encuentra enclavado en la Sierra Madre del Sur, en el estado de Oaxaca. Seextiende de manera continua de suroeste a noroeste en el distrito de Juquila pasando de la costa a laszonas montañosas de la Sierra; prosigue en esta dirección hasta incluir una porción sudoccidental deldistrito de Sola de Vega. Esta región colinda al oeste con el distrito de Jamiltepec (mixteca de la costa), elde Sola de Vega, al norte, y los de Miahuatlán y Pochutla, al este, y con la costa del Pacífico, al sur.

La población chatina se concentra principalmente en los municipios de: Santos Reyes Nopala, San JuanQuiahije, San Miguel Panixtlahuaca, Santiago Yaitepec, Santa Cruz Zezontepec, San Juan Lachao, SantaMaría Temaxcaltepec, Santa Catarina Juquila y Tataltepec de Valdez, casi todos pertenecientes al distritode Juquila, y en asentamientos dispersos.

Infraestructura

La accidentada condición orográfica de la región chatina ha determinado su aislamiento hasta muyrecientemente. Se cuenta con carreteras que conectan a Juquila, la cabecera del distrito, con el resto delestado. Una de ellas cruza por Zacatepec y llega a Juquila en aproximadamente dos horas; la otra une aOaxaca con Sola de Vega, sigue por la Sierra Sur, pasa por Juchatengo, baja a la costa por San Gabriel ySan Pedro Mixtepec y termina en Puerto Escondido. El municipio más aislado es Zezontepec.

Diversos municipios chatinos cuentan con pistas de aterrizaje. Todas las cabeceras municipales y un buen número de agencias cuentan con luz eléctrica. En Juquila, Lachao, Nopala, se cuenta con sistemas de tubería y almacenamiento de agua.

Respecto a los servicios educativos, la región cuenta con escuelas federales y de educación bilingüe. En cada cabecera municipal se tiene por lo menos una secundaria técnica, y en algunos también hay telesecundaria. En cuanto a salud, la región cuenta con atención primaria. En San Miguel Mixtepec, Tututepec y Nopala hay clínicas de salud.

Los ézar colindan con lo que fue el territorio otomí de la sierra Gorda guanajuatense en el municipio de Tierra Blanca. Hacia el noroeste, separado por esta sierra, se encuentra el grupo pame, en los estados de Querétaro y San Luis Potosí. Lengua

El chatino pertenece a la rama de lenguas zapotecanas del grupo lingüístico otomangue. Se separó del zapoteco de forma definitiva hace 24 siglos. En la actualidad se distinguen cuatro variantes del idioma: la de Santiago Yaitepec, que se habla en siete municipios; la de Zezontepec, difundida en la zona norte de la región chatina, y la de Tataltepec de Valdez y Nopala, en la costa.

Salud

La contaminación del agua y la tala inmoderada de los bosques ha impactado en la nutrición y en la medicina tradicional practicada por los chatinos, debido a la escasez o extinción de algunas especies vegetales y/o animales. La medicina tradicional echa mano de la herbolaria, de extractos animales y de rituales mágico-religiosos. En la terapéutica chatina encontramos curanderos, parteras, rezanderos, brujos, hierberos y hueseros. El uso de psicotrópicos como el “santo hongo” y la “santa” (semillas de la virgen) es común entre los hombres de creencia. El diagnóstico se hace por medio del pulso.

El “come santo lumbre” es una enfermedad que se cura con rezos y ofrendas al santo Fuego, entidad que provoca la enfermedad. Otras enfermedades son el espanto, el mal aire, la muina, el mal de ojo, el daño o la brujería. Para curar enfermedades de origen natural como la diarrea, el latido, la disentería, la calentura y la tos hay un uso doméstico frecuente de la herbolaria. Existe una asociación de médicos tradicionales chatina llamada “Que TiIaá”, fundada en 1991, que incluye a especialistas y promotores de salud de Juquila, Panixtlahuaca, Cieneguilla-Quiahije y Nopala, entre otros.

Chochos o Chocholtecas - Runixa Ngiigua

Del nombre

Los chochos o chocholtecas se llaman a sí mismos Runixa Ngiigua, que significa "los que hablan el idioma", en tanto que la lengua se denomina Ngiigua.

Localización

En la actualidad los chocholtecas se ubican en el estado de Oaxaca, en una microrregión formada por trece municipios del distrito de Coixtlahuaca: Tepelmeme Villa de Morelos, Concepción Buenavista, San Juan Bautista Coixtlahuaca, San Miguel Tequistepec, Santiago Ihuitlán Plumas, Santa María Nativitas, San Miguel Tulancingo, Santa Magdalena Jicotlán, San Francisco Teopan, San Cristóbal Suchixtlahuaca, Tlacotepec Plumas, San Mateo Tlapiltepec, y Santiago Tepetlapa, y cuatro del distrito de Teposcolula:Teotongo, La Trinidad Vista Hermosa, San Antonio Acutla y San Pedro Nopala.

El territorio ocupado por los 17 municipios se encuentra en la parte norte de la subregión Mixteca Alta, que integran los distritos de Coixtlahuaca, Teposcolula, Tlaxiaco y Nochixtlán.

Infraestructura

Hasta 1940 no existían carreteras en el área chocholteca. Fue hasta 1945 cuando se construyó el tramo de la carretera internacional que pasa por el sur del territorio chocholteco; posteriormente, se hicieron caminos de acceso a todas las cabeceras municipales.

En 1967 se introdujo la electricidad en la cabecera distrital de Coixtlahuaca, San Cristóbal Suchixtlahuaca y Santa María Nativitas. Después se fueron electrificando otras poblaciones chocholtecas.

Desde las primeras décadas del siglo XX se llevaron a cabo actividades tendientes a proteger los sitios de captación de agua para uso doméstico, entubando ésta de manantiales. Se instalaron sistemas para la distribución del agua así como tanques de almacenamiento con el mismo fin. Con posterioridad se hicieron las ampliaciones con hidrantes y finalmente se organizó la distribución a través de tomas domiciliarias.

Hasta 1949 la educación era voluntaria; a partir de los años cincuenta las autoridades municipales hicieron efectiva la educación primaria obligatoria, por lo que disminuyó en forma considerable el analfabetismo. En la actualidad, los servicios de educación primaria y jardín de niños están resueltos casi por completo; tanto las cabeceras municipales como las agencias cuentan con educación primaria completa.

Lengua

El idioma chocholteco proviene del ancestral tronco proto-otomangue, del cual surgió la lengua otomangue, que a su vez dio origen a las lenguas zapoteca, mixteca, popoloca, mazateca, ixcateca, y chocho o chocholteca. Esta última se diferenció del resto hace aproximadamente 800 años.

Salud

Los chochos consideran generalmente que las enfermedades son un castigo de Dios, consecuencia del comportamiento individual, y que se curan, en muchos de los casos, haciendo alguna "promesa", ante determinada imagen de Cristo o de la Virgen María, además, del uso de la medicina "casera" a base de raíces, hojas y flores de determinadas plantas. Las curaciones también se hacen a base de "limpias" con huevo de gallina o guajolote y con hierbas, o mediante la "toma" de algunos preparados. Otras formas de atender la salud es "jalar el pulso", y "sobar" o dar masaje a las partes con malestar.

Chontales de Oaxaca - Slijuala xanuc'

Del nombre

Desde tiempos prehispánicos a este grupo se le conoce con el nombre de chontales. Chontal proviene del náhuatl chontalli, que significa "extranjero" o "extraña". En la literatura antropológica se ha usado la denominación "tequistlatecos", para diferenciarlos de los chontales de Tabasco. Ellos se llaman a sí mismosSlijuala xanuc'. Aunque no se tiene certeza, su autodenominación en español, al parecer, significa "habitante de las montañas".

Localización

El territorio chontal se encuentra distribuido en la Sierra Madre del Sur y en la planicie costera sudaccidental. En los Altos habitan en los distritos de Yautepec y Tehuantepec. La región chontal abarca los siguientes municipios: el sur de San Carlos Yautepec, Santa María Ecatepec, Asunción Tlacolulita, San Miguel Ecatepec y Santa Magdalena Tequisistlán; en la costa habitan en los municipios de Santiago Astata y San Pedro Huamelula. Tanto a nivel territorial como étnico los chontales comparten esta región con mestizos y zapotecos.

Infraestructura

La mayoría de estos pueblos cuenta con redes de agua entubada en cada casa. La red de energía eléctrica viene de La Reforma y se distribuye a las comunidades chontales circunvecinas; hay telefonía rural y correo.

La mayoría de los poblados chontales cuentan con escuelas de preescolar, primarias y secundaria federal, además de albergue de la Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), antes Instituto Nacional Indigenista (INI). Hay clínicas del IMSS-Solidaridad.

Lengua

Varios lingüistas han señalado la diferencia entre el chontal de Oaxaca y el de Tabasco. El primero es del tronco de las lenguas hokanas, que se hallan distribuidas en porciones de California, Arizona, Baja California, Baja California Sur, Honduras y Nicaragua. Esta familia chontal pertenece al tronco sioux-hokano. En cambio, el chontal de Tabasco pertenece al tronco maya. El chontal hablado en la sierra de Oaxaca es más conservador y tiene varios dialectos.

Salud

La concepción chontal de la enfermedad se basa en los opuestos frío-caliente. Existen enfermedades originadas por ambas causas y los síntomas varían, así como el tratamiento. El análisis de los síntomas ayudará a diagnosticarlas y tratarlas adecuadamente.

Las plantas están agrupadas y clasificadas según la parte del cuerpo que curan, la parte de ellas que se utiliza, o la manera en la que se usan. El número de plantas medicinales usadas entre los chontales de las tierras altas y las bajas asciende a alrededor de 356. Las enfermedades que se pueden considerar propias de la cultura chontal son: el mal de vergüenza y la tirisia; el mal de ojo, el empacho y el susto se hallan en varias culturas y regiones y son tratadas de manera distinta. Entre los médicos tradicionales chontales existen parteras y parteros, curanderos y hueseros o sobadores.

El diagnóstico de una enfermedad se realiza invocando espíritus, ofrendando copal, agua y un huevo; además, analizando lo sucedido al paciente se advierte el tipo de enfermedad, incluyendo si es brujería. El curandero no cobra, pues su trabajo es un servicio social que se le retribuye en especie o a veces en dinero.

Chontales de Tabasco - yokot'anob o yokot'an

Del nombre

Los maya-chontales son un pueblo mayense que habita en el actual estado de Tabasco. El término chontal es un vocablo mexicano que significa "extranjero". Se autodenominan yokot'anob o yokot'an, que significa "el pueblo que habla yoko ochoco". Es un grupo totalmente distinto al de los chontales de Oaxaca. Se consideran descendientes de los olmecas históricos.

Localización

La población yokot'anob ocupa cinco municipios del estado de Tabasco: Centla, El Centro, Jonuta, Macuspana y Nacajuca. En este último la población indígena es mayoritaria, en tanto que en los otros se encuentra sólo en determinadas áreas. En Centla ocupan el norte del municipio, el área de los pantanos, lagunas y manglares, la parte más intrincada de la red pluvial. En Macuspana se encuentra también al norte, en tanto que en Jonuta ocupaban, hasta hace poco, los sitios más apartados. En El Centro, la población indígena se encuentra en los límites con el municipio de Centla y a orillas del río Grijalva.

Infraestructura

Todas las cabeceras chontales están integradas al sistema carretero y de puentes del estado. Los sitios menores se comunican por vía fluvial o lacustre, que sigue siendo fundamental.

En cuanto a infraestructura sanitaria, la Secretaría de Salud tiene una red de clínicas de diferentes categorías y un amplio personal que las atiende en el territorio habitado por los yokot'an.

Existen numerosas escuelas de nivel preescolar, primaria y preparatoria; casi todas participan en el sistema bilingüe y bicultural, así como albergues para niños indígenas. Además, en las principales comunidades existen escuelas de nivel medio y medio superior.

Todo el estado de Tabasco está electrificado y tiene oficinas de correo y telégrafo en los poblados más importantes. En cambio, el abastecimiento de agua potable es deficiente. Generalmente se utiliza el agua contaminada de pozos superficiales que, frecuentemente, se encuentran próximos a las letrinas, lo que ocasiona problemas de salud en la población.

Lengua

La lengua yokot'an pertenece a la familia maya, junto con el chol y el chortí, entre otros. Existen tres grandes variantes dialectales: la de Macuspana, la de El Centro y la de Nacajuca. La mayor parte de la población maya-chontal es bilingüe.

El idioma yokot'an se había convertido en una lengua oculta, pero a principios de la década de los ochenta hubo un gran impulso oficial para el uso del idioma nativo.

Salud

Se piensa que el origen de las enfermedades reside en una ruptura con el orden cósmico. La medicina indígena se basa principalmente en la herbolaria, pero se combina con ceremonias que involucran lo sobrenatural. Entre los terapeutas indígenas destacan los hueseros, las ensalmadoras y las comadronas. Los brujos manejan la magia, a la que se atribuyen males mortales. Los yokot'anob no rechazan la medicina alópata y muchas veces se curan con tratamientos mixtos: el tradicional y el proporcionado por la medicina institucional.

Fiestas

Las fiestas más importantes están dedicadas a la virgen, en especial a la del Carmen, antigua patrona de los pescadores. Se le relaciona con la luna, la gran diosa prehispánica Ix Bolom, referida a la fertilidad y a los ciclos del mar. El centro de veneración más importante se encuentra en Cupilco, donde existe una iglesia católica dedicada a la virgen de la Asunción, "la Asunciona".

El 16 de julio se le llevan ofrendas; hay procesiones, fuegos artificiales y feria. En Mazateupa existe el culto a san Isidro Labrador, identificado con un ser sobrenatural de la selva.

Un elemento importante en la fiesta es la música interpretada por tambores y pitos de carrizo. El consumo de alcohol es extensivo. La bebida ceremonial tradicional es el chibuelté, un preparado de "palo borracho". Dentro de las danzas destaca la del Baila viejo.

Antiguamente, las viviendas rurales eran de jahuacte y palma, con los pilares de madera dura que resistían la constante humedad del medio; eran frescas y sin ventanas. Tenían un tapanco que servía de almacén y refugio en caso de inundación. Eran ocupadas por familias extensas por lo que los solares tenían varias viviendas interrelacionadas. En caso necesario, la casa se desarmaba, se metía lo indispensable en los cayucos y la familia cambiaba de lugar de residencia.

Actualmente, se ha impuesto la vivienda moderna de bloques de cemento con techo de loza de concreto o láminas de asbesto, que no es funcional en la región por el clima y la temperatura, pero da prestigio. Se complementa con ramadas exteriores. El uso de la estufa de gas se ha extendido, así como el de las letrinas.

Artesanías

Entre los maya-chontales encontramos una artesanía utilitaria, una ceremonial y otra para el turismo.

Tradicionalmente, la actividad artesanal más importante era la construcción de cayucos, de los cuales había cuando menos dos estilos que se construían con caoba o cedro. Esta costumbre tiende a perderse como consecuencia de la desaparición de la selva. Se siguen elaborando tambores, tunkules y "pitos", con los que se toca la música de danzas y ceremonias. También se labran jícaras de diferentes tipos, además de figuras y cucharas de madera para el mercado turístico. Hay una cerámica minúscula para las ofrendas a los sobrenaturales selváticos, que se toma como "juguetes".

Para el uso doméstico se elaboran pequeños bancos de una sola pieza llamados nestem, canastos para el transporte y la pesca, redes y atarrayas. Las mujeres elaboran algunos productos de cerámica como comales y cazos.

También se desarrolló la talabartería aprovechando la piel de lagarto, tortuga e iguana. En el área de Nacajuca prolifera una artesanía de fabricación de "cinta" para el sombrero chontaleño y otros productos de palma, de circulación en el sureste del país.

Guarijíos - Macurawe

Del nombre

Los guarijíos se autodenominan macurawe o macoragüi, término que significa "los que agarran la tierra" o "los que andan por la tierra". Varios documentos históricos hacen referencia de nombres como ihíos, varohíos, warijíos, guarojíos y guarijíos. Actualmente, sólo se conservan dos de éstos.

El término guarojío designa a los integrantes de este pueblo indígena que habita en el actual estado de Chihuahua y que está emparentado con la cultura tarahumara; el de guarijío, corresponde a los que habitan en el estado de Sonora, relacionados con los yoreme. Este trabajo se refiere específicamente a estos últimos.

Localización

Los guarijíos viven en el sureste del estado de Sonora en las faldas de la Sierra Madre Oriental, donde colindan los estados de Sonora y Chihuahua. El terreno es escabroso y con escasas planicies; por él cruzan varios arroyos y ríos, afluentes del río Mayo que baja al valle del mismo nombre y que anteriormente desembocaba en el mar; entre éstos están el arroyo Guajaray y el Mochibampo.

La zona donde habitan los guarijíos está comprendida básicamente dentro de los municipios de Álamos y Quiriego; al norte limita con el municipio de Tesopaco y al este con el estado de Chihuahua. La población está dispersa entre varias comunidades principales y rancherías menores para el mayor aprovechamiento de algunas pequeñas zonas de riego en las márgenes de los arroyos y de las condiciones del terreno. Los principales poblados son Mesa Colorada, Bavícora, Guajaray y Los Bajíos, además de comunidades más pequeñas como Todos Santos, San Pedro, La Mesa del Matapaco, La Mesa del Tuburi, Basicorepa, el Chinagüiro, Chorijoa y Mochibampo, entre otros; muy pocos viven en Burapaco. En Sonora establecen contacto con la población de San Bernardino, comisaría del municipio de Álamos. Las ciudades cercanas más importantes son Álamos y Navojoa. Lengua

Los guarijíos lingüísticamente pertenecen al grupo nahua-cuitlateco, tronco yuto-nahua, familia pima-cora. De esta lengua se reconocen dos variantes, que representan un vínculo entre los tarahumaras y los mayo.

En general la población es bilingüe, a excepción de algunos ancianos que no saben español. Entre ellos hablan el guarijío; para comunicarse con autoridades y funcionarios no indígenas emplean el español. En algunas ceremonias dicen en español partes del discurso ritual.

Salud

En materia de salud la situación de los guarijíos es desfavorable, la atención médica familiar cubre apenas las necesidades más elementales, el conocimiento sobre el uso de las plantas es limitado. Existen médicos tradicionales, entre yerberos, sobadores y parteras, principalmente. Es más frecuente la consulta con estos especialistas que en los centros de salud localizados fuera de su territorio.

Vivienda

Las casas están hechas de adobe, con postes de madera y techos de tierra o de palma; constan de una o dos habitaciones y tienen una enramada anexa de varas, ramas y palma, ahí pasan la mayor parte de su tiempo pues el clima es cálido. Su asentamiento es disperso; las viviendas se encuentran en grupos de dos o tres casas en lo alto de los cerros, cerca de los arroyos o pozos de agua.

En la década de los ochenta se realizaron en la región programas de apoyo a la vivienda; en las comunidades de Los Bajíos y Bavícora hay casas de dos o tres cuartos con techos de palma y pisos de cemento, usadas principalmente como bodegas, pues ellos prefieren dormir fuera de ellas. En el solar hay una cruz que queda frente a la casa, ahí se realizan las ceremonias tradicionales.

La construcción de las casas es una tarea de los hombres, ellos cortan y acarrean los troncos y la palma, y hacen el adobe. Bajo la enramada, fuera de la casa, se encuentra un fogón para la preparación de alimentos y una vasija de agua. Las sillas, mesas y catres son de fabricación casera, hechas con madera y cuero de chivo o de vaca.

Artesanías

Los guarijíos hacen artesanías con materiales naturales como palma, barro, ramas y fibras, con las que elaboran cestos, petates, sombreros, angarias o angarillas (cestos hechos con tres aros de ramas trenzadas y una red de fibra natural, que sirven para portar objetos colgados en la espalda).

En San Bernardo se hacen máscaras de pascola y de algunos personajes relacionados con la fiesta de la cava-pizca; también hacen pájaros y otros animales silvestres con bellas combinaciones de colores, tallados en madera de torote. Fabrican y reparan instrumentos de cuerda como arpas, violines y guitarras, entre otros. La producción artesanal es de carácter familiar y recae en la mujer. Estos objetos son para uso doméstico o para su venta en tiendas de la región.

Fiestas

Sus fiestas principales son las tuguradas. La tugurada o tuburada es la fiesta con mayor presencia a lo largo del año; un hombre guarijío debe realizar en su vida tres de estas fiestas, una mujer cuatro pues se considera que ella es más propensa al pecado y debe pagar más por él.

Esta fiesta se hace por diversos motivos comunitarios además de fechas del calendario católico. Es el maynate o cantor quien entona los cantos en esta ceremonia que inicia al caer el sol y termina hasta la madrugada del día siguiente; mientras él canta las mujeres danzan, colocándose éstas entre el cantor y la cruz, cubiertas por un paño y un rosario, al lado de una barra de hierro que delimita el espacio esencial de la ceremonia. El maynate recibe una contribución en especie por su participación. La organización de la tugurada es familiar; sacrifican un chivo y preparan "chivabaqui", consiguen dinero para comprar café, azúcar, harina, frijoles, etcétera.

La ceremonia de cava-pizca es la más importante en la vida religosa de los guarijíos. En ella se reproduce su mundo natural y simbólico a través de la música, la danza, el teatro y la religión. Es una ceremonia en la que se celebra el ciclo agrícola anterior y se pide uno bueno para el año que inicia. De diciembre a mayo se realizan tres cava-pizcas, generalmente se hacen el día de san Isidro Labrador.

Otro día festivo es el 10 de mayo, día en que se conmemora la muerte de José Zazueta; en torno a esta fiesta se organizan actos públicos y comunitarios.

Huastecos de San Luis Potosí – Teenek

Del nombre

Los huastecos se laman a sí mismos Teenek que quiere decir "los que viven en el campo con su idioma, sangre y comparten la idea".

Localización

La mayoría de los teenek de San Luis Potosí viven en la región de la Huasteca, al oriente del estado, localizada dentro de la cuenca del río Pánuco. Esta región está distribuida en 18 municipios.

Los teenek comparten este espacio con mestizos y nahuas que ocupan el sur de la región. Once municipios concentran 90% de los teenek, de los cuales sobresalen Aquismón, Tanlajás, Ciudad Valles, Huehuetlán, Tancanhuitz, San Antonio, Tampamolón y San Vicente Tancuayalab.

Lengua

El huasteco es la única lengua de este grupo que se encuentra separada geográficamente del resto de las lenguas de mayances; además, no tiene diferencias dialectales.

Salud

La salud para los teenek está en relación con los conceptos de armonía, del ser feliz, de la protección contra las agresiones de origen externo. Los médicos tradicionales recurren a limpias y a la purificación mediante la visita a lugares sagrados, como las grutas.

Las enfermedades más frecuentes son diarrea, gastritis, mal de orina, bronquitis, disentería, paludismo, dengue y espanto. Según la gravedad de la enfermedad hay tres niveles de atención: medicina casera, medicina tradicional y medicina institucional. La importancia de la medicina casera, con base en tés y preparados, radica en su relación con el conocimiento de las plantas. En caso de mayor gravedad se recurre a un médico tradicional o a la medicina institucional.

Hay cerca de 150 médicos tradicionales, entre curanderos, parteras, sobadores y yerberos. Dentro de la comunidad, la partera, como abuela colectiva, despierta el respeto afectuoso de todos los miembros de la colectividad, mientras el curandero inspira un respeto temeroso.

Vivienda

La vivienda característica entre los huastecos es una choza redonda y con techo cónico, cubierta por zacate o palma, en cuyo vértice colocan una olla invertida para evitar el escurrimiento de agua. El techo se sostiene por horcones de madera; cuenta con un tapanco en el que guardan maíz y enseres menores. Las paredes son de varas colocadas verticalmente y atadas con bejucos y algunas están cubiertas con barro. El piso es de tierra; la choza sólo tiene una entrada protegida por una puerta de varas o madera. Esta choza circular tiene un amplio recinto que utilizan como dormitorio y cocina, a veces también como bodega. En el amplio patio de la vivienda se hallan árboles frutales y los animales domésticos, mientras que en los alrededores se encuentran las tierras de siembra.

Artesanías

La cestería representa la artesanía más importante de los teenek de San Luis Potosí que elaboran canastas de hojas de palma trenzadas con lianas. La alfarería es una actividad femenina por excelencia; se fabrican ollas, comales, cántaros y vasijas de diversas formas y tamaños, a veces decoradas con motivos típicos. Se producen textiles, fibras duras, objetos de palma, sopladores, máscaras y sillas de madera. En Ciudad Valles se elaboran productos de talabartería, alfarería, carpintería, ebanistería, florería y cestería. Se hacen tejidos de malla, carpetas, colchas, manteles y mantillas de hilo fino, sillas de palma y reatas de lazar. En Tampamolón se elabora joyería de fantasía, morrales, abanicos, petates, bolsas de palma y henequén, además de artesanías domésticas. La producción artesanal de Tancanhuitz consiste en enredos y huipiles con coloridos hilos, morrales decorados con flores, motivos vegetales de manta blanca y máscaras de madera. En Tamuín se fabrican artículos de mimbre.

Huastecos de Veracruz – Teenek

Del nombre

En la literatura histórica, a los huastecos (teenek) se les llama cuexteca, vocablo nahua relacionado, según los cronistas, con dos voces del mismo idioma: cuechtic o cuechtli, que significa "caracol menudo o caracolillo", y cuexteca, nombre del caudillo que los guió hacia el oriente y cuya figura se relaciona con Quetzalcóatl en la caída de Tula. El otro nombre: huaxtecos o guaxtecos, se deriva del sustantivo nahua guaxin, que significa "guaje", leguminosa comestible.

En su propia lengua, que pertenece al tronco mayense, los huastecos se autodesignan teenek, gentilicio de donde derivan teenek cauintalab, palabra o lengua huasteca, y teenek bitsom, pueblo huasteco. Este vocablo se utiliza en contraposición a ejek, que significa "negro o mestizo", a thac tzam, "culebras blancas" o nahuas, y a uuch "piojos" u otomíes. Al parecer, el vocablo teenek indica una contracción de Te' Inik (Te', "aquí", e Inik, "hombre"), que significa "los hombres de aquí".

Localización

Los teenek habitan en el noreste de la República mexicana, en la planicie costera que se extiende por el norte de Veracruz y el oriente de San Luis Potosí. En Veracruz se distinguen dos núcleos principales: uno alrededor de la ciudad de Tantoyuca y otro en los municipios, cabeceras y rancherías o congregaciones en la sierra de Otontepec.

La población teenek veracruzana se localiza en los municipios de Tantoyuca, Tempoal, Tantima, Chinampa de Gorostiza, donde viven también mestizos en las cabeceras municipales; en Tancoco conviven con comunidades nahuas. En esta población, así como en Chinampa, Chontla, Tantoyuca, Tempoal y Tantima la población teenek rebasa el 50%, mientras que en Cerro Azul y Naranjos sólo una quinta parte pertenece a este pueblo.

Lengua

La lengua huasteca está clasificada en el grupo maya-totonaco, tronco mayense, familia mayense, subfamilia yxu. El huasteco es la única lengua del grupo maya que se encuentra separada geográficamente del resto de las lenguas de esta familia. Este idioma no tiene diferencias dialectales.

Salud

Respecto al proceso salud-enfermedad, en casi todas las unidades familiares se curan los padecimientos menores. Los partos, la atención de la madre y del producto, antes y después del alumbramiento, están a cargo de las parteras de las comunidades. En caso de enfermedades como perder la sombra, mal de ojo, susto y otras atribuidas a fuerzas sobrenaturales, a la envidia o a los enfriamientos, se acude a los alumbradores, quienes diagnostican el mal a través del fuego con una llama que pasan por todo el cuerpo. Se hacen limpias y ofrendas a los seres de la tierra, de la montaña o de los caminos para recuperar la fuerza, la sombra e incluso objetos y animales perdidos. Se acude a la medicina institucional sólo en caso de gravedad; en general, no se acude a las instituciones de salud por desconfianza o por sus altos costos. Entre los teenek son frecuentes las enfermedades gastrointestinales, la desnutrición y el alcoholismo.

Vivienda

Cuando se casan, las mujeres van a residir con la familia del esposo, en cuyo solar se les construye una casa habitación. La casa y el cultivo de maíz y de frijol se hace por ayuda mutua entre familiares, vecinos y allegados.

Sus casas son rectangulares, un extremo se utiliza como cocina, el otro se usa como sala y dormitorio. La mayoría de ellas tienen un tapanco que sirve de almacén agrícola y de enseres. El techo de palma está sostenido por otates y los muros están estucados. Horcones de chijol, amarrados con bejuco o clavos, forman el esqueleto de la estructura. El solar se cerca con alambre de púas o con empalizadas de otate; fuera de la casa, en el solar, se construye una letrina común.

En las cabeceras municipales se suelen utilizar materiales industriales como tabique, concreto, lámina de asbesto, varilla y cemento. Las casas céntricas y los edificios institucionales están hechos con estos materiales.

Artesanías

La principal materia prima con la cual elaboran sus artesanías los teenek es la palma real, zapupe (agave furcroides trel.) y el barro. En el tianguis dominical de Tantoyuca se dan cita artesanos comerciantes de varios pueblos: los de Siloxúchil, San Lorenzo y Aquiche llevan morrales, sogas, mecates, fibra limpia, estropajos, caronas para las bestias, pretales, mecapales y redecillas.

En Chijolar se hacen sopladores, abanicos, sombreros, asientos, petates y palmas tejidas para el domingo de Ramos. Los de Chopopo llevan cazuelas, ollas y comales de barro. Cada comunidad se especializa en uno o dos productos artesanales.

Huaves - Mero Ikooc

Del nombre

Los huaves son también conocidos como mareños o huazantecos. El término huave fue acuñado por los zapotecos para referirse a la "gente que se pudre en la humedad".

Los huaves clasifican a los hombres en tres categorías: los extranjeros (moel), la gente del Istmo (missig) y el conjunto de poblaciones que hablan el huave y corresponden a la categoría de Mero Ikooc o "verdaderos nosotros".

Localización

Actualmente este grupo habita un litoral del Golfo de Tehuantepec que ocupa las dos terceras partes de una barra de 40 km que separa al océano Pacífico de dos grandes lagunas, conocidas como Mar Superior y Mar Inferior. Las principales poblaciones huaves -San Mateo del Mar, San Francisco del Mar y San Dionisio del Mar- son municipios que dependen políticamente del distrito de Tehuantepec, y económicamente del enclave petrolero de Salina Cruz; ésta ha sido la ciudad con mayor índice de crecimiento del estado de Oaxaca en las últimas décadas. También recientemente se crearon dos colonias, Cuauhtémoc y Benito Juárez, que se ubican en el camino que comunica al puerto de Salina Cruz con San Mateo del Mar.

Lengua

La filiación lingüística del huave es incierta. En 1916, Radin lo ubicaba dentro del grupo zoque-maya-totonaco, mientras que Swadesh, a mediados del siglo XX, atribuía su filiación al grupo macro-mixteco. Para Longacre, en cambio, el huave conforma un grupo lingüístico totalmente independiente.

Los huaves, por el contrario, opinan que tanto el grupo como la lengua proceden de Perú o Nicaragua, aludiendo a una crónica del siglo XVI que ubica su origen en ese sentido, dado que un fraile nicaragüense pudo comprender un diálogo que se desarrollaba en huave entre un sacerdote y su criado.

Salud

Los huaves clasifican las enfermedades en dos grandes categorías: las enviadas por Dios, generalmente leves y de carácter epidémico, y aquellas causadas por una acción humana o por la intervención directa de algún difunto. El neandïy siï t, "conocedor de la vena", examina el pulso derecho del paciente para detectar la naturaleza de la enfermedad. A partir de su diagnóstico se acude a otros especialistas que llevarán a cabo los tratamientos terapéuticos adecuados. La primera categoría, además de reconocer las enfermedades que pertenecen a la gnoseología occidental, abarca los malestares que son provocados por la oposición entre "frío" o "caIor" y que, preferentemente, se limitan a causas intestinales.

Las enfermedades de la segunda categoría, conocidas como narangïc suelen, por el contrario, asociarse a condiciones emotivas tales como la ira, la depresión o el temor. Su tratamiento no sólo exige la intervención de un especialista, sino también la ejecución de una larga ceremonia presidida por el neasomïy.

Un tercer tipo de enfermedad, incluido dentro de la segunda categoría, es el que se deriva de los daños causados al "tono" o alma animal. Éste, que habita en algún paraje lejano, desconocido por el paciente, puede verse amenazado de muerte y provocar el mismo efecto sobre su alter ego. La tarea del neasaing consiste en emprender un viaje mítico hacia el lugar donde se esconde el tono y salvarlo de la enfermedad o la muerte.

Vivienda

Si las paredes de concreto y los techos de lámina tienden a ganar cada vez más terreno en las poblaciones huaves, aun es posible observar en San Mateo del Mar las tradicionales casas hechas de horcones, carrizo enjarrado y palma real. Sobre los patios se construyen enramadas que sirven por igual como área de trabajo o lugar de descanso donde se cuelgan las hamacas y se pone a secar el pescado o el camarón. El patio y la enramada son, en cierta medida, los espacios de socialización; en ellos se recibe a los visitantes, se convive y se discuten los asuntos familiares. La cocina, situada generalmente sobre el mismo patio, consta de un fogón y un horno. A diferencia de la enramada, los dormitorios representan un ámbito privado donde se guardan las escasas pertenencias y se prenden las velas de los altares familiares.

Artesanías

Mientras que la fabricación de redes y atarrayas está a cargo de los hombres, el bordado de servilletas, huipiles y manteles es propio de las mujeres. Su producción, fomentada por diversas dependencias gubernamentales, enfrenta actualmente un mercado sumamente saturado y obliga a las cooperativas de artesanas a diversificar los diseños originales y a sustituir los antiguos tintes por otros más económicos y redituables. La sustitución de las materias primas, sin embargo, no ha alterado el modo tradicional del tejido ni las remotas técnicas del telar de cintura.

Huicholes - Wirraritari o Wirrárika

Del nombre

El pueblo huichol se llama a sí mismo Wirrárika o Wirraritari (en plural). Se desconoce hasta el momento si la palabra huicholes proviene de una deformación del término Wirrárika.

Localización

Los huicholes habitan en los municipios de Mezquitic y Bolaños, al norte del estado de Jalisco, así como en La Yesca y el Nayar, en el estado de Nayarit, y hay grupos minoritarios en los estados de Zacatecas y Durango.

Son cinco los centros ceremoniales en donde se instalan los gobiernos tradicionales: San Andrés Cohamiata (Tateikie), Santa Catarina Cuexcomatitián (Tuapurie), San Sebastián Teponahuaxtlán (Wautia) y Tuxpan de Bolaños (Tutsipa) en el estado de Jalisco, y Guadalupe Ocotán (Xatsitsarie) en Nayarit.

La población huichola se asienta de manera dispersa en el territorio. Mientras que en Jalisco los huicholes han logrado impedir el asentamiento de mestizos al interior de sus comunidades, en Nayarit es frecuente la convivencia en el mismo territorio con coras o con mestizos.

Lengua

El huichol está emparentado con el náhuatl, así como con el pima, el yaqui, el pueblo, el cora y el tepehuano, que forman parte de la familia yuto-azteca. Tanto el cora como el huichol forman un subgrupo dentro del grupo sonorense de la rama meridional. Los huicholes utilizan la expresión tewi niukiyari, que significa "palabras de la gente", para designar a su propia lengua. El huichol contiene préstamos importantes del náhuatl y del español.

La destreza en la expresión es muy importante para su vida en colectividad. La lengua tiene también una dimensión sagrada, la cual se manifiesta en los cantos de Tsaurírrika (el cantador) y en las expresiones cifradas que ahí aparecen.

Salud

Los huicholes distinguen dos tipos de enfermedades: las originarias de la sierra y las traídas por los españoles. Las primeras son aquellas que forman parte de su cosmovisión y que requieren de la medicina tradicional para su curación; en cambio, las segundas deben ser tratadas con la medicina científica.

Para los huicholes, la enfermedad puede tener como causa la falta de responsabilidad hacia los dioses, el maleficio o el extravío del alma. En el primer caso, se deben dar ofrendas y cumplir con los requisitos exigidos por los dioses a través del mara'akame o shamán; cuando la enfermedad es originada por un maleficio, el mara'akame es quien "limpia" al enfermo con plumas, rociando humo de tabaco sobre su cuerpo y succionando con la boca el objeto extraño causante del mal.

Cuando el kupúri, parte del alma del individuo que se localiza en la parte superior de la cabeza, se extravía dejando a la persona en un estado grave, la función del mara'akame es buscar el kupúri para colocarlo en el lugar que le corresponde; en caso de que el kupúri sea robado por algún brujo, el mara'akame debe enfrentarse con él para recuperarlo.

Las enfermedades más comunes en la población son: infecciones gastrointestinales, respiratorias y de la piel; parasitosis, tuberculosis, problemas dentales, partos de alto riesgo y cáncer de matriz y mama. La desnutrición afecta a la mayoría de la población.

Vivienda

Gran parte de las casas están construidas con adobe, otras con piedras recubiertas de lodo y techos de paja. Hay viviendas de una sola habitación, la cual sirve de dormitorio y de cocina a la vez. En algunos lugares las casas tienen varias habitaciones.

En tiempo de calor, los huicholes tienden a dormir al aire libre o en las construcciones donde almacenan el grano. Junto a la vivienda se levantan pequeñas construcciones llamadas ririki, "casas de Dios", que son pequeños templos de adobe dedicados a deidades y ancestros. Las viviendas se encuentran agrupadas en ranchos, que pueden ser habitados por una familia nuclear o extensa. Es frecuente que las jóvenes parejas vayan a vivir con la familia del hombre, aunque no se trata de una norma general.

Artesanías

Las formas de expresión artística de los huicholes reflejan sus sentimientos religiosos y son plasmadas en una gran variedad de objetos rituales-tradicionales, en los diseños de la ropa y en la construcción de templos e instrumentos musicales.

Otro tipo de expresión artística son los cuadros de estambre, que se elaboran sobre tablas de madera con cera, o las piezas que se trabajan formando figuras con chaquira sobre bules, violines, tortugas, etcétera. Estos trabajos artesanales se pueden clasificar en dos tipos: los que se elaboran con fines comerciales y los que reflejan vivencias religiosas.

Kikapúes – Kikaapoa

Del nombre

Los kikapúes se llaman a sí mismos Kikaapoa, que significa "los que andan por la tierra". Algunos autores lo derivan de ki wika pa wa: "el que está alrededor" o "el que se mueve, aquí o allá".

Localización

Los kikapúes viven en el lugar conocido como El Nacimiento de los Kikapúes, ubicado en el municipio de Melchor Múzquiz, Coahuila. Este municipio colinda al norte con el municipio de Acuña; al sur con Buenaventura y Progreso; al oriente con Zaragoza, San Juan Sabinas y Sabinas, y al occidente con Ocampo.

Los kikapúes sólo cuentan con una zona urbana de tipo compacto, aunque su distribución no es homogénea. La propiedad de la tierra es ejidal. La población mestiza llamada "mexicana" habita en todo el municipio de Melchor Múzquiz y sus propiedades colindan con las de los kikapúes.

Lengua

La lengua kikapú pertenece a la familia algonkiniana, originaria de las tribus que habitan en el actual territorio de Estados Unidos, y la hablan todos los miembros de esta comunidad. Dicha lengua es de uso exclusivo para comunicarse entre ellos y consideran que no pueden dejar de hablarla porque Kitzihaiata (Dios) se las enseñó. La mayoría de ellos conoce el español y el inglés; no obstante, el español que hablan es deficiente ya que ninguno de ellos ha recibido instrucción.

Salud

En El Nacimiento no existe ningún tipo de instalación sanitaria, pero reciben atención de profesionales médicos en la cabecera municipal.

Lacandones - Hach Winik

Del nombre

Los lacandones se llaman a sí mismos hach winik, que significa "verdaderos hombres". Se piensa que originalmente el vocablo lacandón se refería a un grupo hablante de chortí el cual, en tiempos de la conquista, habitaba en una pequeña isla en el río Lacantún, en el extremo sur de la selva y que se autodenominaban "los del Lacantún", que significa en chortí "gran peñón" o "piedra erecta" y al ser españolizado se convirtió en lacandón o lacandones.

Localización

Los lacandones habitan en el estado de Chiapas. Particularmente ocupan la zona selvática del estado que es conocida con el nombre de Selva Lacandona y cuyos límites son: al este el río Usumacinta y Salinas; al sur la frontera internacional con el vecino país de Guatemala; al norte la vía férrea del sureste; al noroeste la carretera Ocosingo-Palenque y al suroeste el océano Pacífico.

Los lacandones se dividen en dos grupos denominados los del norte, que habitan principalmente en las localidades de Nahá y Metzaboc, y los del sur, ubicados en la localidad de Lacan ha Chan Sayab.

Lengua

Los hach winik son hablantes de un dialecto del maya yucateco. Se consideran originarios de la península de Yucatán y del Petén guatemalteco, que posteriormente migraron durante diversos periodos hacia la selva chiapaneca.

Salud

La enfermedad se considera como un castigo por parte de los dioses para aquellos individuos que transgreden las normas sociales o religiosas. Así, quien no pide permiso a los dueños del monte para quemarlo, quien no deposita las ofrendas correspondientes o quien duda de la existencia de los dioses recibe como castigo una enfermedad.

El primer paso para la curación del mal es precisamente detectar de qué se trata para posteriormente proceder a aplicar el remedio correspondiente. En general, cualquier hombre casado es responsable de interactuar ritualmente con los dioses en favor de su familia, aunque en ocasiones se requiere de algún hombre más experimentado en técnicas adivinatorias que permitan descifrar el origen del padecimiento.

Las mismas prácticas adivinatorias que les permiten conocer el origen de las distintas enfermedades, les profetizan acontecimientos, que en caso de ser funestos, pueden ser contrarrestados por medio del ritual.

Una vez obtenida la respuesta propiciatoria de la deidad agraviada se procede a brindarle ofrendas en el incensario que le corresponda para apaciguar su enojo. Los rituales de curación se llevan a cabo en el templo.

Vivienda

Los hogares lacandones se sitúan regularmente en sitios cercanos a ríos, arroyos o lagunas; esto les permite además de la pesca, el abastecimiento de agua para todas las necesidades de la población (cocinar, bañarse, lavar).

Al igual que en muchas poblaciones indígenas del país, la vivienda lacandona tradicional consiste en un cuarto utilizado como dormitorio y otro como cocina. Puede ser de forma circular o rectangular y el material es básicamente la palma, aunque en la actualidad esto tiende a modificarse y hoy en día muchas casas están construidas con madera y láminas.

También es común un corral o pequeño refugio para los animales domésticos anexo a la casa. Parte complementaria del hogar lacandón es el imprescindible fogón que, además de ser utilizado para preparar los alimentos, es aprovechado para mantener el calor en las noches frías, y el humo, para mantener alejados a los insectos o para ahumar y así conservar la carne.

Artesanías

La producción artesanal representa una fuente de ingreso económico, aunque su producción es mínima. Elaboran collares de semillas, objetos de barro y madera que generalmente son representaciones antropomorfas o de personajes de su tradición oral, así como arcos y flechas de bejuco.

Territorio, ecología y reproducción social

El clima que predomina en el territorio lacandón es el cálido-húmedo (de 23 a 27°C). Llueve todo el año, excepto los meses de marzo y abril en los que el ritmo de precipitación pluvial disminuye en cierta medida.

Existen numerosas corrientes fluviales destacando el río Usumacinta que provee a la selva de un rico sistema hidrográfico mediante una vasta red de ríos y de arroyos. También hay una considerable cantidad de estanques y de lagunas que conforman pequeñas depresiones cuyo nivel varía de acuerdo con el volumen de lluvia registrado a lo largo del año.

La vegetación se compone de bosque tropical en el norte y de selva baja en el sur. Los principales tipos de madera son el cedro, la caoba y otras coníferas en las partes más altas.

El territorio ocupado por los lacandones tiene una extensión aproximada de 662 000 hectáreas, en un medio selvático que representa para ellos un vasto cúmulo de recursos naturales.

El patrón tradicional de subsistencia se basa en el uso múltiple de la tierra en la que aprovechan varias zonas ecológicas: la milpa, la selva, el acahual (zona de transición entre la selva y el campo agrícola) y las zonas acuáticas y semiacuáticas. El uso combinado de estas diversas áreas proporciona a los lacandones la posibilidad de aprovechar una extensa variedad de productos, animales, vegetales y minerales. La explotación agrícola se fundamenta en el sistema de roza, tumba y quema.

Otra de las actividades económicas que realizan los lacandones es la ganadería de tipo extensivo en los terrenos agrícolas que se encuentran en periodo de descanso o barbecho. En estos mismos o en otros se practica la caza y la recolección de leña y de plantas que utilizan para la construcción de casas, instrumentos agrícolas y utensilios de cocina o bien para la alimentación.

Los asentamientos lacandones invariablemente son erigidos en las cercanías de lagos, ríos y arroyos, los cuales también representan un área de recursos de subsistencia. Fungen como fuente de recursos y como apoyo importante para el desarrollo de la agricultura, puesto que las aguas estancadas aportan nutrientes al suelo. Asimismo, se aprovecha la extensa variedad de fauna que frecuenta o habita en dichas zonas, como aves, reptiles, peces y moluscos.

Mames – Mam

Del nombre

El mam es un grupo maya que habita en el sureste de México y en Guatemala. El vocablo mame se deriva del quiché Mam, que significa padre, abuelo o ancestro. Tanto en Guatemala como en Belice se llaman así a las deidades de la montaña que riegan los cultivos.

Localización

En México la población mam habita en los estados de Campeche, Quintana Roo y Chiapas; en este último se localizan en el sureste en la zona fronteriza con Guatemala, principalmente en la región de la Sierra Madre de Chiapas, en los municipios de Amatenango de la Frontera, Bejucal de Ocampo, Bella Vista, La Grandeza, Mazapa de Madero, Motozintla, El Porvenir y Siltepec; en la región Soconusco, en los municipios de Acacoyagua, Cacahoatán, Frontera Hidalgo, Tuxtla Chico, Tuzantán, Unión Juárez, Huehuetán, Tapachula y Escuintla; y en la región fronteriza, en los municipios de Chicomuselo, La Trinitaria y Frontera Comalapa. Así como en los municipios Juárez y Reforma de la región norte, y en el de Ixtapa, de la región centro.

Lengua

El idioma mam pertenece al grupo del mismo nombre, de la rama maya, subfamilia inic. Sobre el origen de las lenguas mayenses, algunos estudios lingüísticos demuestran que su punto original de dispersión se halla dentro del área que actualmente comprende el Departamento de Huehuetenango en Guatemala, zona que alrededor del año 2600 a.C. se hallaba ocupada por miembros del grupo proto-mayense original.

Debido a que el mam, el huasteco y el maya yucateco presentan el más alto grado de variación con respecto al resto de las lenguas mayenses, se cree que fueron las primeras lenguas que se derivaron del tronco común: el proto-maya. Otras lenguas mayenses derivadas del mam e íntimamente relacionadas con él son el ixil y el aguacatecano.

Se han reconocido cuatro variantes dialectales del mam, localizadas la primera en La Grandeza, El Porvenir, Bella Vista y Siltepec; otra, la que se habla en el municipio de Cacahoatán, una más en Tuxtla Chico y la cuarta variante en Mazapa de Madero y Amatenango de la Frontera.

Salud

Los mames creen que muchas enfermedades son provocadas por causas sobrenaturales o que son consecuencia de una transgresión de las normas morales. Por razones económicas y culturales en caso de enfermedad preferentemente recurren a un curandero y no a un médico alópata; las ancianas atienden los partos y se les reconoce como "abuelas"; el baño de temazcal se emplea para la cura de resfriados, calambres y para las mujeres parturientas.

Los curanderos son muy importantes en la comunidad, además de ser médicos tienen funciones políticas y religiosas; atienden las enfermedades del espíritu como emociones fuertes, el enojo, la tristeza y la vergüenza, la intrusión al cuerpo de ciertos seres maléficos, la fiebre y el "mal de ojo".

La enfermedad se diagnostica mediante la adivinación: igual que los quichés, k'anjobales y pokomchís, emplean el calendario, las semillas de maíz y los colorines. El ritual de curación se lleva a cabo en la casa del enfermo, en el lugar donde perdió el alma, en los altares de las montañas sagradas o en los campos a los que médico y paciente llegan en peregrinación; el enfermo se somete a una serie de ayunos para que la curación sea efectiva. También a través del sueño se puede curar o enfermar, mientras duermen su alma viaja hasta las montañas donde viven los dioses que otorgan salud. Los mames llaman sheubajal espíritu que sale del cuerpo durante el sueño; éste reside en el corazón (tanma). En las prácticas curativas se utilizan velas, plumas, flores, copal, aguardiente, tabaco, plantas, etcétera.

Vivienda

En los poblados de la costa, sobre todo en las cabeceras municipales, las viviendas están hechas con tabique, cemento, tejas de barro y lámina galvanizada, tienen puertas y ventanas de fierro. En la periferia se encuentran casas más humildes que tienen paredes de otate enjarradas con barro, techo de dos aguas, de palma de corozo o zacate y piso de tierra apisonado; la cocina sólo es una enramada. Como mobiliario tienen hamacas, tepextles o petates para dormir; una mesa, sillas de madera y redes de ixtle para guardar diversos artículos.

En la sierra, las casas tienen techos de cuatro aguas, de tejamanil, de palma o de lámina galvanizada; los muros son hechos de bajareque, de adobe o de ladrillo y cemento. La habitación es amplia y cuadrada, a veces está dividida por mamparas o por cortinas de tela; si cuentan con dos habitaciones: una la emplean como granero y otra como dormitorio y cocina. Junto a la casa está el temazcal, así como un huerto donde cultivan flores de ornato y hortalizas y un corral para las gallinas. En el municipio de La Grandeza la mayoría de las casas cuentan con un horno de pan. Emplean utensilios adquiridos en las ciudades cercanas como molinos de mano, recipientes de peltre o aluminio, máquinas de coser, lámparas de gasolina, sillas, mesas, etcétera. En los apartados pueblos de la serranía del Tacaná las casas son muy humildes y su mobiliario es mínimo, sólo cuentan con un anafre, una cama o un petate.

Pimas - O'ob

Del nombre

El término pima designa al grupo étnico y lingüístico que habita en la Sierra Madre Occidental, donde colindan el sureste de Sonora y el suroeste de Chihuahua. La frase pi'ma significa "no hay, "no existe", "no tengo", o probablemente "no entiendo", vocablo con el que los indígenas respondían a los españoles cuando les preguntaban algo. Fueron éstos quienes los llamaron con la forma castellanizada de ese término, que implica negación.

Los pimas se nombran a sí mismos o'ob, que significa "la gente", "el pueblo". Con el término pima se designa a un conjunto muy variado de sociedades indígenas, como los pimas del desierto, los pimas de la sierra, o los pimas gileños. Esta monografía se refiere a los pimas bajos, quienes ocupan la zona serrana. A este grupo étnico se le designa como la "rama serrana de los pimas bajos". A los mestizos o "blancos" se les designa con el término yori.

Localización

En la época colonial los pimas bajos se dividían en tres subgrupos principales: los ures, los nebomes y los yécoras. Los dos primeros han desaparecido como entidades étnicas. Los pimas yécoras aún conservan rasgos culturales propios y se concentran en la región de Maycoba, Sonora, así como en Yepáchic, Mesa Blanca, Pinos Verdes, los alrededores de Canoachi y el mineral de Dolores, municipio de Madera, en Chihuahua. Su territorio es abrupto y elevado. El área comprende parte de los municipios de Moris, Ocampo, Madera y Temósachic en Chihuahua y porciones de los de Sahuaripa, Arivechi, Rosario, Onavas y casi todo Yécora, en Sonora.

Lengua

La lengua pima pertenece al tronco yutoazteca, compuesto por los subgrupos taracahíta (cora-huichol), nahua y la rama pima o pimana. Se considera al pima como más cercano a la rama taracahíta, y se engloba a todas las lenguas indígenas de Sonora y Chihuahua bajo la familia de lenguas sonorenses. El pima forma parte de un conjunto de lenguas emparentadas llamadas pimanas o tepimanas, que bien podrían llamarse lenguas o'dam u o'tham. En la zona de Maycoba es muy alto el índice de bilingüismo, pues la mayoría ya ha aprendido el español.

Salud

Los pimas recurren a parteras empíricas y curanderos que utilizan las hierbas medicinales más comunes de la región: hierba inmortal y pezuña de vaca para el empacho; cascalote de alamillo, aliso y manzanilla para aminorar los dolores de parto; ocotillo, ajo, canela y ruda para los sustos; pionía, babiza y chuchupate para dolores de estómago; escocionera para la tos; hierba del pasmo para cicatrizaciones; cola de caballo para el "mal de orín"; matariqui como analgésico; hierba de la víbora para el resfrío; raíz de coronilla, flor de tabachín y cáscara de tepeguaje para la pulmonía; torete prieto para piquetes de alacrán. Los pimas consideran que la intervención divina es causa de la aparición o desaparición de la enfermedad, por ello hacen constantes votos y promesas para pedir salud a San Francisco. Cuando la enfermedad es muy grave, recurren a los escasos y pequeños centros de salud que hay en la región.

Vivienda

Los pimas se distribuyen en rancherías habitadas por familias extensas. Separadas unos 100 metros entre sí, las casas tienen un solar en el que hay un huki (construcción semisubterránea provista de un techo de tierra o de tierra y paja, con una pequeña entrada, la cual protege del calor del sol al tejedor de palma y a sus productos), un tapanco o una pequeña bodega para granos, un corral y un pequeño huerto de hortalizas. Hay más casas de madera que de adobe; son cuadrangulares, con una o dos piezas, techo de dos aguas, de tabla o de lámina galvanizada, con pequeñas ventanas. Las casas de la periferia son de adobe con techo de palma o lámina. Los hogares más prósperos cuentan con una estufa de madera, generalmente cocinan en un comal de barro o de metal; tienen sillas y mesa de madera, trastos de cerámica o peltre, molino de mano, guaris y guajes complementan el equipo, además de rústicas camas de madera o petates.

Artesanías

Antiguamente, las mujeres pimas hacían ollas, productos de palma y prendas tejidas con lana. En el área de Yepáchic hilaban con rueca y telar, tejían cobijas, fajas y "chiquitas" para las monturas. Actualmente, muy pocas saben tejer y la cría de ovejas ya no es rentable; la fabricación de ollas de barro también ha decaído.

Los pimas elaboran productos de fibras vegetales como sombreros, petates, "petacas" o cestos rectangulares con tapadera para guardar todo tipo de cosas, "guaris" o contenedores de boca abierta y cuatro esquinas en la base, usados para poner diversos alimentos; a veces decoran los cestos con tintes de añil. Estos productos se manufacturan principalmente con zacate; los sombreros se hacen de palma. El hilado de algodón ha dejado de realizarse. Algunas personas trabajan la madera; con ella hacen bateas, metates y utensilios de cocina y de trabajo, e instrumentos musicales como guitarras y violines; también elaboran teguas y huaraches de piel.

Matlatzincas

Del nombre

Matlatzinca es el término con que los mexicas designaron a este grupo. En náhuatl significa "los señores de la red" o "los que hacen redes", y deriva de matlatl: red; zintil: reverencial y catl: gentilicio. Por otra parte, debido a que hubo grupos matlatzincas que ocuparon algunas zonas al interior de la región purépecha poco antes de la llegada de los españoles, sus pobladores los denominaron pirindas, es decir, "los de en medio". Actualmente, el grupo se nombra a sí mismo matlatzinca.

Localización

El matlatzinca es uno de los pueblos indígenas del país que mayor desintegración ha sufrido, desde la época de la Conquista hasta la actualidad. De haber sido un grupo que ocupaba un amplio territorio en la época prehispánica, el correspondiente a los actuales estados de Michoacán, Guerrero y México, se ha reducido a una sola comunidad: San Francisco Oxtotilpan, ubicada en el municipio de Temascaltepec, Estado de México.

El municipio de Temascaltepec tiene 28 comunidades, de las cuales San Francisco Oxtotilpan es la única matlatzinca. Esta localidad colinda con dos pueblos de habla náhuatl: San Mateo Almomoloa y San Miguel Oxtotilpan. La población matlatzinca está rodeada de grupos nahuas, y un poco más lejos están los mazahuas y los otomíes.

El pueblo se encuentra a 36 km de la ciudad de Toluca y se ubica dentro del sistema orográfico del Nevado de Toluca, a los pies de la sierra de Temascaltepec. Los montes cercanos como el Zinacantepec y la sierra de Temascaltepec y Valle de Bravo, están cubiertos por bosques de coníferas (pinos, encinos, oyameles y ocotes).

Lengua

La lengua matlatzinca está considerada dentro de la rama otomangue, otomí-pame. En ésta hay cuatro familias: pame, jonaz, matlatzinca y otomazahua. A su vez, la familia matlatzinca se subdivide en dos lenguas: la matlatzinca y la ocuilteca.

En la actualidad, la lengua matlatzinca está desapareciendo debido a que cada vez son menos los hablantes. La mayoría de la población de San Francisco es bilingüe, y cada vez domina más el castellano. El uso de la lengua materna se da entre la gente mayor y sólo en algunos niños pequeños. Uno de los factores que ha provocado mayores cambios en la utilización de la lengua materna ha sido la migración. La necesidad de conocer y manejar el castellano fuera de la comunidad, así como la adquisición de nuevos patrones culturales, hace que se reduzca el número de hablantes.

Salud

Las enfermedades infantiles más frecuentes son las de las vías respiratorias; entre la población adulta encontramos las gastrointestinales, la parasitosis y el alcoholismo. La mayoría de los padecimientos son provocados en gran medida por la desnutrición, la falta de higiene y, en general, por las malas condiciones económicas de la población.

Para mantener la salud, los matlatzincas acuden principalmente a los médicos tradicionales que viven en la región. Existen curanderos, parteras y hueseros, los cuales han desarrollado un lenguaje extenso y preciso de los métodos y medios naturales con los que curan. El curandero alivia la mayor parte de los males: el susto, el mal de ojo, el aire, la diarrea. Receta hierbas medicinales y proporciona la terapia adecuada a la enfermedad de que se trate. Las parteras atienden los partos y los empachos de los niños. El huesero se especializa en arreglar los huesos rotos, las luxaciones y dislocaciones mediante la aplicación de masajes.

Muchas personas han aprendido a curar a través de las enseñanzas de sus padres. Hay quienes tienen mayores virtudes y se especializan en alguna rama, pero esto sólo se sabe con la práctica, la cual muchas veces se inicia con un hecho casual. Otras personas que saben curar han adquirido su conocimiento al recibir un impacto de algún fenómeno natural. Por ejemplo, quienes han sufrido la descarga de un rayo y han logrado sobrevivir, adquieren poderes curativos. Otra forma de curar es a través de las visiones que se tienen con la ingestión de hongos alucinógenos. No todos los que comen estos hongos llegan a tener poderes. Podría decirse que ciertas personas son potencialmente aptas para conocer y aplicar las artes curativas, y que lo único que necesitan es saber encaminarse y encontrar los medios que les revelen su potencialidad.

Vivienda

La vivienda matlatzinca es por lo general de un solo cuarto, el cual se utiliza como dormitorio y cocina. Todas las casas cuentan con huertos donde se cultivan árboles frutales, verduras y flores; también cuentan con corrales donde se crían algunos animales domésticos. En las viviendas matlatzincas también es frecuente también encontrar temazcales.

Territorio, ecología y reproducción social

La gran mayoría de los pobladores del municipio de Temascaltepec se dedica al trabajo agrícola; en la cabecera municipal se ocupan en actividades comerciales, educativas, de transporte, minería, de la construcción y servicios públicos. La población de San Francisco es esencialmente agrícola.

Los productos principales, el maíz y el frijol, que se obtienen de la actividad agrícola, y son para el consumo interno. Para la venta se siembra la papa, el chícharo, la avena, el trigo, la caña de azúcar y diversas frutas.

Las laderas y los terrenos que están cercanos al centro de la población son de propiedad comunal. Son tierras de temporal que pueden ser concesionadas a quienes no tienen ninguna propiedad. Esta concesión es indefinida. Por lo regular, estos terrenos no son tan buenos como los que se encuentran en la franja aluvial, además de que es mayor la dificultad para trabajarlos.

La forma de propiedad más generalizada es la privada. La gran mayoría de los pobladores son pequeños propietarios de las parcelas donde trabajan. El 0.7% de la población no tiene parcela y se emplea como jornalera.

Algunos rentan su tierra para que otros siembren papa o chícharo, productos destinados al comercio con las ciudades cercanas.

La propiedad ejidal es el tercer tipo de tenencia de la tierra que existe en San Francisco Oxtotilpan. Estas tierras son producto del gran reparto agrario posterior a la Revolución y que anteriormente pertenecían a la Hacienda de la Gavia. Están ubicadas en la parte montañosa y las laderas de los cerros, que están cubiertos por bosques de pino y encino. Son terrenos sumamente accidentados, por lo que hay poca producción agrícola en comparación con las tierras privadas. Se aprovechan básicamente para recolectar leña, frutos y algunas hierbas, o bien para pastar los animales.

La recolección de plantas, los huertos familiares y la cría de animales domésticos son también soportes de la economía matlatzinca. El ganado pequeño se alimenta con avena y cebada. Existe un pequeño comercio interno, donde a veces se hace el cambio de algún animal por un terreno, por costales de semilla o por lo que se considere equivalente.

El ganado es de considerable importancia por la manera como se vincula con la agricultura. Es una reserva alimenticia, muy útil en los trabajos de siembra, de limpia de terrenos, para acarreo, como transporte y como productores de abono. Los animales que se utilizan para estas actividades son caballos y bueyes. La poca leche que se obtiene de las reses es para consumo familiar. Algunas familias crían ovejas para vender la lana. En menor grado, existe la cría de cerdos para el consumo y la venta.

La explotación forestal es otra fuente de ingresos. Algunas comunidades comercian con ella, mientras que en otras, los productos forestales se cambian por otros de consumo familiar.

Los matlatzincas complementan su economía con el trabajo asalariado migrando a las ciudades de México, Toluca o Cuernavaca.

Popolucas

Del nombre

Popoluca es un vocablo nahua que significa extranjero. Se llaman a sí mismos hijos de Homshuk, el dios del maíz, y se aceptan más como popolucas que por el término nativo de núntaha'yi o el de anmati, palabras que denotan su filiación lingüística. Este pueblo indígena nativo de Mesoamérica, tiene una extensa y compleja historia de interacciones y relaciones con otros grupos. Han sido llamados olmecas, zoquepopolucas y mixe-popolucas.

Localización

Los popolucas habitan en los municipios de Acayucan, Hueyapan de Ocampo, Mecayapan, Pajapan y Soteapan, ubicados en la región sur del estado de Veracruz, aunque llegaron a abarcar parte del estado de Tabasco. La región istmeña donde se localizan se encuentra en la zona fronteriza con el estado de Puebla, entre la división de la Meseta Central-Río Papaloapan y el Altiplano del sureste. La ubicación estratégica del istmo como corredor intercultural, y el asentamiento de popolucas a pesar de las presiones étnicas de nahuas por un lado y de totonacas y zapotecos por el otro, descartan la injerencia hegemónica de la Meseta Central o la del sureste. Los asentamientos popolucas siguen las redes fluviales que alimentan al Papaloapan hasta sus propias márgenes ribereñas.

Queda claro que si bien los popolucas se concentraron en la región istmeña que sirvió de asentamiento de la cultura olmeca, el espacio siguió siendo corredor interétnico e intercultural entre mayas y mexicas, privilegiando en sus rasgos culturales al náhuatl en el campo idiomático y la identidad de la lengua zoque-maya.

Lengua

La lengua popoluca se ubica dentro del grupo maya-totonaco, tronco mixcano, familia mixeana a la que pertenece también el zoque. Tanto su vertiente mixe-popoluca como zoque-popoluca, nos remiten a antiguos nexos lingüísticos y culturales con el sureste del país, es decir, con el área mayense. En realidad, se trataría de cuatro lenguas distintas pero emparentadas: los popolucas de Soteapan y Texistepec hablan una vertiente "zoqueana" relacionada con el zoque de Tabasco, Chiapas y Oaxaca, mientras que los popolucas de Sayula y Oluta hablan la variante "mixeana", vinculada a los dialectos del mixe oaxaqueño.

Actualmente, los municipios de Hueyapan y Soteapan aparecen como los dos principales polos de reproducción idiomática del popoluca en sus variantes mixe y zoque, bajo el contexto de un acentuado y creciente bilingüismo.

Vivienda

Los matrimonios popolucas recién casados viven en la casa de los padres del novio. Cuando se logra alcanzar la independencia económica, generalmente se levanta la nueva vivienda junto a la del padre.

Por lo regular las viviendas popolucas se destacan por sus prototipos rústicos, tradicionales en sus formas, distribución y materiales. Los techos de las casas son, en general, de hojas de palma en las zonas bajas, mientras que en la sierra utilizan el zacate. Ya para la década de los ochenta se presentaron los primeros techos de lámina de asbesto y de zinc. En las zonas bajas las familias utilizan preferentemente láminas industriales debido a las condiciones atmosféricas, de temperaturas extremosas en el interior de las viviendas, diferenciándose de las viviends hechas de materiales tradicionales, que son más frescas. En el mismo sentido se encontró que las paredes construidas con tablas fueron sustituyéndose por otros materiales. En la actualidad las viviendas popolucas conservan el piso de tierra. Uno de los aspectos tradicionales en este tipo de viviendas es que presentan la separación tradicional del tapanco, para el almacenamiento de granos y dormitorio de los infantes. Otra de las características es la paulatina reducción en el espacio de las viviendas.

Artesanías

Son pocas las artesanías que fabrican los popolucas y éstas son para uso doméstico. En algunas regiones hacen tejidos de fajas y delantales, cántaros, comales y cazuelas de barro, además de algunas redes para la pesca y hamacas.

Purépechas - P'urhépecha

Del nombre

Este pueblo indígena de las regiones lacustre y montañosa, del centro de Michoacán, se llama a sí mismoP'urhépecha, y cada uno de sus integrantes es un p'urhé o p'uré que significa gente o persona; esto implica una autoafirmación como seres humanos y pueblo en general.

Desde la Conquista y hasta hace unos cuantos años, este pueblo era conocido como tarasco; sin embargo, esta denominación es externa y les fue impuesta por los conquistadores.

Localización

El actual área p'urhé se extiende a lo largo de 6 000 km2 de los 60 000 que tiene el estado de Michoacán, en la región norcentral de la entidad. Esta área se ubica entre los 1 600 y 2 600 msnm y se le denomina P'orhépecheo o Purhépecherhu, que significa "lugar donde viven los p'urhé". El área se ha subdividido tradicionalmente en cuatro regiones: Japóndarhu (lugar del lago), Eráxamani (Cañada de los once pueblos), Juátarisi (Meseta), la ciénega de Zacapu y antiguamente se agregaba otra región: Jurhío (lugar de la tierra caliente).

La población p'urhépecha se concentra sobre todo en 22 municipios: Coeneo, Charapan, Cherán, Chilchota, Erongarícuaro, Los Reyes, Nahuatzen, Nuevo Parangaricutiro, Paracho, Pátzcuaro, Periban, Quiroga, Tancítaro, Tangamandapio, Tangancícuaro, Tingambato, Tinguindín, Tocumbo, Tzintzuntzan, Uruapan, Zacapu y Ziracuaretiro; sin embargo, los hablantes de la lengua p'urhé se distribuyen en 95 de los 113 municipios del estado.

Las localidades indígenas se caracterizan por tener un asentamiento de tipo compacto; hay municipios y poblados que tienen anexos, esto es, localidades periféricas con unas cuantas viviendas, por lo que en tal caso, se puede hablar de asentamientos mixtos. La población mestiza vive sobre todo en los centros urbanos que rodean el área.

Lengua

El idioma p'urhé no tiene parentesco lingüístico cercano con ninguna de las lenguas originales que se hablan en México. Se reconocen tres variantes dialectales: la de la región lacustre, central y serrana.

En el registro de los censos se puede apreciar la sensible disminución de los hablantes de la lengua p'urhé a lo largo del tiempo; sin embargo, a partir de 1980 ha dado inicio un movimiento de apoyo a través de la Academia de la lengua purhé y el trabajo del Centro de Investigaciones de la Cultura p'urhépecha, para el fortalecimiento de esta lengua con el establecimiento de su abecedario.

Salud

La salud es considerada por los p'urhépechas como un resultado de la armonía con la naturaleza y del cumplimiento de las normas comunitarias y familiares.

En relación con la medicina tradicional encontramos diversas especialidades entre los terapeutas, la mayoría de los cuales son mujeres mayores de 55 años y entre quienes encontramos: curanderos (tsinájpir, xurhríjki, eshperi), parteras (pikurpiri), sobadoras (parhíjpiri), brujos (sïkuame), hueseros (sesi atsintani unicha, juturuntani unï), hierberas (uitsákua mítiasti, uitákua jamantspini) y finalmente los mollereros (ukata).

Las principales causas de demanda de atención de la población en materia de salud son: la rinofaringitis, gastroenteritis y padecimientos osteomusculares.

Vivienda

Las viviendas tradicionales pueden ser de adobe o de madera. Las casas de adobe se construyen en las regiones del Lago y la Cañada y hacia Los Reyes y Tingüindín, mientras que las de madera se hacen fundamentalmente en la sierra, aunque cada vez más, ambas han sido sustituidas por construcciones con materiales modernos: tabique, tabicón, techo colado, láminas de asbesto, cartón o zinc.

La construcción generalmente es de planta cuadrada, con techo de cuatro aguas, tapanco y puertas de golpe. Además de habitación, la vivienda es utilizada como taller artesanal y bodega de productos agrícolas. Al construirse una casa nueva, se ponen anillos y aretes usados en las cuatro esquinas de las habitaciones. Al terminar la construcción, se sacrifica un chivo y se cuelga de las vigas que forman el triángulo principal de la casa. Por fuera se coloca una cruz.

La vivienda p'urhé incluye uno o dos conjuntos de casas, en la mayoría de los casos, para albergar al hijo mayor, una vez casado. Generalmente la cocina se construye aparte. También tienen un pequeño huerto familiar donde se mantienen animales domésticos, se siembran verduras, árboles frutales y plantas medicinales.

Seris – Konkaak

Del nombre

Los seris se llaman a sí mismos Konkaak, lo cual quiere decir en su lengua "la gente". El término seri proviene en cambio de la lengua yaqui y significa "hombres de la arena".

Localización

Actualmente habitan en dos localidades de la costa desértica del estado de Sonora: Desemboque, municipio de Pitiquito, y Punta Chueca, municipio de Hermosillo.

Periódicamente y de acuerdo con los ciclos de pesca, radican también en diversos campos pesqueros distribuidos a lo largo de su territorio de aproximadamente 100 km de litoral. El territorio konkaak comprende un área aproximada de 211 000 ha al nivel del mar, y está integrado por una parte continental y por la isla de Tiburón.

Lengua

La lengua de los konkaak forma parte de la filum o estirpe Hokano, al que también pertenecen el coahuilteco (noreste de México) y el tlapaneco. Sin embargo, la lengua seri forma parte de la familia seriyumana, lo que significa, por un lado, que su relación más estrecha y reciente se encuentra con el yumano de la parte norte de la península de California, y, por otra, que esta lengua contrasta totalmente con la de los vecinos hablantes de idiomas uto-aztecas, como el pima, pápago, yaqui y mayo que pertenecen a otro filum o estirpe relativamente reciente en el área. Actualmente la mayoría de la población es bilingüe y, en algunos casos, hasta trilingüe, pues además del seri hablan español e inglés.

Los seris mantienen su lengua con gran vitalidad y en lugar de adoptar términos del español para designar los nuevos elementos culturales que se han agregado a su vida, continúan creando términos nuevos.

Salud

Es casi nulo el conocimiento que se tiene sobre la existencia de terapeutas y técnicas tradicionales entre los seris. Aunque poseen conocimientos sobre algunas plantas que utilizan para curar enfermedades leves, recurren con frecuencia a la medicina alópata para los partos y para los padecimientos importantes.

Por otra parte, el proceso de sedentarización que ha sufrido el grupo provocó cambios en su dieta y patrones de consumo, lo que ha generado diversos problemas de salud como obesidad, ceguera, enfermedades gastrointestinales y pérdida de los dientes.

Vivienda

En los campos pesqueros todavía es posible encontrar casas tradicionales. Son paravientos de hierbas acomodadas encima de un armazón de ocotillo, doblados y amarrados, los cuales forman una especie de túnel. Sirven para una sola familia y son adecuados para una vida nómada. En los poblados, las casas son mayoritariamente de block, concreto y techo de lona o asbesto, aunque es posible todavía encontrar algunas viviendas de madera, adobe o ambos con techos de lámina de cartón. Por lo general constan de cocina, comedor, baño y uno o dos dormitorios.

Este tipo de vivienda fue promovido y apoyado por el gobierno federal y estatal entre 1974 y 1984, y 1984, pero debido al tipo de materiales empleados en la construcción y a su orientación física, son calurosas en verano y frías en invierno, por lo que de ninguna manera pueden considerarse adecuadas para las condiciones climáticas y culturales del grupo. Por ello, la mayor parte del tiempo las familias seris continúan viviendo y trabajando en las enramadas construidas en los patios o directamente en la playa.

Artesanías

El trabajo artesanal consiste actualmente en el tallado en madera de palo fierro, el tejido de coritas (canastos) y la elaboración de collares. El tallado de palo fierro fue iniciado, según se cuenta, en 1964 por don José Astorga Encinas, en un momento crítico para la tribu, la cual necesitaba ingresos monetarios para sobrevivir.

La elaboración de las coritas es una actividad que se practica desde la época prehispánica. Sus formas tradicionales son globulares o extendidas; su producción es muy laboriosa, ya que exige una gran inversión de tiempo, que varía entre un mes, si es pequeña (20 ´ 20 cm), hasta uno o dos años si es muy grande (1.5 ´ 1.5 m). Cuando se termina una de estas piezas se hace una ceremonia especial. Debido al elevado costo de las coritas, en especial las grandes, son compradas principalmente por extranjeros.

Los collares, de variados e innovadores diseños, se elaboran con caracoles, conchas, vértebras de víbora de cascabel y de pescado, semillas y, últimamente, también con chaquira. Es un trabajo artesanal que, al igual que los otros, ocupa un tiempo más o menos constante entre las mujeres, si bien se obtiene de él menos ingresos que con las coritas o las figuras de palo fierro. No obstante precisamente por su bajo precio, tiene un mayor mercado en el resto del país.

Territorio, ecología y reproducción social

El territorio actual de los konkaak tiene una superficie total de 211 000 ha, de las cuales 91 000 fueron dotadas por la vía ejidal y 120 000 por vía de dotación comunal. Por la extensión territorial con la que han sido dotados y por el poco número de miembros de la tribu, los seris, junto con los lacandones, pueden ser considerados como los indígenas con mayor posesión de tierras en el país. Sin embargo, en el caso de los seris, las difíciles condiciones ecológicas de su hábitat hacen muy difícil su aprovechamiento. En general, la superficie de su territorio es plana, salvo algunas elevaciones, como la sierra Seri en la costa y la sierra Konkaak en la isla Tiburón, con 1 218 m sobre el nivel del mar.

Los suelos son por lo general delgados, en algunas partes hasta con un 80% de pedregosidad, y, aun cuando hay áreas con dunas, éstas son pobres en nitrógeno y materia orgánica. Por su textura, los suelos son de tipo francoarenoso y arenoso en los valles. Por sus características permeables no cuentan con ríos, lagos o corrientes importantes, salvo el río de San Ignacio, que nace en la sierra cercana y desemboca cerca de Desemboque, pero que es temporal y de poco caudal. La isla Tiburón está provista de cinco aguajes que no son suficientes para sostener a la población seri. Los flujos hidráulicos subterráneos que pudieran llegar a la altura de Punta Chueca son previamente explotados por los colonos de la costa de Hermosillo mediante pozos profundos y captaciones de la presa Adalberto Rodríguez.

En esta región, el clima es caluroso con precipitaciones pluviales de 75 a 200 mm por año; el principal tipo de clima es sumamente seco o desértico. Es posible registrar temperaturas mínimas de 8.5°C bajo cero en los meses de diciembre a febrero y de 49.5°C entre los meses de junio y agosto. Con tales características, el desarrollo de la agricultura ha sido hasta ahora imposible y aun la ganadería se ha topado con dificultades, pues el índice de agostadero es de 50 a 60 ha por cabeza de ganado y sin manantiales o pozos de agua. Por tanto, la principal fuente de aprovechamiento de sus recursos sigue siendo los casi 100 km de litoral que poseen para su uso exclusivo. Pese a la aridez del desierto que habitan, los seris aprovechan la flora y la fauna de la zona. Así, la pesca, junto con el tallado de palo fierro y la elaboración de coritas y collares, son las principales fuentes de ingresos para la familia seri. La pesca comercial es redituable sólo de los meses de septiembre a mayo, lo cual se complementa con la venta de artesanías. La pesca de autoconsumo que se realiza durante todo el año se complementa con la caza y la recolección de otras especies alimenticias, con el fin de mejorar eventualmente la dieta. Sin embargo, el territorio seri, actualmente muy rico en recursos pesqueros y con gran potencial turístico, ha sido invadido en algunas partes por población no indígena.

Los seris no acostumbran salir de su territorio en busca de trabajo, y aun dentro de él, difícilmente aceptan contratarse como asalariados; nunca han aceptado la existencia de un patrón, un contrato por horario y la asignación de tareas preestablecidas y definidas por otros.

Mayas de la Península de Yucatán

Del nombre

El nombre del grupo mayense conocido como maya yucateco, probablemente se deriva de maya'o mayab; el término maya' se refiere al nombre del territorio, y se da a una serie de palabras afines como maya'wiinik: hombre de Yucatán, maya' xiiblal, maya'xch'uupal, maya't'aan: varón, mujer y lengua de Yucatán, respectivamente.

Otro posible significado de la palabra maya' sería ma'ya'ab: poco, no mucho; esto es, el lugar donde había poca gente o de gente escogida. Puede ser también una derivación de la expresión: ma'yaan ja', "no hay agua" o "lugar donde no abunda el agua". Incluso podría derivarse etimológicamente de máay ja': sitio o lugar donde se sedimenta o asienta el agua, donde existen cenotes en cuyo fondo se sedimenta el agua filtrada, pues máay significa polvo fino.

Localización

Los mayas de la península se localizan en los estados de Quintana Roo, Campeche y Yucatán.

Lengua

De acuerdo con la clasificación lingüística, el maya pertenece al grupo maya-totonaco que ha gozado de un desarrollo literario, especialmente durante la época de la denominada Guerra de Castas en la segunda mitad del siglo XIX, cuando los documentos oficiales eran escritos en maya.

Esta lengua es hablada por los nativos peninsulares y por una gran parte de la población mestiza que la utiliza como un elemento de interacción en sus relaciones sociales. Las zonas agrícolas maiceras presentan los porcentajes más altos de población monolingüe de maya.

Las mujeres emplean más la lengua maya que los hombres, y las nuevas generaciones hablan más el español que el maya, pues este idioma es relegado al ámbito doméstico.

Salud

Los mayas consideran que las enfermedades pueden ser de origen natural o provocadas por hechizos, envidias, o por seres sobrenaturales. Las enfermedades naturales o lu'um kaabil se deben a la constitución misma de la persona; las sobrenaturales ik'naal (viento) pueden ser provocados por "la pérdida del alma", los "malos aires", el "mal de ojo", la brujería o el desequilibrio entre los alimentos considerados como "fríos" o "calientes".

Los mayas acuden preferentemente con curanderos, y algunos de ellos tienen conocimientos de acupuntura; las comadronas atienden los partos de indígenas y mestizas.

Con los términos de j-meen (el que hace porque sabe) o de yum k'in (el señor del culto solar) se designa a los especialistas; los más reconocidos son los "yerbateros" o curanderos (ts'a ts'aak); los médicos diagnosticadores que indican qué "mal viento" o "aire" causó la enfermedad, y en ocasiones curan al enfermo; los yoot'o'ob, masajistas que expulsan la enfermedad provocada por "vientos" o "aires" que se alojan en los músculos y tendones; y el utskinaj bak (huesero). El nojoch aj k'aansaj o "gran maestro" aconseja en caso de conflictos personales y dirige varios rituales; los j-meeno'ob o santiguadores que con sus rituales neutralizan las fuerzas naturales, y sobrenaturales, que causan el "viento de agua" del mediodía, que sopla del poniente o chik'in'ik.

Vivienda

Las casas de los mayas peninsulares son de planta absidal, redondeada en los dos extremos, con paredes de varas entretejidas (bajareque), techos de dos aguas de hojas de guano, palma o zacate, sobre una base de tierra apisonada (buk'tun). En estas construcciones se emplean bejucos para las ligaduras en lugar de clavos.

En la construcción de la vivienda participan los varones de la familia, y en ocasiones reciben ayuda de parientes y amigos. En los poblados grandes existen técnicos especializados, que trabajan en "cuadrillas" y perciben un salario.

El mobiliario es sumamente sencillo en los lugares más apartados, mientras que en los poblados mayores se multiplica con enseres y muebles modernos. Se compone generalmente de sillas de madera con asientos de cuero, bancos de tronco, una mesa, hamacas de hilo de henequén o de algodón; petacas de palma, cestos de bejuco para las semillas y para la ropa, roperos, baúles y máquinas de coser. En la cocina tradicional está un fogón (k'oben) y diversos utensilios, algunos tienen estufas de gas.

Artesanías

Los mayas de la península elaboran múltiples artesanías, empleadas para la decoración, el uso doméstico, el ritual y el suntuario. La cerámica artesanal se compone de escudillas, tazas o "apastes", cántaros o tinajas, comales, ollas y juguetes de barro.

La más antigua técnica de cerámica es el modelado a mano y cocido a ras del suelo en hornos cerrados hechos de mampostería y paredes de tierra, arcilla y piedra. Ticul, Mana, Akil, Maxcanú y Uayma (en Yucatán) y Tepakán (en Campeche), producen artículos de barro.

Respecto a los textiles aún se utiliza en el oriente de Yucatán un pequeño telar en el que se elaboran flecos para orillar las servilletas. Los bordados, ya sean a mano o en máquina de coser se producen en toda la península. Además, se tejen hamacas con fibra de henequén.

En algunas localidades de Yucatán y Campeche -como Mérida, Ticul, Tekax, Valladolid, Calkiní, Campeche y el Puerto de Campeche-, se practica la orfebrería, utilizando las técnicas del fundido del metal y el laminado; con esta técnica hacen rosarios y pulseras de filigrana de oro y coral. En Campeche, Progreso y Mérida, se hacen artículos de concha de abulón, de coral negro y de caparazón de tortugas de carey.

La talabartería se practica en Mérida, Umán, Espita, Valladolid, Ticul, Tekax, Motul, Mérida, Sotuta, Maxcanú; en la ciudad de Campeche fabrican alpargatas, bolsas, carteras, cigarreras, valijas y portafolios, que se comercializan en toda la península y en el sureste mexicano.

En Ticul y Halachó, Yucatán; Becal y Nunkiní, Campeche; y en la "zona maya" quintanarroense se manufacturan sombreros, cestas, canastas, bolsas y petates con hojas de palma de guano y de jipi; manteles, bolsas y servilletas de henequén y artículos hechos a base de bejuco y carrizo. En Dzityá, Tixhualatun y Muna trabajan la piedra labrada.

Tarahumaras - Rarámuri

Del nombre

Los tarahumaras se llaman a sí mismos Rarámuri, que significa corredores a pie; proviene de las raíces: rara (pie) y muri (correr). Para ellos es sinónimo de las personas o los humanos. A los mestizos en general se les designa con el término chabochi, que significa los que tienen barbas, y a los que conviven con ellos y comparten su cultura, les llaman napurega rarámuri.

Localización

Habitan la parte de la Sierra Madre Occidental que atraviesa el estado de Chihuahua y el suroeste de Durango y Sonora. Comparten este territorio con los tepehuanes, pimas, guarojíos y mestizos. De los grupos originarios de la región es el más numeroso y habita un espacio más amplio que los demás, por lo que a su territorio también se le denomina sierra Tarahumara.

La sierra Tarahumara está formada por elevadas montañas que alcanzan de 2 000 a 3 000 msnm y profundas barrancas. Se le ha dividido geográficamente en Alta y Baja Tarahumara. Este grupo vive de manera dispersa en rancherías y pueblos en los municipios de Guadalupe y Calvo, Morelos, Balleza, Guachochi, Batopilas, Urique, Guazaparez, Moris, Uruachi, Chínipas, Maguarichi, Bocoyna, Nonoava, Carichí, Ocampo, Guerrero y Temósachi.

Lengua

La lengua tarahumara forma parte de la familia yuto-azteca, que se extiende desde Utah en los Estados Unidos hasta Centroamérica y está considerada junto con el concho y el guarojío dentro del subgrupo cahíta-ópata-tarahumara, emparentado con el subgrupo pima-tepehuano y el cora-huichol.

La diversidad de lenguas yuto-aztecas que se hablan en el noroeste de México puede ser indicativa de que los hablantes de estas lenguas han ocupado el territorio por miles de años.

Existen diferencias dialectales en la lengua tarahumara que, sin llegar a ser muy profundas, provocan una cierta inteligibilidad entre todos los hablantes de tarahumara.

Salud

Desde la perspectiva de este grupo, la salud refleja la calidad de las relaciones del individuo con otros seres del universo, pues el que sean protegidos o dañados por ellos, depende de la interacción del hombre con los seres sobrenaturales.

Los tarahumaras consideran que el ser humano se compone de un cuerpo y de una o más almas. El cuerpo está constituido por sapá (partes carnosas o músculos), ochí (huesos) y lá (sangre), animados por una o más almas. Las enfermedades más serias son aquellas que pueden causar la pérdida definitiva de las almas y que suelen ser provocadas por algún hechicero o por la ingestión de las plantas jícuri o bakánowi.

Los trastornos comunes son tratados a nivel doméstico, en tanto que las enfermedades más serias requieren de la atención de un especialista. Entre estos últimos encontramos al sipáame o raspador, quien cura por medio de la raspa del jícuri y el bakánow; el owirúame que cura por succión; el onéame que sana a través de los sueños; y el wanáame quien también succiona el mal.

El médico rarámuri es respetado e incluso temido ya que puede utilizar su poder para hacer daño o para curar. Establece una relación de reciprocidad con sus pacientes; él debe cuidar de la salud de éstos, a cambio de lo cual obtendrá prestigio y obsequios materiales, ya sea dinero, alimentos o animales.

Vivienda

Los tarahumaras habitan en ranchos; su vivienda consiste en una casa-habitación, un granero y un corral de madera. Las casas se construyen con madera, adobe, cantera o piedra, dependiendo del material que haya en la región. Lo más común es encontrar viviendas hechas de troncos de pino dispuestos de manera horizontal, uno sobre otro, con techo de canoa o de vigas de dos aguas; los troncos son ensamblados en las esquinas y las rendijas son tapadas con una mezcla de lodo.

Generalmente la vivienda consta de un solo cuarto pero también las hay de dos o más. El mobiliario consiste en una estufa o calentón hecho de lámina, el metate, utensilios de cocina, una estructura de madera que sirve de cama y cobijas. La vivienda se utiliza para guarecerse del frío o la lluvia, pero es muy común que la gente duerma y cocine a la intemperie.

Para construir una casa generalmente se organiza una tesgüinada.

Artesanías

Los tarahumaras fabrican objetos para satisfacer las necesidades de la familia, tanto para el uso cotidiano como para las ceremonias y rituales. La producción de estos objetos está dirigida primeramente al autoconsumo y el excedente se comercializa.

Las mujeres hacen ollas de barro, cajetes, platos, vasos, tazas y jarros; en algunos lugares también usan la palma y palmilla para tejer canastas de diversos tamaños.

Los hombres fabrican violines, bolas, arcos y tambores, bateas, cucharas y tallan figuras con madera. Unos y otros tejen cobijas y fajas de lana con figuras geométricas.

La artesanía producida se vende en Creel, Carichí, Batopilas, Guachochi y Bocoyna. Algunos forasteros se acercan a los pueblos para comprar artesanía y exportarla.

Territorio, ecología y reproducción social

La sierra Tarahumara es escabrosa y quebrada, con bruscos desniveles entre elevadas montañas y profundas barrancas. Estas dos situaciones constituyen dos zonas ecológicas distintas.

En las partes altas de la sierra los suelos son generalmente muy delgados y están cubiertos de bosques de coníferas. En cuanto estos terrenos son abiertos para el cultivo, la materia orgánica se pierde en poco tiempo, dejando los suelos en condiciones de baja fertilidad. La explotación forestal de la sierra ha provocado la tala inmoderada de los bosques con la consecuente desaparición de algunas especies de la flora y la fauna de la región, y ha desequilibrado visiblemente la ecología de ciertas áreas.

Las tierras susceptibles de cultivo se localizan en pequeñas laderas y mesetas, donde las labores agrícolas se desarrollan en los meses de clima benigno pues las bajas temperaturas, en algunos casos, menores a los -100C, se presentan de octubre a marzo.

Los pinares se ven acompañados por encinos, álamos, fresnos, robles, táscate, manzanilla y algunas variedades de plantas desérticas como el nopal, el cactus de bola y la yuca. Con relación a la fauna encontramos el gato montés, el coyote, el lobo, el zorro, el zorrillo, la ardilla, el ratón, el topo, el águila, el zopilote, la codorniz, y el pavo salvaje. En peligro de extinción se encuentra el puma, el ocelote, el oso gris y el venado cola blanca.

El descenso de las montañas a la zona de barrancas conduce a calores sofocantes desde los meses de abril a septiembre, que alcanzan temperaturas hasta de 500C. Encontramos aquí maguey, palmilla pitahaya y sótol, y árboles de frutas tropicales como mango, papaya, naranja, limón y aguacate.

Los principales ríos que irrigan la zona son afluentes del Fuerte, El Tutuaca, El Papigochi y El Mayo.

Para los tarahumaras la principal actividad para su subsistencia es el cultivo del maíz. Alrededor de él se organiza la mayor parte de su vida cotidiana y ceremonial. Las tierras de cultivo se hallan dispersas en pequeñas mesetas y laderas, lo que influye en la dispersión de los asentamientos que se organizan en rancherías. La fragilidad del suelo sólo permite el trabajo agrícola con instrumentos manuales y de tracción animal. Se utiliza el estiércol de ganado caprino y vacuno para la fertilización de los campos, aunque en algunos lugares se depende de los fertilizantes químicos. Aunque existe un rango de variabilidad, se calcula que la siembra de diez litros de maíz son suficientes para cubrir los requerimientos de una familia. Ésta es la encargada de realizar las labores agrícolas y en caso necesario es apoyada por familias de las rancherías vecinas que son invitadas a una tesgüinada donde se bebe tesgüino, que se prepara con maíz fermentado y se ofrece a quienes ayudan en el trabajo. Las tesgüinadas son ocasiones de convivencia social y a través de ellas se crean y reproducen lazos de reciprocidad. El trabajo agrícola no es sólo una actividad estrictamente económica, sino que involucra también a la organización y a la religiosidad tarahumara.

La cría y el cuidado del ganado es también una actividad importante sobre todo en los municipios de Balleza, Carichí y Nonoava. Para el tarahumara la posesión de animales: vacas, caballos, cabras, borregos o gallinas, es un símbolo de riqueza. Complementan su economía con la venta de artesanías a turistas, el empleo asalariado en los aserraderos o centros de población más cercanos, así como la migración en busca de empleo a los estados de Sonora, Sinaloa y Durango.

El narcotráfico es una actividad que tiene un importante lugar en ciertas áreas de la sierra y que influye en la reproducción social y cultural de los tarahumaras, pues además de que ha propiciado el despojo de sus tierras y de las de otros grupos como los tepehuanos, los guarojíos y los o'oba, ha significado la violencia y el abuso del poder tanto por parte de los narcotraficantes como de quienes los combaten.

En cuanto a la migración permanente, existen más de 35 asentamientos de tarahumaras en las áreas marginales de la ciudad de Chihuahua. En este espacio urbano, reproducen buena parte de su cultura, pero sus asentamientos carecen de la mayor parte de los servicios.

Tepehuanes del Norte – Ódami

Del nombre

Los tepehuanes actualmente están constituidos en dos grupos, los tepehuanes del norte, que habitan en la región sur del estado de Chihuahua, y los tepehuanes del sur, que se localizan en los estados de Durango, Nayarit y Jalisco. Aquí nos referiremos a los ódami de Chihuahua que habitan principalmente en el municipio de Guadalupe y Calvo y en menor número en el municipio de Guachochi.

Tepehuano quiere decir entonces "gente de las montañas". Utilizan el término obhai para referirse a los mestizos o extranjeros.

Localización

En el estado de Chihuahua, la gran mayoría vive en el municipio de Guadalupe y Calvo. Los principales asentamientos son Nabogame, Llano Grande, Barbechitos, El Venadito y Baborigame.

El municipio de Guadalupe y Calvo se ubica en la Sierra Madre Occidental, limita al sureste con el estado de Durango, al oeste con Sinaloa, al norte colinda con los municipios de Morelos y Guachochi y con Balleza al noreste.

Lengua

El idioma de los ódami pertenece al tronco lingüístico yuto-azteca o yuto-náhuatl. En Chihuahua este idioma presenta por lo menos tres variantes dialectales, aunque todos los hablantes se entienden entre sí. En la actualidad el idioma ódami, al igual que el resto de las lenguas indígenas, ha estado sometido a la presión y competencia del español.

Salud

Para los miembros de este grupo, estar sano significa tener fuerza para vivir y para trabajar. La idea de la salud también está relacionada con el hecho de tener dentro del cuerpo todas las almas. La enfermedad, la pérdida de la fuerza, sobreviene cuando una persona ha perdido alguna alma. Los ódami consideran que Dios les dio tres almas a los hombres y cuatro a las mujeres, que son las que dan vida a las personas. Si las almas abandonan el cuerpo de manera definitiva, la persona muere.

Cuando una persona se enferma es común que solicite los servicios de un médico tradicional, matïkamï, quien no sólo atiende al enfermo sino a toda la familia. El matïkamï diagnostica si el paciente está enfermo a causa de un hechizo intencional, o bien si su enfermedad es de carácter natural. Cuando el médico tradicional ha diagnosticado una enfermedad de tipo natural trata a su paciente con plantas medicinales. Estos médicos conocen por lo menos 47 familias de plantas medicinales.

Otra alternativa de salud para la población ódami es la medicina alópata, que se practica en clínicas rurales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), instaladas en la región a partir de la década de los setenta.

Vivienda

La vivienda ódami está formada por una construcción destinada a la habitación, una parcela de tierra de una o dos hectáreas de extensión, un huerto de hortalizas y corrales para animales. Para construir su casa el ódami solicita ayuda, para lo cual organiza una tesgüinada durante la jornada en que se construye la casa.

Las viviendas constan de una sola habitación que sirve de cocina y dormitorio. En las cumbres, las casas se construyen con troncos de madera rolliza entrecruzada en las esquinas. Los techos son un tejaban de tableta de pinos que permanece impermeable de diez a 15 años.

En los barrancos, las paredes se construyen con una mezcla de piedra y de lodo, sostenidas por dos horcones y una viga transversal, el techo es de dos aguas, a veces de palma o bien, de tableta, un lado del techo no llega a juntarse con la pared para permitir una adecuada ventilación en el interior. Algunas viviendas carecen de una pared, lo cual es muy funcional debido al calor intenso en el verano barranqueño, y porque el humo de la lumbre empleada para la elaboración de alimentos escapa con mayor facilidad.

La innovación más importante en la construcción de casas en los últimos años es quizá la sustitución de los grandes troncos por tablas más endebles de desperdicio de los aserraderos.

Artesanías

Lo que se podría considerar como artesanías de los ódami son objetos de uso doméstico y cotidiano. Estos productos son elaborados con materiales que obtienen de su ambiente. Por ejemplo los bules y jicaras, recipientes utilizados para transportar líquidos, son fabricados con el fruto de una planta. Con madera de madroño se hacen cucharas y bateas. Con barro se elabora una gran variedad de ollas y de platos, y generalmente la mujer es la que trabaja la cerámica. Sus instrumentos musicales también los hacen ellos mismos, como violines, sonajas de madera y flautas de carrizo.

Tepehuanes del Sur - O'dam

Del nombre

El nombre de tepehuanes, tepehuanos o tepehuán es sin duda de origen náhuatl, derivado de tépetl, cerro y huan, partícula posesiva; es decir, "dueño de cerros". Otra interpretación señala que el término tepehuani significa "conquistador o vencedor en batalla".

Los tepehuanes se llaman a sí mismos o'dam, "los que habitan". Se les nombra tepehuanes del sur para distinguirlos de los tepehuanes del norte que viven en el estado de Chihuahua, quienes están más emparentados en muchos sentidos con los tarahumaras.

Localización

Los o'dam habitan principalmente en el extremo sur del estado de Durango, región que forma una media luna que alcanza a tocar los estados de Nayarit y Zacatecas. Sus asentamientos se ubican entre los 2000 msnm en la montaña, hasta los 400 m sobre el nivel del mar, en las barrancas; se encuentran dispersos y en número no exceden los mil habitantes. La mayoría de los tepehuanes forman parte de siete comunidades ancestrales que administran la tierra bajo el régimen de propiedad comunal: San Bernardino Milpillas Chico y San Francisco de Lajas en Pueblo Nuevo, Durango, María Magdalena Taxicaringa, Santiago Teneraca, San Francisco Ocotán y Santa María Ocotán en Mezquital, Durango, San Andrés Milpillas Grande en Huajícori, Nayarit.

Lengua

El idioma de los o'dam pertenece al tronco yuto-azteca en su rama primaria. Dentro de la misma lengua tepehuana hay diferencias dialectales (de fonética y léxico) entre los que viven en el Mezquital y Pueblo Nuevo, lo que no impide la mutua inteligibilidad. Es frecuente encontrar casos de trilingüismo, sobre todo en las zonas interétnicas donde algunos aprenden otra lengua indígena, ya sea por el trato frecuente o por la unión matrimonial de hablantes de diferentes lenguas.

Salud

A pesar de que existen médicos tradicionales, sólo se recurre a ellos en caso de gravedad, dado el alto costo de sus curaciones. Una simple limpia puede costarle al paciente un cerdo (o su equivalente en dinero), y una curación prolongada hasta una res, siempre y cuando el enfermo sane. Esta situación obliga a que se practique en familia una terapia muy rudimentaria, que consiste, por ejemplo, en ayunos o búsqueda de calor durmiendo junto al fuego; o bien siguiendo los consejos que se dan unos a otros en la utilización de remedios naturales y medicina alópata que se consigue en las misceláneas. El curandero utiliza una variedad de métodos con el fin de sanar al paciente, como sobar calentando sus manos, chupar sangre mala con tubos de carrizo, limpias con plumas de águila o gavilán, bocanadas de humo de tabaco macuche acompañadas de una petición a la deidad intercesora, o chupando de la frente los objetos que atacan al paciente; esta terapia se sigue también para las enfermedades que envían los muertos a los familiares que no cumplen con sus obligaciones rituales. Las mejores horas para curar son el amanecer y el mediodía para los vivos y durante la noche para despedir el alma de los muertos. Cualquier curación tiene mucha mayor eficacia si se practica durante el mitote.

Las enfermedades más frecuentes son las gastrointestinales y las infecciones en vías respiratorias ocasionadas por un alto índice de desnutrición. También se necesita con frecuencia suero contra el piquete de alacrán.

Vivienda

Los tepehuanes llegan a tener dos o más casas. La principal se construye en una ranchería cercana a la familia del hombre. La misma familia puede tener también una casa en la comunidad para asistir a fiestas o asambleas. Otro tipo de residencia es la que instala una pareja junto con sus hijos en el lugar donde trabajan la milpa. Alternan, pues, la convivencia de varias familias con el aislamiento en sus rancherías dispersas; esto obedece a sus necesidades productivas y de participación ritual.

Es un patrón regular que cada pareja tenga su cuarto y comparta una cocina común aparte. Acompañan a esta distribución ancestral un carretón o troje, y corrales o chiqueros para los animales.

Los materiales de construcción son diversos. Predominan las casas de madera (tablas o troncos); siguen las de adobe, las de piedra con lodo y, en los pueblos, las construcciones de concreto. Los techos de lámina y cartón son más comunes que los cada vez más escasos de bajareque y paja. Los techos son de dos aguas. Como característica particular puede observarse que las habitaciones se levantan a medio metro del piso y se limpia su contorno para impedir la entrada de alacranes y otros animales.

Artesanías

Los artículos de mayor demanda en el exterior, por su rica decoración, son los morrales de estambre (de telar o punto de cruz) y las redes (de ixtle o cordón plástico). Otros productos solicitados son los sombreros de soyate decorados también con estambre, los equipales y bancos, las pipas de carrizo y las ollas, comales y platos de barro crudo sin decoración.

Hacen muñecos y animalitos rústicos con barro para jugar, además de carritos de madera de hasta un metro de largo. Se hace una que otra máscara de madera sin pintar para las fiestas. Sin embargo, no se ha dado una comercialización sistemática de estos productos.

Tlapanecos - Me´Phaa

Del nombre

Aunque han sido conocidos como tlapanecos, ellos se llaman a sí mismos Me'phaa, que deriva de la lengua tlapaneca mbo A phaa, "el que es habitante de Tlapa". Desde 1985, el magisterio bilingüe, junto con las comunidades, empezaron un proceso de reivindicación de su lengua y su grupo, que promueve el desconocimiento de la palabra "tlapaneco", puesto que es una designación azteca y tiene una connotación peyorativa: "el que está pintado (de la cara)", lo que significa para los me'phaa: "tener la cara sucia". Como parte de este proceso de reivindicación, en 1991-1993 se realizaron tres Foros de Expresión en los municipios de Zapotitlán y Tlacoapa. Desde 1997 se ha iniciado una serie de congresos en los trece municipios de la Costa y Montaña de Guerrero, con más de 230 comunidades participantes y un poco más de 460 autoridades representativas.

Localización

La región me'phaa se localiza entre la vertiente de la Sierra Madre del Sur y la costa del estado de Guerrero. La población me'phaa se ubica, en su mayoría, en los distritos de Morelos y Montaña, principalmente en los municipios de Acatepec, Atlixtac, Malinaltepec, Tlacoapa, San Luis Acatlán y Zapotitlán Tablas y, en menor concentración, en Atlamajalcingo del Monte, Metlatonoc, Tlapa, Quechultenango, Ayutla, Azoyú y Acapulco.

Lengua

El me'phaa es una lengua tonal, lo cual quiere decir que una misma palabra cambia de significado según el tono en que se pronuncie. Pertenece al tronco lingüístico otomangue y a la subfamilia subtiaba-tlapaneco. Tiene siete variantes dialectales en el país, además del dialecto subtiaba, que se hablaba en Nicaragua.

Salud

Para los me'phaa, la mayoría de las enfermedades tienen su origen en la violación de ciertas leyes que regulan la coexistencia del hombre con la naturaleza. Para el tratamiento de las enfermedades realizan prácticas médicas tradicionales mediante el uso de plantas propias de la región. Dichas prácticas también incluyen a rezanderos, parteras y hueseros. Una figura importante dentro de estos especialistas es el méso o curandero. Para los me'phaa la enfermedad está relacionada con sus síntomas; así, según su propia expresión, las dolencias más comunes, luego de la desnutrición, son la diarrea, el dolor de estómago y "el hinchazón".

Vivienda

No hay un tipo característico de vivienda. Los materiales utilizados, la distribución y la forma varían de una región a otra, ya que el me'phaa tiene normalmente dos casas: una en el centro de la comunidad y otra en la ranchería en donde tiene sus terrenos de cultivo, donde vive la mayor parte del tiempo.

En la vivienda original, las paredes y el techo estaban hechos de tejamanil. La mayoría constaba de un solo cuarto y carecía de ventanas y de escape del humo del fogón, lo que permitía mantener alejados a los insectos.

Actualmente, las casas de la comunidad se hacen por lo regular de adobe con techo de teja, lámina de cartón o asbesto. El fogón, compuesto de tres piedras redondas, se ubica en el centro de la habitación.

La residencia es fundamentalmente patrilocal, es decir, se ubica en la comunidad de origen del esposo, aunque a veces las autoridades del pueblo de la novia pueden obligar al esposo a avecindarse en la de ella, para lo cual la familia contribuye en la construcción de la casa una vez que los contrayentes se independizan del suegro.

Artesanías

La producción artesanal varia según la región. Los me'phaa de Acatepec, Malinaltepec, Tlacoapa y Zapotitlán Tablas elaboran con su familia gabanes de lana de borrego; las familias de Huitzapula, municipio de Atlixtac, hacen ollas y comales de barro, y los que conviven con los mixtecos de Atlamajalcingo del Monte, Metlatónoc y Tlapa tejen sombreros y sopladores de palma.

Tojolabales - Tojolwinik'otik

Del nombre

Los tojolabales forman parte de los grupos mayences. Se llaman a sí mismos Tojolwinik'otik, "hombres legítimos o verdaderos". Son conocidos por el nombre del idioma que hablan: tojolabal, que viene de las raíces tojol: "legítimo" y ab'al: "palabra".

Localización

Los tojolabales habitan en el estado de Chiapas, principalmente en el municipio de Las Margaritas, aunque existen importantes núcleos poblacionales en los de Altamirano, Comitán, Independencia y La Trinitaria.

Lengua

El tojolabal forma parte de los idiomas mayenses o mayances, y muestra una estrecha vecindad con el chuj, hablado en el área de los cuchumatanes, Guatemala. La población tojolabal monolingüe es reducida, pues casi todos han recibido algún tipo de instrucción en español, o bien, debido a la interacción con los mestizos que impone el uso de esta misma lengua.

La lengua materna es la dominante en los asuntos domésticos, intra e interfamiliares, aunque para aquellos que aspiran a ser autoridad de la comunidad es condición indispensable el uso más o menos fluido del español.

Salud

Para los tojolabales, la relación salud-enfermedad está asociada con el mantenimiento del equilibrio de las fuerzas de la naturaleza. Cuando éste se rompe existen mecanismos para restaurarlo a cargo de especialistas de la comunidad. Se cree que los curanderos locales poseen un animal-compañero y el don de curar. Entre ellos se cuentan al ajnanum o "herbolario", el pitachik' o "pulsador" y la me'xep o "partera".

Vivienda

Las viviendas tojolabales son de planta rectangular; los materiales de construcción varían dependiendo del área ecológica en que se encuentra la comunidad. Los pisos generalmente son de tierra. El menaje se compone de una o dos sillas para los visitantes, una mesa pequeña y baja para servir los alimentos, una mesa-altar, algún cofre para guardar ropa y pequeños bancos. En el "sitio" se encuentra el gallinero, el chiquero, el troje, el corral y el temascal.

La vivienda se construye con base en la ayuda mutua recurriendo a parientes, compadres o vecinos. Terminada la construcción se hace una ceremonia llamada k'a och nich mal naj, "que entren las flores a la casa".

Artesanías

Para complementar sus ingresos, en algunas comunidades tojolabales se producen ocasionalmente artesanías como blusas bordadas, cerámica y productos de jarciería.

Totonacas – Totonacatl

Del nombre

De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Náhuatl o Mexicana, el término totonaca es el plural detotonacatl y se refiere a los habitantes de la provincia de Totonacapan. Algunos autores han señalado que el término "totonaco" significa "hombre de tierra caliente".

En la lengua totonaca este vocablo se compone por los términos tu'tu o a'ktu'tu referente al número "tres" y nacu' que significa "corazón". Los totonacas emplean este término en el sentido de que Cempoala, Tajín y el Castillo de Teayo son los tres centros representativos del grupo; los tres centros o tres corazones de su cultura.

Localización

Los totonacas habitan a lo largo de la planicie costera del estado de Veracruz y en la sierra norte de Puebla, donde predomina un paisaje montañoso.

En el estado de Puebla los municipios que tienen un número importante de hablantes de esta lengua son Ahuacatlán, Amixtlán, Camocuautla, Caxhuacán, Coatepec, Galeana, Huehuetla, Huauchinango, Hueytlalpan, Ignacio Allende, lxtepec, Jalpan, Jopala, Jonotla, Olintla, Pantepec, San Felipe Tepatlán, Tepango, Tepetzintla, Tlacuilotepec, Tuzamapán de Galeana, Zacatlán, Zapotitlán, Zihuateutla, Zongozotla, Zoquiapan y la capital del estado. En Veracruz, los municipios que destacan por su densidad de hablantes de totonaco son: Cazones, Coahuitlán, Coatzintla, Coxquihui, Coyutla, Chumatlán, Espinal, Filomeno Mata, Mecatlán, Gutiérrez Zamora, Papantla, Tecolutla, Tlahuatlán y Zozocolco.

Lengua

El idioma totonaco y el tepehua pertenecen a la familia totonacana, y son parte del tronco macro-maya. El censo de 1990 registró 207 876 hablantes de esta lengua; la mayoría de ellos reside en Puebla y en Veracruz, además en el Estado de México, Distrito Federal, Quintana Roo, Tlaxcala, Tamaulipas, Campeche, Hidalgo y en menor proporción en Jalisco.

Salud

Sus médicos tradicionales son parteras, curanderos y brujos indígenas o mestizos. Las parteras auxilian a las mujeres durante la gestación y el parto; proporcionan cuidados especiales a la madre e hijo mediante baños de temazcal y plantas medicinales. Ellas creen en la influencia de la luna sobre las mujeres y en la dicotomía de lo frío y lo caliente; algunas utilizan fármacos alópatas.

El curandero totonaco conoce el uso de las plantas medicinales para aliviar los males físicos y mentales, cura el cuerpo y el alma. Recurren a sus servicios tanto indígenas como mestizos; cura a hombres y a animales. Cobra por sus servicios según la enfermedad y la seriedad del caso; adquiere su oficio por las enseñanzas de un especialista. A veces sufren la persecución de las autoridades municipales por recetar sin licencia médica.

El brujo posee poderes sobrenaturales que no tiene el curandero; conoce el uso de las plantas, sabe cómo hacer hechizos y maleficios. Ha obtenido su poder de fuentes sobrenaturales; puede hacer que una persona recobre la salud, la pierda y hasta causarle la muerte. Su maleficio sólo puede contrarrestarlo otro brujo más poderoso. Acusado de tener pacto con el demonio, sin embargo, suele ser un hombre religioso que se considera a sí mismo católico. En su casa tiene un altar con flores, figuras de santos, veladoras y figuras recortadas de papel amate, que representan a los seres sobrenaturales. Los brujos suelen ser consultados también por mestizos; ocupan una posición de poder, paralela al sistema de cargos y generalmente tienen una posición económica holgada.

Además de ellos, algunas religiosas católicas se encargaron de dispensarios médicos; misioneros protestantes atienden en sus templos; y los pentecosteses realizan "curaciones milagrosas" mediante oración.

Vivienda

En la zona de Papantla la casa totonaca es de planta rectangular o cuadrada, con techo de zacate, palma u hoja "misanteca". Las paredes son de varas colocadas verticalmente, algunas están recubiertas con lodo. La casa consta de una sola habitación empleada como cocina y dormitorio. En los solares crían aves de corral y tienen un temazcal para los baños de vapor; en algunas casas que producen miel cuelgan los panales en las paredes.

En la zona de Jalapa, la casa tiene un tapanco para almacenar maíz y para colgar las mazorcas que se emplearán como semillas. Las casas católicas cuentan con un altar en el que colocan imágenes religiosas. El uso de materiales industrializados para la construcción de casas va en aumento.

Artesanías

En general, las artesanías totonacas son para uso familiar y ceremonial. Se confecciona indumentaria tradicional que consiste en faja, blusa y quexquémitl; gran parte de ella se hace en telar de cintura, y sólo algunas veces con telas industrializadas; además, en el telar se elaboran servilletas, manteles y toallas. Los totonacas de Papantla utilizan el hilo de algodón o de acrilán, y tejen con la técnica de confitillo, cuyo terminado final queda con una textura afelpada. Además se fabrican cestos, vasijas, juguetes e incensarios de barro; máscaras de madera y ornamentos de palma.

Mayos – Yoremes

Del nombre

Según la tradición oral del grupo, la palabra mayo significa "la gente de la ribera". Los mayos se reconocen a sí mismos como Yoremes: "el pueblo que respeta la tradición"; en contraposición, al hombre blanco le llaman yori: "el que no respeta". A los indígenas que niegan sus raíces y compromisos comunitarios los conceptualizan como torocoyori: "el que traiciona", "el que niega la tradición".

Localización

La región mayo se localiza entre la parte norte del estado de Sinaloa y sur de Sonora. En Sinaloa sus comunidades se distribuyen en los municipios de El Fuerte, Choix, Guasave, Sinaloa de Leyva y Ahome. En el estado de Sonora los municipios de Álamos, Quiriego, Navojoa, Etchojoa y Huatabampo.

Debido a su proceso histórico, los mayos han tenido que compartir su territorio con mestizos. Prácticamente en todas las comunidades ambos grupos conviven y en algunas localidades los indígenas han sido desplazados por el otro grupo; los mayos viven preferentemente en comunidades donde se localizan sus centros ceremoniales como son: Júpare, Etchojoa, San Pedro, San Ignacio Cohuirimpo, Pueblo Viejo, Navojoa, Tesia, Camoa, Huatabampo y Conicárit en el estado de Sonora.

Como miembros de la familia cahita, se relacionaban anteriormente con los yaquis, ocoroni y guasave, estos dos últimos grupos ya desaparecidos; actualmente los mayos de Sonora se relacionan con los yaquis hacia el norte y al este (la sierra) con los guarijíos.

Lengua

La lengua mayo pertenece a la familia tara-cahita del tronco yuto-nahua y está emparentada con la lengua yaqui y guarijío, aunque cada una de las tres presenta variaciones dialectales.

La lengua dominante en la región es el español y la mayoría de los mayos la hablan. El monolingüismo, que es bastante bajo, se registra sobre todo entre niños pequeños y ancianos.

Existen una serie de causas que han contribuido a desplazar la lengua mayo como factor de identificación entre los yoremes: el capitalismo de la región, la presencia de los mestizos en la misma estructura productiva de los mayos, el ejido, y el desprestigio que representa para muchos hablar la lengua de sus abuelos, etcétera.

Salud

La salud de los mayos se atiende de tres maneras diferentes: por medio de las instituciones oficiales, en el hogar (medicina doméstica) y mediante especialistas tradicionales.

La medicina doméstica atiende males comunes. Se basa principalmente en el uso de infusiones como tés y agua de uso con diversas plantas y en ciertas prácticas con frotamientos y aplicaciones en el cuerpo. Se usan plantas que son de fácil alcance. Los males más comunes que se curan a través de estos remedios son el dolor de estómago, de muelas, de oído, empacho, fiebre y mollera, entre otras. Sus tratamientos son poco complejos y los realizan principalmente las madres de familia.

Los especialistas o curanderos se dedican a atender huesos, espanto, caída de mollera, empacho, "corrimiento", partos y se dice que hasta rabia. Sus conocimientos los adquieren por don divino, por enseñanza de algún pariente, mediante un sueño, etcétera. Utilizan rezos, rosarios, oraciones, agua bendita, frotamiento con huevo, sobadas, cataplasmas e infusiones, plantas, animales y algunos minerales. Los hay quienes se dedican a los huesos, sustos, partos, rabia, etcétera. En el estado de Sinaloa los curanderos mayos han demandado reconocimiento oficial sobre el ejercicio de su profesión.

Vivienda

Ésta se construye con diversos materiales: las hay de carrizo, corazón de pitahaya o sahuaro enjarrado de adobe. En algunas casas se utiliza techo con estructura de madera y carrizo con emplastes de tierra, de adobe enjarrado y encalado para evitar el salitre. Normalmente cada hogar cuenta con una enramada hecha de postes de mezquite y techada con carrizo, tule o palma según la región; existen también casas de "material" hechas con carrizos y bloque de concreto.

La vivienda no se adquiere por compra. Por lo regular las nuevas familias se asientan en los solares paternos. Algunas tienen como mínimo dos habitaciones, una de las cuales es utilizada como dormitorio y sitio de tareas y la otra para comedor y cocina. Un pequeño cuarto externo se habilita para bañarse y otro como retrete. Es generalizado el uso de estufa de gas e instalación eléctrica. En las viviendas mayo se suele encontrar una cruz hecha de mezquite que representa su fe y es, además, un elemento protector.

Triquis – Tinujei

Del nombre

El nominativo triqui es una deformación del vocablo driqui, de la lengua triqui, compuesto por dri, derivado de dre: "padre", y qui: "grande" o "superior". Al llegar los españoles a estos pueblos, al jefe del clan se le denominaba como señor supremo, que era la máxima autoridad de la comunidad. Los españoles llamaron a estos indígenas "triquis", término que degeneró en triqui. Dios y Jesús se denominan con el término Driqui.

Los triquis de Copala se llaman a sí mismos Tinujei que significa "hermano mío".

Localización

La región triqui comprende una zona baja, cuya cabecera es San Juan Copala, y una alta, con cabecera en San Andrés Chicahuaxtla.Entre la zona alta y la baja hay ciertas variaciones culturales, entre ellas la variación dialectal del triqui.

Los triquis se encuentran en el oeste de Oaxaca, en las localidades de San Andrés Chicahuaxtla y Santo Domingo del Estado, distrito de Putla; San Martín Itunyoso y San José Xochixtlán, distrito de Tlaxiaco; y San Juan y San Miguel Copala, del distrito de Juxtlahuaca.

La población de San Juan Copala es compacta; en cambio, las de San Andrés, Santo Domingo del Estado y San Martín Itunyoso están un poco dispersas. Esta región es una "isla cultural", pues se encuentra enclavada en la Mixteca oaxaqueña.

Lengua

Los idiomas triqui, mixteco, cuicateco y amuzgo pertenecen a la familia mixteca, del tronco macro-otomangue. Swadesh los sitúa en la familia mixteca del tronco "Savisa" del grupo otomangue, junto con las familias mazateco-popoluca, mixteca y zapoteca.

Las mujeres de mayor edad son monolingües; la mayoría de los hombres hablan el español y el triqui, al igual que los niños que han estudiado la primaria.

Los triquis también hablan el mixteco. En la época colonial se comunicaban en este idioma con los misioneros españoles.

Salud

Entre los triquis los conceptos de salud-enfermedad aluden a la relación que el individuo guarda con la naturaleza; el estado ideal es el equilibrio, la salud. Además de los elementos naturales, en el ambiente existen diversos seres sobrenaturales que tienen el poder de curar o de enfermar a los seres humanos. Por lo general, en caso de enfermedad se recurre a los curanderos tradicionales, reconocidos en la región por sus amplios conocimientos de las plantas medicinales y de la naturaleza humana. Cuando se trata de enfermedades que ellos no pueden curar, se recurre a los médicos alópatas de las ciudades cercanas.

Vivienda

La gente adulta cuenta con un solar cedido por la comunidad para construir su propia vivienda.

Los materiales más usados para la vivienda son troncos o tejamanil para los muros, y paja, tejamanil o tallo de plátano (penca) para los techos. La vivienda triqui es cuadrada o rectangular y por lo general consta de una sola pieza de cuatro o cinco metros, usada como cocina, dormitorio y comedor; la única ventilación que tiene es la puerta, hecha también de madera; el techo es de dos aguas y las hendiduras de las paredes son recubiertas con barro, cal y estiércol.

Para la construcción de la casa se prefieren las maderas de huachapil o cedro por su gran durabilidad, a diferencia del encino, que se pudre a causa de las lluvias después de unos 15 años. En esta zona son muy pocas las viviendas que están hechas de ladrillo o de mampostería.

El único mobiliario son unos banquillos de madera que miden de ocho a 12 cm de altura, un camastro de madera y petates para dormir.

La mayoría de las viviendas tienen energía eléctrica y se surten de agua potable de las tomas públicas.

Artesanías

Las mujeres triquis son buenas artesanas en la confección de ropa en general. Ellas tejen en telar de cintura y en telar horizontal de cuatro estacas, también llamado "malacate"; los vestidos femeninos son para uso personal o para venderlos; también confeccionan camisas y fajas, tejen sombreros de palma y cestos, que destinan al uso personal. Los huipiles se venden en las ciudades de Oaxaca, Puebla y México. En su elaboración participan las niñas, que aprenden a temprana edad a hacerse sus propios huipiles; posteriormente aprenden corte, diseño y el uso de colorantes.

Tzotziles - Batsil Winik' Otik / Tzeltales - Winik Atel (tseltal)

Del nombre

Los tzotziles y los tzeltales son dos grupos mayenses emparentados entre sí que, junto con los tojolabales, habitan la región de los Altos de Chiapas y algunos municipios del área colindante.

Los tzotziles se llaman a sí mismos batsiI winik'otik, "hombres verdaderos" y los tzeltales se refieren a sí mismos como winik atel, "hombres trabajadores"; ambos hablan el batsil k'op, o lengua verdadera o legítima. El vocablo tzotzil deriva de sots'il winik, que significa "hombre murciélago". Se cuenta que los antepasados de los zinacantecos hallaron un murciélago en aquella vega y lo tomaron por dios.

Localización

El tradicional territorio tzotzil se encuentra al noroeste y suroeste de la ciudad de San Cristóbal. El tzotzil se habla en las comunidades de El Bosque, Chalchihuitán, Chamula, Chenalhó, Huixtán, Mitontic, Zinacantán, Larráinzar, Pantelhó, Huitiupán, Simojovel de Allende, Totolapa, Jitotol, Pueblo Nuevo Solistahuacán, Bochil, Ixhuatán, Soyaló, Venustiano Carranza, Ixtapa, Teopisca y San Cristóbal de Las Casas.

El tradicional territorio tzetzal se encuentra al noreste y sureste de la ciudad de San Cristóbal y abarca los municipios de San Juan Cancuc, Chanal, Oxchuc, Tenejapa y Altamirano; hacia el norte: Sitalá, Socoltenango, Yajalón, Chilón, Ocosingo, Amatenango del Valle y Aguacatenango (municipio de Villa de las Rosas) hacia el sur. A partir de la década de los años cincuenta, tzeltales y tzotziles de los Altos empezaron a colonizar la Selva Lacandona en busca de tierra, por lo que su territorio se ha expandido notablemente.

En la región central de los Altos, la población indígena alcanza entre 70 y 100% en la composición étnica municipal. La población mestiza de la región se concentra sobre todo en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, y en algunas cabeceras municipales de poblaciones menores como Teopisca, Altamirano y Ocosingo. En las fértiles tierras bajas conviven indígenas y ladinos, pero estos últimos generalmente habitan en las cabeceras municipales.

En las tierras altas, los tzotziles y los tzeltales se establecen en caseríos dispersos dentro de un municipio cuya cabecera municipal es un centro administrativo y ceremonial. En éste se encuentra el cabildo, la iglesia y las casas habitadas por los funcionarios de la jerarquía político-religiosa. Como excepción, Amatenango del Valle y Aguacatenango (antes Pinola), pueblos tzeltales, tienen un patrón de asentamiento compacto.

El tradicional territorio tzotzil colinda al oriente con los tzeltales, al norte con los choles y los zoques y con estos últimos al oeste; en cambio, los tzeltales limitan al este con los tzotziles, al noroeste con los choles y al sureste con los tojolabales. En el territorio colonizado en la selva conviven tzotziles, tzeltales, choles, tojolabales y zoques.

Lengua

Las lenguas tzotzil y tzeltal, estrechamente emparentadas, pertenecen a la familia lingüística maya y forman un subgrupo dentro de esta familia. Las comunidades hablantes de tzotzil y de tzeltal se pueden clasificar en las de tierras bajas y de las tierras altas.

Salud

Entre los tzotzil-tzeltales la enfermedad es considerada como castigo por la transgresión de las pautas sociales tradicionales. Existen enfermedades naturales y sobrenaturales. Las primeras son todas aquellas que no causan grandes sufrimientos o incapacitación. Las sobrenaturales son enfermedades graves consideradas como castigos por transgredir las normas sociales. El castigo lo aplican los dueños del cielo, de la tierra, de los lugares sagrados o los santos católicos.

La enfermedad también puede provenir de la hechicería. La envidia es una poderosa fuente que la alimenta; de esta forma, si alguien es pobre por no tener maíz y frijol para comer, ni tierras ni animales, envidia a los que son ricos y saludables. Para estar a salvo de hechizos, el individuo no se debe enriquecer excesivamente y respetará la propiedad y el derecho de los vecinos.

Hay tres tipos de especialistas entre los tzotziles: el ts'ak bak que cura la carne y el hueso; el 'ilol que se ocupa del tratamiento de la carne y el hueso mediante la curación del espíritu, se enfrenta a enfermedades sobrenaturales, enfermedades del espíritu y hechicería, y diagnostica la enfermedad tomando el pulso del paciente. El Me'santo practica rituales mágico-religiosos de la antigua religión maya, relacionados con oráculos y santos parlantes.

Las principales enfermedades son el komel ("susto"), il k'op ("los malos deseos"), ch'ulelal ("enfermedad del alma"), bík'ta ch'ulelal ("la gran enfermedad del alma"), chonbil ch'ulelal ("enfermedad del alma causada por su venta").

Entre los tzeltales, los especialistas son el pik k'ab'aI, quien al tomar el pulso determina si la enfermedad se debe a la hechicería, a la pérdida del alma o a otra razón; el 'ul, que alivia los maleficios, descubre el pecado que causó el maleficio, identifica al hechicero y contrarresta la conducta provocadora de la enfermedad; el yawal ch'ultatik es dueño de santos parlantes. Hay especialistas, rezadores de la oración verdadera o b'ats'il ch'ab.

Los principales problemas de salud en la población se deben a enfermedades infecto-contagiosas, desnutrición, anemia, enfermedades gastrointestinales y parasitosis. En Oxchuc hay una alta incidencia de tracoma, de tifo en Mitontic y de tuberculosis en toda la región.

Vivienda

Las viviendas generalmente son rectangulares, con techos de palma, zacate o teja, de cuatro aguas, paredes de adobe en la montaña o de bajareque en las zonas más cálidas y piso de tierra. En las cabeceras municipales y lugares de fácil acceso se ha extendido el uso de ladrillo y teja para construir paredes y techos. Como mobiliario, en la casa hay un fogón de tres piedras, pequeñas mesas, bancos y sillas. Para dormir utilizan camas de tablas o petates. Fuera de la casa hay corrales para gallinas y puercos; y un push o temazcal.

Artesanías

Dentro del mercado regional, cada comunidad tiene una especialidad en la manufactura de artesanías. Los chamulas fabrican muebles de madera, los de Larráinzar tejen bolsas de red, los zinacantecos son comerciantes de sal, los amatenangueros fabrican objetos de cerámica y las mujeres de Aguacatenango elaboran primorosos bordados.

De entre las artesanías destaca la elaboración de tejidos en telar de cintura con diseños tradicionales mayas, en el que las mujeres elaboran huipiles, camisas y servilletas para uso propio o para su venta. Sobresalen los textiles de Tenejapa, Pantelhó, Larráinzar y Chenalhó. En Chamula, las mujeres elaboran chamarros de lana y en Zinacantán ponchos de hilo primorosamente bordados.

Mazahuas

Del nombre

No hay certeza respecto al origen de la palabra mazahua. Se dice que proviene del nombre del primer jefe de este pueblo que se llamó Mazatlí-Tecutli; hay quien piensa que se deriva del náhuatl mázatl, "venado", o bien de Mazahuacán "donde hay venado" que es el nombre del lugar de origen de este pueblo.

Localización

La región mazahua está situada en la parte noroeste del Estado de México y en una pequeña área del oriente del estado de Michoacán. Su topografía se caracteriza por contar con un sistema montañoso de mediana altura. Los municipios que componen la región mazahua son 11, de los cuales 10 se localizan en el Estado de México: Almoloya de Juárez, Atlacomulco, Donato Guerra, El Oro de Hidalgo, Ixtlahuaca, Jocotitlán, San Felipe del Progreso, Temascalcingo, Villa de Allende y Villa Victoria, y uno, Zitácuaro, en el estado de Michoacán.

Esta región limita al norte con el estado de Querétaro y con los municipios de Acambay y Timilpan del Estado de México; al sur con los municipios de Zinacantepec, Toluca, Amanalco de Becerra, Valle de Bravo e Ixtapan del Oro; al oriente con los municipios de Temoaya, Jiquipilco y Morelos; y al poniente con el municipio de Morelos en el estado de Michoacán.

Lengua

La lengua mazahua se ubica en el grupo lingüístico otomangue de donde se deriva el tronco otopame, al que pertenece la familia otomí-mazahua. Ésta se encuentra emparentada con las lenguas otomí, pame, matlatzinca, pirinda, ocuilteca y chichimeca.

Salud

Los mazahuas consideran que cada persona tiene un ser material y un ser espiritual; también piensan que hay enfermedades "buenas" y "malas"; las primeras son enviadas por Dios y, las segundas, son provocadas por la maldad de alguna persona o por causas sobrenaturales. Entre las enfermedades "buenas" más comunes encontramos la diarrea, la neumonía, la bronquitis, la amigdalitis y la parasitosis intestinal; dentro de las "malas" están el "mal de ojo", el espanto y el "mal de aire", entre otras.

De acuerdo con el diagnóstico, se inicia un tratamiento en el hogar. Puede consistir en infusiones de té de hierbas, masajes en la espalda, pecho o estómago. Cuando el tratamiento aplicado en casa no funciona, el paciente es llevado con un médico profesional. En caso de que desde un principio se diagnostique una enfermedad "mala", se acude con hierberos o hueseros. Para ser atendidas durante el parto, las mujeres acuden con las parteras o "comadres". Los mazahuas utilizan distintas plantas para curar sus males, entre otras, hierbabuena, orégano, boldo, pirúl, romero, pericón, ruda, borraja y ajenjo. Actualmente, la región cuenta con unidades médicas que se ubican principalmente en las cabeceras municipales, o bien en las ciudades.

Vivienda

La vivienda mazahua ha sufrido cambios, se ha dejado de utilizar el adobe y la teja y en la actualidad están construidas con cemento, tabique o tabicón y su arquitectura es moderna. Es interesante señalar que el 93% de las viviendas mazahuas son propias.

Artesanías

Los municipios que cuentan con una mayor actividad artesanal son: San Felipe del Progreso, Temascalcingo, Ixtlahuaca y Atlacomulco. En distintas localidades de la región se confeccionan cobijas, fajas, tapetes, cojines, manteles, morrales y quexquémitl de lana. En San Felipe del Progreso y Villa Victoria hay pequeños talleres en los que se fabrican productos con la raíz de zacatón, como por ejemplo, escobas, escobetas y cepillos. En Temascalcingo se producen piezas de alfarería de barro rojo y loza de alto fuego, como cazuelas, ollas, macetas y crisoles. En Ixtlahuaca las familias tejen, a mano o en máquina, con hilo de acrilán o lana, guantes, bufandas, pasamontañas y suéteres. En Atlacomulco hacen sombreros de paja de trigo. En San Felipe del Progreso hay personas que se dedican a la elaboración de piezas de plata como arracadas, anillos, collares y pulseras; en distintas ocasiones han recibido premios por la técnica y belleza de sus productos.

Yaquis – Yoreme

Del nombre

Los yaquis se identifican a sí mismos y a los mayos como Yoremes, palabra que significa hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a su vez, de los demás grupos indígenas.

Localización

El grupo yaqui ocupaba, tradicionalmente, una larga franja costera y de valle al sureste del actual estado de Sonora, que abarcaba desde la ribera sur del río Yaqui, hasta el cerro Tetakawi, al norte de la actual ciudad de Guaymas. Bajo el control de las misiones jesuitas, la población se concentró en ocho poblados situados de sur a norte a lo largo del Valle del Yaqui. El territorio tradicional ha sufrido importantes mermas, de tal manera que quedó, a partir de 1937, restringido a una extensión de 485 235 ha sobre las que se extiende el distrito de riego número 18. Los municipios en donde se ubica son: Guaymas, Bácum, Cajeme y Empalme. El conjunto del territorio comprende tres zonas diferenciadas: el área serrana -la sierra de Bacatete-; una zona costera, que abarca los poblados vecinos de Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se localizan las tierras irrigadas.

Los ocho pueblos tradicionales son, de sur a norte: Loma de Guamúchil, Loma de Bácum, Tórim, Vicam, Pótam, Ráhum, Huirivis y Belem. Vícam se ha constituido en el centro político del grupo y lugar de encuentro de las autoridades tradicionales de los ocho pueblos. En los años veinte se fundó Vícam Estación, en el paso de la vía férrea.

En esta población habitan más yoris que yaquis y es el lugar de mercado y centro administrativo de las representaciones de los gobiernos estatal y federal de la zona.

Lengua

El sistema lingüístico cahíta se compone de tres dialectos: mayo, yaqui y tehueco, este último desaparecido. El cahita pertenece al grupo lingüístico yuto-azteca que abarca en la República Mexicana, el tarahumara, guarijío, pima, tepehuán, huichol, cora y nahua. Si bien la población yaqui es bilingüe, el idioma cahíta se habla como lengua materna en los ocho pueblos, rancherías y poblados, con préstamos del español y náhuatl.

Salud

Entre los yaquis coexisten las prácticas tradicionales y la medicina institucionalizada. La práctica del curanderismo se rige por un conjunto de creencias mágico-religiosas: Dios es la máxima divinidad del bien, de quien se recibe el don para curar, y que no puede ser empleado en favor de la propia descendencia. Por lo regular el oficio de curandero se hereda de uno de los padres o antepasados, quienes transmiten los conocimientos sobre las creencias, el manejo de la herbolaria, los tipos de enfermedad y los ritos curativos. Los yaquis consideran como enfermedad aquellos malestares que pueden ser ocasionados de una manera natural o sobrenatural y que alteran la salud de la persona. El dolor de muelas, de cabeza o riñón se curan mediante la extracción de un objeto extraño del cuerpo que puede ser una espina, un alambre de púas, hormigas o ciempiés. Las principales técnicas curativas son: limpias, preparación de infusiones medicinales y sobas.

Vivienda

La unidad básica de residencia es la vecindad, esto es, una agrupación de parientes que cohabitan en un conjunto delimitado de una o dos casas. Predomina el tipo de vivienda tradicional, que se compone de una o dos piezas que varían su función de acuerdo con la temporada del año. En verano los cuartos permanecen como bodegas y se duerme en catres bajo la enramada (cobertizo hecho de ramas); ahí se ubica la cocina que cuenta con el fogón, la mesa y estufa de gas; durante el invierno se convierten en dormitorios.

El material predominante para su construcción es el carrizo y el mezquite enjarrado con barro, tanto en muros como en techos, dejando uno de los muros sin enjarrar con el fin de lograr ventilación cruzada cerca de los espacios destinados a la preparación de los alimentos. La estructura es de horcones de mezquite plantados en el suelo, y ramas verticales y horizontales de este árbol sujetas con lazos. La mayoría de las casas yaquis tienen un patio adyacente para diferentes actividades, como la cría de animales, preparación de carne seca, cultivo de frutales y hortalizas, y el entretenimiento de los niños. En el extremo opuesto del patio instalan letrinas construidas con las mismas características que sus casas pero sin el enjarre, y junto a ellas el espacio destinado al aseo personal. Aunque existen habitaciones construidas con materiales modernos, éstas no son adecuadas para las condiciones climatológicas de la región.

Artesanías

La principal actividad artesanal es la manufactura de la parafernalia ceremonial, sin fines comerciales. Los danzantes hacen máscaras talladas en madera, collares de conchas y piedras marinas y cinturones con pezuñas de venado. Los músicos fabrican sus tambores y flautas. Algunas familias manufacturan petates, canastas y coronas de carrizo; platos y tazas de barro que utilizan para las fiestas y después destruyen. También confeccionan faldillas, blusas, manteles, servilletas y mantos. El único producto artesanal que se comercializa son las muñecas de trapo, que hacen las mujeres.

Mazatecos - Ha shuta Enima

Del nombre

Los mazatecos se autodenominan Ha shuta Enima, que en su lengua quiere decir "los que trabajamos el monte, humildes, gente de costumbre". Según otros autores, el origen del nombre mazateco viene del náhuatl mazatecatl, o "gente del venado", nombre que les fue dado por los nonoalcas debido al gran respeto que tenían por el venado.

Localización

Los mazatecos se ubican en el estado de Oaxaca, en las regiones de la Cañada y el valle de Papaloapan-Tuxtepec. La cuenca del Papaloapan cuenta con un sistema arterial de abundantes ríos que descienden de la Sierra Madre Oriental y desembocan en la laguna de Alvarado, en el Golfo de México.

Sus poblaciones pueden ser compactas, semidispersas o dispersas, dependiendo si se localizan en pendientes o en las planicies. Los principales poblados mazatecos son Teotitlán de Flores Magón, Santa Cruz Acatepec, Santa Ana Ateixtlahuaca, San Bartolomé Ayautla, San Juan Coatzaspam, Santa María Magdalena Chilchotla, San Lorenzo Cuahnecuiltitla, San Mateo Eloxochitlán de Flores Magón, San Francisco Huehuetlán, San Cristóbal Mazatlán, San Pedro Ocopetatillo, San Jerónimo Tecoatl, San José Tenango, Santiago Texcaltzingo, San Lucas Zoquiapam, Huautla de Jiménez, San Pedro Ixcatlán, Jalapa de Díaz y San Miguel Soyaltepec. Hacia el sureste, el territorio mazateca colinda con el de los chinantecos.

Lengua

Según la clasificación lingüística de Zábal-Jiménez Moreno, los mazatecos pertenecen al grupo olmeca-otomangue, subgrupo otomiano-mixteco, rama olmeca y familia popoloca. La familia mixteca y la familia chinanteca pertenecen a este grupo. Los mazatecas tienen algún tipo de filiación lingüística y cultural con los grupos mixtecos, otomianos, mangues, popolocas y chinantecos. Esta lengua es tonal; a la gente ajena a la región le da la impresión de que es silbada o cantada. Prácticamente cada municipio tiene una variante dialectal.

Salud

Los mazatecos aún utilizan una gran variedad de plantas medicinales a nivel doméstico, aunque si la enfermedad es grave llevan al enfermo con los curanderos o los médicos alópatas de la región. Existen enfermedades generadas por la envidia, el mal de ojo y la brujería, que sólo las pueden aliviar los curanderos o chamanes a través de la utilización de hongos sagrados a semillas de la virgen. El prestigio de algunos curanderos alcanza a toda la región.

Los mazatecos inician sus trayectos especiales de curación desde su propio domicilio a las casas de los curanderos, nihe's o shinahes, siguiendo después a los altares de los chicones y culminando en las templos católicos. Todos esos espacios son parte del proceso de curación por el que pasan los enfermos en las comunidades mazatecas. En la década de los años sesenta se dio un gran resurgimiento del fenómeno del chamanismo. Las emergencias por enfermedades se resuelven acudiendo al shinahé, quien brinda un trato completo al paciente, a nivel físico y psicológico, en relación con la naturaleza y con los espíritus. Las visitas a estos curanderos son más económicas que las visitas a un médico alópata. Los shinahés combinan su trabajo de curación con sus actividades de agricultura y pesca.

Vivienda

La vivienda mazateca puede adquirirse por cesión, préstamo o compra; la unidad doméstica está compuesta por una familia nuclear o por una familia extensa. Para la construcción de una nueva casa se recurre a la ayuda familiar y a veces a la comunitaria, a través del sistema de mano vuelta o tequio, pero esta práctica cae poco a poco en desuso.

La vivienda tradicional está hecha con otate, madera, bambú y adobe en las paredes, con techos de palma o de paja; sin embargo, estos materiales ahora son sustituidos por ladrillo, cemento y láminas de asbesto o metálicas.

Zapotecos del Istmo de Tehuantepec – Binnizá

El nombre

Los zapotecos se autodenominan Binnizá (binni, gente; zá, nube: gente que proviene de las nubes). Para los mexicas, los zapotecos eran los zapotecatl, "gente que proviene de la región de Teozapotlán", o "lugar de los dioses". Los españoles les llamaron sencillamente zapotecos, como se les conoce en la actualidad.

Localización

El Istmo de Tehuantepec es la parte más angosta de la República Mexicana; se localiza al sureste, en el estado de Oaxaca. Está conformado por los distritos de Juchitán y Tehuantepec y colinda, al norte, con el istmo veracruzano; al sur con el Océano Pacífico; al oeste con la Sierra Juárez y con la Sierra Madre del Sur, y al este con el estado de Chiapas.

Las cinco poblaciones más importantes en el Istmo son: Juchitán, Tehuantepec, Salina Cruz, Matías Romero y Ciudad lxtepec, consideradas como ciudades. La población zapoteca se concentra en las dos de mayor densidad: Juchitán y Tehuantepec.

Son 22 los municipios del distrito de Juchitán y 19 del de Tehuantepec con población zapoteca. La extensión territorial de ambos distritos es de 1 997 557 km2, de los cuales el primero ocupa 1 330 046 y el segundo 667 511 km2.

Otros pueblos indígenas que también habitan en el Istmo son: huaves, zoques, mixes y chontales.

Lengua

Al poblarse los territorios mesoamericanos, hacia el año 7000 a.C., coexistieron dialectos emparentados entre sí; alrededor del 4000 a.C. se produjo la distinción del otomangue, de donde provienen el mixteco, el otomí, el chinanteco y el zapoteco. El zapoteco del istmo es producto de una posterior separación que se produjo alrededor del año 1500 a.C.

Salud

Para los zapotecos, toda enfermedad se produce o proviene de tres elementos que actúan de manera contraria sobre el organismo: el calor que proviene del sol o del fuego; el frío producido por el aire y la humedad, producto del agua o el sereno. El método aplicado para la curación es siempre un elemento contrario, el cual se obtiene de las plantas, animales o minerales. Entre los curanderos tradicionales se encuentran las parteras, los sobadores, los hueseros y los yerberos, entre otros. Las enfermedades más conocidas son la viruela, el reumatismo, el sarampión, el jiote, la tos, la tiña, la sarna, el paludismo, el mal de ojo y el espanto.

Vivienda

La casa tradicional se construía de palma y adobe con piso de tierra. En las rancherías y viviendas propiamente rurales se sigue construyendo con palma. Actualmente, en los pueblos y cabeceras municipales las casas se construyen con paredes de tabique, pisos de cemento y techos de concreto.

Artesanías

Las artesanías que se producen en el Istmo son casi todas de consumo interno o regional. Así, encontramos la orfebrería en la que el oro se trabaja para hacer prendas que dan gran prestigio social como arracadas, esclavas, pulseras y cadenas, entre otras.

También se elaboran huipiles bordados, enaguas, manteles y servilletas, así como hamacas de hilo o pita y las atarrayas para la pesca. Con la palma se hacen sombreros y bolsas. También se trabaja la madera para hacer bateas y artezas, canoas, carretas y arados, entre otros utensilios. Del cuero curtido se hacen huaraches, cinturones y butaques. Con barro se hacen comales, ollas, hornos, cántaros, etcétera

Zapotecos de la Sierra Norte - Bene xon

Del nombre

Los zapotecos constituyen el grupo más numeroso del estado de Oaxaca. Se encuentran distribuidos en cuatro áreas geográfico-culturales: el Istmo de Tehuantepec, el Valle, la Sierra Norte de Oaxaca y el sur de la Sierra Madre Oriental.

Los zapotecos de la Sierra Norte, grupo al que nos referiremos en este trabajo, se llaman a sí mismos Bene xon.

Localización

La región de la Sierra es una amplia franja territorial que atraviesa el estado de Oaxaca y está entre macizos montañosos. La mayor parte de la población zapoteca se encuentra en el distrito de Villa Alta, en menor proporción en el de Ixtlán y una mínima parte en Choapan. Podemos considerar que la población zapoteca de la región se encuentra agrupada en cuatro pequeñas subáreas culturales: Cajonos, El Rincón, Ixtlán y Choapan.

La subárea de Cajonos comprende una franja de la Sierra que sigue la cuenca del río del mismo nombre. Es el lugar donde se asienta la mayor parte de la población zapoteca serrana y se encuentra subdividida a su vez en cuatro sectores: 1) El de Cajonos, que comprende los municipios de San Francisco Cajonos, San Mateo Cajonos, Santo Domingo Xagacia y San Pablo Yagoneza; 2) El de Yalalag, que abarca los municipios de Villa Hidalgo, San Melchor Betaza, San Cristóbal Lachirioag y San Andrés Yaá; 3) El sector de Zoogocho que se compone de 15 comunidades distribuidas en siete municipios: San Bartolomé Zoogocho, San Andrés Solaga, San Baltazar Y.E.B., San Juan Tabaá, Santa María Yalina, Santiago Zoochila y Santiago Laxopa; 4) El de Villa Alta que se compone de los siguientes municipios: San Ildefonso Villa Alta, Santo Domingo Roayaga y Santa María Temaxcalapa.

Otra subárea de la Sierra es la tradicionalmente llamada El Rincón que comprende los siguientes municipios: San Miguel Talea de Castro, San Juan Yaé, San Juan Yatzona, Santiago Camotlán, Santiago Lalopa y Tanetze de Zaragoza.

El centro político económico y comercial de mayor importancia en la Sierra es la región de Ixtlán. Está conformada por 25 municipios, entre ellos se encuentran Ixtlán de Juárez, Guelatao, San Miguel Abejones, San Miguel Aloapan, San Pablo Macuiltianguis, Santa Ana Yareni y Santa Catarina Lachatao.

La subárea de Choapan está localizada en la parte meridional de la sierra; tiene vegetación exuberante llena de árboles frutales y plantas aromáticas, industriales y medicinales. Los relativamente pocos zapotecos que habitan la región, se encuentran distribuidos en seis municipios: San Juan Comaltepec, San Juan Lalana, San Juan Petlapa, Santiago Choapan, Santiago Jocotepec y Santiago Yaveo.

Lengua

La lengua zapoteca se deriva del otomangue, por lo que está emparentada con algunas de las lenguas habladas en el centro del país, como el otomí, mazahua y pame; con el triqui, chocho, mazateco, mixteco, chatino, cuicateco y chinanteco en Oaxaca, así como con el chiapaneco y mangue centroamericano.

Para algunos lingüistas no existe una sola lengua zapoteca, sino una diversidad de idiomas. Según Swadesh son seis las lenguas y para Nader nueve; para el investigador Ríos Morales, en la sierra existen cinco grandes variantes: la de Cajonos, la de El Rincón, la de Ixtlán, la de Villa Alta y la de Choapan. En las comunidades encontramos diferencias fonéticas importantes que permiten identificar a los hablantes del Valle o del Istmo. El español funciona como lengua franca, sobre todo cuando se tratan asuntos comerciales o administrativos.

Salud

Para los zapotecos, el concepto de salud-enfermedad es un fenómeno cultural y no meramente biológico, por lo que la medicina tradicional, basada en el conocimiento ancestral que tienen sobre plantas y productos medicinales, sigue siendo una alternativa para mantener la salud, pues no sólo se procura la recuperación físico-biológica del individuo, sino también su restablecimiento espiritual y social. Entre las enfermedades tratadas por los terapeutas tradicionales destacan el espanto, el empacho por palabras o alimentos, el enojo y el embrujo.

Vivienda

El patrón de asentamientos en la zona zapoteca serrana es disperso. Generalmente en la parte media o alta de los cerros es donde se asientan los pueblos. Se encuentran atravesados por caminos (denominados en zapoteco nez) y pequeños arroyos en la época de estiaje. La mayoría de los pueblos están divididos en barrios. Tradicionalmente las casas habitación cuentan con dos cuartos techados con teja, uno frente al otro, separados por un patio y poseen un pequeño solar que utilizan para la siembra de árboles frutales.

Artesanías

Los zapotecos serranos elaboran, entre otros productos artesanales, los textiles de lana, seda y algodón tejidos en telares de cintura, en las comunidades de Zoogocho, Yalalag y Talea. La alfarería es una actividad típica de Tavehua, Yohueche y Zoochila y se caracteriza por la coloración roja del barro, consecuencia de su cocimiento al aire libre. En algunas comunidades se hacen reatas, hamacas, redes, ayates y mecapales de ixtle. La talabartería y guarachería son típicas de Yalalag, Yalina y Yatzachi el Alto.

Mexicaneros

Del nombre

Los mexicaneros son una población de habla náhuatl; y se llaman a sí mismos mexicaneros.

Localización

Este grupo está asentado en una región interétnica, que abarca los estados de Durango, Nayarit, Jalisco y Zacatecas; conviven con grupos huicholes, tepehuanos y coras. Algunas de las principales comunidades mexicaneras son Santa Cruz, en Nayarit, San Agustín de Buenaventura y San Pedro Jícoras en Durango. Esta última será nuestro punto de referencia para ilustrar la vida del grupo al que nos referiremos en esta monografía.

Pertenece al municipio del Mezquital, Durango, y colinda al norte con los municipios de Durango y Nombre de Dios; al noreste con Suchil; al noroeste con Pueblo Nuevo, todos éstos en el estado de Durango; al sur con el estado de Nayarit y al sureste con Jalisco. En el municipio del Mezquital conviven tepehuanos, huicholes y mexicaneros, siendo los tepehuanos mayoría. La población mestiza se asienta en la cabecera municipal, en los aserraderos y en los centros comerciales de la zona.

Lengua

En la región se hablan tres lenguas indígenas: tepehuano, huichol y mexicanero (o náhuatl). Estas tres lenguas pertenecen a la familia lingüística yutoazteca, la cual integra a un número considerable de lenguas en dos grupos: el sonorense y el aztecano.

Dentro del grupo sonorense, el tepehuano junto con otras lenguas, integra el subgrupo pimano y el huichol el subgrupo cora-huichol. El grupo aztecano está formado por una sola lengua: el náhuatl, al cual pertenece el mexicanero.

La mayoría de la población de la comunidad es bilingüe (hablan su lengua materna y el español), aunque por la variedad étnica se dan casos de trilingüismo y cuatrilingüismo.

Salud

Existen tres formas para el tratamiento de las enfermedades: la familiar o doméstica, la medicina tradicional y la medicina institucional. La primera hace uso de remedios caseros para la cura de resfriados o calenturas; cuando la enfermedad es muy grave, por ejemplo, piquetes de alacrán, gonorreas, fractura de huesos, o por motivos de brujería, se acude a los médicos tradicionales, los cuales utilizan plantas, animales, minerales y rezos para curar. Los médicos tradicionales se designan mediante el sueño y reciben el don de curar ciertas enfermedades. Una vez elegidos, los médicos tradicionales deben cumplir una serie de penitencias: ayunos, abstinencia sexual y de alcohol, y retiro al monte durante un mes cada cinco años para estar benditos y poder practicar la curación.

La concepción que los mexicaneros tienen de la medicina responde a una visión del mundo en donde interactúan fuerzas sobrenaturales con las terrenas. La enfermedad puede ser causada también por transgresiones a las normas sociales establecidas. Cierto tipo de curaciones de este grupo son ritos de paso como, por ejemplo, las que se practican a las mujeres según su etapa de madurez sexual. La remuneración que estos terapeutas deben recibir es determinada de alguna manera por Dios.

Vivienda

La población se asienta bajo un patrón de residencia patrilocal y en grupos domésticos: los nuevos matrimonios buscan un terreno cercano al del padre del esposo y ahí, previa autorización de las autoridades de la comunidad, construyen su hogar ayudados por su familia y vecinos. Existen dos tipos de vivienda: una para la temporada "de secas", en un lugar cercano a las siembras; otra para el tiempo "de aguas" (lluvias), que generalmente se construye en los cerros. Con estas viviendas para la temporada de aguas se les facilita subir a los animales a pastar sin exponer las milpas.

Las casas se conforman generalmente por tres secciones: un dormitorio, una cocina y un carretón, donde se almacenan granos; las construcciones son rectangulares con paredes de adobe y techos de paja de dos aguas sostenidos por una estructura de madera. Las viviendas no cuentan con ningún servicio.

Artesanías

Para las ceremonias agrícolas del xuravét, un músico fabrica un arco musical de madera de guásima o frijolillo con una cuerda de ixtle. Este arco es colocado sobre una jícara o xícal, la cual funciona como caja de resonancia al percutir la cuerda con dos palitos de madera. Toda la artesanía es producida para autoconsumo.

Zapotecos de Valles Centrales

Del nombre

El término zapoteco proviene del vocablo náhuatl Tzapotécatl, que significa "pueblo del Zapote". La denominación les fue impuesta por los mexicas debido a la profusión de árboles de zapote en los territorios de los Ben'Zaa o "gentes de las nubes", término en zapoteco con que se identifican entre ellos.

Los zapotecos no constituyen un grupo cultural homogéneo; la etnografía los agrupa en cuatro ramas: zapotecos de Valles Centrales, del Istmo de Tehuantepec, de la Sierra Norte o Juárez y zapotecos del Sur. Al interior de cada una existen, a su vez, diferencias culturales, históricas y lingüísticas específicas. Esta monografía se refiere a los zapotecos de Valles Centrales.

Localización

Los Valles Centrales de Oaxaca se ubican en la parte centro del estado. La región es una de las ocho en que se divide geográfica y administrativamente la entidad. Limitan al oeste con la región de la Mixteca, al noroeste con la Cañada, al norte con la Sierra de Juárez, al este con el Istmo de Tehuantepec y al sur con la Sierra del Sur. En conjunto abarcan 89 municipios en los distritos de Ejutla, Etla, Ocotlán, Tlacolula, Zaachila, Zimatlán y Centro; con una extensión total de 4 873.65 km2. Las alturas oscilan entre los 1 318 msnm en su punto más bajo en el municipio de Santa María Zoquitlán; llegando a 2 050 msnm en San Miguel Peras, Zaachila.

Lengua

El zapoteco pertenece a la familia lingüística zapotecana del grupo otomangue. Es un idioma tonal, del cual existen diversas variantes en la entidad. En Valles Centrales hay diferencias subregionales que hacen difícil la comunicación entre hablantes de los distintos distritos y, como acontece en el distrito de Tlacolula, entre poblados de la misma jurisdicción administrativa, donde las comunidades aledañas a la sierra están influidas por las variantes zapotecas serranas. En términos generales se puede afirmar que el zapoteco de Valles Centrales se subdivide a su vez en las variantes de Etla, Zaachila, Tlacolula, Ejutla y Ocotlán.

Salud

La medicina tradicional juega un papel importante dentro de las prácticas culturales zapotecas. Conciben la enfermedad como un mal del alma que se manifiesta en trastornos físicos concretos. Los terapeutas son de ambos sexos, sus especialidades son: yerberos, parteras, hueseros, chupadores-pulsadores y adivinos, rezadores y espiritistas. La formación de los especialistas se lleva a cabo mediante la transmisión oral y hereditaria de los conocimientos, y a partir de la observación y de la práctica. En las curaciones emplean diversas especies vegetales y animales, las curaciones se realizan con rezos y rituales diversos. El contacto de los médicos tradicionales con el mundo occidental ha influido en la incorporación de elementos y sustancias externas diversas: pastillas, aceites y lubricantes, gasas y vendas esterilizadas, jeringas, etcétera.

Vivienda

En los poblados alternan indistintamente casas de bajareque con techo de zacate, construcciones de adobe con tejas o edificadas con cemento, ladrillo y techo colado o lámina de asbesto. Esta situación muestra las diferencias económicas existentes al interior de cada comunidad. Con excepción de los poblados grandes, cuya calle principal está relativamente pavimentada, la mayor parte de los pueblos presenta calles en que prevalecen la piedra y la tierra apisonada.

Artesanías

La especialización artesanal de las comunidades se remonta al periodo prehispánico y constituye el motor fundamental de la compleja red de mercados regionales. Se puede afirmar que las artesanías zapotecas de los Valles Centrales presentan grandes áreas de especialización, entre las que destacan la producción de barro, el tejido de fibras duras y los textiles de lana y algodón, así como el trabajo de la piedra, la madera, la fabricación de mezcal y el curtido y trabajo de pieles. En mayor o menor medida estas actividades están ya determinadas por los requerimientos de un mercado externo no zapoteca, que controla y establece los precios de venta, impone cuotas de producción e influye poderosamente en la paulatina transformación de los sistemas de trabajo tradicionales. Hoy en día, la producción de textiles, de objetos de barro y otros se hace, en muchos casos, a destajo, por encargo de compradores a través de los talleres o de la unidad familiar, lo que implica también la pérdida de técnicas tradicionales y el manejo irracional de los recursos naturales.

Zoques de Chiapas - O' De püt

Del nombre

Los zoques, tzoque, soque o zoc se llaman a sí mismos O' de püt que significa "gente de idioma", "palabra de hombre" o, en otros términos, "verdadero", "auténtico".

Localización

El actual territorio de los zoques en el estado de Chiapas está comprendido en tres zonas específicas: la vertiente del Golfo, la Sierra y la Depresión Central, aunque debido a la movilidad geográfica del grupo, esta localización no puede tomarse como definitiva.

En la vertiente del Golfo de México los indígenas zoques se concentran en los municipios de Amatán, Chapultenango, Francisco León, Ixhuatán, Ixtacomitán, Ostuacán, Solosuchiapa y Tapilula; en la Depresión Central se encuentran los de Copainalá, Chicoasén, Ocozocoautla y Tecpatán; y, finalmente, en la sierra Madre de Chiapas en los municipios de Coapilla, Ocotepec, Pantepec, Rayón y Tapalapa. Este territorio, ubicado en la región centro-occidente del estado, se caracteriza por tener una variada vegetación que incluye desde sabanas tropicales, hasta bosques de hojas perennes con clima templado.

Lengua

La lengua indígena utilizada por este grupo es el zoque, la cual pertenece a la familia lingüística mixe-zoque-popoluca.

Salud

Para la atención de los indígenas zoques se cuenta, además de las instituciones oficiales ya referidas, con un buen número de médicos tradicionales entre los que pueden mencionarse hierberos y hueseros o sobadores. Los servicios de estos últimos son solicitados sobre todo en situaciones en que los zoques atribuyen el origen del mal a brujería, envidia o mal de ojo.

Vivienda

La vivienda tradicional es de techo de zacate, paredes de bajareque y piso de tierra. Actualmente ésta sólo se encuentra en las rancherías más alejadas, ya que ha sido sustituida por construcciones de lámina, cemento, tabique y piedra. Las casas cuentan con un patio o solar donde se cultiva una gran variedad de frutales: mangos, limones, naranjas, anonas, plátanos, flores y plantas de uso medicinal y culinario.

Generalmente, la vivienda es de forma rectangular con una sola habitación que tiene un anexo más pequeño usado como cocina.

Artesanías

En términos generales, puede decirse que las artesanías de los zoques son variadas y vistosas, incluso que no son propias del grupo, ya que algunas de ellas, como las hechas con madera, se empezaron a manufacturar recientemente en la Casa de la Cultura de Tecpatán.

En las localidades de Tapalapa y Ocuilapa se elabora alfarería; en Ocotepec se hacen las wacas (canastas de bejuco para lavar los granos de café y cacao), que tienen una gran tradición y se comercializan a través de la Casa de las Artesanías de Chiapas.

Mixes - Ayuukjä'äy

Del nombre

Los mixes se llaman a sí mismos Ayuukjä'äy. La lengua que hablan es ayuuk, que es el nombre con que históricamente se conoce al grupo. La palabra ayuuk está compuesta de los siguientes morfemas: a = idioma, palabra; yuuk: montaña, florido; y yä'äy: gente, muchedumbre. Por lo tanto, su significado es "gente del idioma florido". Según la tradición oral, la palabra mixes es una corrupción del vocablo mixy (varón-hombre), al que se le agregó el plural "es". Otros piensan, que mixes pudo haber surgido de la dificultad de los españoles de pronunciar el vocablo original.

Localización

La región mixe se encuentra al noreste del estado de Oaxaca. Colinda al noroeste con los ex distritos de Villa Alta; al norte con Choapam y con el estado de Veracruz; al sur con Yautepec y al sureste con Juchitán y Tehuantepec. El territorio abarca una superficie total de 4 668.55 km2.

La topografía es accidentada, se pueden encontrar varios microclimas en un espacio geográfico reducido. La región ayuuk ha sido dividida en tres zonas climáticas: alta o fría, con altitudes superiores a los 1 800 m, media o templada, con alturas de 1 300 a 1 800 m, y baja o caliente que se localiza desde los 35 m hasta los 1 000 msnm.

La región tiene un total de 19 municipios: la zona alta está integrada por Tlahuitoltepec, Ayutla, Cacalotepec, Tepantlali, Tepuxtepec, Totontepec, Tamazulapam y Mixistlán; la zona media por Ocotepec, Atitlán, Alotepec, Juquila Mixes Camotlán, Zacatepec, Cotzocón, Ouetzaltepec, e lxcuintepec y la zona baja por Mazatlán y Guichicovi.

Lengua

La familia lingüística mixe-zoqueana está integrada por el mixe (ayuuk), el zoque y el popoluca; aunque hay quienes incluyen el tapachulteca (lengua extinta).

Entre los ayuuk jä'äy existen variantes dialectales inteligibles entre sí; sin embargo, cada pueblo dice hablar el ayuuk "más correctamente".

Salud

Para los mixes, la salud es resultado del equilibrio y armonía, del buen comportamiento, así como del respeto a las deidades ancestrales y cristianas.

Entre los ayuuk existen tres tipos de enfermedades: las de origen "natural", como empacho y estreñimiento; las de origen "sobrenatural", que se cree surgen por el desequilibrio del hombre con la naturaleza y con la sociedad (ejemplos de estas enfermedades son "el mal de ojo", "la tristeza", las enfermedades adquiridas a través del sueño, etcétera). En estos últimos casos los enfermos acuden con los especialistas de la medicina indígena; y en tercer lugar están los padecimientos que no tienen un origen causal "bien definido", como son el alcoholismo crónico, el tabaquismo y la drogadicción.

Las cinco principales enfermedades que se presentan entre la población mixe son: infecciones respiratorias agudas, amigdalitis, infecciones intestinales, amibiasis y ascariasis. Estas enfermedades se agravan por el alto índice de desnutrición que prevalece entre la población.

Para iniciarse en la práctica médica, los terapeutas indígenas afirman que los candidatos deben pasar por una serie de pruebas enviadas por Dios, así como aprender las técnicas curativas a través de visiones y sueños. Dentro de los especialistas tradicionales encontramos "limpiadores", "yerberos", "sobadores" "hueseros", "chupadores", "culebreros", "comadronas", "hechiceros" y "rezadores". Dentro de estos especialistas, destaca la figura del xëëmapyé (sacerdote lector del calendario), quien es consultado para saber acerca de la suerte y el destino.

Vivienda

La vivienda tradicional, construida con techos de palma, de dos aguas, paredes de tabla o bajareque y piso de tierra, ha ido desapareciendo a un ritmo muy acelerado. Actualmente, las casas son construidas con paredes de adobe, block, ladrillo y piedra, techos de teja, lámina galvanizada, de asbesto o de concreto y pisos de cemento. La casa-habitación es, por lo general, de forma rectangular. Tienen un espacio destinado a la cocina-comedor y uno o dos cuartos como dormitorios, almacén o estancia. La mayoría de las viviendas cuentan con un patio y/o traspatio destinado al cultivo de algunos árboles frutales, plantas de ornato y medicinales, y un espacio más para los animales de carga. La falta de drenaje y agua entubada son dos de los principales problemas a los que se enfrentan los ayuuk.

Artesanías

La música puede considerarse como la principal actividad artística que cultivan los ayuuk. En cuanto a artesanías, podemos encontrar el telar de cintura, el cual se ha mantenido en Tamazulapam, Tlahuitoltepec y Cotzocón; mientras que Mixistlán, Tamazulapam y algunas rancherías de Ayutla, se caracterizan por la producción de alfarería.

Mixtecos - Ñuu Savi

Del nombre

Los actuales habitantes de Mixtecapan (país de los mixtecos) o Mixtlán (lugar de nubes), según los nahuas, se autonombran Ñuu Savi que significa en castellano "pueblo de la lluvia". Los españoles, desde el siglo XVI llaman a la región La Mixteca.

Localización

La región ocupada por los mixtecos, localizada entre los 97 y 98°30’ de longitud oeste y los 15°45’ de latitud norte, cubre un área aproximada de 40 000 km2 y abarca parte de los estados de Guerrero y Puebla, y en mayor proporción el estado de Oaxaca. Históricamente ha sido dividida en Alta y Baja, a una altura cercana a los 1 700 msnm. Sin embargo, la parte Baja abarca una porción conocida como Mixteca de la Costa, situada en la vertiente del Pacífico. La región está en la confluencia de la Sierra Madre del Sur y la Sierra de Oaxaca; sus altitudes van de los 0 a los 2 500 msnm.

En Oaxaca La Mixteca ocupa 189 municipios de los distritos de Silacayoapan, Huajuapan, Juxtlahuaca, Coixtlahuaca, Nochixtlán, Teposcolula, Tlaxiaco, Putla y Jamiltepec; y 14 municipios más que pertenecen ocho a distritos de Cuicatlán, dos a los de Zaachila, uno a Sola de Vega, dos a Etla y uno a Juquila.

Lengua

Las lenguas indígenas que se hablan en La Mixteca, además del mixteco, son el triqui, el amuzgo, el chocho, el nahua y el ixcateco; en zonas colindantes: el popoloca, al norte; el nahua y el mazateco al noreste; el cuicateco y el zapoteco al este; el chatino al sureste, y el tlapaneco al oeste. Según Jiménez Moreno, el mixteco pertenece al grupo macro otomangue, subgrupo otomangue, rama mixteco-popolocana, familia amuzgo-mixtecana y está emparentado con los idiomas cuicateco, triqui y amuzgo y un poco más alejado del popoloca, el ixcateco, el chocho y el mazateco. Existen, asimismo, siete complejos dialectales del mixteco: el de La Mixteca Baja, el de Coatzospan-Cuyamecalco, el de la Costa, el de Guerrero, el de Yanhuitlán-Cuilapan, el de Teposcolula-Tilantongo y el de Tíaxiaco-Achiutla. Según Margarita Nolasco, esta lengua pertenece a la familia mixteca del tronco zavizaa y del grupo otomangue, junto con el cuicateco, el triqui, el amuzgo y el tacuate. Según ella, las lenguas chochopopoloca, ixcateca y mazateca forman parte del mismo grupo y tronco, aunque forman una familia distinta a la que denomina mazateco-popoloca. De la población mayor de cinco años que habla mixteco, para 1990, 19.7% son monolingües, y 77.18% bilingües, en tanto que el resto no está especificado.

Salud

Según los mixtecos una persona sana es una persona que está contenta, serena, con ganas de trabajar y de comer, le brillan los ojos y no tiene problemas con sus familiares, vecinos o autoridades. Existen diversos grados de enfermedad, las más comunes son identificadas inmediatamente por la madre de familia. Se atienden con reposo y cuidando la alimentación; se administran infusiones, emplastos y paños, según la dolencia. Para curar de "susto" a un niño, cuando éste es provovado por una caída, se requiere de llamarle por su nombre para evitar que algún espíritu del inframundo se lleve una de sus almas; en ocasiones levantan un poco de tierra donde el infante tocó al caer para que el conjuro sea certero. Las enfermedades como calentura, diarrea, catarro, tos, heridas, mareos, sarampión o varicela se tratan con medicina de patente, con hierbas o con ambas; si no se quitan fácilmente recurren a la clínica o a alguno de los terapeutas tradicionales: yerberos, hueseros, curanderos o parteras. Los curanderos se encargan de aliviar el "mal de ojo", espanto, empacho, corajes, el nahual y de todas aquellas enfermedades que rompen el equilibrio biopsicosocial del paciente, y en todos los casos el tratamiento es personal.

Vivienda

Su construcción se efectúa con la ayuda de parientes consanguíneos y espirituales, y puede ser en especie o con mano de obra. En ocasiones, cuando las casas quedan vacías, son "prestadas" temporalmente a parientes cercanos. Las viviendas se conforman por varios cuartos separados en donde viven grupos nucleares que, en algunos casos, pueden compartir la cocina o no, según el número de nueras que habiten la casa paterna. En las cabeceras municipales, la influencia urbana se nota marcadamente en los materiales que se usan para construir la casa.

Tanto en La Mixteca Alta como en la Baja se usan piedras, adobe sin enjalbe y varas sin embarro, llamadas jaulillas. En la Alta se ven también casas con muros de troncos o de tablas y techos de tejamanil, de zacate, de hoja de ocote, de maguey, de tejas acanaladas, de láminas de asbesto o aluminio y, en ocasiones, de loza de concreto. Existen aún casas de planta circular en las regiones Baja y de la Costa, aunque es más común encontrar casas rectangulares de 4 ´ 6 m, usadas como dormitorios, con una pieza más pequeña de cocina. La casa tradicional cuenta con una sola puerta que abre hacia el solar, y rara vez a la calle.

Indumentaria

La diversidad geográfica y climática ha dado como resultado una variedad en la indumentaria tradicional, que a últimas fechas se ha ido perdiendo, ya que la movilidad del grupo es muy marcada. En Tijaltepec el atuendo de las mujeres consta de una camisa de manta bordada a mano con hilos de colores con la técnica "hazme si puedes". Los motivos son animales bordados en la bata o en las mangas; los diseños son de 10 cm de alto. La falda se hace de tela de fondo color claro estampada con flores pequeñas y se usa al revés, sobre un refajo hecho en telar de cintura, con hilos de algodón de fondo blanco y listas de colores dispuestas verticalmente; se reborda en la orilla con motivos animales o de plantas del entorno. En Ocotepec, se usa un enredo de lana negro de dos lienzos unidos con hilos de colores, y un huipil hecho con tres lienzos elaborados en telar de cintura con urdimbre de algodón y trama de "lanilla" de color blanco. El cabello se peina en dos trenzas, con listones de colores, se adornan con aretes y collares, y generalmente andan descalzas.

En Yucunicoco, usan huipil hecho de tres lienzos con hilos de lana de colores y un enredo manufacturado en algodón teñido con añil y grana, alternando listas en azul y rojo; ambas piezas se elaboran en telar de cintura. La zona más conservadora en este aspecto es la de la Costa.

Las prendas básicas de los hombres son calzón de tela blanca y cotón de algodón blanco o coyuche, en tela hilada con malacate de mano, tejida en telar de cintura. Se complementa con huaraches "pata de gallo". Las prendas de las mujeres son el pozahuanco, de telar de cintura con algodón hilado a mano y teñido con grana, añil o caracol, que combina bellos y complicados diseños según el pueblo de que se trate. El huipil es de algodón, de tres lienzos, y sólo se utiliza el día de la boda, para cualquier otro momento de la vida fuera del ámbito doméstico, lo usan sobre los hombros cruzando el pecho. Al morir la mujer, este huipil es utilizado como mortaja.

Desde que se instaló el CCI en Jamiltepec, se impuso la moda de usar una especie de mandil para cubrir el torso de las mujeres mixtecas. El cabello se parte en dos y cada gajo se enreda alrededor de la cabeza en forma de corona, tal como aparece en las representaciones de los códices y, en ocasiones especiales, se usa una cinta de lana roja con la que se forma una flor, que se anuda sobre la nuca. Otros adornos son los collares y los aretes de cuentas rojas y doradas. No usan calzado. Debido a la migración es más común en la actualidad que vistan ropa parecida a la de los mestizos de cualquier parte del país. Sin embargo, en los Altos, las mujeres siguen usando rebozos, ya sea los tradicionales "pintos" de algodón o de seda, que tienen fondo negro o azul marino, o bien los recientemente introducidos de colores, fabricados con fibras sintéticas. Las mujeres mayores y las niñas pequeñas usan el cabello largo peinado en dos trenzas; las jóvenes, el cabello suelto adornado con piezas de bisutería o rizado en peluquería, muestra de que han adoptado modas urbanas. Una distinción entre los hombres es el uso de sombreros, aunque en la actualidad es difícil encontrar los de palma y de ala corta. Recientemente, en algunas comunidades se ha tomado la decisión de vestir las indumentarias tradicionales en las fiestas del santo patrono. El hecho de que las prendas industriales sean más baratas incide en el abandono de la indumentaria tradicional.

Artesanías

La Mixteca se caracteriza por una diversificada producción artesanal. Se manufacturan pozahuancos, jícaras, máscaras, jarciería, textiles en algodón y lana como: servilletas, cobijas, huipiles, morrales, ceñidores, refajos, bordados, camisas, cotones, rebozos y enredos de lana; cestería de carrizo y de palma, muebles, velas, cerámica de diversos barros para distintos fines; talabartería, cohetes, cuchillos, herrería, metates, escobas y sombreros finos de palma real, procedente del Istmo, y el resto de palma criolla recolectada en la región. Las prendas textiles y la alfarería son artesanías que las mujeres hacen en sus tiempos libres. Los hombres se dedican a la jarciería, la herrería, la carpintería, la cuchillería o la talabartería. El trabajo artesanal se realiza en el ámbito doméstico. Los niños comienzan a aprenderlo cerca de los seis años. Por su importancia en la economía regional, el trabajo artesanal de la palma merece una referencia especial. Se fabrican sombreros, petates, tenates, monederos, juguetes, escobas, bolsos de mano, etcétera. Para este trabajo ha habido apoyos gubernamentales para conseguir crédito y se ha fundado un fideicomiso.

Mochós – Motozintlecos

Del nombre

Los miembros de este pueblo se llaman a sí mismos mochós o motozintlecos, como también los denominan regionalmente los lingüistas, aunque a los nativos de la ciudad de Motozintla de Mendoza, en el estado de Chiapas, también se les conoce con el nombre de motozintlecos. Por lo tanto, se les da la denominación de mochó a los hablantes de esa lengua indígena de la familia mayense. El vocablo mochó significa "no hay", y se dice que al llegar los españoles a esta región preguntaban a los antiguos habitantes por el nombre del lugar y lo único que éstos respondían era mochó, mochó.

Localización

Los mochós se asientan actualmente en los barrios aledaños a la cabecera municipal de Motozintla de Mendoza, en la Sierra Madre de Chiapas. El municipio de Motozintla se ubica al suroeste del estado, a una altitud de 1 300 msnm; limita al este con Guatemala y su extensión territorial es de 782 km2: el 1.05% del territorio estatal y el 0.04% del nacional. Algunos de los hablantes de mochó que habitan en otras comunidades se localizan en Belisario Domínguez y Tuzantán; estos últimos son considerados como hablantes de tuzanteco, que para los especialistas es una variante dialectal del mochó. En la actualidad, los mochó son un grupo urbano que se asienta en los barrios periféricos de Motozintla de Mendoza: el barrio de Campana, Canoas, Chelajú Grande, Chelajú Chico, Guadalupe y San Lucas.

Lengua

La lengua mochó o motozintleco, se clasifica dentro del tronco lingüístico maya.

La mayoría de los especialistas en lenguas mayenses consideran que el motozintleco es una lengua derivada del tronco kanjobalano. Al establecer una subdivisión de la familia de lenguas mayas, estos especialistas presentan al motozintleco como una lengua proveniente del jacalteco y asociado al ixil y al aguacateco.

En la región donde habitan los mochós, también se encuentra el grupo mam y el cakchiquel. Las lenguas mam y cakchiquel pertenecen al tronco lingüístico maya y la primera es la lengua predominante en esta región.

Salud

La aceptación de los servicios de salud depende de la enfermedad, ya que entre los mochós se distinguen sólo dos tipos: las que necesitan de medicina alópata y las que pueden curarse por medio de un qamam (sacerdote o curandero), quien "pulsea" al enfermo con la finalidad de "medir" su energía vital. El mal de ojo y las enfermedades derivadas de la envidia sólo podrían ser curadas por los médicos tradicionales.

Vivienda

Antiguamente, los mochós construían sus viviendas con paredes de tejamanil (madera de pino) y el techo lo fabricaban con este material o con hojas de palma. En la actualidad, la vivienda se construye con paredes de adobe, techos de lámina de zinc y piso de cemento. Cada casa cuenta generalmente con dos cuartos.

Nahuas de Guerrero

Del nombre

La lengua náhuatl es la primera lengua indígena en México. Actualmente los pueblos nahuas se encuentran dispersos en una vasta área que va desde Durango hasta el sur de Tabasco.

En algunas regiones, los nahuas se llaman a sí mismos macehuale, que quiere decir campesino; los nahuas de Guerrero sólo reconocen su pertenencia a la comunidad y no tienen un término especial para referirse a su adscripción nahuatlaca.

Localización

En el estado de Guerrero los nahuas representan alrededor del 40% de la población indígena del estado y se distribuyen en las subregiones de La Montaña, la Sierra Central y la Cuenca Superior del Río Balsas, la Sierra Norte y la Tierra Caliente; habitan en 45 municipios, y se asientan fundamentalmente en el área rural. Destacan por la densidad de población nahua los municipios de Copanatoyac, Cualac, M. de Cuilapan, Olinalá, Copalillo, Chilapa de Álvarez, Tepocoacuilco, Tlapa de Comonfort, Zitlala y Atlixtac, la mayoría de ellos en la región de La Montaña.

Lengua

De acuerdo con Canger, en México existen dos grandes grupos dialectales del náhuatl: los centrales, que tuvieron una influencia directa de México-Tenochtitlan desde el siglo XV y que les dio una uniformidad que aún conservan; y los periféricos que no presentan tal uniformidad por no compartir en el tiempo histórico un proceso común. En Guerrero existen tres variantes dialectales, según esta clasificación: el náhuatl del centro pertenece a la variante central, y el del norte y sur a la variante periférica.

El náhuatl del centro-oriente de Guerrero se habla en los municipios de Taxco, Tepecuacuilco, Zumpango del Río, Apango, Tixtla, Copalillo, Zitlala, Ahuacotzingo, Chilapa, Quechultenango, Olinalá, Atlixtac, Zapotitlán Tablas, Tlapa, Copanatoyac y Xalpatláhuac, entre otros. En 1990 se registró un alto índice de monolingüismo en las comunidades eminentemente indígenas de la entidad.

Salud

Al lado de la medicina oficial, convive a veces en abierto conflicto la medicina tradicional que se nutre de un saber ancestral. La herbolaria es uno de sus principales recursos terapéuticos; los curanderos conjugan un conocimiento de las propiedades de las plantas medicinales con un saber específico y una relación personal con el paciente. En algunas localidades como Zitlala es famosa la presencia de curanderos. Varios sectores de la población recurren a estos terapeutas. Dentro del cuerpo de conocimientos que prevalecen en dicha medicina están presentes algunos principios derivados de la cosmogonía prehispánica y de la medicina popular española.

Vivienda

La casa tradicional de los nahuas de Guerrero se constituye de una sola habitación y un amplio solar. En la región norte, las casas pequeñas tienen una cabecera de forma semicircular o hexagonal, y cuentan con una cocina aparte. El fogón tiene forma de herradura sobre un pretil de barro, elevado y rectangular.

Las viviendas en clima templado tienen paredes de caña de carrizo, de calehual o de maíz. Sus pisos son de tierra, con techos de dos aguas, de palma, zoyate o zacate. El fogón se forma con tres piedras colocadas sobre el suelo.

Los utensilios domésticos son tepextles, petates, taburetes de madera, banquitos, cajas de cartón, botellas y frascos, mecheros de petróleo, metates, ollas, cazuelas, comales, bules y reatas con ganchos, suspendidas del techo para colgar alimentos. En cada casa hay un altar doméstico.

En las poblaciones mayores y en las cabeceras municipales, la vivienda es de mampostería y adobe con una o más habitaciones y una cocina aparte. En algunos solares cultivan frutales, plantas ornamentales, alimenticias y medicinales. En la periferia las casas son más rústicas y modestas, construidas con adobe y bajareque o carrizo.

En La Montaña la casa es construida con la colaboración de los vecinos. En la región Centro, en el poblado de Tlamacazapa, la construcción de nuevas viviendas se hace con la ayuda mutua que se llama macoa, el dueño y el invitado principal de la obra se hacen compadres.

Artesanías

Las principales artesanías del estado de Guerrero son:

1) Cerámica. Se produce en Atzacoalaya, Alcozuacan, Nejapa, Hueycantenango y barrio de San Juan en Chilapa; en Zacualpan, municipio de Tlapa, en Tulimán y Qapan. Es elaborada por mujeres principalmente; el trabajo de los hombres consiste en conseguir el barro y comercializar los productos.

2) Objetos de palma y carrizo. En la región de La Montaña hacen bolsas, canastas y cestería; también en Zitlala, Cuadrilla Nueva, Amate Amarillo, Ayahualulco y barrio de la Villa en Chilapa, se elabora cinta de palma. Estos productos se venden a intermediarios locales o directamente en el tianguis dominical de Chilapa. Existen talleres familiares en casi toda la región. La gestión del Fideicomiso de la Palma (Fidepal) que pretendía eliminar la intermediación, ha venido a menos.

3) Textiles. En Acatlán, San Jerónimo Palantla y Tepozonalco en Chilapa; y en Xalitla, Ameyaltepec, San Miguel Tlapa y San Francisco Ozumatlán en el Alto Balsas las mujeres confeccionan ropa tradicional. En Chilapa se hace mantelería tipo "Oaxaca" y el rebozo chilapeño. Esta artesanía la realizan individuos aislados, no hay producción familiar.

4) Lacas. En Olinalá y Temalacacingo se hacen una variada gama de enseres: baúles, cajitas, biombos, cabeceras para cama, etcétera, decoradas con motivos fantásticos de contrastantes y armónicos colores. Ésta es la artesanía con mayor mercado nacional e internacional. La producción se lleva a cabo en talleres artesanales familiares.

5) Papel amate. Esta artesanía se originó en la década de los años sesenta, es una actividad económica complementaria de las actividades agrícolas, y practicada sólo en el tiempo libre.

6) Máscaras. La elaboración de éstas es muy importante en el estado, ya que Guerrero es el principal productor de máscaras en el país; las hacen sobre todo los nahuas. Originalmente éstas eran producidas para las ceremonias y ritual, como parte del atuendo dancístico; en la actualidad, la producción de máscaras es también con fines ornamentales.

Nahuas de Milpa Alta

Introducción

El Altiplano central mexicano, cuyo centro es la cuenca de México y los cercanos valles de Puebla, Toluca y Morelos, fue una región clave en la antigua Mesoamérica y más tarde se convirtió en el corazón del Imperio azteca.

Habitado por pueblos de habla náhuatl y de las lenguas derivadas de la familia otopame, la población indígena de esta región es la que mayor influencia ha sufrido de la población mestiza y de las transformaciones que ha tenido lugar durante el periodo colonial y republicano. Es también en esta área donde se ha producido mayor desarrollo industrial y urbano del siglo XX, y donde los indígenas se han asimilado más rápidamente a la población mestiza. Milpa Alta es asiento de uno de estos pueblos nahuas. Aunque políticamente pertenece al Distrito Federal, forma parte, junto con Xochimilco, de la zona más rural de la capital de la República.

Del nombre

El vocablo nahua hace referencia a una serie de tribus que poblaron el valle de México. Su lengua, el náhuatl que significa "hombre verdadero", es el nombre con que históricamente se conoce al grupo.

Localización

Milpa Alta fue un antiguo asentamiento nahua. Actualmente es una de las 16 delegaciones políticas que conforman el Distrito Federal. Con una extensión de 27 828 ha, es una de las delegaciones rurales más extensas del valle de México.

Los nahuas de Milpa Alta habitan en doce pueblos: Villa Milpa Alta, que es la cabecera delegacional; San Antonio Tecomitl; San Francisco Tecoxpa; San Jerónimo Miacatlán; San Agustín Ohtenco, todos éstos situados al oriente de la delegación; San Pedro Atocpan, San Pablo Oztotepec, San Bartolomé Xicomulco y San Salvador Cuauhtenco localizados al sureste y, por último, al sur se encuentran San Lorenzo Tlacoyucan, Santa Ana Tlacotenco y San Juan Tepenahuac.

Lengua

La lengua náhuatl de Milpa Alta pertenece a la familia lingüística yuto-azteca, que es considerada como la más extensa del país. De acuerdo con la clasificación de W.R. Miller, el náhuatl, grupo aztecano o nahua, pertenece a la rama meridional.

Los pueblos que registran un número mayor de hablantes de náhuatl son Santa Ana Tlacotenco, San Lorenzo Tlacoyucan y San Pablo Oztotepec.

Salud

En cuestión de salud, los nahuas de Milpa Alta recurren a varios tipos de atención: remedios caseros, medicina tradicional y medicina institucional.

En la zona existen varias clases de terapeutas tradicionales: los hueseros, los sobadores, las parteras y los yerberos. Estos dos últimos especialistas son los que gozan de mayor prestigio en la zona.

El yerbero, también llamado hechicero, posee una personalidad mágica. A él le fueron legados los conocimientos de la antigua religión y de la hechicería. Las personas que consideran que su enfermedad es un castigo de Dios por alguna mala acción, o quieren cobrarse de alguna forma el daño causado por una tercera persona, o desean curarse "el mal de ojo", recurren a este personaje. Generalmente el hechicero receta al paciente algunas yerbas medicinales, le recomienda durante el periodo de recuperación una dieta balanceada, así como el uso del temazcal.

Una de las enfermedades más peligrosas para los nahuas es la pérdida del alma. Para su curación, el hechicero llama a gritos al alma para que ésta regrese a su lugar. Otras enfermedades que también son atendidas por el yerbero son la tos, el catarro, el xoxal, la muina y el aire. Para la atención de enfermedades diarréicas, trastornos nutricionales, hipertensión arterial, etcétera, los nahuas recurren a médicos particulares y a los Centros de Salud.

Vivienda

La vivienda tradicional de Milpa Alta solía construirse con adobe, teja y vigas. Constaba de varias habitaciones: una funcionaba como recámara, otra como sala o recibidor, y otra como cocina-comedor. La mayoría de las casas tenían una "cocina de humo" en la que se instalaba un fogón construido con materiales perecederos. Una parte de la vivienda se destinaba al solar, espacio que era utilizado para secar el maíz y el frijol, criar algunos animales domésticos o para cultivar algunas plantas.

Artesanías

El trabajo artesanal en Milpa Alta se caracteriza por los bordados y tejidos en blusas o en carpetas.

El tipo de material empleado en los tejidos es de algodón, lana o ixtle (fibra natural que se obtiene de las pencas de maguey). Este último también se emplea para la elaboración de ayates y morrales.

Los bordados se realizan en manta o cuadrillé con diseños variados y coloridos. El hilo que se utiliza es el algodón, aunque últimamente se ha incorporado el estambre.

Territorio, ecología y reproducción social

El territorio tiene una extensión de 27 828 ha; está ubicado en la sierra del Chichinautzin, zona de origen volcánico que contiene elevaciones que alcanzan los 3 550 metros.

Milpa Alta está dividida en tres zonas: Ajusco-Teuhtli, que corresponde a la franja más baja de la sierra; Topilejo-Milpa Alta, en la parte media; y Cerro-Tlicuayo, en la parte alta de la sierra.

El clima predominante es templado, frío en el área montañosa. Los recursos forestales que aún se conservan son los madroños, oyameles, ocotes y pinos. Respecto a la fauna, las especies que se encuentran en peligro de extinción, pero que aún subsisten son el coyote, los escorpiones, el gato montés y pequeños roedores como ratas de campo o liebres. Los jabalíes, tigrillos y tlacuaches se han extinguido por completo.

En Milpa Alta existen tres formas de tenencia de la tierra: comunal, que cuenta con una extensión de 9 996 ha; ejidal, con una extensión de 520 ha y, por último, la pequeña propiedad, que tiene una extensión de 7 948 ha. Los problemas principales que han enfrentado las tierras son: la falta de títulos de propiedad, la restitución de terrenos por despojos y la invasión de terrenos ejidales.

Las actividades agrícolas de mayor importancia en Milpa Alta son la agricultura y la explotación forestal. Se siembra el maíz, el frijol, forrajes, haba, chícharo y nopal. La agricultura que se practica es de temporal. Para labrar la tierra se utilizan el arado y la yunta; los campesinos que tienen más recursos económicos alquilan tractores.

Otras actividades agrícolas que se practican en la zona son la producción de leña y de carbón. La producción de pulque sólo es para autoconsumo.

Las dos producciones que sostienen el éxito económico de Milpa Alta son el nopal y el mole. Actualmente, los productores se encuentran organizados en cooperativas, las cuales están constituidas en varias ramas de la producción agropecuaria.

El fenómeno de la migración también está presente en Milpa Alta, por lo que está catalogada como zona de "atracción". Los porcentajes de inmigrantes son los siguientes: del Estado de México proviene el 21.37%, de Puebla el 13.88%, y de Oaxaca el 13.11%.

Nahuas de Morelos – Nahuas

Del nombre

El nombre del grupo náhuatl proviene del verbo nahuatli (hablar con claridad); este término se emplea para designar tanto al grupo como al lenguaje de los mexica, los mexicanos.

Actualmente, los pueblos nahuas no forman una unidad política sino que están localizados en un área que va desde Durango hasta el sur de Tabasco y se concentran principalmente en Puebla, Veracruz e Hidalgo. En menor proporción se localizan en San Luis Potosí, Hidalgo, Distrito Federal, Estado de México, Tlaxcala, Morelos, Jalisco, Michoacán, Nayarit y Oaxaca.

Localización

Los pueblos indígenas de Morelos se encuentran dispersos en cerca de 16 municipios y son alrededor de 35 las comunidades nahuas que se concentran principalmente en Hueyapan, municipio de Tetela del Volcán; Tetelcingo, municipio de Cuautla; Santa Catarina, municipio de Tepoztlán; Cuentepec, municipio de Temixco y Xoxocotla, municipio de Puente de Ixtla. El náhuatl es la lengua predominante en el estado, agrupando alrededor del 36% de los hablantes de lengua indígena.

La geografía donde habitan los pueblos nahuas no es homogénea y se ubican en tres zonas ecológicas distintas. La zona norte corresponde a la Sierra Alta, que se encuentra entre los 2 000 y 4 000 msnm de altitud y se caracteriza por tener un clima húmedo frío, con una gran área forestal de pinos, oyameles, cipreses, encinos y cedros. En esta zona se ubican los pueblos nahuatlatos de Hueyapan, Coajomulco, San Juan Tlacotenco, Ocotepec y San José de los Laureles.

La parte de transición entre las tierras altas y las bajas está entre los 1 300 y 2 000 msnm; tiene un clima húmedo semicálido con grandes chaparrales, matorral subtropical, y pastizales. En esta región se localizan las comunidades nahuas de Santa Catarina, San Andrés, Ocotepec, Huazulco, Temoac y Amilcingo.

En los valles y las tierras bajas, de una altitud media de 1 000 msnm, encontramos un clima cálido subhúmedo al que corresponde una vegetación de selva baja y pastizales que representa casi el 75% del territorio estatal. En esta región se asientan las comunidades indígenas de Cuentepec, Tetlama, Xoxocotla, Tetelcingo y Atlacholoaya.

Lengua

La lengua náhuatl se encuentra dentro de la subfamilia aztecoide que pertenece a la familia o grupo yuto-azteca. Este grupo de lenguas emparentadas se habla desde las mesetas de la gran Cuenca del Oeste de los Estados Unidos hasta algunas regiones de Nicaragua. Dentro del territorio mexicano el náhuatl es el idioma con mayor número de hablantes del grupo yutoazteca. Según sus características lingüísticas, el náhuatl se ha dividido en cuatro grupos: el del este, del oeste, el central y el septentrional, el de Morelos pertenece al segundo, que utiliza la tl al final, y usa como prefijo el pretérito.

En Morelos habitan alrededor de 19 940 indígenas mayores, de cinco años de los cuales el 71.10% hablan el nahua, el 5% el mixteco, el 2% el zapoteco y el resto habla otras 25 lenguas indígenas de otras partes de México. Un 20% no habla el español.

Salud

La salud entre los pueblos nahuas de Morelos significa estar en las mejores condiciones físicas, psíquicas y espirituales para llevar a cabo todas sus actividades. La enfermedad es tratada dentro del grupo doméstico por terapeutas tradicionales o a través de la medicina institucional. Las amas de casa y los médicos tradicionales recurren a plantas medicinales y masajes, así como a una cuidadosa selección de los alimentos, de acuerdo con su calidad de fríos o calientes, dependiendo también de la naturaleza de la enfermedad, además de llevar a cabo diversos rituales de curación.

Los especialistas tienen distintos niveles de iniciación y entrenamiento. En algunos casos la medicina tradicional se ha combinado con prácticas modernas alópatas, y en otros de lo tradicional han pasado a las microdosis. Los médicos tradicionales son consultados por gente de sus propias comunidades, de otros estados y uno que otro extranjero. La zona de influencia de estas personas son las comunidades de Tepoztlán, Tetelcingo, Hueyapan, Xochitepec y Xoxocotla, entre otras.

Vivienda

En estos pueblos, la residencia es patrilocal. Cuando se casan los hijos varones viven en la casa paterna dos o tres años, después construyen su propia vivienda en un lote comprado o cedido por el padre. A pesar de que los padres ceden terrenos a sus hijos no faltan los problemas intrafamiliares por la posesión de la tierra.

En general, la vivienda está constituida por uno o dos cuartos y es habitada por unas ocho personas. Las casas son de adobe con techos de teja y palma o lámina de cartón; muy pocas cuentan con baño o letrina, en el mejor de los casos tienen dos cuartos, uno para dormitorio y otro como cocina. Además, cuentan con un solar en el que puede encontrarse un cuexcomate (granero) de adobe y palma, así como árboles frutales y algunos animales domésticos. En la calurosa zona sur, la cocina está hecha con cuatro morillos y un techo solamente. En general, hay una tendencia a habitar espacios cerrados y muy bajitos, aunque se tenga un gran solar.

En las comunidades nahuas no se ha terminado la instalación del drenaje; en algunas de ellas el gobierno ha proporcionado el material y la comunidad la mano de obra para ampliar la red. Para la construcción de la vivienda se recurre a la ayuda de familiares, compadres y amigos, a los que se invitan a comer durante la obra, queda implícito el compromiso de ayudarlos cuando ellos construyan su casa.

Indumentaria

Todavía subsiste la indumentaria tradicional elaborada artesanalmente y usada sobre todo por la gente mayor. En la vida cotidiana son los ancianos, hombres y mujeres, quienes portan este vestido; los hombres calzón y camisa de manta, las mujeres chincuetes (faldas muy amplias enredadas al cuerpo) y blusas repujadas o huipiles y fajas.

El atuendo tradicional de un hombre se compone de camisa y calzón de manta, además de gabán de lana en la zona norte, sombrero y huaraches. Las mujeres de Hueyapan, usan chincuetes, fajas y rebozos de lana, blusas plisadas de satín o de algodón e ixcacles. En Tetelcingo visten chincuetes y huipiles color azul marino, de lana o de telas sintéticas, faja y huaraches; en Xoxocotla, faldas y blusas plisadas, delantal, rebozo (de tela delgada) y huaraches; en Cuentepec, vestidos y delantales tableados, rebozo y huaraches, a diferencia de los otros pueblos, aquí visten así todas las mujeres sin distinción de edad. En estos pueblos, por lo menos un sector de la población viste el atuendo tradicional en ocasiones festivas, y lo complementan con collares y coronas de cempasúchil.

Artesanías

En Morelos existen varios tipos de artesanía que se destinan al ornato ya sea doméstico o personal, para la vida ceremonial y las actividades económicas.

En estos pueblos las artesanías se elaboran de acuerdo con sus actividades y características de su entorno. Las actividades económicas más importantes son la agricultura y la ganadería; para la primera se trabaja el hierro forjado, en la manufactura de los instrumentos para la roza y corte de caña; en esta rama sobresalen los productores de Jojutla y Cuautla. Para el uso ceremonial y festivo se elabora alfarería, ésta a veces dedicada exclusivamente a la cerámica para ritual, cerería, papel picado, mascarería, metalistería y pirotecnia, lo cual se da en llamar artesanía ceremonial. Su producción sobresale en las comunidades de Tlayacapan, Tepoztlán y Axochiapan. Hueyapan tiene una gran tradición en el tejido de lana pura para la confección de vestimenta de uso cotidiano como chincuetes, rebozos, gabanes y fajas. En Huazulco y Amilcingo se hacen exquisitos dulces de amaranto, cacahuate y semilla de calabaza. Estos productos se venden sobre todo a nivel estatal durante todo el año en diferentes ferias, por excelencia en las de Cuaresma de Morelos. También una artesanía local muy importante en cada una de estas comunidades son los arreglos de flores naturales para sus diferentes fiestas religiosas, como son los xochimamastles de Xoxocotla.

Nahuas de Puebla

Del nombre

Según Brinton, el significado del término náhuatl es "el que habla teniendo autoridad o conocimiento"; así pues, nahuatlaca (nahuatl y tlacatl) sería la gente superior, la gente que manda.

Actualmente, muchos nahuas se llaman a sí mismos macehuale, término que traducen como "campesino". Es posible que su autodenominación haga referencia a la antigua estratificación social, compuesta por los pillis (los señores, la élite) y los macehuales (el pueblo) de la sociedad nahua.

Localización

La conforman dos regiones: una comprende la franja que se extiende entre los 1 500 y los 200 msnm; la otra, llamada Bocasierra, es una franja estrecha que se eleva entre los 2 500 y los 1 500 msnm, donde se ubican las principales ciudades de la región: Chignahuapan, Huauchinango, Tetela de Ocampo, Teziutlán, Xicotepec de Juárez, Zacatlán y Zacapoaxtla. Otros centros de menor importancia son Pahuatlán, Xochitlán de Vicente Suárez, Cuetzalan del Progreso y La Unión. En este ambiente de relieve accidentado con altas montañas y acantilados conviven desde hace siglos nahuas, totonacos, otomíes y tepehuas.

El frente montañoso forma parte de la Sierra Madre Oriental. La región ocupa el norte del estado de Puebla, al oeste parte del estado de Hidalgo, habitado por otomíes, y al este parte del estado de Veracruz, habitado principalmente por totonacos y tepehuas.

Los nahuas habitan en la mayoría de los 68 municipios de la Sierra Norte de Puebla; en los municipios de Camocuautla, Nauzontla y Tepango de Rodríguez predominan los totonacos.

Lengua

En orden de mayoría numérica, las lenguas que se hablan en la región son: náhuatl, totonaco, otomí y tepehua. Los nahuas y totonacos se encuentran por toda la sierra. En algunos municipios con mayoría de población nahua se ha dado un proceso de nahuatlización de las minorías hablantes de totonaco.

La lengua náhuatl de la región pertenece al grupo lingüístico yuto-azteca. Según las fuentes históricas, la lengua náhuatl tiene distintos orígenes, que hoy se consideran sólo hipótesis: las más difundidas se refieren a que hubo varias migraciones hacia esta región, las cuales recibieron la influencia de los toltecas, provenientes del Altiplano central, y de los olmecas-xicalancas que estaban asentados en el Valle de Puebla y Tlaxcala, los cuales se dirigieron hacia la parte oriental de la sierra. Para los nahuas de estas áreas, su lengua es el mexicano.

La población bilingüe es cada vez más numerosa. Hoy día los niños aprenden su lengua materna y el español. La escuela constituye el medio integrador de ambas lenguas, además de su función de fusionar ambas culturas. Del total de la población indígena de la sierra, el 28.12% es monolingüe, el 66.40% es bilingüe y el 5.39% no se especifica.

Salud

Los nahuas consideran que cierto tipo de enfermedades, como la pérdida del tona y el mal aire, entre otras, son provocadas por una infracción, voluntaria o involuntaria del orden natural y sobrenatural. Los especialistas, hombres y mujeres, pueden sanar a una persona mediante el uso de ciertas terapias y plantas medicinales, porque ellos conocen el orden cósmico y lo que puede alterarlo, y restablecer la salud del ser humano es una forma de restablecer este orden.

Vivienda

Al inicio de la vida matrimonial, la pareja permanece en casa de los padres del esposo, donde comparte con el resto de la familia todos los espacios, derechos y obligaciones.

Además de tener una función residencial, la vivienda constituye el espacio de una unidad de producción y consumo y de interacción social por excelencia, ya que en ella se desarrollan actividades sociales y rituales. La vivienda se compone de dos habitaciones: el dormitorio y la cocina; en muchas comunidades todavía se cuenta con un temazcal.

Aún existen casas de madera con techos de teja de barro o lámina, pero ya predominan las construidas con materiales más durables, como el tabicón.

Artesanías

Se elaboran objetos para actividades rituales y ceremoniales, como máscaras para las danzas, ceras ricamente decoradas, indumentaria de danzantes, instrumentos como flautas e implementos de danza como los carrizos usados en la danza de Acatlaxquis, de Copila, sahumerios, adornos elaborados con flores naturales, como rosarios, coronas y bastones.

Nahuas de Veracruz

Del nombre

De acuerdo con Brinton, náhuatl significa "el que habla con autoridad o conocimiento", que es superior, competente, astuto. El sentido real del término nahuatlaca (náhuatl y tlácatl) es "la gente superior, la gente que manda".

Los actuales nahuas se llaman a sí mismos macehuale y traducen este término como campesino, que podría provenir de la antigua división clasista de la sociedad nahua entre pillis (la élite) y macehuales (el pueblo, los campesinos), pues se supone que la mayoría pertenece a la clase campesina.

La palabra náhuatl puede derivarse de la tradición tolteca y referirse a una nación dominante, organizada en cuatro grandes regiones geopolíticas. Los toltecas hablaban lengua náhuatl, la cual fue adoptada posteriormente por otros grupos. Durante la hegemonía mexica, el náhuatl fue la lengua oficial en Mesoamérica, por cuanto la aplicación a los aztecas del término nahuatlaca significaba la gente que manda. Actualmente no existen los nahuas, en tanto nación que manda, sino macehualmej: los campesinos.

Localización

El estado de Veracruz se localiza al oeste y sureste de la República Mexicana, entre los paralelos 17°7’ y 22°28’ de latitud norte y entre los meridianos 0°29’ y 5°32' de longitud oeste, en la denominada zona intertropical.

Los nahuas de Veracruz se localizan en 14 municipios de la región norte Huasteca; 20 de la región centro Orizaba-Córdoba y en cinco municipios de la región sur Istmo-Coatzacoalcos. Los municipios con mayor número de hablantes de náhuatl son: Chicontepec, Ixhuatlán de Madero, y Benito Juárez en la región huasteca, además de Tehuipango, Soledad Atzompa, Zongolica y Mecayapan.

Lengua

Los descubrimientos de la glotocronología asignan al yuto-azteca, tronco lingüístico al que pertenece el nahua, una antigüedad aproximada de 45 a 47 siglos. La lengua nahua se encuentra en un eje idiomático de sur a norte en el siguiente orden: nahua-pimanahopi-tubatulabal-mono.

Los cuatro dialectos del náhuatl actual son: nahua del oeste: municipio de Toluca (por el Nevado de Toluca), Michoacán, Guerrero, y en Xoxocotla y Cuernavaca (Morelos); nahua central: valle de México, Huauchinango (Puebla), Tlaxcala, valle de Puebla y Amilpas, así como el extinto cazcán de Jalisco; nahua septentrional: en la Huasteca (parte de los estados de San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz); nahua del este: sierra de Puebla, centro de Veracruz, pipil de Tuxtepec (Oaxaca) y de Acula, Tuztla, pipil de Centroamérica.

Salud

Como para otros grupos indígenas, para los nahuas de Veracruz algunas enfermedades sólo pueden ser tratadas por especialistas, quienes realizan terapias tradicionales y utilizan plantas medicinales de la región, combinadas en algunos casos con medicina alópata. Algunas de estas enfermedades son la pérdida de la sombra, el susto, el daño, etcétera.

Asociada a la ceremonia de "darle de comer a los elotes", se realiza el pepentle, que es una ceremonia de curación para evitar los males en las personas, los objetos de la casa y los animales domésticos. Mediante el pepentle, el huehuetlaka (especialista), junto con el maíz y los padrinos, ayudados por los santos católicos y dioses indígenas, capturan la enfermedad o el mal que pueda haber. Los padrinos sujetan al ahijado mientras que el huehuetlaka le hace una limpia con dos mazorcas y lo sahúma con copal.

Vivienda

Para la construcción de su vivienda, los nahuas piden la ayuda de familiares y parientes. Si no cuentan con este tipo de trabajo, llamado "mano vuelta", contratan peones. La comida del mediodía es obligación del dueño de la casa. Las casas son de madera, otates, hojas de palma real, zacate y hoja de caña que se encuentran en la zona, y se compran tejas y láminas para los techos a vendedores foráneos.

Las casas son de forma rectangular, divididas en cuadros; algunas tienen un tapanco de tabla u otate para guardar enseres domésticos y parte de la cosecha. Alrededor de la casa se lenvanta una cerca de tiras de otate, recubiertas de bajareque (barro revuelto con zacate colorado) y se colocan ventanas pequeñas y puertas de madera.

Cuando la casa está terminada, se hace una ceremonia en sábado o domingo, o de martes a jueves, porque el viernes es día de brujos y el lunes es día de las ánimas. Los nuevos dueños consiguen un curandero y ponen ofrenda, que se compone de flores, ceras, velas, pan, huevos, dos gallinas y un gallo, aguardiente, tortillas, café, caldo blanco con pechuga y refrescos. El dueño busca a dos mujeres para que ayuden a la señora a hacer la comida, y a dos señores para que ayuden al curandero.

El curandero realiza un ritual en el techo de la casa y dentro de la habitación, donde nueve cruces de madera "comerán" la ofrenda; después, el curandero invita a los presentes a "levantar" (comer) la ofrenda. El curandero hace una cruz de pétalos de cempoal y pone ofrenda en cada horcón. En cada esquina echa ajosmecatl y ajo. En el techo de la casa pone de ofrenda el tamal de gallo, prende una cera durante un rato, arroja aguardiente y reza; después destapa el tamal y lo ofrece. Al terminar los rezos, levanta el tamal y baja del techo.

Indumentaria

El traje tradicional femenino de gala, consta de quechquémitl, blusa y enagua. El quechquémitl y la enagua se tejen con hilaza blanca de telar de cintura, y se bordan en las orillas con estambres en punto de gobelino, con figuras geométricas, zoomorfas, antropomorfas y vegetales. La boca del quechquémitl se remata con bordados de punto de ojal compuesto, y los lienzos se unen con punto de randa en estambres de colores. La blusa es de bata ceñida en la parte alta del busto, hombros y espalda y hasta abajo de la cintura se despliegan faldones plisados a partir de la bata. Toda la blusa lleva amplios y coloridos bordados de punto de cruz.

El traje de uso diario consta de enaguas de colores brillantes, verde o azul, adornadas en la bastilla con dos o tres tiras de encaje blanco y/o listones de colores, blusa blanca de manta con bordados en punto de cruz, delantal sobre las enaguas y un lienzo rectangular de color negro amarrado sobre la cabeza, y con un nudo en la nuca que deja una punta que cae sobre la espalda.

Las camisas de los hombres llevan bordados de diferentes figuras y colores, distintivos que los identifican con su comunidad.

Artesanías

Los nahuas del norte de Veracruz elaboran productos artesanales de alfarería, carpintería, cestería, textiles tejidos y bordados. Las mujeres elaboran textiles y cerámica. En telar de cintura hacen bordados en punto de cruz, tejen lienzos para mamali, que son un tipo de rebozo de hilaza blanca con bordados de chizo en uno de los extremos, sobre el lienzo terminado se bordan con punto de gobelino figuras geométricas y florales; además, tejen fajas o ceñidores de un solo color o en franjas.

Elaboran objetos de alfarería para uso doméstico y objetos de uso ritual: candeleros, copaleros y juguetes, utilizando arena de las riberas de los ríos, arcillas y rocas calcáreas. Las piezas de uso ritual las recubren con tierra blanca y roja. Dejan las piezas en la sombra para que se sequen a la temperatura ambiente, enseguida las cuecen al aire libre y después las cubren con madera de jonote, otate y ortiga. La mejor temporada para la alfarería es en vísperas de Todos Santos.

Otomíes del Estado de México - Hña Hñu

Del nombre

No hay certeza sobre el significado preciso del vocablo otomí. En otomí, otho significa no poseer nada, y mi, establecerse. Estas dos palabras podrían interpretarse como pueblo errante. También se puede considerar que otomí proviene del náhuatl otocac, el que camina, y mitl, flecha; asimismo, se puede derivar de totomitl,flechador de pájaros o aves. Si tomamos en cuenta los distintos significados, el término otomí se puede definir como "cazadores que caminan cargando flechas". En su lengua, los otomíes se autodenominan Hña Hñu, que significa hablantes de otomí o gente otomí.

Localización

Apegándonos al criterio lingüístico, los otomíes habitan en 14 de los 121 municipios del Estado de México. En orden de importancia están Toluca, Temoaya, Jiquipilco, Morelos, Otzolotepec, Chapa de Mota, Lerma, Aculco, Amanalco, Huixquilucan, Xonacatlán, Timilpan y Zinacantepec. La mayoría de estos municipios se ubican en dos regiones: la noroeste, Atlacomulco-Timilpan, y la región centro, Toluca-Lerma.

Las características del hábitat de los otomíes son variadas, pues cuenta con valles, bosques y montañas. La planicie más alta es el valle de Toluca, con una altura de 2 683 msnm; al noroeste se encuentran valles como Acambay, Tixmadejé, Plan de San Bartolo y El Pastor. La región es atravesada por el monte de las Cruces, la sierra del Monte Alto y Monte Bajo, así como la sierra de San Andrés Timilpan, y es irrigada por el río Lerma. Los climas predominantes en la región son el templado subhúmedo y frío, las lluvias se presentan en verano y las heladas en invierno.

Lengua

La lengua otomí tiene variantes dialectales, las cuales están asociadas con los distintos lugares geográficos donde habita este grupo étnico. En general, estas diferencias se presentan en los niveles fonológico, fonético y sintáctico. La lengua otomí está considerada como una lengua tonal, lo cual hace que su escritura sea compleja. De acuerdo con la clasificación lingüística que se ha realizado sobre las lenguas indígenas, la familia otomangue se clasifica en mixteco, popoloca, chiapaneco-mangue, chinanteco, amuzgo y otopame. De este último, se desprende la rama otomí-pame, mientras que del otomí se derivan las siguientes lenguas: otomí, mazahua, matlatzinca y ocuilteca.

Salud

Los otomíes clasifican el origen de las enfermedades en dos niveles: las de origen natural y las de origen sobrenatural. A las primeras, las combaten con medicina alópata; las segundas forman parte de la cosmovisión del grupo. Para los otomíes, los orígenes de las enfermedades tienen una base mágico-religiosa; para curarse acuden con terapeutas tradicionales, como son las parteras y los hueseros, hierberos y rezanderos. Las familias otomíes frecuentemente utilizan plantas medicinales para curar sus males. Hoy día, la población otomí es atendida por diversas instituciones de salud como el IMSS, DIF, Secretaría de Salud e ISSSTE, a través de pequeños consultorios, clínicas y hospitales que se ubican principalmente en las cabeceras municipales. Las enfermedades más comunes que padecen los miembros de este grupo son las gastrointestinales y las broncorespiratorias.

Vivienda

La vivienda original otomí ha cambiado constantemente. Los materiales tradicionales como el adobe, el tejamanil y la madera, han sido sustituidos por materiales más modernos. Actualmente las viviendas son de dos o tres cuartos, cocina y sala comedor; las paredes están construidas con tabique o tabicón, los techos son planos y de concreto y las puertas y ventanas son de fierro. La mayor parte de las viviendas cuenta con su cocina tradicional que conserva el "fogón" colocado en el suelo, que es un espacio pequeño en forma circular rodeado de cuatro o cinco piedras. La distribución del espacio en el cual están construidas las viviendas otomíes se divide en casa-habitación, cocina tradicional, patio, huerto familiar, granero o zincolote, donde se guarda el maíz, y corrales para animales de traspatio.

Artesanías

Desde 1970 se ha impulsado la producción de tapetes de lana, los cuales son fabricados especialmente por las mujeres otomíes del municipio de Temoaya. Los molcajetes y metates de piedra negra se elaboran en el municipio de Acambay, donde también se hacen bolsas de paja de trigo, sombreros de palma, canastas y sillas de tule. En algunas localidades de Toluca se hacen piezas de alfarería y ayates de fibra de maguey, mientras que en Otzolotepec se producen fajas, manteles y servilletas tejidas a mano. En Xonacatlán sobresalen los textiles elaborados en telares de cintura.

Otomíes del Valle del Mezquital - Hñä hñü

Del nombre

Se considera el término otomí como la forma moderna del vocablo arcaico totomitl, que aparece en totomihuacan y totomihuatzin, palabras del Códice Xolotl que representan aves flechadas. Algunos autores señalan que la palabra otomí deriva del nahua y significa cazadores que llevan flechas.

Los otomíes de la Sierra Oriental se autonombran n'yühü que proviene de n'yu que designa al grupo autóctono y del patronímico hü. En cambio, los otomíes del Valle del Mezquital se autodenominan hñä hñüde hñä hablar y hñü, nariz; es decir los que hablan la lengua nasal o los que hablan dos lenguas. El vocablo ñäñü, según ciertos autores, proviene de Otou, antepasado mítico, o bien se deriva del término othó, que significa "pueblo sin residencia".

Localización

El Valle del Mezquital se divide a la mitad por la serranía de San Miguel, que se ramifica a su vez en diferentes desniveles: al norte, el Valle de lxmiquilpan, situado entre los 1 700/1 800 metros de altitud; al sur, el Valle de Actopan, levemente más bajo; al noroeste, una llanura que comprende la parte septentrional del municipio de Ixmiquilpan y el de El Cardonal sobre los 1 900 metros. Estos tres valles no son uniformes y comprenden otras plataformas en niveles ligeramente desiguales, separados por ondulaciones del terreno. Los montes que rodean al Mezquital son macizos con alturas entre los 2 500 y 3 000 msnm.

El Valle del Mezquital abarca 28 municipios, entre los más importantes se encuentran Actopan, Alfajayucan, El Cardonal, Chilcuautla, Ixmiquilpan, Nicolás Flores, San Salvador, Santiago de Anaya, Tasquillo y Zimapán. La población indígena está ubicada en estos municipios, sobre todo en las cabeceras municipales. También encontramos mestizos en las comunidades indígenas que son maestros, médicos, vendedores, curas, etcétera.

Lengua

La lengua otomí pertenece a la gran familia otomí-pame, grupo lingüístico cuyos componentes poseen historia y tradiciones culturales altamente diversificadas. Dentro de esta familia, existen cinco divisiones: 1) otomí-mazahua, 2) pame del norte, 3) pame del sur, 4) matlazinca-ocuilteco, y 5) chichimeca.

Salud

"Según el mal es el remedio...". La medicina doméstica ha jugado un papel importante para mantener el equilibrio biológico-social de la comunidad; el uso de la herbolaria es cotidiano. Este conocimiento empírico se aplica en enfermedades como dolor de cabeza, de estómago, cuerpo cortado, temperaturas, fríos, espantos y torceduras. Se cuenta con recursos terapéuticos como infusiones, masajes con cremas y bálsamos.

Vivienda

En el Valle del Mezquital todavía existe la construcción tradicional, hecha con materiales que les proporciona el medio ambiente, como son el órgano y la laja para las paredes, el ocotillo, la guapia y el maguey para las cercas; el achón y la palma para el techo, para el cual también se utiliza la lámina de cartón y de asbesto. Predominan las casas de piedra o tabicón, las cocinas, en los lugares más alejados, se construyen con varas de achón y pencas de maguey.

Su organización social es patrilocal, los hijos casados después de vivir un tiempo con sus padres, construyen su propia vivienda muchas veces en un terreno cedido por éstos. La construcción de la misma se lleva a cabo con la colaboración de la familia, o bien con la ayuda recíproca entre los vecinos. En general, las casas tienen de 6 a 12 metros de largo por 3.5 a 4 de ancho, y están compuestas de una o dos piezas que sirven de estancia, comedor y dormitorio (hay casas donde la cocina es exterior, en otras se cocina en la misma pieza). Son contadas las casas que tienen letrina.

Artesanías

Ésta es una actividad complementaria y se comercializa en los mercados locales. En Ixmiquilpan y sus alrededores utilizan el carrizo para la elaborar canastos, macetas, cavas, percheros, etcétera, y la fibra del maguey para estropajos y ayates; en Ixmiquilpan hay una tienda artesanal hhähñü (Cooperativa SEDAC-COVAC) Se trabaja la vara de sauz para la elaboración de chiquihuites, la palma para sombreros tejidos y cosidos a mano, y las tradicionales sonajas en forma de palomas. Algunas comunidades del municipio de Alfajayucan hacen cántaros de barro para el agua o el pulque.

Pames de Querétaro - Xi'úi

Del nombre

Los pames se llaman a sí mismos Xi úi (o sus variantes locales) que significa "indígena"; este término se utiliza para referirse a toda persona descendiente de no-mestiza; por lo anterior, y estrictamente hablando, los vocablos pame y xi'úi no son gentilicios. Sólo cuando hablan en español emplean la palabra pame para autonombrarse.

Localización

La región conocida como la Pamería se ubica entre los estados de San Luis Potosí y Querétaro. Los pames en territorio queretano se localizan en los municipios de Jalpan de Serra y Arroyo Seco, se concentran en las localidades de San Antonio, Las Flores, El Rincón, El Carrizal, San José de las Flores y San Juan de los Durán.

Lengua

El idioma pame o xi'ui es una lengua que ha terminado por refugiarse en el espacio doméstico y familiar. El papel preponderante del español como vehículo principal de comunicación en todos los ámbitos sociales, la discriminación a la que son sujetos por el uso del pame y el obstáculo que constituye su uso para la inserción de los jóvenes en los medios laborales, han contribuido al sistemático abandono de la lengua.

Sólo la tercera parte de los pames habla fluidamente la lengua, alrededor de una cuarta parte la comprende pero no la habla, y el resto se comunica exclusivamente en español.

Vivienda

En varias comunidades las viviendas indígenas son construidas con palma, adobe y madera; las de los mestizos son de materiales diversos, menos perecederos y más costosos.

Para la construcción de una nueva residencia los pames solicitan la ayuda de dos o tres voluntarios. Los solares se trazan sobre superficies rectangulares que varían entre los 300 y los 1 000 m2. Las chozas, generalmente rectangulares y con techos de dos vertientes, elaboradas con palma real, teja o lámina, se sostienen sobre horcones sujetos en la parte superior por un madero que atraviesa la habitación de extremo a extremo. Hacen las paredes con varillas de arbustos, las cuales se enjarran con lodo o con adobe. En muchos casos la vivienda se conforma de una sola habitación que incluye cocina y dormitorio.

Los pames de Querétaro carecen de ganado mayor, pero crían en los alrededores de la casa cerdos, gallinas o guajolotes que destinan a la venta o al autoconsumo. En el solar hay un pequeño terreno de cultivo, donde siembran un poco de maíz, frijol, calabaza y chiles. Igual que en San Luis Potosí, en San Antonio Tancoyol algunos indígenas se dedican al cultivo de colmenas mediante el empleo de troncos huecos de mezquite, donde se coloca sal o excremento, así como dos cruces a partir de las cuales las abejas comienzan a trabajar.

Salvo en aquellas excepciones donde priva el régimen ejidal o de "tierras de sociedad", las unidades domésticas de los pames se ubican en pequeños solares "prestados", pertenecientes a propietarios particulares. El derecho a residir en solares ajenos se obtiene mediante arreglos personales con los propietarios, quienes pueden exigir el desalojo del solar en el momento en que así lo decidan. Los desplazamientos de las unidades domésticas son relativamente frecuentes.

Al contraer matrimonio, los jóvenes pames permanecen durante algún tiempo en la casa de sus padres o, excepcionalmente en la de sus suegros; permanecen en el hogar paterno hasta que encuentran algún propietario dispuesto a prestarles un solar, entonces construyen una nueva residencia.

Artesanías

Las mujeres xi'ui elaboran chiquihuites, petates y venteadores con fibras de palma; también hacen piezas de alfarería como comales, cántaros y otros utensilios. Los hombres manufacturan canastos y colotes de carrizo; fabrican máscaras de madera, implementos para las labores agrícolas, así como el mobiliario doméstico. La producción artesanal se destina al autoconsumo y al mercado.

Pames de San Luis Potosí - Xi'ú

Del nombre

Los pames se llaman a sí mismos Xi úi (o sus variantes locales) que significa "indígena"; este término se utiliza para referirse a toda persona descendiente de no-mestiza; por lo anterior, y estrictamente hablando, los vocablos pame y xi'úi no son gentilicios. Sólo cuando hablan en español emplean la palabra pame para autonombrarse; sin embargo, en la región dicha palabra está cargada de un sentido peyorativo, razón por la cual tratan de evitarla.

Localización

Dentro del estado de San Luis Potosí la zona xi'úi comprende cinco municipios: Ciudad del Maíz (donde existen cinco comunidades, entre las que destaca la de Villa de San José, que está conurbada con la cabecera municipal); Alaquines (aquí son diez las principales comunidades xi'úi, destacando la Colonia indígena); Tamasopo, que tiene 25 comunidades principales; Rayón, con siete y Santa Catarina, con 20. En el estado de Querétaro se ubican tres comunidades xi'úi en una pequeña parte del municipio de Jalpan de Serra.

Lengua

En la actual región xi'úi, además del español, se habla su propio idioma, llamado génericamente pame; muy próximos geográficamente, se encuentran hacia el oriente grupos de habla náhuatl y huasteca, aparte de la población indígena que ha emigrado a la región xi'úi y que habla sus propios idiomas. Es importante reiterar que no hay sólo un idioma pame, sino al menos dos: pame del norte y pame del sur, este último actualmente desaparecido a pesar de que a principios del siglo se hablaba en el estado de Hidalgo. El pame del norte, que es el que se habla actualmente en toda la región xi'úi bien puede dividirse en dos variantes: el de las áreas de Ciudad del Maíz, Alaquines y La Palma, y el del área de Santa María Acapulco.

Salud

Entre los xi'úi existe una práctica que podría denominarse como "medicina casera", ésta hace frente a los padecimientos leves de los individuos con la utilización de hierbas y otros remedios caseros. Cuando los males llegan a agravarse se recurre a los conocimientos de especialistas tales como los curanderos y, en casos extremos, se recurre a los hechiceros.

Los conocimientos terapéuticos de estos especialistas xi'úi están estrechamente vinculados con los de la medicina casera, dado que son, en varios aspectos, una derivación de ella. Las acciones de estos especialistas no se limitan al alivio de males humanos, sino que alcanzan otros niveles, como es el de la restitución del equilibrio en sistemas orgánicos de otro tipo, como son las milpas y los jagüeyes.

De acuerdo con la medicina tradicional, las enfermedades se clasifican en "naturales", causadas por vientos, lluvias, fríos, picadura o mordedura de distintos animales, etcétera, y las "sobrenaturales", originadas por fuerzas malignas, piedras, malos aires, maleficios de hechiceros, brujos o por el mismo diablo.

Vivienda

La residencia es de tipo patrilocal: los recién casados viven con los padres del esposo por espacio aproximado de un año, cumplido cuando se mudan a su nuevo hogar, casi siempre cercano a la casa del padre del marido. Cada individuo que forma una nueva familia construye su vivienda, ayudado por sus familiares y amigos; la construcción de la vivienda es un asunto exclusivamente masculino. La casa habitación tradicional es un jacal de planta cuadrada o rectangular, a veces con uno o dos lados redondeados, con paredes de una hilera de varilla de madera, o dos hileras que contienen piedras; en ocasiones las paredes se enjarran con lodo. También son comunes las paredes de tablones o de adobes. Los techos por lo general son de "dos aguas" cubiertos de palma, aunque cada vez son más comunes los techos de lámina galvanizada.

La gran mayoría de las casas xi'úi se componen de uno o dos cuartos, con la cocina aparte, así como un corralito y un pequeño solar. No cuentan con los servicios públicos indispensables, y el menaje doméstico suele ser muy modesto: petates, una mesa y sillas rústicas; para guardar sus modestas vestimentas se utilizan cajas de madera y bolsas de plástico.

Artesanías

Es difícil encontrar entre los pames a alguien que no sea capaz de elaborar algún producto utilizando los elementos que ofrece su medio ambiente, como son: las fibras de la palma, con las cuales las mujeres hacen chiquihuites, petates y venteadores; piezas de alfarería como comales, cántaros y otros enseres de cocina.

Los hombres elaboran canastos y colotes de carrizo, además de fabricar en madera una serie de implementos necesarios para las labores agrícolas y el menaje doméstico; de este mismo material también fabrican máscaras. La producción artesanal se dedica tanto al autoconsumo como al mercado.

Pápagos - Thono O'otham

Del nombre

Los estudios etnolingüísticos reconocen tres divisiones principales del grupo pápago: los hia'ched o'otham (areneños o gente de la arena), que habitan en la zona de los Pinacates y en partes del desierto de Yuma; los akimel o'otham (gente del río), también conocidos como pimas gileños por vivir a orillas del río Gila, en una reservación cercana a Phoenix, Arizona; y los Thono o'otham (gente del desierto), a cuyos antecesores se les llamaba pápagos.

Durante la Colonia se les llamó "pimas altos" a partir del siglo XIX se les denominó pápagos. Pápago significa algo así como "comedores de frijol" o "pimas frijoleros", se les aplicó este mote porque su siembra principal era el frijol.

El pápago es un grupo binacional desde que el establecimiento de la línea fronteriza entre México y Estados Unidos dividió su territorio y sus miembros tuvieron que elegir alguna de las dos nacionalidades. En Estados Unidos, cada vez se utiliza más el término tohono o'otham, vocablo con el que ellos se refieren a sí mismos y que en su propia lengua significa "gente del desierto".

Localización

Los pápagos se localizan en Arizona, Estados Unidos, y en Sonora, México. Desde 1937, en Estados Unidos los acuerdos de la Indian Reorganization Act (1934) dividieron el territorio de las reservaciones pápago en 11 distritos; cada uno de ellos tiene su propio consejo y cuenta con dos representantes en el Papago Tribal Council. En 1983 se creó en Sells, la cabecera de la reservación, la oficina Tohono o'otham in Mexico Office, que se encarga de las relaciones entre los o'otham de ambos países.

Los pápagos de México habitan en el estado de Sonora en los municipios de Caborca, Saric y Puerto Peñasco y en Magdalena, en el municipio del mismo nombre. Las localidades donde se ha registrado población o'otham son: Carricito, Chujúbabi, El Bísani, El Carricito, El Cubabi, El Cumarito, El Quelele, Irabibaipa, La Espuma, La Lezna, Las Calenturas, Las Maravillas, Las Mochoneras, Las Norias, Pozo Grande, Pozo Prieto, Represa de Enrique, San Francisquito (sede del gobernador pápago), San Pedro, Santa Elena, Sobaco. Algunas localidades mayoritariamente mestizas donde viven o'otham son Caborca, Magdalena, Pozo Verde, Quitovac, Sonoyta y Puerto Peñasco.

Lengua

Según varios estudios lingüísticos, la lengua pápago se clasifica dentro del grupo pima (también llamado pimano o tepimano), rama nahua-cuitlateca del tronco yutonahua. Tiene relación cercana con la lengua pima, con las variantes dialectales de los tepehuanos (o'dam) y también con las lenguas taracahítas (mayo, yaqui, tarahumara, guarijí o y ópata).

Algunos estudios del Instituto Nacional Indigenista (INI), actualmente la Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), antesseñalan que el pápago es un dialecto de la variante pimana conocida como pima alto. Se registraron hablantes de pápago en los municipios sonorenses de Caborca (54 hablantes), Altar (26), Puerto Peñasco (66), Saric (15) y Santa Ana (13); en 1992 se registraron 386 hablantes de pima, 101 de pima alto y 4 de pima bajo, en todas estas lenguas más del 95% de los hablantes se consideraron como bilingües.

En México son los adultos, generalmente los ancianos, quienes utilizan más el pápago en sus conversaciones. Entre los tohono o'otham de Estados Unidos hay un número elevado de bilingües que hablan inglés y el idioma vernáculo. Algunos o'otham de ambos países que viven cerca de la frontera hablan pápago, español e inglés.

Salud

Los padecimientos más comunes entre los o'otham son las enfermedades respiratorias, gastrointestinales e infecciones dermatológicas. Son pocos los terapeutas tradicionales. Algunas de las ceremonias colectivas (en especial el bi'ikita y el khui,jin) son considerados momentos propicios para sanar o adquirir enfermedades, según se cumpla, bien o mal, con las restricciones y tabúes que se deben observar durante su desarrollo y preparación.

Vivienda

Las rancherías de los tohono o'otham se componen de unas cuantas casas agrupadas sin un orden preestablecido; los poblados más grandes tienen un templo y una capilla.

La vivienda tradicional es de planta cuadrangular, tiene muros de adobe, bajareque o piedras amalgamadas con barro; techos de paja o de carrizo y argamasa, que son planos con un cierto declive; los pisos son de tierra apisonada. Algunas habitaciones tienen ventanas, en ellas hay cajones y roperos de madera, camas de madera o de metal o tapexcos (catres).

La cocina es igual al dormitorio o una simple ramada abierta o con paredes de carrizo. Cuenta con un fogón de adobe, mesa, sillas o bancos, varios utensilios, y cestos de torote en que almacenan semillas. Aún se usan morteros de piedra para moler péchita o carne para la machaca; metates de piedra sin patas; fisgas, que son largos palos de costilla de sahuaro para recolectar los frutos de este mismo cacto; reatas de cuero o fibras vegetales y bancos elaborados con raíces de mezquite. En el verano la gente prefiere dormir bajo estos techos y cocinar al aire libre. La casa tiene un cerco de madera o de alambre; en el solar tienen graneros de adobe o de carrizo.

Artesanías

Los pápagos elaboran artesanalmente figuras de madera tallada, piezas de alfarería y cestas. Su alfarería es rústica; la hechura de los recipientes incluye la recolección de la materia prima en los bancos de barro, el cual filtran y mezclan con arena muy fina y estiércol de vaca seco. Las piezas se cuecen en un horno con palos de choya y estiércol.

Sus mejores y más finas piezas artesanales son las de cestería. Las "coritas", cestas y bandejas, de palmillo y torote (plantas del desierto que las mujeres colectan, preparan y tejen) alcanzan elevados precios en Estados Unidos. En los diseños y decorados de las coritas plasman símbolos de una estética relacionada con el pensamiento mítico de los o'otham. La cestería es un quehacer femenino que involucra a mujeres de las reservaciones de Arizona, y es una importante fuente de ingresos. En cambio, en México la fabricación de coritas ha desaparecido prácticamente entre los o'otham.

Tallan figuras en madera de mezquite, de palo fierro o de otros árboles; este trabajo es un asunto más bien masculino, aunque sólo hay algunos buenos talladores en ambos lados de la frontera.

Amuzgos - Tzjon Non

Del nombre

Los amuzgos habitan en los estados de Oaxaca y Guerrero y se denominan con el mismo nombre de su idioma: el amuzgo. Cada pueblo amuzgo tiene su nombre específico, por ejemplo en San Pedro Amuzgos, se autonombran como Tzjon Non, que significa "pueblo de hilados, hilo suave o mecha"; en Santa María Ipalapa se autonombran Tzo'tyio que significa "Río Camarón".

Según algunos estudios, amuzgos o amochcos significa "lugar donde hay librerías o bibliotecas". De acuerdo con Fernández Gatica, amuzgo significa entre cerros, nombre que se asignó a un pueblo y después se generalizó para nombrar a un grupo étnico.

Los mixtecos, vecinos de San Pedro Amuzgos, reconocen a este pueblo como ñuu ñama que significa "pueblo de totomoxtle"; en náhuatl se conoce como amuchitl que significa "en el estaño o donde hay estaño". Según el almanaque de Oaxaca el nombre correcto es amochco.

Localización

El territorio amuzgo se encuentra en los estados de Guerrero y de Oaxaca. En el estado de Guerrero se sitúan en la región sureste en los pueblos de Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca, Cosuyoapan, Zacoalpa, Chochoapan, Huehuetono, El Pájaro, Las Minas, Cerro Bronco, Guadalupe Victoria, Guajentepec y Pueblo Nuevo. Al oeste de Oaxaca se encuentran en los municipios de San Pedro Amuzgos y Santa María Ipalapa. En todas estas comunidades los amuzgos conviven con mestizos que generalmente son la mayoría de la población.

Lengua

La lengua amuzga pertenece al grupo otomangue, y es de la subfamilia lingüística mixtecana a la que pertenecen también el triqui, el cuicateco, el chocho-popoloca, el mazateco, el ixcateco y el mixteco.

Salud

Se recurre frecuentemente a los médicos indígenas. Los amuzgos consideran que la enfermedad es el resultado de no acatar los patrones de comportamiento respecto a la naturaleza o a la sociedad, desequilibrio que sólo los especialistas tradicionales pueden resolver.

Hay una baja demanda de servicios médicos alópatas, ya que se prefiere la consulta al médico tradicional. En casos graves, los pacientes se desplazan a Putla o a Pinotepa Nacional donde se cuenta con mayor infraestructura médica.

Las enfermedades más comunes como dolor de estómago y de cabeza, fiebre, diarrea, vómito, gripe, tos, etcétera, son tratadas a nivel doméstico con plantas como hierbabuena, e infusiones como el té de limón, manzanilla, hierba santa, perejil, ruda, etcétera. Otro tipo de enfermedades, como el espanto y la pérdida del espíritu, son tratadas por especialistas conocidos como tzan t'i (gente que sabe) o los tzan kalwa (brujos), que pueden curar o causar daño. Éstos diagnostican la enfermedad a través de la observación y la pulsación de las manos.

Es común que se recurra primero a la automedicación, después a un médico tradicional y, finalmente, al médico alópata, si la enfermedad persiste.

Vivienda

En la cabecera municipal de San Pedro Amuzgos existen casas de forma rectangular con paredes de adobe o tabique, techos de lámina o de asbesto, de cartón o de teja. Las hay con varios cuartos y una cocina-comedor, o de un solo cuarto que se utiliza como cocina y dormitorio. Los muebles dependen del ingreso familiar.

Las viviendas en las rancherías son de forma circular, con paredes de vara de otate colocadas verticalmente, algunas de ellas revocadas con barro, techo de zacate o de palma y piso de tierra, con una puerta de tabla u otate. Varias casas están conformadas por un solo cuarto que sirve de cocina y dormitorio, en el que sólo hay un fogón, y una cama de varas sostenida con horcones y cubierta con un petate. En las paredes cuelgan las herramientas de trabajo y algunos utensilios de cocina. La mayoría de las viviendas cuentan con un altar en el que se colocan diversas imágenes católicas. Es común que en las rancherías no se cuente con servicios de agua potable, energía eléctrica ni drenaje; la gente de ahí se aprovisiona de agua en manantiales, y utilizan velas u ocotes para alumbrarse.

La distribución de la vivienda en San Pedro Amuzgos es compacta en el centro y dispersa en la periferia. En Santa María Ipalapa es dispersa. Esta distribución les permite tener animales domésticos, y cultivar plantas medicinales y de ornato en el traspatio de la casa.

Artesanías

Los amuzgos elaboran objetos de barro como ollas, comales, jarros y cántaros; hamacas y morrales de ixtle, cestería de bambú y de palma. En Xochistlahuaca fabrican machetes con inscripciones propias de la región. Muchas mujeres elaboran artesanía textil hecha en telar de cintura, que es vendida a intermediarios. Casi toda la familia participa en el aprendizaje artesanal. Las mujeres enseñan a las niñas a tejer en el telar mientras que los varones enseñan a los niños el tejido de redes y hamacas.

Chinantecos - Tsa Ju Jmí

Del nombre

Los chinantecos se llaman a sí mismos tsa ju jmí', que significa "gente de palabra antigua"; sin embargo, cada uno de los pueblos posee además su propio apelativo que siempre va precedido de la palabra tsa, dsa o alla, que significa "gente" y se combina con otros términos que generalmente hacen referencia a un origen común. En todos los casos se reconocen como pobladores de la Chinantla.

Localización

La región chinanteca se encuentra a unos 100 km de la ciudad de Oaxaca. Se extiende a lo largo de 17 municipios ubicados en la parte noreste del estado. Colinda al norte con Veracruz, al noroeste con la región mazateca, al oeste con la cuicateca y al sur y sureste con la zapoteca. Catorce municipios se consideran el corazón de la Chinantla: San Juan Bautista Tlacoatzintepec, San Pedro Sochiapan, Ayotzintepec, San Felipe Usila, San José Chiltepec, San Lucas Ojitlán, Santa María Jacatepec, San Juan Bautista Valle Nacional, San Juan Lalana, San Juan Petlapa, Santiago Jocotepec, San Pedro Quiotepec, San Pedro Yolox y Santiago Comaltepec. La distribución de los municipios chinantecos está repartida entre los distritos de Cuicatlán, Tuxtepec, Choapan, Etla e Ixtlán.

Lengua

El chinanteco es un idioma tonal perteneciente al grupo otomangue y es una familia independiente de las otras lenguas derivadas del otomangue en Oaxaca. Los hablantes de chinanteco se hallan distribuidos principalmente en 17 municipios, repartidos en cinco distritos oaxaqueños. Esta lengua ha sido dividida en cinco macrovariantes dialectales, que coinciden con su división geográfico-territorial. Entre los chinantecos existe una fuerte identidad Iingüístico-territorial, y se reconocen como hablantes de un mismo idioma.

Salud

La medicina tradicional que se practica en la Chinantla se divide en tres ramas de especialización entre los hombres: los sopladores, dsa jiudsa o persona que sopla a persona, encargado de levantar el espanto; los hierberos o dsa kui ei, persona que conoce la hierba y maneja las plantas medicinales tradicionales, y los curanderos, dsa jmo idsa o persona que cuida a persona, son los más reconocidos, porque saben todas las prácticas curativas de la Chinantla: son hierberos, sopladores y rezanderos. Entre las mujeres es común la existencia de parteras.

Las técnicas de diagnóstico más usuales son la pulsación, el frotamiento con un huevo o con la mano, la revelación en sueños, el consumo de plantas por parte del curandero, la adivinación por medio de tirar el maíz, el interrogatorio y la observación del paciente. El pago se hace en especie, porque se considera que la práctica médica es un servicio a la comunidad.

Las enfermedades son clasificadas en positivas, contraídas por causas naturales, y negativas, debidas a causas sobrenaturales. Las primeras pueden ser curadas incluso con medicina alópata; en cambio, las segundas sólo las pueden curar los médicos tradicionales. Las enfermedades más comunes de origen sobrenatural son el susto y la calentura por frío; la diarrea se considera de origen natural, y el vómito, que puede tener ambos orígenes.

Vivienda

La residencia es básicamente patrilocal. En la zona alta la casa tradicional es de adobe con techo de teja. En la región de transición es común encontrar casas de madera con techos de palma o tejamanil, y en la parte baja son de madera rolliza o jonote con techo de palma. En todos los casos los techos son de dos aguas. En las actuales construcciones de los altos se está sustituyendo la teja por lámina, y en la parte baja el jonote por tablas de madera. En las cabeceras municipales se comienzan a usar materiales modernos para la construcción.

La estructura de las casas de adobe es rectangular y se comunica con la cocina por un pequeño corredor; tiene ventanas muy pequeñas cubiertas con plástico. Generalmente están construidas en terrazas a sotavento, para protegerlas del viento. En la Chinantla Baja la forma también es rectangular; la cocina se halla comúnmente separada por una pared de jonote o de madera; además, se acostumbran puertas a ambos lados de la casa.

Para la construcción de sus viviendas los integrantes de la familia se ayudan mutuamente. La pareja acumula los materiales y, una vez reunidos, se convoca a la familia para la construcción. Mientras los hombres trabajan en ella, las mujeres lo hacen en la cocina. Levantar una casa se puede llevar de tres a cuatro días, durante los cuales los interesados aportan la comida y la bebida; al final de la jornada hacen una fiesta consolidando el compromiso de apoyo recíproco entre la familia.

Artesanías

Una artesanía producida aún por las mujeres es la hechura de los huipiles. A pesar de las variantes existen diseños básicos en los bordados. Toda la familia se ve involucrada en la obtención de la materia prima para manufacturar los huipiles, hasta el proceso de hilado y madejado, que se hacen con malacate y con espejes, respectivamente. Ya preparado el hilo la actividad corresponde exclusivamente a las mujeres. También hacen manteles y servilletas para el comercio.

Los hombres, por su parte, producen redes de pita y de ixtle para la elaboración de atarrayas y chinchorros.

Coras – Nayeri

Del nombre

Los coras se llaman a sí mismos Nayeri, aunque existen gentilicios para los habitantes de cada comunidad; de tal manera que a los de Santa Teresa se les dice tereseños o quamaruci, a los de Jesús María, maritecos o chusete y a los de Mesa del Nayar, meseños o yohke.

Localización

El territorio ocupado por el grupo cora abarca la porción noreste del estado de Nayarit; por el norte limita con el estado de Durango, donde habitan los tepehuanos y algunos mexicaneros; por el oriente hasta los límites de Jalisco habitado por huicholes y mestizos; al sur con los ríos Jesús María y Chapalagana hasta el río Santiago, y por el oeste con la localidad de San Pedro Ixcatlán y el río San Pedro. La población cora se concentra en los municipios del Nayar, Acaponeta, Rosamorada y Ruiz, en el estado de Nayarit. Los principales pueblos son: Jesús María, Mesa del Nayar -centro ceremonial- y Santa Teresa. Los coras de la costa habitan principalmente en el municipio de Ruiz.

Lengua

La lengua hablada por este grupo es la cora, la cual pertenece al tronco lingüístico yutoazteca y está emparentada con el náhuatl.

Es común que los coras utilicen su lengua para comunicarse entre sí, aunque también emplean una mezcla de esta misma lengua, español moderno y expresiones de español antiguo, al que denominan "castilla".

Salud

Los coras piensan que la enfermedad pertenece al ámbito de lo sobrenatural, por lo tanto ésta llega cuando los dioses y los espíritus están enojados porque no han recibido las ofrendas correspondientes (flechas, algodón, jícaras con pinole), o no se ha cumplido con la costumbre.

Los curanderos o médicos tradicionales tienen la capacidad de curar o provocar enfermedades ya que tienen como aliados a los dioses y a los espíritus, y pueden transitar entre el mundo natural y el sobrenatural. Lo anterior no significa que en sus prácticas no utilicen medicamentos alópatas u otros elementos relacionados con la medicina institucional, pero las medicinas no surten efecto si antes el hombre cora no ha arreglado cuentas con los dioses.

Entre la población es frecuente la desnutrición, las enfermedades de la piel y las gastrointestinales, en parte debido a la escasez de agua, tanto potable como no potable.

Vivienda

En Jesús María (pueblo que se encuentra a orillas del río del mismo nombre), las casas de los coras son de adobe con techo de teja y de ladrillo. En general, la vivienda cora consta de dos cuartos, uno utilizado como recámara y el otro como cocina que es donde se encuentra el fogón. Las casas de los indígenas cuentan con patios que tienen bardas de piedra, donde cultivan árboles frutales y algunas hortalizas. Ocasionalmente, en los patios también se prende el fogón de barro para cocinar los alimentos del día.

Artesanías

La artesanía es escasa y su comercialización se restringe a la propia región cora. La más representativa son los morrales de lana, algodón o fibras sintéticas; estos últimos hechos por lo regular para la venta. Los colores que suelen tener son negro con blanco, o bien combinaciones vistosas y contrastantes.

Otros artículos artesanales coras son los huaraches de piel con suela de llanta y los sombreros de yute, producidos en Santa Teresa.

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