Literatura

México es un país en el que hay gran inconformidad respecto a la aplicación de justicia, ya que éste sistema está entre los peores del mundo, no es parcial ni completo, no cumple con los elementos básicos que garantizan justicia a los mexicanos.

Principalmente a causa de la susceptibilidad en los encargados de la investigación, la discriminación de grupos vulnerables, corrupción entre funcionarios y la constante violación de derechos.

La justicia debe aplicarse de forma pronta, y en México no es así, además de que en vez de sancionar a los responsables, muchas veces se juzga mal y castiga a las víctimas o personas inocentes ajenas al caso, aunado a esto, la gran mayoría de los casos quedan impunes.

De un estudio realizado en el que se investigaron 97 países, México ocupó el lugar 91 en calidad de averiguaciones según el Proyecto Mundial de Justicia, lo cual indica el inmenso déficit en la capacidad de los agentes para realizar averiguaciones correctas en las que se muestren los hechos como realmente ocurrieron, en vez de efectuar un mal peritaje que terminará en una pésima situación en la que la persona, o en su defecto, personas culpables no sean identificadas, y mucho menos sancionadas por el acto cometido. Entonces existirían dos posibilidades: culpabilizar a un ciudadano que desafortunadamente de algún modo se encontraba ligado al caso sin haber cometido acto ilícito, o bien, dejar el caso inconcluso o cerrarlo mientras se alega falta de pruebas. En ambas situaciones las personas afectadas serían personas deslindadas de toda culpabilidad o aquellas personas que buscaban justicia por el crimen cometido en su contra, respectivamente.

En muchos otros casos, la justicia no se aplica como debería de ser por la cerrada mentalidad de los funcionarios encargados de éstos al encontrarse frente a personas o grupos vulnerables, es decir, discriminación.

Situaciones en las que se hacen menos a estas personas, considerándoles de manera errónea inferiores a los demás ciudadanos, evadiendo sus necesidades y violando sus derechos.

Tal y como se presentó en un caso en Querétaro el mes pasado en el que se vieron involucradas mujeres de raza indígena.

“Alberta y Teresa fueron sentenciadas el mes pasado a 21 años de prisión por el supuesto secuestro de seis agentes federales que se encontraban armados, un delito que se presume fue fabricado como represalia a la protesta que su comunidad realizó para tratar de frenar los abusos cometidos por las autoridades. No se les brindó derecho a un intérprete que hablara la misma lengua” para así poder traducir lo que ellas argumentaban y poder haber logrado una excelente comunicación entre el enunciatario y el receptor.

“El juez después de avalar las declaraciones contradictorias presentadas por los agentes federales, quienes fungían como supuestas víctimas, testigos e investigadores al mismo tiempo, resolvió que Alberta y Teresa no fueron capaces de desvirtuar las acusaciones en su contra”.

Me remonto nuevamente a que no se les brindó la oportunidad de un intérprete, y siendo así, no podríamos asegurar que ellas realmente no pudieron esclarecer su situación, tal vez simplemente el juez y las personas encargadas del interrogatorio no lograron entenderles debido a la diferencia de idiomas que se presentó.

El juez las declaró culpables, siendo que la única prueba que había en su contra era una foto en la que aparecían junto con otras personas, en la cual no se veía a ninguna cometiendo actos indebidos.

En casos como el mencionado anteriormente, no sólo quedó impune el motivo de la protes

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