Los Clásicos Y La Ciudad

MARISOL NAVARRETE ESPINOSA

GRUPO: 1528

LOS CLÁSICOS Y LA CIUDAD

Los tres pensadores más representativos en el campo de las ciencias sociales son Karl Marx (1864-1883), Émile Durkheim (1858-1917) y Max Weber ( 1864-1920), estos pensadores tienen en común haber nacido y vivido el proceso de industrialización, sus ideas sobre los fenómenos urbanos revisten un significado especial puesto ya que confrontan diversas expectativas de una misma realidad social.

El surgimiento y la expansión de la sociedad industrial imprimió al campo y la ciudad procesos de producción y reproducción, y esto se refleja en el caso de la ciudad capitalista.

Durkheim estudio la patología específicamente urbana, el suicidio, los divorcios, el vicio, la delincuencia, es decir aquellos comportamientos sociales de la más negativa de las consecuencias de la división del trabajo. La importancia que asume la ciudad concentradora del poder económico y político, sus interpretaciones sobre el fenómeno urbano no son de una visión espacialista. Piensa en la ciudad como un territorio natural en el l cual se propicia el tránsito de la solidaridad mecánica a la orgánica, mediante el cual se impone la presencia de la protagonista de la vida moderna: la división social del trabajo.

Marx dice que detrás de la degradación de la vida urbana, de la segregación social que se hace patente en la vivienda y de la constante de pauperización de la clase obrera. La ciudad impone una separación con el trabajo material en la medida que, en sus orígenes, quienes allí se asentaban no efectuaban una vida productiva sino que vivían de los excedentes generados del campo. En la ideología alemana la ciudad (en su sentido capitalista) aparece también como la idea de las dos formas esenciales de la alineación: la que proviene del trabajo, y la que deriva de las necesidades que la ciudad produce y que compele al hombre a una práctica de consumo que no guarda relación con el mundo de sus propias necesidades sino, más bien, con el de las fuerzas económicas que la ciudad presenta.

En el manifiesto del partido comunista retoma el tema de la dominación de la ciudad sobre el campo. Aquí la ciudad aparece como producto del desarrollo de la ciudad burguesa.

La ciudad expresa de esta manera su dominio de la burguesía, porque allí se contienen los principales recursos de la dominación presentada, también concentra el potencial revolucionario del proletariado.

El enorme desarrollo de los medios de comunicación propios de la era moderna del capitalismo (carreteras, ferrocarriles, autotransportes, telecomunicaciones, etc.) testimonian esta lucha del capital para que la producción sea optima, igual que la distribución de sus productos

Weber interpreta a la ciudad como la personificación misma del principio de racionalidad y como territorio que simboliza la libertad, lo hace pensando, no en la ciudad como fuerza explicativa, sino en ella como lugar de despliegue de la sociedad capitalista y como expresión de los valores más estrechamente vinculados con esta forma específica de organización social del mundo occidental. Weber introduce la perspectiva económica en los estudios sobre ciudades. Basándose en su método histórico-comparativo realiza una comparación entre ciudad occidental y oriental, tomando como variables a medir la estructura social, el tipo de mercado y la posesión del suelo en las mismas. Estas variables iban a determinar el tipo de ciudades y los cambios y transformaciones físico-sociales del espacio urbano.

Es significativito distinguir la principal diferencia que establece entre estos dos tipos de ciudades, el derecho del suelo urbano y la posición jurídico personal del habitante de la ciudad occidental, en esta ultima el suelo podía venderse libremente, se convierte en instrumento de crédito y al adquirir valor de capital ampara la función

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