Max Weber

sociales, sino también el significado de la acción de los sujetos inmersos en dichas estructuras.

En base a esta metodología va a estudiar el fenómeno del poder a través de sus expresiones en la autoridad. Usando esta misma metodología va a estudiar el capitalismo, el urbanismo y la burocracia, como tipos ideales.

La profundidad de las reflexiones de Max Weber va a atravesar e influir todo el pensamiento sociológico del siglo XX.

La sociología del siglo XX estuvo marcada por un fuerte sello estructuralista. Una prueba de ello, es la tendencia al desarrollo de la gran presente en las obras sociológicas más estudiadas del siglo, a saber:

Economía y Sociedad, de max weber.

La Imaginación Sociológica, de C. Wrigth Mills.

Teoría y Estructuras Sociales, de Robert Merton.

La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo, de Max Weber.

La Construcción Social de la Realidad, de Berger y Luckman.

La teoría sociológica contemporánea que se inaugura en los comienzos del siglo XXI, vuelve a revitalizar la gran teoría con autores como Habermas, Bell, Bourdieau, Giddens, Touraine, Castells, Beck y Bauman, entre otros.

La tensión constitutiva de la teoría sociológica en el transcurso del siglo XX, se manifestó en función de la polarización estructuralismo – hermenéutica a través de la denominada escuela crítica.

No obstante, es posible distinguir aspectos comunes en estas dos posturas dicotómicas:

La construcción de una ciencia social es posible y necesaria para el desarrollo del pensamiento sociológico.

Sentimiento de una profunda fe en la racionalidad occidental.

Necesidad de apoyo conceptual en una filosofía de la historia, para comprender el tránsito progresivo de las sociedades agrarias a sociedades industriales.

Privilegio del camino del conocimiento para comprender la sociedad, en oposición al sentido común.

Idea del mejoramiento progresivo de la sociedad. El progreso es una función de la evolución.

La sociedad era considerada una cosa, un hecho independiente del sujeto, y provista de vida propia (Marx, Durkheim). Ahora la sociedad es considerada como un lenguaje que se construye sobre la base de interacciones personales.

El concepto central para los clásicos es la estructura en la comprensión de la sociedad, en tanto que para los modernos es la acción y el sentido.

En el desarrollo del pensamiento sociológico del siglo XX surgen nuevas corrientes, representadas por la teoría del intercambio, la etnometodología, la fenomenología y el interaccionismo simbólico. Estas nuevas corrientes van a colocar al actor y la cultura en el centro del análisis como procesos determinantes. Estas nuevas sociologías emergentes desde la segunda mitad del siglo, van a manifestar una nueva forma de pensar la sociedad, a partir de una modificación de la lógica de pensamiento: se pasa de la reflexión acerca de los modos de producir la realidad, a los modos de interpretar u construir la realidad; y por otro lado, recomienza a pensar el mundo desde de que se comunica, no ya desde la estructura.

Un desarrollo relativamente reciente (década de los 90 del S. XX) e intrínsecamente integrador en la teoría sociológica es la teoría social posmodernista. Esta teoría se basa en la idea de que en los últimos años hemos pasado de una sociedad moderna a otra posmoderna. Mientras que la sociedad moderna era altamente racional y rígida, la sociedad posmoderna se considera más irracional y flexible. Surge así, una nueva teoría de la posmodernidad con el objeto de analizar este diferente tipo de sociedad. Esta teoría es fundamentalmente integradora en el sentido de que extrae ideas de una amplia gama de disciplinas: la filosofía, la teoría

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