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Poetas Mexicanos Mexicanos


Enviado por   •  25 de Abril de 2012  •  2.515 Palabras (11 Páginas)  •  462 Visitas

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Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695)

*Biografía

(Juana Inés de Abaje y Ramírez; San Miguel de Nepantla, actual México, 1651 - Ciudad de México, 1695.

Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió su primera loa. Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su erudición y habilidad versificadora.

En 1690, Manuel Fernández de la Cruz había hecho publicar la carta atenagórica, en la que sor Juana hacía una dura crítica al sermón del Mandato del jesuita portugués Antonio Vieira sobre las finezas de Cristo, acompañada de una Carta de sor Filotea de la Cruz, en la que, aun reconociendo el talento de la autora, le recomendaba que se dedicara a la vida monástica, más acorde con su condición de monja y mujer, que a la reflexión teológica, ejercicio reservado a los hombres.

A pesar de la contundencia de su respuesta, en la que daba cuenta de su vida y reivindicaba el derecho de las mujeres al aprendizaje, la crítica del obispo la afectó profundamente, tanto, que poco después sor Juana Inés de la Cruz vendió su biblioteca y todo cuanto poseía, destinó lo obtenido a beneficencia y se consagró por completo a la vida religiosa.

Murió mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante la epidemia de cólera que asoló a México en el año 1695.)

En lo personal me gusta mucho este personaje porque se me hace maravilloso como y todavía no me explico es como en esos tiempos ya la gente podía escribir así es algo impresionante que siempre me ha llamado muchísimo la atención pero este personaje mas porque, aparte de ser mujer y saber que en este tiempo la palabra y el trabajo de una mujer no era considerado y no tenia importancia como ella logro transformar eso y cambiar la opinión de todos y como sus poemas eran tan directos, tan expresivos, fuertes, etc.

Sor Juana Inés de la Cruz se me hace una mujer luchadora, segura de lo que decía, sin miedo a nada, muy capaz de hacer las cosas y una persona con una visión de cambiar la forma de vida de nosotras las mujeres, de crear una nueva generación donde nosotras tengamos voz y pensamiento y libre expresión algo muy impresionante y por lo cual yo admiro tanto su poesía y su persona.

Hombres necios que acusáis

a la mujer sin razón,

sin ver que sois la ocasión

de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual

solicitáis su desdén,

¿por qué queréis que obren bien

si la incitáis al mal?

Combatís su resistencia

y luego, con gravedad,

decís que fue liviandad

lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo

de vuestro parecer loco

el niño que pone el coco

y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,

hallar a la que buscáis,

para pretendida, Thais,

y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro

que el que, falto de consejo,

él mismo empaña el espejo,

y siente que no esté claro?

Con el favor y desdén

tenéis condición igual,

quejándoos, si os tratan mal,

burlándoos, si os quieren bien.

Siempre tan necios andáis

que, con desigual nivel,

a una culpáis por crüel

y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada

la que vuestro amor pretende,

si la que es ingrata, ofende,

y la que es fácil, enfada?

Más, entre el enfado y pena

que vuestro gusto refiere,

bien haya la que no os quiere

y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas

a sus libertades alas,

y después de hacerlas malas

las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido

en una pasión errada:

la que cae de rogada,

o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,

aunque cualquiera mal haga:

la que peca por la paga,

o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis

de la culpa que tenéis?

Queredlas cual las hacéis

o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,

y después, con más razón,

acusaréis la afición

de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo

que lidia vuestra arrogancia,

pues en promesa e instancia

juntáis diablo, carne y mundo.

Mi poema preferido de Sor Juana es sin duda “Redondillas”

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