¿Quién hubiera predicho que esos días con olor a mar pasarían?

 ¿Quién hubiera predicho que esos días con olor a mar pasarían? Que solo quedaría en mi boca un recuerdo salado donde peso de consciencia no tenía. Que aquello de solo sobrevivir a magníficos y desconcertantes instantes pasaría y, en medio de tormenta quedaría. Maravillosos momentos culminados en múltiples derroches de éxtasiantes y desorbitantes deliciosos placeres otorgados por vivencias del día a día. ¿Quién osaría en quejarse de ser un mantenido extrovertido? Yo no lo hacía y, ¡vaya que Me divertía!  

Ya servido mi humeante café, me siento a cuestionarme encima de un pequeño pedazo de papel y respuestas saltan al instante sobre lo que en su momento pudieron haber sido caminos y vertientes supuestos a elegir por mi buen juicio. sin azúcar y sin leche un trago amargo va lento y violento paseando por los nudos que en estos momentos se encuentran atados a mi garganta. ¿Cómo llegue a esta realidad? Ibas muy rápido y era imposible retornar, eran curvas cerradas como tu mentalidad.

¿Cómo fue que llegué a donde decidí nunca estar? Nunca has decidido nada. Justo por ese motivo los patrocinadores que te aguantaban e invertían en tu circo se han marchado desganados y decepcionados. Han huido despavoridos a causa de todos los maltratos e insultos a los cuales inconsciente los habías sometido. Esos quienes con pasión y dedicación se mostraban humildes en servirte.

¿Patrocinadores dices? Sí, los mismos que estuvieron contra de aquel viento y de esa alta marea son los que me han despertado. ¿he estado durmiendo? ¿Cuándo me dormí? ¿Por qué me despiertas ahora? ¿Quién eres? Me llamo consciencia y vivo contigo. Me mantenías aturdida con tus juegos y manías compulsivas de auto medicarte, también gracias a tu arte de mentir y manipular tan elegante.

¿Qué quieres? ¡Ayudarte! ¿Por qué no llegaste antes? Cuando creías tenerlo todo no me necesitaste. De haberlo hecho joyas como diamantes te colgarías y en un pedestal gigante te postrarías, donde todos hubiéramos querido mirarte. Ahora estas donde nadie te ve, a solas conmigo en un camino gigante intentando hacerte menos ignorante.

Miles de facturas sucias son ahora tus pendientes. ¿Cómo pagare? Eso ni yo lo sé, no soy Aladino, soy una parte que ignoras constantemente dentro de ti. Eso que decías ser inútil y llevas dentro, un fino hilo de pensamientos acertados a los cuales le sueles huir. ¿Por qué ahora te puedo escuchar? No te limites eres capaz de sentirme también.

¿Resolveremos esto algún día? Esa ya no es una pregunta. Esa es la meta que debes lograr, acompáñala de objetivos y cuélgate medallas a base de logros. Podríamos empezar por ser buena hija así salvarías un amor incondicional. Será un segundo porque ya tengo uno más que incondicional. Te equivocas, mira a tu alrededor, no hay na mas solo yo estoy aquí contigo. ¿Qué ha pasado? Te están cobrando, paga te sentirás aliviada. No quiero esto.

...