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Resumen De La Iliada


Enviado por   •  22 de Abril de 2012  •  7.985 Palabras (32 Páginas)  •  806 Visitas

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CANTO I

Peste-Cólera

Canta, oh diosa, la cólera del pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves -cumplíase la voluntad de Zeus- desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.

Con esta invocación a la divinidad pide que sea liberada la furia y enojo de Aquiles. Después de ello el sacerdote Crises pide al dios Apolo que lo ayude para que su hija regrese casa con, el dios en muestra de gratitud accede y le hace saber al sacerdote que ha de cuidarlo y que ofrezca al rey Atrida su respaldo si es que accede a devolver a Briseida, Crises muy agradecido y lleno de esperanza acude al campamento aqueo para rescatar a su querida hija Briseida de los dominios del rey Atrida Agamenón que había hecho esclava a su hija en uno de sus saqueos, el sacerdote de Apolo prometió la protección de este Dios en recompensa al devolverle a su hija, a lo cual Agamenón se niega y rechaza su recompensa y amenaza al anciano sacerdote con ínfulas de superioridad que es mejor que se vaya antes de que lo haga enojar y su vida perezca a causa de ello.

Con esta amenaza Crises con profundo dolor de abandonar a su hija, decide retirarse sin antes pedir por su hija al dios Apolo, el cual se encontraba indignado con el rey Atrida por haberlo despreciado, el Dios lanza una voraz peste a los aqueos, que poco a poco los va debilitando y causa una gran preocupación. Es por esto que, el gran Aquiles reúne a los guerreros en el ágora por inspiración de la diosa Hera para tratar sobre el tema de la peste que estaba acabando con los aqueos, se determina que a causa de que el rey Atrida desprecio al Dios Apolo, las lanzas de su arco lastiman mordazmente a los aqueos de hermosas grebas, y claro por el trato que le dio al sacerdote crises al negarle la devolución de su hija y aparte amenazarlo de muerte. Sin retrasos se dispone a hacerle saber esto al rey de hombres Agamenón sin miedo y con la valentía se dirige a este y le recomienda que libere a la hija del sacerdote adorador de Apolo.

Al escuchar sus palabras el rey se irrita en demasía con Aquiles, y empieza a sobajarle con argumentos tales como que el no debía darle consejos, pues se encontraba ante un rey de gran gloria y él a pesar de haberle dado glorias a su pueblo no era más que un guerrero hijo de la diosa Tetis. Esto molesta mucho al pelida Aquiles y tacha a Agamenón como el que recibía los créditos de las glorias que Aquiles con su bravura había conseguido por su pueblo y hasta por él, recibiendo siempre la mayor parte del botín y el conformándose con lo mínimo. Inicia una riña y un juego de palabras entre los .Tal es su ira que por la mente de Aquiles pasa el matar en ese instante al rey Atrida pero la Diosa Atenea lo detiene, Nestor se intromete y trata de tranquilizarlos argumentando que ninguno de los dos debe pelear por el bien de ambos. Agamenon amenaza a Aquile con quitarle a Briseida, que era parte del botin de uno de sus saqueos, Aquiles decide abandonar su cargo en las naves aqueas argumentando que de haberlo ofendido el rey se lamentaría después.

El rey Agamenón manda a sus heraldos al campamento de los mirmidones a quitarle a Briseida al pelida Aquiles, uno de ellos era Ulises y de manera formal ambas partes acceden, sin embargo, Aquiles con gran pesadez, enfurecido e impotente de no poder nada nada se aleja de su campamento donde se lamenta y llora amargamente por lo que le han despojado, del mar emerge Tetis, su madre, y llora junto a el por la ofensa a su hijo y por como sufre después de que el ha sido tan valiente y que le espera una vida corta. Aquiles le pide a Tetis que vaya al Olimpo y se dirija a Zeus rogándole la victoria de los troyanos para que asi Agamenón comprenda que fue un error lo que le hizo, a lo que la madre no se niega y Zeus se lo concede, esto ha de provocar una pelea entre Zeus y Hera, pero Hefesto ha de tranquilizar a su madre, después todos gozan de un gran festín en el olimpo, donde reina la paz después de la violenta pelea.

Canto II

Sueño, prueba, beocia o catálogo de las naves

Mientras en la noche todos descansaban Zeus no pudo cerrar los ojos pensando en como iba a cumplir lo prometido a la Diosa Tetis, como podía honrrar a Aquiles y hacer que Agamenon se lamentara de haberle ofendido. Envio un engañoso sueño a Agamenon, donde le dijo lo siguiente: “arme a los melenudos aqueos y saque toda la hueste: ahora podría tomar a Troya, la ciudad de anchas calles, pues los inmortales que poseen olímpicos palacios ya no están discordes, por haberlos persuadido Hera con sus ruegos, y una serie de infortunios amenaza a los troyanos”.

Agamenón hace saber esto a personas de su confianza y sabios que lo habían de aconsejar tiempo atrás en otras ocasiones, se encontraba confundido antes esta situación y convoca el consejo de los jefes y luego la asamblea general de todos los guerreros para contarles lo que Zeus le ha encomendado y los guerreros aceptan, por lo que Agamenón quien es incitado por la diosa Atenea alienta a los próximos de la batalla para insuflar coraje y buenas esperanzas a los aqueos, pues esta muy confiado de lo que los dioses le han marcado.

Después de una serie de problemas, discusiones y opiniones encontradas se han de mencionar todas las naveas que han de intervenir en el saqueo a los Troyanos, al igual que se mencionan el numero del ejercito griego y el Troyano y suceden tres grandes batallas.

Canto III

Juramentos, desde la muralla, combate singular de Alejandro y Menelao

El Atrida Menelao y el príncipe Paris han de encontrarse apenas cuando sus ejércitos van avanzando por la tierra que habría de ser testigo de la sangre de aqueos y troyanos. Al verse Menelao no puede evitar sentirse furioso y Paris apenas lo vio y al sentirlo cerca se resguardo entre algunos guerreros amigos a lo que Héctor se muestra molesto pues la acción de Paris ha hecho que los aqueos se mofen de él pues pensaban que se encontraban frente a un valiente príncipe que tuvo el valor de raptar a la esposa de su rey.

París ofendido le dice que no lo juzgue tan mal, pues su propósito es enfrentarse a Menelao por Helena y sus riquezas sin que los ejércitos tengan que combatir y todos salgan bien librados de esta lucha. Héctor se enorgullece de su hermano les hace saber esto a los argivos y Menelao replica: “Tengo el corazón traspasado de dolor, y creo que ya, argivos y troyanos, debéis separaros, pues padecisteis muchos males por mi contienda, que Alejandro

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