Romeo y Julieta De William Shakespeare La mirada de odio del amor

MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA[pic 1]

DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR Nº 6043 “Jorge Luis Borges”

Carrera: Profesorado de Educación Secundaria en Lengua y Literatura

Unidad Curricular: Taller de Lectura y Escritura Académica

Cuatrimestre: 2°

Profesora: Verónica Ayala

Trabajo Practico

Alumna: Rueda Maira del Valle

Curso y división: 1° 1ra

Modalidad: Individual  

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Romeo y Julieta

De William Shakespeare

La mirada de odio del amor

El amor es algo único y maravilloso. Amar no es solamente una cuestión de pareja, sino también, de familia, amigos, etc. Pero cuando hablamos de amor, en nuestra mente o en la mente de la mayoría resuena una historia que destila ese sentimiento. Romeo y Julieta  de William Shakespeare es una obra que gira en torno al amor de dos adolescentes. ¿Es el amor lo que mueve a los jóvenes en la obra? Muchos podrían decir que sí, pero considero que el odio es quien está detrás de esa máscara sentimental.

Quién no escuchó el refrán “del odio al amor hay un solo paso”. De hecho, lo usamos cotidianamente de manera irónica cuando hay alguien que nos cae mal e indefectiblemente tenemos que hablar con él o ella por alguna cuestión. Por otro lado, hay historias de amor que nacieron del odio, como la de los adolescentes Romeo y Julieta. Esta historia de “amor” en realidad nace del odio. Las familias Capuleto y Montesco son enemigas desde hace mucho tiempo en la historia de la obra. Esto lleva a que ambas se encuentren en constantes conflictos y peleas a tal punto que no pueden ni cruzarse en la calle. Pero, un día Romeo de la familia Montesco, y Julieta de los Capuleto se encuentran en una fiesta y se enamoran perdidamente desde el primer momento.

Julieta, al enterarse que su amor proviene de su antiguo enemigo, expresa “¡Amor nacido del odio, harto pronto te he visto, sin conocerte!” Es en esta expresión en que el popular refrán ha de materializarse. La joven Capuleto no puede negar el amor que siente por su peor enemigo y agrega “Quiere mi negra suerte que consagre mi amor a quien debo aborrecer”. Esta expresión, nace como una forma de sentencia en la que naturalmente por ser enemigos no puede existir el amor y por ende el odio es el protagonista. Así, los jóvenes comienzan a amarse pasionalmente de una forma en la que ningún otro ha podido expresar en palabras y literatura.

Ahora bien, parece una locura que se pueda pensar que del odio nazca el amor, pero existen algunas investigaciones científicas que dan por hecho tal certeza. En Infobae, se publicó un artículo en el que se expone que el amor y el odio comparten una misma zona cerebral. Según la Universidad Collage de Londres, “controles cerebrales en personas demostraron que las imágenes de los individuos que odiaban revelaban un patrón de actividad cerebral que se producía en parte en áreas también activadas por el amor romántico”. Esta relación entre ambas emociones permite sostener que del odio al amor hay un solo paso ya que “este vínculo explicaría por qué el amor y el odio están tan íntimamente relacionados uno con otro en la vida”.

Por la razón anterior, podemos decir entonces que el amor de los jóvenes es un amor posible, y no es un acto de locura. Además, cabe destacar que la relación del odio estaba dada por las familias desde una lucha antigua que nada tenía que ver con Romeo y Julieta. Así, Julieta se siente libre de poder poner en boca la siguiente expresión “No eres tú mi enemigo. Es el nombre de Montesco, que llevas”. A su vez, sostiene que cambiando su nombre seguiría siendo su amor verdadero, como la esencia de la rosa si no se llamaría rosa: “La rosa no dejaría de ser rosa, y de esparcir su aroma, aunque se llamase de otro modo. De igual suerte, mi querido Romeo, aunque tuviese otro nombre, conservaría todas las buenas cualidades de su alma, que no le vienen por herencia”.

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