Sin Rastro - Donnefar Skedar

Sin Rastro

Donnefar Skedar

3° Edición

Copyright © Donnefar Skedar, 2011

Ficha del Libro

Donnefar Skedar,

Sin Rastro – 3° Edición – Diciembre 2013

Edición Especial – 3° Edición – Diciembre 2013

Sin Rastro © 2011

Tapa: Donnefar Skedar

Foto de la tapa: José Carrizo

Revisión de texto: Jhonata Ferreira

Diagramación y Edición: Elemental Editorial

Donnefar Skedar – São Paulo: Elemental Editorial, 2013

1.Literatura 2. Romance 3. Drama 4. Português

1. Título 2. Libro Digital

Todos los derechos de esta obra se reservan solamente al autor, cualquier forma de reproducción  no autorizada de manera expresa por el autor, será considerada crimen conforme a lo previsto en la ley de los derechos de autor.

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Para:

Todos los que se sienten diferentes en el mundo

Presentación

 En Agosto de 2011, fue finalizada la escrita de un trabajo titulado “14”, en el mes siguiente el fue publicado de forma on-line. Tiempo despues el título fue cambiado a “Sin Rastro” hoy al finalizar de 2013, el mismo llega a su 3° Edición siendo en la misma, conmemoración de los 2 años de existencia.

 En esta edición  además  de participar de este Drama intrigante, sabrás un poco más sobre cómo fue escrito y  la opinión del autor sobre su obra en una entrevista exclusiva en la cual el autor revela notas nunca antes mencionadas sobre este libro que está siendo bien aceptado por los lectores.

 Para finalizar, descubre lo que uma amistad sincera, puede significar después de tantos años.

 Prologo:

 En esta calle vieja en donde en épocas pasadas, era usada como vía del ferrocarril; y ahora rodeada de flores y césped agradable para caminar. Dos jóvenes caminan en dirección a los antiguos vagones que acabaron siendo utilizados por los adolescentes locales para jugar o pasar un rato. Armando era un poco más alto que James, no más allá de los 3 centímetros. James siendo más bajo; era delgado, pero no al punto de mostrar los huesos de su cuerpo, el tenía una masa muscular similar a la de los jóvenes de su edad. Su piel era clara y llegaba a quedar roja cuando el sol estaba fuerte.

 Con los cabellos cubriéndole los ojos, el caminaba al lado de su fiel amigo Armando, este por su parte, un poco más alto y también más fuerte, no era gordo, pero su masa muscular era mayor a la de su amigo. Su piel un poco más clara que la de James lo hacía a veces parecer un albino, pero era apenas en los días fríos cuando su piel estaba blanca como la nieve. Sus ojos azules daban a su rosto redondo, un suave aire como el de uno de aquellos querubines de yeso. James tampoco se quedaba atrás ante tal semejanza,  se diferenciaba de porque sus ojos eran verdes, lo dejaban con la apariencia de una tela pintada al oleo.

 Cada paso dado; era como caminar hacia el descanso eterno....

 – No se que haré cuando llegue a la nueva ciudad – dijo Armando a su amigo.

 – Y, ni yo sé lo que voy a hacer sin mi mejor amigo... – respondió James bajando la cabeza para que su amigo no se fijase en sus ojos tristes.

 – Tal vez mi padre desista de irnos hoy en la noche.

– Creo que él no quiere eso mi amigo, creo que ninguno de ellos quieren eso – se lamentó James.

 – ¿Vas a estar bien? – pregunto Armando deteniéndose cerca del vagón.

 – Si tú estás bien, entonces va a estar todo bien.

 Con un gesto tímido e incierto, Armando se acercó a su amigo para abrazarlo haciendo aquella despedida ser la lección de que era el dolor de la perdida. Y en menos de cinco segundos; los amigos que habían crecido juntos hace 14 años, lloraban mientras se abrazaban.

Capítulo 01

 En la sala estaban solo seis personas; eran ellas, un juez, un escribano, dos abogados, la esposa de su ex-marido. Allí estaba siendo encerrada la sesión de una separación con comunión de bienes, de un casamiento de cinco años. La bella mujer rubia y llena de oro; estaba ahora firmando el papel entregado por  su abogado donde se estipulaba la separación de sus bienes obtenidos junto a su ex-marido Armando.

 Armando por su parte, también firmó el  documento esperando que o juez finalizara aquella audiencia.

 – De esta forma ambos están concientes de este acuerdo, y finalizó diciendo que todos los bienes conseguidos durante los cinco años de matrimonio entre Armando Zie y Gloria Zie, fueron divididos en partes iguales -  dijo el juez mirando por encima de sus pequeños anteojos. – Finaliza entonces esta audiencia dejando claro que ambos firman los documentos y están libres para un futuro casamiento, se pueden retirar.

 Cuando salían de la sala, Armando saludó a Gloria con cierta rigidez en la voz y luego fue al estacionamiento seguido por su abogado.

 – Y entonces Armando, ¿ Cuál será el próximo paso ahora que estas libre? – preguntó el abogado de pie en frente del auto.

 – La libertad debiese ser dada a todos quienes están presos amigo – bromeó abriendo la puerta de su auto Honda. – Voy a casa de mi padre y luego viajaré a la ciudad de la cual nunca debí haber salido.

 – Si me acuerdo de tus sueños.

 – Mamá siempre quiso que volviera después de la separación, creo que eso es un mal en mí familia.

 – Qué ¿Volver siempre a casa? – preguntó el abogado.

 – No mi auto, la separación – dijo Armando entrando en su auto y bocinándole a su abogado que sonreía al despedirse con su mano.

 Luego el Honda azulado estaba fuera del predio judicial y Armando estaba yendo a encontrarse con su padre, uno de los únicos motivos para que el estuviese en la ciudad de Panamá.

 Mientras manejaba, su mente solo pensaba en el futuro; el no trabajaría más y a pesar de solo tener 28 años, el ya había ganado dinero como para vivir cien años. La conversación con su padre era el próximo paso difícil a dar; La separación fue la primera lucha que Armando pasó con su ex – esposa  Gloria. La misma ganancia; estuvo aplazando la separación por algunos meses por temor a perder la empresa que administraba. Sabiendo lo que ella quería, el rápidamente hizo el cambio entre su parte de la empresa por la casa que Gloria habitaba desde después de la separación.

 Cuando se sentó en el sofá acompañando a su padre que se servía un vino seco, lo que era una costumbre, Armando se dio cuenta de una imagen masculina de Gloria, al frente suyo estaba otro ganador,  y por más que fuese su padre, el encontraba un absurdo que las personas dieran más valor a su dinero que a él.

 Su mente pensaba solo en el después. Él sabía que si se detenía a reflexionar lo que le diría  a su padre, jamás conseguiría salir de esa sala.

 – ¿Entonces es verdad que dejaras libre tu parte de la empresa? – preguntó el hombre de cabello canoso mientras saboreaba su copa de vino.

 – Ya está hecho padre – él ni siquiera noto alguna reacción en el rostro de su padre.

 – ¿Estás seguro de que vale la pena dejar ir  algo importante solo para estar libre de esa mujer? ¿Tú de verdad crees que estarás en paz con el mísero 50% de todo lo que construiste durante tu casamiento?

 – Papá, no necesito el dinero, tengo le sufiente como para vivir el resto de la vida.

 – Tú no sabes lo caro que es tener mi edad en esta ciudad, Todo está cada vez más caro con el paso de los años hijo mío.

 – Tú aún eres joven papá y si no vivieses en este lujo inecesario, no reclamarías sobre el dinero.

 – Tú aún no maduras, soy un empresario y soltero, las personas me acechan.

 – No papá las personas no solo se fijan en el dinero.

 – Eso solo nos demuestra que siempre debemos tener más...

 – No fue por eso que vine hasta aquí papá –  lo detuvo Armando estando de pie mirando por el gran ventanal de vidrio.

 – Entonces se directo, tengo una reunión con mis socios de Afganistán y ellos no pueden esperar.

 – Trabajo, siempre el trabajo. ¿Hace cuánto tiempo que no conversábamos así papá?

 – ¿Lo estamos haciendo ahora cierto? – respondió el hombre bebiendo un sorbo de vino.

...