Sor Juana y la poesia

Texto Argumentativo Sor Juana- En perseguirme, Mundo

En perseguirme, Mundo, ¿Qué interesas? 
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento 
poner bellezas en mi entendimiento 
y no mi entendimiento en las bellezas? 
 
Yo no estimo tesoros ni riquezas; 
y así, siempre me causa más contento 
poner riquezas en mi pensamiento 
que no mi pensamiento en las riquezas. 
 
Y no estimo hermosura que vencida, 
es despojo civil de las edades, 
ni riqueza me agrada fementida, 
 
teniendo por mejor en mis verdades, 
consumir vanidades de la vida 
que consumir la vida en vanidades.

En perseguirme mundo ¿Qué interesas? Es la pregunta que se animó a realizar Sor Juana Inés de la Cruz por el siglo XVII, y la cual responde a en los 14 versos siguientes. Esta escritora y religiosa mexicana, que pudo desde una adversa situación social poner en palabras las injusticias y censuras de la retrograda sociedad colonial del siglo XVII, escribió este poema retratando sus dolencias y su persecución. En su forma inequivocablemente barroca Sor Juana reflexiona del porqué de su agobio social y pone en palabras su filosofía y su concepción propia de su obra.

El poema gira alrededor de las críticas de la sociedad del Virreinato de Nuevo México del siglo XVII a Sor Juana, y de su defensa. Pero, ¿Por qué es tan criticada esta escritora? Para su sociedad, Sor Juana representaba una increíblemente inusual anomalía, una mujer letrada, que, insertada en las cortes virreinales, escribía literatura critica de los valores y costumbres de la época. Ella era algo insólito, nunca antes visto que desafiaba la concepción social de los hombres poderosos del virreinato y todo el mundo.

En esta obra Sor Juana anhela ser dejada en paz, ella solo quiere escribir y embellecer la literatura. En la primera estrofa refiere a la sociedad como Mundo y le pregunta que ha hecho para ser perseguida, si lo único que desea es desarrollar su intelecto (poner bellezas en mi entendimiento), y gastar este en trivialidades (no mi entendimiento en las bellezas). En la segunda estrofa ahonda más en este punto, ella rechaza la superficialidad y lo banal en pos de un entendimiento más compresivo del mundo. El primer terceto Juana arremete contra esa belleza falsa que se desvanece y es “despojo civil de las edades”, y contra la falsedad de lo material que considera una falsa fe (juego de palabras con fementida). Finalmente, en la última estrofa Sor Juana declara que su “verdad”, su propósito es profundizar su sabiduría y perderse en la mediocridad de la vida que debía llevar (teniendo por mejor en mis verdades, consumir vanidades de la vida que consumir la vida en vanidades.)

...