Un Mundo Feliz

Los temas tratados a lo largo de la novela literaria fueron impactantes en mi lectura.

La historia se desarrolla dentro de Londres, el cómo conocen a aquel maravilloso creador de su mundo feliz, queda en el pasado inexistente para esas mentes del nuevo mundo, queda atrás como una realidad ficticia. El autor me transporta a un mundo artificial en donde todo lo que se conocía el matrimonio, la maternidad y paternidad, el dolor, el sufrimiento, el amor, dios, es solo un universo increíble, que solo se presenta como un cuento.

Todo empieza en aquel fantástico edificio donde se concibe la vida y aparentemente la iniciación para adentrarnos en aquella realidad sub real y perfecta.

Nos cuenta la tecnología futurista en donde queda como innecesaria aquella individualidad de las personas, así como la capacidad que pudiesen tener para elegir su propio destino, les proporciona la felicidad como una especie de chip que les da eso que siempre se busca: la felicidad.

Las páginas transcurren, una tras otra, y en ellas se entremezclan situaciones en donde me pude dar cuenta de diversos ángulos de cómo se vive en este mundo, y por supuesto como es que se logra la felicidad.

Llama mucho mi atención los métodos llevados a cabo para obtener esta felicidad, nos narra los condicionamientos, la hipnopedia, las sustancias y vitaminas que son suministradas desde niños a aquellos resultados de la bonakovskyficación.

También nos relata la distinción entre castas (alfa, beta, gamma, delta y epsilones), y como se les dota de características para que cada uno de estos individuos viva su felicidad, desde el lugar que tengan en la pirámide ascendente.

Pone en relieve esta perfección de mundo, es cuando hay seres que salen del patrón de lo establecido. Aparece Bernad Marx, que aventurándose a lo desconocido, llevado por la soledad que sentía al igual que la sensación de sentirse fuera de su grupo, llega hasta lo que se conoce como lo “extraño”, lo “salvaje” y en aquella virtuosa vida escapada de su mundo perfecto llega a cruzarse con linda y John. Se describen una serie de sucesos “salvajes”; son llevados a la civilización y John es el más afectado y asustado por esa realidad ignorada y que le sonaba fascinante; es quien más inquieto e incómodo se siente.

John contrariado con esta forma de vida a la que le llamaba felicidad intenta liberar a los delta, hacerlos hombres y mujeres independientes del soma, pero aquella valiente acción le hace llegar a él y a sus dos intrépidos amigos: Helmhontz Watson y Bernard Maxr, a los pies del interventor: Mustafá Mond, quien con demasiada sabiduría les comienza a plantear por qué se vive así, que es la felicidad en ese mundo y por qué eligió ese camino, dándoles a elegir la soledad en una isla, pero con la jugosa satisfacción de no seguir los patrones que están establecidos para no romper la estabilidad.

Finalmente concluye dejándome ver cómo los ciudadanos del mundo feliz se ven fascinados por las actitudes del salvaje y el extraño John. Y este termina con su vida, deseando un mundo imperfecto, un mundo torturante, ser un desgraciado…”no, yo no quiero confort, yo quiero a dios, quiero la poesía, quiero el verdadero peligro, quiero la libertad, quiero la bondad, quiero el pecado.”

Cómo llevar a palabras todas las ideas que crecieron al leer este libro, es difícil comenzar, ya que, a primera impresión suena fascínate esta utopía que nos comienza a plantear el autor. Es indiscutible no desear un mundo sin enfermedades, un mundo donde el sufrimiento queda de

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