Una Mala Decision

CAPITULO 31

—He hablado con Suho y Sehun, pero solamente les puedo preguntar cómo les está yendo y si se encuentran bien— respondo a Jun Min mientras ambas nos encontramos sentadas en una cafetería cerca del trabajo—. Y ellos me preguntan lo mismo, porque no es como si puedan tardarse todo el tiempo del mundo hablando.

Ella me ha preguntado si he hablado con los chicos con respecto a mudarme a su departamento. Lo cual como he mencionado antes, me ha sido un poco difícil. Además me preocupa qué es lo que vayan a pensar de eso.

No creo que les moleste en absoluto, pero no quisiese verme como una malagradecida por dejarlos así nada más después de lo mucho que me han ayudado.

—Me siento muy sola—confiesa Jun Min haciendo puchero—. Desde que despedí a mi antiguo compañero no tengo con quien hablar

—Ellos deben estar de regreso en estos días—respondo tratando de tranquilizarla—. Llevan más de tres semanas fuera, así que no debemos preocuparnos.

LUHAN

De vuelta en Corea, lo único de lo que hablan, es de qué cenaremos en casa y quién ira a comprar la comida, puesto que hoy nadie quiere llegar cocinando y es probable que ____ aún no llegue de su trabajo. Seguramente se llevara una sorpresa porque nadie le aviso que estábamos de regreso.

—Podríamos ir a comprar al restaurante donde esta ____—sugiere Chanyeol, cuando vamos en la camioneta al departamento—. Así se daría cuenta que ya estamos aquí.

—No creo que sea buena idea interrumpirla—replica el líder.

—Pero solo vamos a comprar comida—esta vez dice Kyung Soo.

— ¿Qué hay si alguien nos reconoce y se arma un revuelo? — inquiere Sehun.

Me reservo mi opinión para evitar miradas desaprobatorias. Yo podría ir a sacarla del lugar y pedirle que no asistiera nunca más, pero evidentemente; eso es imposible.

—Simplemente llamemos para que nos traigan una pizza—agrega Jong In quitándose los audífonos blancos de la cabeza—. Es fácil y rápido, además nadie tiene que salir a comprar, que supongo es el problema.

— ¿Están de acuerdo con la pizza? —pregunta el líder y todos responden afirmando la propuesta.

— ¿Luhan? —murmura viéndome. Apenas me percato que no he respondido.

—Ah… sí, por mi está bien.

—Entonces pizza será…

Volteo hacia la ventana para ver las calles de Seúl, con el único deseo de verla, puesto que estos días la he extrañado tanto que dolió. No pude hablar con ella, porque yo me estuve quedando con los chicos del M y Suho era quien hablaba al departamento para ver cómo se

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