-cuento sin letra a

El destino de Fin.

Finn vio luces en el cielo, le sorprendieron y siguió el sendero que le se sugirieron.  Después encontró un perro viejo, esté lo detuvo, lo observó y después le pregunto: -¿viste luces en el cielo?

 –Si llevo trescientos minutos siguiendo el sendero que me exhibieron  pero no consigo ver movimiento o pueblo próximo. ¿Pero tu cómo lo descubriste?

-Porque eres tú el elegido. Quiero decir que tienes que descubrir lo que él requiere de tu ser.

- ¿Quién requiere qué y por qué yo? ¿Qué se supone que debó inquirir, si no sé lo que descubriré?

No te preocupes, ese es tu deber, por eso te escogieron, tú debes cumplir con seguir el sendero, yo sólo te diré indicios que dicen si sigues el camino correcto. Es tu destino

-¿Mi destino? Por qué es mi destino seguir luces en el sendero, sólo soy un niño de ocho otoños con cero pesos en el bolsillo, sin descendientes y con poco precio en este mundo.

-Modesto eres y de mucho peso, es eso que tienes en el pecho, dentro de ti, es por eso que te escogió. Eres como él te describió: pelo chino, moreno  de ojos grises  y botines negros. Lo eh visto, el me lo mostró y eres tú.

-¿Y mis botines que tienen que ver con todo esto?

-Son índice de predicción, pues tus botines sobre el pedrusco son inconfundibles en el objetivo de proteger nuestro pueblo, nuestro mundo, el nuevo mundo.

Finn siguió con su destino y notó los indicios que el perro le indico, después de recorrer el rio, serpientes lo embistieron, un globo rojo sin dueño y un diente en un mesón en donde se quedó.  Estando en ese sitio estuvo sereno por un tiempo, pero hubo un sentimiento que rondo su cerebro… ¿Qué es lo que estremece un pueblo? En otros tiempos previos no tuvo noción de que ocurrió y sigue sin entender que sucedió. Pero eso fue el punto por el que fue elegido: no supo que ocurrió.

Llego el momento donde no ocurrieron indicios y supo que llego su fin del recorrido. No encontró luces. Ni  se fijó que enfrente de sus ojos grises un fortín enorme envuelto con flores de iris. Entro y peregrinó por él, entonces encontró un dormitorio no sólo donde tesoros se vieron, sino dos mujeres que le preguntaron*: ¿Qué qRuieres? ¿De dónde vienes?

Soy Finn y el viejo perro me dijo que soy el elegido. Seguí  sus instrucciones y llegué después de muchos indicios y complicaciones*.

¡Cielos! Respondieron, tu viniste, ¡eres tú! Debes romper el hechizo que nos tiene en este sitio. Sabras* lo que ocurrió cuando todo termine y el nuevo mundo tendrá* comienzo. Lo que debes hacer es cortar un mechón de tus chinos, un poco del flujo de tu cuerpo y obvio del nuestro, ponerlo en un perol y sollozo por lo que quieres.

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