¿Aceptaría la afirmación de que es sabio quien sabe actuar virtuosamente?

Sócrates dentro de su pensamiento afirma que si una persona era virtuosa por ende debía ser sabia, debido a que esta debía tener pleno entendimiento de lo que era la virtud y los buenos actos, así mismo realiza antes una constante reflexión sobre los actos que pone en práctica a diario, y considera que las acciones bondadosas tienen una justificación racional y son realizadas con naturaleza, no vistos como un impedimento a la libertad.

¿Aceptaría la afirmación de que es sabio quien sabe actuar virtuosamente?

Se entiende que el saber y la virtud coinciden y se necesitan recíprocamente, el virtuoso pone en función su sabiduría y razonamiento  para encaminar sus actos hacia la bondad teniendo en cuenta  lo qué es la justicia y la verdad, las cuales complementan el entorno humano,  debido a que no se puede hacer un trabajo físico determinado, levantar un puente o construir una mesa si no se tiene un conocimiento de ello, sabiendo que sabiduría es la capacidad de conocer lo más   conveniente en cada situación y la virtud es el hábito considerado como bueno y conforme –oponiéndose al vicio— y las cuales se complementan, dándole cimiento sobre lo que se ha realizado.

Por eso Platón (Discípulo de Sócrates) afirma que sólo el sabio es el virtuoso, porque únicamente conociendo qué es (concepto) la virtud es posible ponerlo en práctica en la vida diaria.

El sabio es rico en conocimientos, dichos alcanzados por su ignorancia y asombro, el cual sabe y entiende su entorno, y actúa conforme a este, meditando sobre lo que va hacer y las decisiones que va tomar, poniendo fundamento y un sentido lógico a esto, así que con el recto obrar de un hombre virtuoso refleja simplemente que es un hombre sabio, debido a que su alma le permite tener una disposición estable o más bien sus sentidos están enfocados hacia una misma dirección y en completo orden tanto para actuar y expresarse, asimismo,  complementa con cada situación que enfrenta sus conocimientos, y deja que estos guíen sus pasos.

El hombre sabio ha de ser virtuoso, pues la virtud es consecuencia del conocimiento. Decía Sócrates "saber es virtud" contextualizando al saber cómo ciencia y perfección moral a la virtud. Saber cuál es el bien para nosotros es lo mismo que hacerlo; así que cuando una persona es paciente y lo demuestra, es porque ha conocido qué es la paciencia  y sabe cuándo aplicarla usando su raciocinio de acuerdo a la situación que enfrenta.

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