Amistad en Crisis: Nunca se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.

Amistad en Crisis: Nunca se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.

La amistad. Definida por muchos grandes de la historia como el ‘’mejor don que la vida tiene para ofrecer’’. Un regalo que pocos logran experimentar en su forma más perfecta, una de las fuentes de nuestras más grandes alegrías y al mismo tiempo de las mayores tristezas. Siendo el tema tan complejo que es, este ensayo se dedicará a abordar que sucede en el caso de que una amistad comience a desvanecerse, a ‘’apagarse’’, e intentará responder la siguiente interrogante, en el caso anterior ¿Se debe pelear por ella? o aceptarlo y seguir ambos adelante. En este ensayo se comprobará el camino de la lucha, dar la pelea por las amistades importantes, y se hará considerando los escritos de Ayllón y Rhode, quienes nos explican la importancia de la amistad, de Ortiz quien nos habla acerca de la felicidad, Smith para propósitos de comparación, y a grandes figuras como Horacio y Aristóteles, a quien utilizaremos como referente para dar un mayor entendimiento a la palabra ‘’amistad’’. Inicialmente se definirá este concepto y se explicarán los distintos tipos que existen, en el cual se destacará uno para una posterior demostración de porque es importante nunca dar una amistad por vencida, se abordarán distintos aspectos del tema y finalmente se cerrará con una reflexión y síntesis de lo abordado.

Para comenzar, se deben identificar los distintos tipos de amistades que existen, basándonos en los escritos de Aristóteles, estás se dividen en 4 clases: la amistad por interés, por utilidad, por placer y finalmente, y en la que está basada la interrogante inicial, la amistad perfecta. Definiendo brevemente cada una, la amistad por interés busca el beneficio propio y lo que pueden conseguir de la otra persona, en la útil, como dice el nombre, utilizan a la otra persona como medio para lo que necesiten y en la amistad por placer solo se piensa en lo agradable, en lo bien que se pasa en el momento sin una real preocupación detrás. Por lo mismo, todas las clases anteriores se pueden considerar como ‘’pasajeras’’, ya que más que interesarse por la otra persona en sí, buscan algo, que una vez que se acabe, terminará con la relación en cuestión. En resumen, empiezan tan rápido como terminan.

La amistad perfecta, en cambio, es la más compleja de todas, y por lo mismo, es la que trae la mayor cantidad de requisitos así como de beneficios. Es considerada una relación pura basada en la confianza plena, que cumple con ser, como dice Ayllón (2000) ‘’una relación entrañable y libre, recíproca y exigente, desinteresada y benéfica, que nace de inclinación natural y se alimenta del convivir compartiendo’’ (p. 47). Éste tipo de amistad siendo extremadamente raro, ya que, las personas, normalmente, no suelen comportarse así, por lo mismo, y retomando el tema inicial de si luchar u olvidar, la respuesta siempre debe ser: luchar.

Las amistades perfectas, para que funcionen, exigen de tiempo y compromiso, pero valen cada segundo invertido en ellas. Son relaciones que no muchos tienen la suerte de poseer, por tanto, cuidarlas, en caso de poseerlas, debe ser una prioridad absoluta para ambas partes ¿Por qué tan especiales? Por el querer desinteresado que presentan. Se trata de esos amigos íntimos que estarán para ti en cualquier situación, siempre dispuestos a ayudar de buena manera, que se alegran cuando estas feliz, que te conocen de memoria, como dice Ortiz (1991) ‘’ Lo que hacemos a través de nuestros amigos es como si lo hiciésemos nosotros mismos’’ (p. 1011), que te guían por el buen camino, etc. Un sinfín de acciones que lo único que hacen es buscar la felicidad del otro y, tomando en cuenta la rareza con las que estas relaciones ocurren, independiente de los problemas por los que se esté pasando actualmente, lo último que se debería pensar, es en abandonar y seguir por caminos separados. Se debe dar el valor y la importancia necesaria a la otra persona, y agradecer el hecho de que, a pesar de lo inusual que son estas amistades, se está en presencia de una.

¿Es la rareza de algo razón suficiente para catalogarlo de importante? Existe una subjetividad inmensa en lo que cada individuo selecciona como valioso, por lo que consideran valdría la pena luchar. En este sentido se nos presenta la gran paradoja del valor, comúnmente utilizada para explicar conceptos en el ámbito económico, pero a la cual también se le pueden otorgar otras interpretaciones como se hará ahora, como se menciona en Smith (1794) ‘’Nada es más útil que el agua; pero ésta no comprará gran cosa (...) Un diamante, por el contrario, tiene escaso valor de uso; pero una gran cantidad de otros bienes pueden ser frecuentemente intercambiados por éste’’ (p. 69) En esta paradoja se compara el valor del agua, elemento fundamental para la vida, con el valor que la sociedad le entrega a un simple diamante, y se observa que al diamante se le otorga un valor económico considerablemente mayor solo por el hecho de ser más escaso, independiente de cuál de los dos presente más utilidad, dicho eso ¿La sociedad necesita realmente de los diamantes? ¿Tienen un valor para ella? La respuesta inmediata es: no, no tienen un valor para la sociedad, sin embargo ésta si los considera valiosos, hay que tener en cuenta que valor es una palabra muy amplia, pero cualquier persona dirá que los diamantes son valiosos, y resulta que también son escasos, por ende, no todo, solo por el hecho de ser escaso, resulta de real valor útil o de importancia. Por el contrario y aplicando esta misma paradoja al tema inicial de la amistad se observa que no cumple con el mismo principio, si bien la sociedad establece que la escasez de las cosas trasciende su valor útil, lo hace

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