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Antropologia Social


Enviado por   •  9 de Agosto de 2013  •  2.761 Palabras (12 Páginas)  •  447 Visitas

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LA PERSONA: DIGNIDAD Y MISTERIO

Los hombres y las mujeres que pueblan el mundo son los que suscitan en nosotros interrogantes y enigmas y abren así paso a la antropología. En primer lugar, hay que comenzar por una definición; y es que el hecho fundamental ante el que la filosofía se encuentra es que existe un ser unitario y atípico, profundo, polifacético, paradójico y maravilloso que es la persona concreta, cada hombre y cada mujer.

Hemos hablado de hombre y mujer, y hemos hablado de persona y, aunque quizá por acostumbramiento, podríamos pensar que estamos ante un vocablo común y popular, no es asi. La noción de persona es una noción filosófica concreta: el personalismo.

1- La noción de persona atreves de la historia

a. Los orígenes: Grecia y Roma.

La palabra persona, desde un punto de vista etimológico, procede directamente del latín personare y, en un segundo término, del griego prosopon. Desde un punto de vista significativo, está influida por dos tradiciones culturales diversas.

La primera se remonta al teatro griego y romano. Prosopon, significa literalmente ¨lo que se pone delante de los ojos¨ y hacía referencia a la máscara que usaban los actores en el teatro antiguo. Persona, por tanto, significo inicialmente la máscara con la que el actor se presentaba ante el público. Con el paso del tiempo, este sentido se hizo extensivo al papel que el actor representaba y, por último, acabo por denominar al actor en cuanto tal, al hombre.

La segunda tradición se encuentra en el derecho romano, per se sonans, es decir, como quien habla de sí mismo y tiene vos propia. Este significado inicial se amplió al de quien tiene derechos, estatus y reconocimiento social. Ser persona, por tanto, implicaba poseer derechos y dignidad social; los esclavos eran considerados como animales.

En definitiva, la tradición griega y romana nos presenta la persona como un entramado de hombre y dignidad.

b. El cristianismo: la invención de la persona.

La influencia cristiana se ejerció fundamentalmente en dos frentes. El principal y primario fue de orden social y humano; la doctrina cristiana sobre este punto es clara y nítida, en efecto explica Juan Pablo II ¨todos sois hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús, ya no hay diferencia entre judíos y griegos, ni entre esclavo y libre, porque todos vosotros sois uno solo en Cristo Jesús¨.

Esta idea fundamental, fue transformando con el tiempo de modo radical la sociedad antigua. Una de las tareas que el cristianismo se vio obligado a realizar fue definir su doctrina de forma sistemática, es decir, saber que significa ser en profundidad cristiano. Dios es simultáneamente una realidad trinitaria y unitaria, Dios había en tres personas (padre, hijo , espíritu santo) y una sola sustancia o naturaleza: la divina. Por el contrario, en Cristo, Dios y hombre a la vez, había dos naturalezas (la divina y la humana) pero una sola persona, la del Verbo.

Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, tienen la misma naturaleza divina porque los 3 son Dios, pero en Cristo, que es una única persona, hay dos naturalezas: la humana que comparte con el esto de los hombres, y la divina que comparte con las otras dos personas de la Trinidad.

La reflexión plástica nos dejó tres nociones fundamentales: la persona, sustancia y naturaleza.

c. La ecolastica

La ecolastica recogió y acepto la definición boeciana, se centró en el concepto de sustancia. La persona se valora pero no se emplea como un concepto filosófico original, sino que se entiende como un tipo especial de sustancia: la más perfecta dentro del mundo si se trata de los hombres y la sustancia perfecta en absoluto si se trata de Dios.

Este planteamiento genero algunos problemas importantes. El primero fue una dependencia excesiva de la filosofía griega; la persona no fue estudiada técnicamente como un ser esencialmente diverso de los demás, y por eso necesitado de unas categorías específicas, sino como un ser de la naturaleza pero esencial. Y esto significo que, para descubrirlo filosóficamente, bastaba con utilizar las nociones generales del ente y aplicarlas de modo específico al caso del hombre.

La persona es un tipo especial de sustancia; pero lo mismo sucedió con otras nociones antropológicas, como el bien o los apetitos Por lo que respecta al bien, primero, lo analiza al general: el bien como categoría que está presente en todos los entes y a partir de esta noción general, piensa, el bien del hombre en caso específico. El bien humano está regido por la dimensión moral y por la libertad y por eso tiene un poco que ver con lo que se puede denominar el ¨bien¨ en un animal.

Este es el segundo problema al que nos referíamos, una cierta dificultad para captar lo especifico humano que , a largo plazo, se tradujo en que la antropología resultante , aunque correcta, acabo siendo insuficiente. En el caso concreto de la sustancia, la aplicación de este modo impidió ver la dimensión interior y subjetiva de la persona. Y, por eso cuando la filosofía moderna la descubrió no fue posible establecer una conexión con la ecolastica. La filosofía moderna consideraba que este concepto era oscuro, y le impedía acceder a la interioridad del hombre.

d. Los nombres de la modernidad: conciencia, sujeto, yo

a partir de esta época y con Descartes como símbolo emblemático del nacimiento de la nueva era, el hombre comenzó a ser identificado con elementos que esa filosofía fue descubriendo. Con Descartes será conciencia, ser interior consiente de sí mismo. Más adelante será también sujeto, ser que se pone ante el mundo externo con una interioridad, riqueza y capacidad de acción específica; después, yo entendido como autoconciencia de si: sí mismo, etc.

Estos conceptos, tendrán un importante defecto, la filosofía moderna los desarrollara desde una perspectiva fundamentalmente idealista. En definitiva, el itinerario filosófico de la modernidad descubrió claves antropológicas esenciales para el proceso de la desaparición de la persona concreta.

e. La noción contemporánea de persona.

Al inicio del siglo XX nos encontramos con la siguiente situación, desde el punto de vista filosófico existe una dicotomía importante entre la filosofía realista, la neoecolastica, que define al hombre fundamentalmente como sustancia, y las diversas filosofías modernas que le describen como sujeto.

Pero además existe otro problema importante: la situación social. El siglo XX fue escenario

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