Arquitectura Y Masoneria
jota00000711 de Agosto de 2011
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INTRODUCCION
¿Cuándo construyo el hombre por primera vez?, ¿En qué momento el hombre dejó las guaridas que le ofrecía la naturaleza para dedicar su esfuerzo a la formación de un refugio propio? O, más allá de la necesidad de cobijo, ¿por qué amontonó piedras sobre una tumba o levantó monumentos a sus dioses? Sabemos que el hombre construye desde hace más de 5.000 años.
El hombre del Neolítico levantaba Construcciones megalíticas, dólmenes y menhires de piedras con una intención que permanece aún oscura, pero con un sentido que podemos entender, el sentido mágico de la vida que dominaba a los hombres que llamamos primitivos. También los animales construyen; los nidos de algunos pájaros parecen estructuras arquitectónicas complejas; las galerías del topo recuerdan laberintos. Pero mientras que el animal simplemente resuelve con sus construcciones la subsistencia, el hombre busca con las suyas, además de la comodidad, el dominio de las fuerzas de la naturaleza y del destino: la llamada de las lluvias, el aplacamiento de los vientos y la supervivencia ante la muerte. Las primeras construcciones fueron de naturaleza mágica; más tarde, el sentido simbólico fue adueñándose de la arquitectura.
La Edad Media se sabía que sus templos no eran la casa de Dios, pero intentaban representarla. En Egipto, el sentido mágico y el simbólico se entrecruzan; su arquitectura se levanta hacia sus dioses y en torno de la muerte. Las pirámides, quizás abstracciones de montañas, ponen su solidez como obstáculo a la huida del alma del muerto, que encuentra en ellas su tumba y su resurrección. Son moles poderosas que no intentan impresionar, sino resultar inamovibles; la base de la pirámide de Kefren, construida hace más de 4.500 años, es un cuadrado de 215 m de lado, y su altura alcanza los 143 m. Las columnas de los templos egipcios son abstracciones vegetales y soportan techos donde se pintaban representaciones de los astros nocturnos; cubiertas de estancias que simbolizan la noche; pórticos descubiertos que evocan el día. También los griegos, pintando de colores algunas piezas de las órdenes, evocaban y representaban las fuerzas de la naturaleza; conocían, pues, el carácter simbólico del color como otras tantas culturas.
Entre todas las artes, la Arquitectura ha sido venerada y practicada en todos los tiempos como un arte especialmente divino. No debemos maravillarnos de la especial consideración en que siempre ha sido tenida, por estar la construcción material íntimamente relacionada con la forma exterior de toda civilización, de la cual puede considerarse al mismo tiempo como causa, medio, condición necesaria y expresión natural.
DESARROLLO
INICIOS DE LA ARQUITECTURA
Arquitectura proviene del griego “αρχ” (arch), cuyo significado es “jefe, quien tiene el mando”, y de “τεκτων”(tekton), es decir “constructor o carpintero”. Así, para los antiguos griegos el arquitecto es el jefe o el director de la construcción y la arquitectura es la técnica o el arte de quien realiza el proyecto y dirige la construcción de los edificios y estructuras, ya que, para los antiguos griegos, la palabra “Τεχνη (techne)” significa saber hacer alguna cosa. De ella proceden las palabras "Técnica" y también "Tectónico" (Constructivo). En su sentido más amplio, William Morris dio la siguiente definición: “La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana : no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando sólo el puro desierto.”
John Ruskin en su obra “Las siete lámparas de la Arquitectura” indica que "La arquitectura es el arte de levantar y de decorar los edificios construidos por el hombre, cualquiera que sea su destino, de modo que su aspecto contribuya a la salud, a la fuerza y al placer del espíritu"
Marco Vitruvio en su obra “Los Diez Libros de Arquitectura” dice que “La arquitectura es una ciencia adornada con numerosas enseñanzas teóricas y con diversas instrucciones, que sirven de dictamen para juzgar todas las obras que alcanzan su perfección mediante las demás artes. Este conocimiento surge de la práctica y del razonamiento. La práctica consiste en una consideración perseverante y frecuente de la obra que se lleva a término mediante las manos, a partir de una materia, de cualquier clase, hasta el ajuste final de su diseño. El razonamiento es una actividad intelectual que permite interpretar y descubrir las obras construidas, con relación a la habilidad y a la proporción de sus medidas.”
Es indispensable establecer una cuidadosa distinción entre la Arquitectura y la Edifica¬ción o Construcción. Se entiende en la acepción común por edificar, reunir y ajustar los diferentes trozos de cualquier edificio o receptáculo de proporciones considerables. Así tenemos la construcción de iglesias, la construcción de casas y la de navíos o de ca¬rruajes. Que un edificio se eleve del suelo, que otro flote, que un tercero esté suspendido sobre resortes, no supone ninguna diferencia en la naturaleza del arte de la construcción o edificación. El hombre que ejerce este arte es, individualmente, un constructor religioso, naval o de cualquier otro nombre que se ajuste a sus trabajos; pero el arte de construir no puede considerarse arquitectura por el solo hecho de la estabilidad de lo que se edifica; El nombre de arquitectura debe reservarse para el arte que, comprendiendo y admitiendo como condiciones de su funcionamiento las exigencias y necesidades corrientes del edificio, imprime a su forma ciertos caracteres venerables y bellos.
No es siempre fácil determinar la separación de un modo preciso y determinado, porque existen muy pocos monumentos en los que no haya algu¬na apariencia o rastro de arquitectura; pero es imposible que haya arquitectura que no esté basada sobre la construcción, ni puede haber buena arquitectura que no esté basada en una construcción buena; es fácil e indispensable separar las dos ideas y dejar bien sentado que la arquitectura trata de lo que está por encima y más allá de su desti¬no habitual, ya que un edificio cons¬truido en honor de Dios o a la memoria de un hombre, tiene un destino al cual le predispone su decorado arquitectónico, pero no un destino que limite su planeación y sus detalles con exigencias estrictas.
La Arquitectura, se divide en tres clases: la Civil, la Naval y la Militar, la primera la constituye el Arte de fabricar Casas, Palacios, Templos, Monumentos, Altares, etc., para formar, embellecer y adornar las ciudades. La Naval, es el Arte de construir, Barcos de Guerra, Buques Mercantes, y toda clase de naves, para navegar en los mares, lagos, lagunas y ríos. La Militar, consiste en que nos enseña a fortificar las poblaciones, reductos, organización del terreno con atrincheramiento, barricadas, en fin nos da la idea para mejorar todas las ventajas que ofrecen las posiciones de plazas y terrenos, para elegir los lugares estratégicos más fáciles de retener y más difíciles de tomar.
En los comienzos de la arquitectura el hombre adoró grandes piedras, los primitivos europeos veneraban las columnas como si fueran dioses, este deleite que experimenta el hombre al erigir columnas nació del sentimiento naturalista por representar las arboledas de la selva. El hombre erigió templos para representar la imagen de la tierra; levantaron pirámides tomando como modelo las montañas, construyeron mas tarde catedrales, cuyas artísticas fajas de follaje circundan la corona de capiteles y la proximidad de las columnas nos recuerdan el espacio interior del bosque, como sucede con las iglesias góticas. Parece lógico que los instrumentos empleados por los arquitectos para expresar su fe y sus sueños fueran convirtiéndose con el tiempo en emblemas de sus pensamientos pero no sólo sus instrumentos, sino también las piedras que tallaron llegaron a constituirse como símbolos sagrados.
Los inventos primitivos parecen revelaciones, y no nos extraña que los hábiles conocedores de las artes pasaran por magos. Por tanto no es de extrañar que el descubrimiento de la escuadra fue un gran acontecimiento para los primitivos habitantes del Nilo y que pronto los místicos la transformaran en emblema de la verdad, de la justicia y de la rectitud, connotación que sigue teniendo en la masonería moderna aunque haya transcurrido tanto tiempo, lo mismo ha sucedido con el compás, la plomada y el nivel, herramientas esenciales utilizadas en la construcción y arquitectura, El compás que formando un ángulo cuyos lados parten de un vértice, de modo que cuanto mas se alejan de su origen, mas se separan representando la dualidad en el hombre: espíritu y materia. La plomada como un instrumento que nos sirve para construir el mundo moral e intelectual, este instrumento nos indica constantemente la línea vertical, o sea la dirección del progreso o crecimiento evolutivo, que siempre se verifica por medio del esfuerzo ascensional en sentido opuesto a la fuerza de la gravedad. El nivel representando la igualdad y armonía que debe haber entre los hermanos de la Logia, además que únicamente pueden ser fuertes y permanecer firmes los edificios construidos con un buen nivel.
La arquitectura antigua esta formada de acuerdo al diseño de las columnas, que en arquitectura se le denomina orden, los Griegos, construían los templos y
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