Arthur Schopenhauer 1778

Arthur Schopenhauer

Nació en Danzing en 1778. Proviene de una familia Holandés, al poco tiempo del nacimiento de Arthur se mudaron a Hamburgo, donde realizó sus primeros estudios. En la etapa adolescente viajo por Francia e Inglaterra. En el año de 1805 su padre se suicido y como la relación con su madre no era muy buena, la enfrentó y decidió dejar el negocio familiar para seguir sus estudios. Estudia filosofía en la Universidad de Berlín y en 1813 obtuvo su doctorado con una tesis titulada “Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente”.

Para él la vida no tiene sentido ni valor, somos un querer que nunca puede satisfacerse y por eso, vivimos en permanente sufrimiento cunado no alcanzamos nuestros deseos o cuando los alcanzamos. La realidad no es lo que nos representamos, este mundo es el peor de los mundos posibles.

Schopenhauer era un filósofo malhumorado, pesimista, pero eso no quería decir que fuera un mal escritor, permanece a la época del romanticismo así que escribe de manera romántica sus ideas y pensamientos, buscando poner en claro lo que está oscuro.

Parte del dolor y del sufrimiento de la existencia de este mundo. El mundo en el que vivimos cosiste en anhelar cosas que no llegan y nos hacen sufrir y que cuando llegan, no nos satisfacen y nos proyectan a otros deseos, volviéndose un ciclo dramático. A todo esto Schopenhauer le llama voluntad.

Su tesis sobre la razón suficiente radicaba en que no hay nada que no tenga una razón de ser y esta se manifiesta en cuatro formas distintas. Los aspectos de la realidad los reducía a Objetos empíricos, objetos abstractos, objetos matemáticos y el “yo”.

En 1819 publica su obra más importante de su vida “El mundo como voluntad y representación, representando la cosa en sí de Kant. La mayoría de los pensadores plantea que el mundo es racional y que los malos somos nosotros los hombres, que nos dejamos guiar por deseos, placeres, intereses y Arthur se opone a estos pensamientos, mencionando que nosotros somos más bien los que sufrimos, somos las víctimas en este mundo cruel y siniestro que está poseído por la maldad.

Para escaparnos de ese mal, hay que utilizar a la razón, esta busca liberarnos de los males existentes en el mundo, quien se deja llevar por la pasión, por el deseo, por la voluntad, está condenado a sufrir por lo que no tiene. La razón nos muestra las cosas tal y como son, y al verlas a través de ella podemos renunciar a esa voluntad.

La gran voluntad lo mueve todo, desea el frensí de las pasiones que no tienen objetivo porque desea cosas que no llevan a nada más que seguir deseando, la voluntad es querer más siempre y prolongar estas pasiones y enfrentamientos. La razón entonces, nos revela a la voluntad tal y como es, y al verla a través de esta, podemos rechazar a la voluntad

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