CUALES SON LOS ORÍGENES DEL CINE JAPONÉS

ORÍGENES DEL CINE JAPONÉS

Para muchos cinéfilos occidentales el cine japonés se inicia con  Rashomon (1950) de uno de los directores de los que hablaremos en nuestro trabajo, Akira Kurosawa, pero obviamente la industria del cine en oriente ya había recorrido un largo camino en poco tiempo, nos remontaremos al principio del todo, mucho antes de que existiera ninguna película “autóctona” en Japón. El cine japonés comienza su andadura sobre el 1896, cuando se empezaron a grabar ciertas escenas en las calles de Japón por parte de los hermanos Lumiere. Las primeras cámaras tomavistas junto con una intención por parte de Oriente de aprender a usar la tecnología que les venía de Occidente dio como fruto los primeros pasos del cine en Japón.  Pero realmente los orígenes del cine oriental, a parte de la ciencia y la técnicas importadas de occidente, se sitúan en el kabuki que es una forma de teatro japonés.

A los tres años de la aparición de las primeras películas en Japón, de procedencia extranjera, aparecieron las películas producidas allí; pero no sería hasta 1908 cuando se formase una industria cinematográfica propiamente dicha, muy similar a la de Hollywood en lo que a productoras cinematográficas y volumen de películas se refiere.

Esta alta producción se vio cortada por un desastre natural bastante importante conocido como el gran terremoto de Kanto, que arrasó junto con las ciudades dos de las grandes industrias cinematográficas japonesas una de ellas es la primera que se creó en Japón, Nikkatsu. Esto provocó una “invasión” de cine occidental, norteamericano y europeo, sobre todo, en Japón al que el público se aficionó rápidamente pero esto no supuso la caída del cine japonés. La industria se recuperó rápidamente y junto con las influencias del cine occidental , por ejemplo cuando en Hollywood se puso de moda las películas cuyo protagonista era el chico rebelde en oriente surgía otro tipo de argumentativa como respuesta a este influjo, aumentó el volumen de películas producidas llegando a superar los 700 filmes en el segundo lustro de los años veinte.^[1] 

Como vemos este tipo de cine, aunque influenciado inevitablemente por occidente, ha tenido un gran impacto y una gran cultura propias, cosa que no puede ser de otra manera debido a que estamos hablando de una cultura bastante potente que llevaba muchos años encerrada en sí misma, hay tantos directores notables que han influido en este arte que es imposible hablar de todos, en nuestro trabajo nos centraremos en dos de los que más importantes nos han parecido y que más nos han gustado, como son Akira Kurosawa y Hayao Miyazaki.

Conclusiones

Como hemos visto en nuestro trabajo el cine japonés posee una fuerza muy grande y un contenido denso cuyas películas de culto no tienen nada que envidiarle al cine occidental. El problema es que es un cine que hasta hace poco se ha quedado únicamente allí y a occidente sólo nos llegaban las películas que por tendencias o caprichos se ponían de moda. Ahora con la globalización el cine japonés se abre al mundo y claro, ante la búsqueda de aceptación de un mayor público hace que corra el riesgo de convertirse en una caricatura de los valores y el sentido que encierran, como hemos visto, sus películas de culto.

 A lo que nos referimos es a los estereotipos aquí forjados sobre su cultura y muchas películas que se producen de este tipo quizá sean más demandadas aquí que en oriente; sin embargo para poder disfrutarlas y saber diferenciar esos productos de lo que merece la pena de verdad debemos detenernos un poco en conocer su cultura y así poder diferenciar auténticas obras de arte de simples productos.

Haciendo este trabajo nos hemos dado cuenta de que muchas obras si únicamente las vemos y nos quedamos con la historia no nos van a aportar nada más allá de lo que nos pueda aportar una obra occidental normal y corriente. Por eso hay que ir más lejos y detenernos en lo que nos quiere decir el autor y los matices que aporta a la obra para poder disfrutar realmente de la película en cuestión.

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